Por S.K. Los nacionalistas argentinos
descubrieron en el mundo virtual una herramienta de propaganda que están utilizando con
un entusiasmo preocupante. Catorce sites argentinos ya pueblan Internet y están
comenzando a notarse entre los centenares de páginas racistas, antisemitas,
revisionistas, skinhead, paganas, nazis y neonazis del mundo entero. A juzgar
por lo que muestran los motores de búsqueda de las computadoras, los argentinos ya le
están peleando la primacía a los españoles en cuanto a generar propaganda derechista
electrónica y son de lejos los primeros en Latinoamérica.
Internet le dio a los ultraderechistas del mundo entero una oportunidad de difusión que
no tenían por lo menos desde el fin de la guerra mundial. Donde tradicionalmente se
encontraba un circuito semiclandestino de publicaciones mal impresas y peor escritas, las
computadoras presentan hoy páginas bien presentadas, cuando les conviene bien disimuladas
y en un número sorprendente de casos excelentemente diseñadas y operadas. La afición a
las computadoras prendió fuerte entre los nostálgicos del Reich.
La proliferación de páginas neonazis argentinas en la red, que no existían hace menos
de tres años, hizo que la diputada radical Margarita Stolbizer presentara un proyecto de
resolución para que el Gobierno frene el avance racista en la red. En su texto, la
diputada confiesa abiertamente que teme que la situación social sea propicia para el
reclutamiento de los extremistas de derecha.
Los neonazis descubrieron muy temprano dos características únicas de la red
electrónica. Una, que Internet es una suerte de kiosco pasivo, donde todo lo que hay que
hacer es presentar el producto y el consumidor llega solo a retirarlo. Por lo tanto, no
existen ni costos ni problemas de distribución, el eterno problema de una franja
política marginal y muchas veces literalmente impresentable. La segunda característica
de Internet es que es un universo de jóvenes, el público impresionable y sin mayor
contexto histórico que la ultraderecha aspira a conquistar.
Así, la red electrónica se pobló de propaganda de todas las naciones y causas
derechistas imaginables: memoriales a Hitler, tratados eugenésicos, catálogos de música
Oi, proclamas raciales y racistas, multitudes de periódicos. En ese mundo los noruegos
reivindican a Quisling y a los vikingos, los boers impulsan la supremacía blanca en
Sudáfrica, los españoles alzan la Hispanidad y reivindican la legión Azul de la SS. Los
norteamericanos, dueños de la abrumadora mayoría de los sites, publicitan las causas
más variadas: religiones paganas y racialistas, el viejo partido nazi de Rockwell, skins
de todo tipo, agrupaciones anti todo grupo étnico que exista bajo el sol y
hasta, últimamente, racismo en español para los latinos blancos.
Los argentinos presentes en la red son el Centro de Estudios Evolianos, su revista El
Fortín, el Partido Nuevo Orden Social Patriótico, el Partido Nuevo Triunfo, la Juventud
Nacionalista y Socialista Argentina, la revista Disenso, Historia NR: Revisionismo
Histórico, la Alianza del Lobo, la extrañísima Hermandad Asatrú, y el decano de los
periódicos neonazis argentinos, Libertad de Opinión, editado por Alejandro Biondini, que
mantiene además un Panteón de los Héroes y la Red Kalki de sitios fascistas. La red
argentina tuvo recientemente dos bajas, la del sitio Volksturm y la de su grupo madre, la
librería Walhalla, cerrados desde que la justicia procesó a sus dueños por vender
literatura y videos nazis. La mayoría de los espacios de links de las
páginas neonazis incluyen dos páginas aparentemente inconexas: Veteranos de Guerra,
donde una agrupación de ex combatientes de Malvinas exige con estridencia el
mantenimiento de esta causa nacional, y la Liga Argentina Contra la Usura, un
site de escaso y confuso contenido dedicado a culpar de todos los males a los usureros
internacionales.
Alejandro Biondini tuvo su momento de fama cuando era el pequeño Führer
argentino, a fines del gobierno de Raúl Alfonsín. La década delnoventa lo metió en
problemas: su insistencia en utilizar la svástica como escudo partidario y su creciente
estridencia lo llevaron a pasar un año en prisión y a mantener un estrictísimo bajo
perfil al ser excarcelado. Según cuenta él mismo, fue entonces que descubrió la
computación. Hoy, el líder del Partido Nuevo Triunfo es el principal webmaster de la
derecha radical argentina. Su Red Kalki el título responde, nada modestamente, al
nombre de guerra de Biondini opera las páginas de su partido, un
panteón de héroes caídos por su causa, una red sonora, el sitio de la
Juventud Nacionalista y Socialista Argentina que lo sigue como líder supremo y su revista
Libertad de Opinión.
Definida como la voz del mundial del nacionalismo argentino, Libertad de
Opinión es la agencia de noticias personal de Biondini, actualizada casi diariamente con
sus comentarios sobre eventos de todo tipo. Fundada hace dos años, le devolvió a su
operador protagonismo y le solucionó el eterno problema de financiación y distribución
de sus revistas, que cerraba y abría constantemente. Este éxito no pasó desapercibido
por sus aliados y por rivales como Alejandro Franze, que acaba de estrenar página propia.
Y tampoco dejó de percibirse que mientras que vender diarios y revistas significa
problemas legales, en los términos de la ley contra la discriminación, Internet es una
zona gris y desregulada, que hasta puede situarse materialmente fuera del país.
OPINION
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