Por Diego Schurman El Gobierno movilizó anoche a
efectivos de las fuerzas de seguridad y amenazó con decretar el estado de sitio para
garantizar la libre circulación en las rutas nacionales. La decisión fue adoptada al
comprobar que el acuerdo logrado horas antes con los propietarios de transporte para que
levantasen los piquetes y cortes de ruta sólo había sido respetado a medias. Pero los
empresarios ya dieron una señal en forma de condicionamiento: anunciaron que levantarían
el paro si el Congreso alcanza al menos un dictamen de comisión para reformar el impuesto
docente.
En la Casa Rosada estaban convencidos de que la única manera de asegurar el normal
abastecimiento de productos frescos y combustible, que hoy podrían comenzar a escasear en
algunas provincias, era ejerciendo presión. La idea del estado de sitio surgió a última
ahora, durante una reunión del Consejo de Seguridad Interior. Y fue difundida por el jefe
de Gabinete, Jorge Rodríguez. Lo estamos analizando, dijo escuetamente el
funcionario sobre una medida que no se implementa desde 1989, cuando se produjeron los
saqueos durante la gestión de Raúl Alfonsín y el gobierno dio por producido el estado
de conmoción interior que establece el artículo 23 de la Constitución.
El Gobierno y los propietarios de transporte habían pactado una tregua para buscar una
solución al conflicto del sector, que ayer cumplió su segunda jornada de protesta en
rechazo al pago del impuesto docente. El acuerdo logró desactivar la mayoría de los
piquetes y cortes de ruta, aunque no la totalidad del plan de lucha, ya que miles de
vehículos se mantuvieron en señal de queja a la vera de los caminos.
Dejaron de hacer piquetes pero apenas aparecía un camión lo obligaban a detenerse
en la banquina se quejó ante Página/12 un alto funcionario del Ministerio del
Interior.
El temor de no poder garantizar el abastecimiento en todo el país apuró entonces el
envío de efectivos de seguridad a los centros neurálgicos. A Cañuelas, por donde pasan
las rutas nacionales 3, 6 y 205, se trasladaron anoche alrededor de 130 gendarmes. Y se
estima que hoy se sumarán unos 70 más.
También se enviaron decenas de efectivos de Prefectura para custodiar las rutas que
atraviesan las ciudades santafesinas de Rafaela y Sunchales, donde se encuentran las
principales fábricas de productos lácteos. Y se estudiaba la posibilidad de trasladar
miembros de la fuerza de seguridad a otras zonas de conflicto, como Pergamino, Pehuajó y
Coronel Vidal.
El ministro del Interior, Carlos Corach, se comunicó personalmente con los candidatos del
PJ, Eduardo Duhalde, y de la Alianza, Fernando De la Rúa, para ponerlos al tanto de los
movimientos de las fuerzas de seguridad. Y dijo haberles anunciado que el Gobierno
nacional sugirió a las administraciones provinciales que realizaran presentaciones
judiciales contra los que no permiten circular libremente por las rutas.
También les resumió una posible salida al conflicto consensuada en una reunión con los
representantes del autotransporte de cargas y un grupo de diputados del PJ encabezados por
el jefe del bloque, Humberto Roggero.
La idea es rebajar el 70 por ciento el gravamen para el sector, y un porcentaje similar
para las empresas de aviación y embarcaciones. La reducción figura en un proyecto del PJ
que durante esta jornada será presentado en el Congreso.
En el justicialismo estiman que la aprobación de las modificaciones a la ley de incentivo
docente demorarán al menos una semana. Suponen que la Alianza, que se opuso públicamente
a modificar la ley, hoy no dará quórum. Y por lo tanto, el PJ deberá enviar las
correcciones a la Comisión de Presupuesto y Hacienda y luego votarlas con una mayoría
simple.
Fuentes del Ministerio del Interior dieron anoche una luz de esperanza a un cambio de
actitud de la Alianza luego de la conversación de Corach conDe la Rúa. Y ante Página/12
no descartaban que el tema se resuelva en el transcurso de esta jornada.
Aun así, la desconfianza sobre el resultado de las negociaciones primó entre los
distintos propietarios de transporte. Y decidieron mantener firme el lockout
mientras no haya señales claras de respuestas a sus demandas.
En un comunicado de prensa dado a conocer cerca de la medianoche, luego de una reunión de
urgencia, los representantes del autotransporte de cargas son claros al respecto. Por un
lado aseguraron que existe un compromiso de los diputados del PJ no sólo para
corregir la ley de incentivo docente sino de gestionar su aprobación en el
Senado en caso de no obtenerse el quórum necesario.
Pero por el otro, mostraron su firmeza al asegurar que continuarán con las medidas de
fuerza a la espera de una resolución favorable, para la que apelaron a un llamado a
la reflexión a todos los legisladores de la oposición.
El PJ quiere cambiar el impuesto en la Camara de
Diputados
Misión imposible si la Alianza no vota
Por Fernando Almirón
El bloque
de diputados justicialistas impulsará hoy en el Congreso un proyecto que propone rebajar
en un 70 por ciento la alícuota destinada al Fondo de Incentivo Docente que deben pagar
las empresas de transporte de carga y pasajeros. La modificación de la ley fue anunciada
ayer por la tarde, después de un encuentro entre legisladores oficialistas, funcionarios
del gobierno y las cámaras que agrupan a los transportistas que declararon el lunes un
lockout por tiempo indeterminado, piquetes en las rutas incluidos.
Pero para aprobar la corrección de la norma hacen falta los dos tercios de los votos en
el recinto, lo cual es imposible sin la presencia de la Alianza. La oposición, sin
embargo, ya elaboró su propia propuesta: rechazar el veto del Ejecutivo que eliminó la
garantía del Estado para asegurar los 700 millones del Fondo.
Desde hace un mes los transportistas hacen lobby en la antesala del despacho del
presidente del bloque de diputados del PJ. En cada encuentro dejaron en claro que no
estaban dispuestos a pagar el nuevo impuesto. Si bien lo voceros pertenecían a las
cámaras de camioneros, integradas en general por pequeñas empresas familiares, los
legisladores estaban convencidos que detrás de la punta de lanza se encontraba las
poderosas compañías de transporte de pasajeros, correos y clearing bancario.
Hace quince días, durante una reunión de gabinete, el jefe del bloque oficialista
Humberto Roggero le advirtió al Presidente sobre las amenazas de lockout pronunciadas por
los transportistas, quienes además aseguraron que estaban dispuestos a presentarse
masivamente en todos los juzgados del país argumentando que la restricción de
circulación que rige para los que no pagan el impuesto es anticonstitucional.
Humberto, ocupate vos de buscarle una solución al tema, ordenó Menem.
En el segundo día de paro patronal, y ante el peligro de desabastecimiento que inquietó
a la población, el gobierno decidió bendecir la propuesta de los legisladores del PJ, en
la que se establece reducir de 1 al 0,30 por ciento del valor del vehículo la alicuota
del sector. En cifras, esto significa reducir a 40 millones los 120 que se esperaba
recaudar del transporte de pasajeros y carga tanto terrestre, aéreo y marítimo. El PJ
propondrá compensar este déficit corrigiendo la ley por la que se aumentó de 1 a 3
pesos el aporte que el Estado nacional le otorga a los partidos políticos por voto
recibido.
La oposición estaba trabajando ayer por la noche en otras propuestas alternativas a la
del oficialismo. Entre ellas modificar el sistema de recaudación, ya sea mediante la
asignación de un porcentaje de la coparticipación de la Nación destinado al Fondo, o
trasfiriendo a éste la recaudación del impuesto a los bienes personales.
De todos modos nada de lo que pueda ocurrir en la sesión de hoy cambiará el
funcionamiento del gravamen establecido para este año, ya que no se puede legislar para
atrás. En todo caso modificará el mecanismo que recién será vigente el milenio
entrante.
EZEIZA
Camiones a un costado de la ruta
Por Luis Bruschtein
Están acampados al costado de la autopista a Ezeiza,
en el cruce con la ruta 205, y se reúnen alrededor de un fogón donde varias tiras de
asado, sobrevivientes del almuerzo, se doran sobre las brasas. Detrás de ellos están las
grandes máquinas alineadas como si esperaran la orden de ataque o de largada. Nos
quedamos hasta que se arregle, dice un camionero que calienta sus manos junto al
fuego.
El sereno de la tarde empezaba a caer ayer sobre la autopista de Ezeiza y el frío ponía
rojas las narices y las manos. Algunos camiones, de los 50 que estaban allí ayer a la
mañana, comenzaban a retirarse con la promesa de regresar al día siguiente. Solamente
unos 20 semirremolques se quedaban toda la noche, soportando la mirada molesta del
destacamento policial que deberá quedarse también para impedir un posible corte de la
ruta. No hay campamento, la mayoría está acostumbrada a dormir en el camión, sobre la
ruta o a la vera del camino.
Hay algunos dueños de camiones. Y hay choferes de las flotas más grandes a los que se
les paga el mínimo por estar allí, aunque sea de paro. De todos modos los choferes que
están allí justifican la medida de fuerza patronal porque temen que con el impuesto
docente peligre la fuente de trabajo. Cuando se acercan los periodistas, algunos dejan el
asado y preguntan si hay novedades de la negociación. Están inquietos por el tiempo
parado.
En una semana pagué 450 pesos por el impuesto de dos camiones dice Marcelino
Gotig, de 40 años, pero igual vengo al paro, pierdo estos días de trabajo, pero la
protesta me parece justa porque así ya no podemos seguir trabajando. Los tres
camiones de Gotig son viejos y medianos; la municipalidad los cotizó a 19.800 pesos, sin
IVA, a cada uno. Pero la AFIP, que es la cotización que rige para el impuesto, los valuó
en 25.500. Pagué afirma Gotig, porque de estos camiones vive toda la
familia, somos nueve, y no los puedo parar. Igual, de los tres, siempre hay uno que está
parado en reparaciones.
Los camioneros que se reunieron en la autopista de Ezeiza son fleteros que trabajan con el
aeropuerto. Los viajes más comunes son entre la terminal aérea y el puerto de Buenos
Aires. El trabajo viene mal, fue una mala época para aplicar este impuesto,
asegura Edgardo Valle, de 50 años, que se ha convertido en el portavoz del grupo.
Empecé como chofer a los 18 relata, siempre tuve los papeles en regla,
pagué todos los impuestos, pero éste ya no se puede. La gente piensa que el que tiene un
camión es un magnate, pero yo soy el gerente, el administrador, el chofer y ahora hasta
el gomero de la empresa, y todo para sacar a lo más un viaje por semana.
El ritmo de trabajo de los camioneros se mantiene sostenido, en épocas normales, hasta
octubre. Allí comienza a bajar la actividad hasta los meses de diciembre, enero y
febrero, que es cuando menos se trabaja. En marzo hay más movimiento hasta que se
normaliza. Pero desde el bajón de octubre del año pasado no hubo recuperación de
la actividad, explica Valle mientras los demás asienten con preocupación.
Un grupo sale a buscar leña de los bosques y regresa con algunos troncos que se encienden
para dar calor. Los hombre se reúnen alrededor del fuego y sacan una baraja gastada de
naipes españoles para armar una partida de truco o de tute. Son costumbres de la
profesión. Julieta, una piba de 17 años, da marcha atrás con el semirremolque del
padre. Va sacando el armatoste entre las otras moles sin tocarlas. Los demás le hacen
bromas.Dar marcha atrás con estos aparatos no es fácil, dice uno piropeando
a la piba. Ninguno responde con demasiada claridad cuando se les pregunta por qué no
protestaron de la misma manera cuando les pusieron los peajes en las rutas, que son mucho
más caros que el impuesto docente. Esta fue la gota que rebasó el vaso,
contestan, o simplemente que ésta es la peor época de trabajo.
Los poderosos Scania, Mercedes, Leyland o Fiat miran en fila hacia la ruta por donde pasan
a gran velocidad automóviles y, muy esporádicamente, algún camión. Son de las
mismas empresas de los productos que transportan, no son fleteros, explican con
cierto enojo. Varios de los camiones que están parados junto a la ruta son de la empresa
Don Pedro. Tiene cerca de cien camiones de entre 80 y 90 mil pesos afirma
Valle; si tiene que pagar el impuesto de todos, así, de golpe, tiene que vender un
camión y entonces queda un chofer sin trabajo. Sin embargo es evidente que la
situación resulta distinta para el dueño de uno o dos camiones que para el propietario
de una flota. En general todos pagan diez veces más de patente al año que el nuevo
impuesto.
Durante la mañana un grupo que se concentró del otro lado de la ruta protagonizó
algunos incidentes y debió intervenir la policía Ese grupo se retiró. Los que se
quedaron no obstruyen el camino y se mantienen expectantes, mientras junto a ellos
permanece estacionada una camioneta de la Policía Federal con sus efectivos.
Los que se quedan alrededor del fuego comentan el día y protestan contra el Gobierno:
Nosotros queremos apoyar la educación, pero que la apoyemos todos, no solamente
nosotros. Pusieron este impuesto para sacar la carpa blanca y ahora van a tener la carpa
verde de los camioneros, advierten. |
OPINION
|