Por Raúl Kollmann La guerra está a punto de
empezar y el campo de batalla será el juicio oral por la causa AMIA. Los policías
bonaerenses imputados en el atentado acusarán a integrantes de la Federal de haber sido
ellos los cómplices del atentado: Fueron federales los que tuvieron la camioneta
tres días antes del atentado, acusa uno de los referentes bonaerenses desde la
cárcel.
Fueron federales los que la dejaron en la playa de estacionamiento cercana a la
AMIA, dice el acusado. Eso no lo quisieron investigar, presentaron fichas de
identidad falsas en la causa, ya se demostró que el informe sobre las llamadas
telefónicas era falso, apretaron a una testigo falsa y monopolizaron la pesquisa para
echarnos el fardo a nosotros. El atentado fue perpetrado por una banda en la que
estuvieron el armador de autos truchos Telleldín, tal vez el megaempresario Alejandro
Monjo, un grupo islámico local y todos ellos con nítidas conexiones con la
Federal.
En esta óptica coincide la SIDE, que también piensa que fueron federales y no
bonaerenses los que estuvieron en el atentado.
En el bando de enfrente, la Federal ratifica lo que aparece en la investigación oficial
avalada por el juez Juan José Galeano y los fiscales, y exhiben las pruebas:
Los bonaerenses tuvieron la camioneta en su poder; hasta el empleado del ex
comisario Ribelli dice que andaba en una Trafic; hay escuchas telefónicas en las que
hablan del vehículo y, además, está el testimonio de Telleldín que dice que les dio la
Trafic. Para defenderse, quieren ir a la guerra contra nosotros, le dijo a
Página/12 un altísimo funcionario de la Federal.
La causa está en camino al juicio oral tal vez se haga a principios del año
próximo pero los bonaerenses ya tienen definida la estrategia y una investigación
para respaldarla. Estos son los aspectos claves:
Detrás del
atentado hubo una mafia de autos truchos protagonizada por el empresario Monjo un
protegido de la Federal y Telleldín, que trabajaba en combinación con Monjo.
Le pagaban peaje a la Bonaerense, pero el negocio era fundamentalmente de la
Federal, dicen los bonaerenses.
Un hombre de la
conexión local islámica, Alberto Kanoore Edul, que registra llamadas al negocio de Monjo
y a la casa de Telleldín en los días previos y el mismo día de la entrega de la Trafic,
es el que les habría encargado la camioneta.
Cuando el
vehículo se estaciona el 15 de julio tres días antes del atentado en la
playa Jet Parking, a tres cuadras de la AMIA, el individuo de la Trafic deja un número de
cédula que corresponde a Tomás Lorenz, en cuyo formulario de pedido del documento figura
como referencia el policía federal Carlos Martínez. Al ingresar la camioneta a la playa
se le para el motor y sorpresivamente sube al vehículo otra persona que sí entra el
auto. Ese desconocido fue, según sostiene la SIDE y manifiestan testigos en la
investigación, el policía Martínez. Además, un empleado del empresario Monjo, también
pone a Lorenz como referencia en su formulario de pedido de documento. La conclusión a la
que apuntan los bonaerenses y también la SIDE es que Monjo y el policía
federal Martínez estuvieron relacionados con el estacionamiento de la Trafic.
En el informe
que el año pasado hizo el FBI, en su página 11, se advierte que ésta es una pista
clave.
La SIDE
reconoce que la Policía Federal entregó dos prontuarios distintos del empleado de Monjo
Rodolfo Setau, justamente el que aparece relacionado con el policía federal
que, según parece, estacionó la Trafic. En uno de los prontuarios se hizo desaparecer la
relación con el policía federal. Según la SIDE, los dos prontuarios, uno verdadero y
uno falso, están en poder de Galeano.
Cuando se hace
una ronda de reconocimiento del policía Martínez, una empleada de la playa de
estacionamiento dice que no fue él quien estacionó la camioneta. Los bonaerenses dicen
que hubo un apriete.
¿Cómo
es posible que nos quieran condenar a cadena perpetua a nosotros dicen los
bonaerenses si está claro que hubo gente relacionada con la Federal que tuvo la
camioneta tres días antes del atentado? ¿Por qué se nos investigó tanto a nosotros que
supuestamente recibimos la Trafic el día 10 y nada a los federales que la estacionaron el
15 y que de allí salió hacia el atentado? ¿Cómo es posible que no encarcelen a Monjo,
Kanoore Edul, Martínez y los Lorenz, relacionados con la Federal?
En la Federal, furiosos, contestan remitiéndose a la causa de Galeano y a las
imputaciones que esta semana presentaron los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia.
Todos sostienen que esa vertiente se investigó, aunque no sólo está la recomendación
del FBI sino que también la Cámara Federal recientemente le ordenó al magistrado que
profundizara esa parte de la causa. De todas maneras sostienen los
fiscales las pruebas contra los bonaerenses son sólidas:
Telleldín dice
que les dio la camioneta como parte de pago de una coima para que lo dejen seguir con sus
negocios ilegales. Acusa a gente de la Brigada de Lanús la de Ribelli y la de
Vicente López.
Hay dos
testigos el mecánico Claudio Cotoras y la esposa de Telleldín, Ana que
ratifican los dichos de Telleldín e identifican a uno de los policías que se llevó la
camioneta como Raúl Ibarra, un segundo del poderoso ex comisario Ribelli.
Hay un empleado
de la agencia de autos de Ribelli, Jorge Luis Alvarez, que declara que en la tarde del 10
de julio el ex comisario andaba con una Trafic en compañía de otras dos personas.
Hay otro
testigo, de identidad reservada, que sostiene que Ribelli tenía tres Trafic en su
agencia.
Hay dos
escuchas telefónicas entre allegados a Ribelli. En la primera dicen: Cuando
pusieron, cuando hicieron lo de la AMIA, ellos estuvieron en un auto particular. Es
un diálogo entre empleados de Ribelli. En la segunda escucha se produce la siguiente
conversación: Ahora parece que ya está localizado lo de Tigre, viste.
Los que se llevaron el vehículo.
Exacto. Este diálogo se produjo entre un compadre de Ribelli y uno de sus
oficiales más cercanos.
Hombres de
Ribelli y de Vicente López prepararon un testigo falso para desviar la causa.
Ribelli
blanqueó dos millones y medio de dólares el día después del atentado. Y viajó a la
Triple Frontera y a Brasil en los días previos y posteriores a la fecha en que
supuestamente recibió la camioneta.
En la Federal dicen que estas pruebas bastan y sobran.
La guerra del juicio oral está en marcha y ambos adversarios son poderosos. La Bonaerense
en este caso su óptica coincide con la de la SIDE y la Federal siempre
tuvieron malas relaciones, pero ahora van a la confrontación. En la cárcel de Caseros,
en donde está alojado Ribelli, se celebraba el viernes lo que consideran el derrumbe de
una prueba importante: el informe de Movicom sobre llamadas telefónicas desde los 20
celulares de Ribelli. Según un primer estudio, presentado por la empresa hace cuatro
años, los teléfonos del ex comisario fueron usados el 10 de julio el día de la
entrega de la camioneta desde los alrededores de la casa de Telleldín, una zona
cubierta por la antena número 13.
Esto demostraba que estaban en el operativo de quitarle la camioneta. Ahora Movicom
sostiene que hubo un error y que las llamadas fueron canalizadas por la antena 5 en
Wilde, que estaba saturada, y por eso las derivó automáticamente a la 13. Según
le dijo la empresa a Página/12, un software más moderno pasamos del sistema
hexadecimal al decimal permitió hacer la precisión. En la guerra no hay
tregua: por orden del juez Claudio Bonadío, la Federal allanó las oficinas de Movicom e
incluso está analizando los legajos del personal de la empresa de celulares para ver si
no hay allí un infiltrado de Ribelli. Y esto es sólo el principio. Está en marcha una
investigación que demostrará que Ribelli cometió no menos de 42 delitos distintos y que
su fortuna llega a 50 millones de dólares. Por el otro lado, los bonaerenses preparan
ofensivas al estilo de la de Movicom sobre otras pruebas y testigos del
expediente. Es el principio de la guerra, pero así, a simple vista, cualquiera diría que
se trata de una pelea de mafias, no de humildes servidores públicos.
Este año habrá un acto en común, en
Pasteur
La pelea entre
Memoria Activa y Rubén Beraja, en el acto del tercer aniversario, hizo que en 1998
hubiera dos ceremonias. Este año habrá un acto en común y se espera que concurra una
verdadera multitud.
El acto será frente a la sede la AMIA,
Pasteur 633.
El acceso será por Pasteur, de Corrientes, o por Tucumán. |
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A las
9.53, frente al predio donde se produjo el atentado, en Pasteur 633, se realizará hoy el
acto central por el quinto aniversario del ataque contra la AMIA. A esa hora se escuchará
el sonido del shofar, el legendario instrumento que hace miles de años era usado para
alertar y llamar al pueblo. En la concentración de hoy hablarán el flamante presidente
de la AMIA, Hugo Ostrower, la integrante de los familiares agrupados en Memoria Activa,
Diana Malamud, el titular de la DAIA, Rogelio Cichowolsky y, también en nombre de los
Familiares, Marina Degtiar. Con los clubes y las instituciones judías cerradas en
homenaje a las víctimas, se espera que concurra una verdadera multitud.
El público podrá ingresar a la zona de la concentración por la calle Pasteur, desde la
avenida Corrientes o desde las calles Lavalle o Tucumán, en tanto que el palco se alzará
en Pasteur y Viamonte. La conducción del acto va a estar a cargo de la periodista Fany
Mandelbaum y, tras el sonido del shofar, se podrá escuchar la grabación de un texto
leído por un niño sobre el país que quiere tener. Es un tramo realizado en el programa
radial que conduce Nelson Castro. De inmediato los familiares leerán los 86 nombres de
las víctimas y se encenderá una vela en homenaje a cada uno de ellos. Entre discurso y
discurso, se escucharán frases pronunciadas a lo largo de estos cinco años por
reconocidas personalidades argentinas; Estela de Carlotto, Ernesto Sabato, Ignacio Copani,
Juan Carlos Baglietto, monseñor Justo Laguna y otros. En el cierre del acto se repetirá
el corto publicitario realizado y donado por la empresa Grey, en el que una madre despide
a su hijo aquel 18 de julio.
Los organizadores resolvieron no hacer invitaciones a políticos, de manera que todo
indica que sólo se harán presentes funcionarios del segundo nivel del gobierno nacional.
Sí concurrirán legisladores y otros dirigentes del oficialismo, en tanto que ya anunció
su presencia la fórmula presidencial de la Alianza.
También habrá un acto mañana en Nueva York, frente al consulado argentino en esa
ciudad. La concentración fue convocada por el Consejo de Relaciones de la Comunidad
Judía de Nueva York, cuyo presidente Gedale Horowitz será el principal orador. Se leerá
un mensaje del cardenal John OConnor y hablará también la diputada Nita M. Lowey.
El presidente de la poderosa Comisión de Relaciones Exteriores, el diputado Benjamin
Gilman, envió una carta para ser leída en la concentración en la que señala que
he viajado a Buenos Aires para hablar con el Presidente y el jefe de Gabinete,
reclamándoles mayor movilización en la pesquisa. Sepan que continúo con ese
reclamo.
los participes necesarios. |
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Carlos
Alberto Telleldín
Complicidad con el atentado, armado de autos truchos, falsificación de
documento público.Pena máxima: reclusión perpetua. |
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Ex
comisario Juan José Ribelli
Cómplice, privación ilegítima de la libertad, secuestro extorsivo, asociación
ilícita. Pena máxima: reclusión perpetua. |
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Ex
oficial Norberto Bareiro
Cómplice, privación ilegítima de la libertad, secuestro extorsivo, asociación
ilícita. Pena máxima: reclusión perpetua. |
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Ex
subcomisario Anastacio Irineo Leal
Cómplice, privación ilegítima de la libertad, secuestro extorsivo, asociación
ilícita. Pena máxima: reclusión perpetua. |
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Ex
subcomisario Raúl Edilio Ibarra Cómplice, privación
ilegítima de la libertad, secuestro extorsivo, asociación ilícita.
Pena máxima: reclusión perpetua. |
los complices |
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Ex suboficial Víctor
Carlos Cruz
Privación ilegítima de la libertad, secuestro extorsivo, asociación ilícita,
falso testimonio agravado. Pena máxima: 20 años de prisión. |
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Ex suboficial Marcelo
Albarracín
Privación ilegítima de la libertad, secuestro extorsivo, asociación ilícita,
falso testimonio agravado. Pena máxima: 20 años de prisión. |
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Ex suboficial Claudio Araya
Privación ilegítima de la libertad, secuestro extorsivo, asociación ilícita,
falso testimonio agravado. Pena máxima: 20 años de prisión. |
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Ex oficial Diego Barreda
Privación ilegítima de la libertad, secuestro extorsivo, asociación
ilícita, falso testimonio agravado. Pena máxima: 20 años de prisión. |
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Ex comisario Bautista Huici
Privación ilegítima de la libertad, secuestro extorsivo, asociación
ilícita, falso testimonio agravado. Pena máxima: 20 años de prisión. |
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Ex oficial Alejandro
Burguete
Falsedad ideológica de documento público, asociación ilícita.
Pena máxima: 10 años de prisión. |
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Ex suboficial José
Arancibia
Falsedad ideológica de documento público, asociación ilícita.
Pena máxima: 10 años de prisión. |
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Ex suboficial Oscar
Bacigalupo
Falsedad ideológica de documento público, asociación ilícita.
Pena máxima: 10 años de prisión. |
|
Ex suboficial Daniel
Quinteros
Falsedad ideológica de documento público, asociación ilícita.
Pena máxima: 10 años de prisión. |
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Hugo Antonio Pérez
Encubrimiento. Pena máxima: 3 años de prisión. |
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Miguel Jaimes
Encubrimiento. Pena máxima: 5 años de prisión. |
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Ariel Nitzcaner
Infracción al decreto ley 6582/58. Pena máxima: 5 años de prisión. |
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Argentino Gabriel Lasala
Falso testimonio. Pena máxima: 4 años de prisión. |
OPINION
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