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Hace sólo seis meses que Hugo Chávez asumió la presidencia de Venezuela y hoy asistirá al nacimiento de su hijo más querido: la Asamblea Constituyente, que realizará su acto de instalación en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela. La Asamblea, cuyo liderazgo recaerá en el octogenario dirigente izquierdista Luis Miquilena, tendrá la responsabilidad de cambiar el sistema político y judicial de Venezuela. Entre estos cambios figuran los caballitos de batalla de Chávez: la disolución del Congreso y de la Corte Suprema y la instalación de un cuarto poder, el Moral. Mañana la Asamblea comenzarán oficialmente sus sesiones con un discurso inaugural del mismo Chávez.Para el presidente venezolano, el acto de hoy al mediodía (13 hora local, 15 hora argentina) será la entrada antes del plato principal: su discurso inaugural del jueves, donde presentará su proyecto de Constitución y el cambio de denominación de Venezuela, a la que pretende llamar República Bolivariana de Venezuela. "La Constitución se basará en la ideología del libertador Simón Bolívar", recalcó Chávez. El presidente reveló que también propondrá que la Constituyente declare la propiedad de la tierra un asunto de interés social y sugirió el 7 de noviembre como fecha límite para la aprobación de la nueva Constitución en un referendo popular y el 12 de diciembre para convocar a elecciones de legisladores y alcaldes.El apuro de Chávez es entendible: se encuentra en la cresta de su popularidad, cuando aún no ha realizado ningún cambio en materia económica en un país con un 80 por ciento de pobres. En las elecciones constituyentes del 25 de julio pasado, los venezolanos le dieron más del 90 por ciento de los votos a los candidatos del oficialista Polo Patriótico. Además de los tres representantes de las etnias indígenas, que deben volver a elegirse por irregularidades en el proceso electoral, la Asamblea de 131 miembros contará con tan sólo cinco opositores al proyecto de Chávez: el disidente socialdemócrata Claudio Fermín, el socialdemócrata Virgilio Avila Vivas, el conservador Alberto Franceschi, el jurista Alan Brewer Carias y el ex asesor presidencial y ahora feroz crítico, el periodista y jurista Jorge Olavarría. La representación de los partidos que por 40 años gobernaron Venezuela, Acción Democrática (AD) y Copei, estará circunscripta a Avila Vivas. La dirigencia del Copei, que no obtuvo ningún representante, renunció en pleno y la de la AD lo hizo en parte.Sin oposición y con la amenaza de disolver parte de los poderes constituidos, Venezuela entrará ahora en una etapa sin precedentes en los últimos años en América latina. "Pero no vamos a ver nada concreto hasta por lo menos la mitad del año que viene", comentó Cristina Rodríguez, presidenta de la firma de consultoría y análisis MetroEconómica. OPINION
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