Por Nora Veiras Las quejas de la Iglesia por
la falta de respuesta del Gobierno al problema de la creciente pobreza ocultan una
relación tensa. Una relación en la que el manejo del dinero no es un dato menor. El
Estado les asigna a los cien obispados del país un presupuesto anual de casi diez
millones de pesos, monto que se incrementa según las “buenas relaciones” de los
prelados con los responsables de la caja. Un juego en el que la institución queda presa
de más de una contradicción. Carlos Corach, Alberto Kohan y el gobernador bonaerense
Eduardo Duhalde disponen de “fondos extras” para satisfacer las necesidades
eclesiásticas. Entre marzo y mayo, el ministro del Interior apeló a los ubicuos Aportes
del Tesoro Nacional (ATN) y giró un total de poco menos de un millón de pesos para los
obispados de San Justo, Mercedes-Luján, Castrense y Quilmes.
En las últimas semanas, el obispo de Zárate-Campana, Rafael Rey, denunció que, desde la
Casa Rosada, ponen obstáculos para asignar el préstamo de 4 millones de pesos, ya
otorgado por el Banco Mundial, para ayudar a los damnificados por las inundaciones. A
mediados del año pasado, Corach pretendió acallar las denuncias de Rey sobre la catarata
de pobres que inundaban su obispado ofreciéndole a través del embajador en el Vaticano,
Esteban Caselli, un subsidio de 300 mil pesos. La maniobra fue tan burda que no hizo más
que empeorar las cosas. Sin embargo, sirvió para mostrar la arbitrariedad con la que los
recursos pueden aparecer.
Todopoderosos
Con fecha 12 de marzo de 1999, Duhalde y sus ministros Jorge Sarghini (Economía) y José
María Díaz Bancalari (Gobierno), firmaron el decreto 623 otorgando 500 mil pesos a tres
obispados. “Nosotros no hacemos más que vehiculizar los Aportes No Reintegrables
asignados por Interior. Eso lo financia la Nación”, explicó un vocero de Díaz
Bancalari. Por esa vía, el obispado de Quilmes recibió 100 mil pesos destinados a las
“Comunidades de Convivencia”, el de Mercedes-Luján obtuvo 200 mil pesos para
“la Obra del Filosofado” -.el seminario.-, y el de San Justo 200 mil sin un fin
específico. Página/12 se comunicó con las oficinas del obispo Jorge Meinvielle para
intentar conocer en qué se invertiría el subsidio pero nunca pudo encontrarlo. Tampoco
se comunicaron a los teléfonos dejados. Meinvielle es uno de los prelados con acceso
directo a la Residencia de Olivos. Su buen diálogo con el presidente Carlos Menem
facilitó el trámite para que le otorguen la frecuencia de radio AM 14.80 Santa María.
Dos meses más tarde, a través del mismo mecanismo y con igual fundamento –“que
los citados aportes redunden en una mejor calidad de vida de la población de esas
comunidades”–, otros 430 mil pesos recayeron en manos de la Iglesia. El obispado
Castrense recibió 230 mil pesos para cubrir “desequilibrios financieros” y a
San Justo se le giraron otros 200 mil pesos también para superar problemas generados por
ambiguos “desequilibrios financieros”. La incongruencia entre los motivos
invocados en los fundamentos y la justificación de la parte resolutiva del decreto 1182
del 11 de mayo de 1999 torna aún menos convincente el objetivo de “mejorar la
calidad de vida de la población”. A menos que los 430 mil pesos sean usados, vía
los obispos, a los seguros “desequilibrios financieros” de los vecinos.
Este diario también trató de dialogar con el obispo castrense Norberto Eugenio Martina
pero el sacerdote estaba ocupado o no estaba. En el libro Iglesia y dictadura, Emilio
Mignone explicó que “el 21 de abril de 1986, el papa Juan Pablo II dispuso elevar a
condición de diócesis con jurisdicción militar, gobernadas por un prelado con
atribuciones de obispo, a los 29 vicariatos castrenses existentes en el mundo (12 en
América, 9 en Europa, 3 en Africa, 3 en Asia y 2 en Oceanía ) (...) La diócesis
castrense tiene bajo su jurisdicción a los fieles militares o empleados civiles que
sirven en las fuerzas armadas, así como a los miembros de sus familias. Esto traerá
incontables conflictos con los prelados diocesanos. Los obispos castrenses están
autorizados a erigir seminarios, impartir el sacramento del orden sagrado a los alumnos
que allí se eduquen y contar con clero propio, para lo cual podrán incardinar a los
clérigos que acepten cumplir con ellos su tarea pastoral”.
Martina es uno de los obispos de más bajo perfil, quien rara vez asiste a la Conferencia
Episcopal. Desde hace cuatro años ocupa el cargo y mantiene excelentes relaciones con el
Presidente. Decidió mantenerse en silencio aún cuando el jefe del Ejército, general
Martín Balza, le pidió la baja al capellán castrense de Punta Alta, el padre Astorga,
quien se negó a nombrar al ex presidente Raúl Alfonsín al rezar por su salud. “Te
sancionó el papa de Buenos Aires”, lo provocó un uniformado en la última cena de
camaradería y el obispo optó por obviar el comentario. Ese episodio sirvió para poner
en evidencia la imposibilidad de servir a dos mandos y permitió que avance el proyecto
para no otorgarles grado militar a los curas que cumplan funciones en los cuarteles. En el
caso del Obispado Castrense aparece todavía más confuso el uso de ATN para que supere
“desequilibrios financieros”.
Los atajos
En la provincia de Buenos Aires no hay una partida presupuestaria asignada al
sostenimiento de la Iglesia pero, por medio de las llamadas “adecuaciones
presupuestarias”, el candidato a presidente del peronismo trata de dar respuesta a
los pedidos. Roberto Sarlinga es el encargado, desde hace ocho años, de estrechar el
vínculo con los dieciocho obispados de la provincia. “Estoy totalmente avalado por
los obispos”, alardea. Para funcionar, la virtual Secretaría de Culto local cuenta
con 184.145 pesos. Sarlinga dijo a este diario que “si hay fondos y los pedidos son
de hasta 5 mil pesos se autorizan directamente por resolución; si superan esa cifra es
necesario un decreto”.
El pasado 9 de abril, el decreto 803, firmado por Duhalde, acordó un subsidio de 50 mil
pesos “pagadero en cinco cuotas” para el obispado de Morón “con destino a
completar el programa de refacción de la curia diocesana”. Justo Laguna, un hombre
habitualmente crítico con la política socio-económica del Gobierno, derivó en su
vicario general, Santiago Oliver, la respuesta a la consulta de Página/12. “No es
habitual esta clase de subsidio pero la provincia nos ayuda en muchos emprendimientos. La
refacción de la curia se pidió porque los techos se caían, es una casa de más de cien
años. Las gestiones se hacen a través del licenciado Sarlinga. En general han ayudado a
varios obispados, no somos los únicos”, explicó el segundo de Laguna.
En los archivos del Ministerio de gobierno bonaerense sólo figura otro decreto destinado
a la Iglesia: el 854 del 14 de abril. El beneficiario es el Arzobispado de Mercedes-Luján
con 60 mil pesos “para concluir las obras emprendidas en el templo de Mercedes”.
Emilio Ogneñovich es uno de los prelados que impulsó las posturas más conservadoras del
menemismo en temas como el aborto y los proyectos de fecundidad asistida. Alimenta una
estrecha amistad con Caselli pero ya está jugando a la sucesión: organizó la misa en la
Basílica de Luján donde Duhalde y su compañero de fórmula, Ramón “Palito”
Ortega, comulgaron antes de que el gobernador saliera rumbo al Vaticano. El arzobispo
aprovechó la homilía para respaldar al candidato en su denuncia por las consecuencias
inhumanas del pago incondicional de la deuda externa. En los últimos meses, el aspirante
a suceder a Menem se ha desvivido por acercarse a la cúpula eclesiástica. Estuvo con
elpresidente del Episcopado, Estanislao Karlic, pero el prelado eludió la foto conjunta.
Los matices entre los purpurados también son muchos.
Lo cierto es que la crisis social resiente las reservas económicas de la Iglesia. Dos
años atrás los obispos habían difundido la intención de prescindir de los aportes del
Estado para garantizar autonomía. Sin embargo, el diezmo de los fieles no aumenta y se
incrementan las demandas de la población. Los problemas siguen siendo la arbitrariedad y
la poca transparencia con la que los gobernantes les derivan fondos.
Buenos Aires convertida en capital
de una cruzada en contra del aborto
El encuentro impulsado por el
Vaticano intenta arrancar un compromiso de los candidatos en torno de la prédica del
Papa. Estuvieron Menem, Duhalde y De la Rúa.
La Iglesia logró juntar una vez
más a Carlos Menem y a Eduardo Duhalde para la foto.
En la jornada de hoy será Fernando de la Rúa quien defina sus posiciones en un discurso. |
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Por Mariana Carbajal
La Iglesia, con Carlos
Menem como su incondicional aliado, lanzó ayer una ofensiva contra el aborto y en defensa
de la familia, al inaugurar el llamado III Encuentro de políticos y legisladores de
América, que sesionará hasta mañana en Buenos Aires, para consolidar la doctrina del
Vaticano sobre temas ligados con el matrimonio, la procreación y el control de la
natalidad. La conferencia busca arrancar a los candidatos presidenciales un compromiso
preelectoral de alineación con la prédica del Papa. Hoy será el turno de la Alianza y
Fernando de la Rúa promete no defraudar a las máximas autoridades del catolicismo
mundial y de la jerarquía local que participan de la reunión. El jueves le tocará a
Eduardo Duhalde. En la misa celebrada para abrir las jornadas, el arzobispo de Buenos
Aires, monseñor Jorge Mario Bergoglio, pidió por “los niños por nacer, víctimas
indefensas del aborto”. Horas después, en la Casa Rosada, el Presidente reafirmó su
postura antiabortista al resaltar la necesidad de convertirse “en heraldos de la
vida”. Pero la Iglesia logró en la Catedral metropolitana un gesto fuera de
programa: en el momento del saludo para desearse la paz, Menem, Duhalde y De la Rúa
intercambiaron abrazos y apretones de mano.
La cruzada comenzó a las 9 en la Catedral metropolitana. En su homilía, monseñor
Bergoglio sostuvo que los ataques a la vida y a la familia constituyen las “tormentas
más grandes de la historia”. Citando palabras del Papa, advirtió que la sociedad
está amenazada por “la cultura de la muerte” y que “son muchas las
insidias que amenazan la solidez de la institución familiar”. Entre ellas mencionó
“el genocidio cotidiano, silencioso y protegido contra los niños por nacer”, la
eutanasia, y también “esa multitud de familias hechas jirones por las propuestas del
consumismo y del materialismo”.
La catedral metropolitana albergó a los tres políticos más importantes del país,
además de obispos y cardenales llegados desde la Santa Sede y de diferentes partes del
mundo, para sesionar hasta mañana en el Hotel Alvear, donde se desarrollará el
encuentro.
La inauguración oficial de la conferencia fue en el Salón Blanco de la Casa Rosada,
donde Menem ratificó su compromiso con la Iglesia e instó a la clase política a seguir
sus pasos, con “políticas que consoliden la familia como marco de contención y
formación de valores”, ante el arzobispo Jean Louis Tauran, secretario para las
Relaciones con los Estados (canciller) de la Santa Sede, y el cardenal colombiano Alfonso
López Trujillos, presidente del organismo vaticano para la Familia, a cargo de la
organización del evento.
Tauran cerró la ofensiva antiabortista matinal con un extenso discurso en el que
describió ampliamente la acción diplomática de la Santa Sede en favor de “la
familia legítima”, a la que definió como “monógama”, “estable”
y exclusivamente “entre un hombre y una mujer” y destacó “la
colaboración” de las diversas delegaciones de la Argentina con la representación
pontificia en las recientes conferencias internacionales organizadas por la ONU. El
canciller del Vaticano señaló la introducción del divorcio legal, la unión libre, la
despenalización del aborto y los modelos alternativos de la familia como los obstáculos
que conspiran contra “la estabilidad de la familia”.
El encuentro, que comenzó sus debates a la tarde en Salón Versailles, del Hotel Alvear,
reúne a parlamentarios y científicos afines con el pensamiento católico, bajo el
título “Familia y vida, a los 50 años de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos” y forma parte de la estrategia político-diplomática del Vaticano para
consolidar su doctrina sobre temas ligados con el control de la natalidad, la procreación
y la bioética. La Iglesia espera que, en sus exposiciones, los dos principales candidatos
a la presidencia definan sus propuestas al respecto. Hoy a partir de las 12.30 De la Rúa
será el principal orador. Según pudo saber Página/12, su discurso no desentonará en el
contexto: el candidato de laAlianza hará suya la frase del Código Civil que proclama los
derechos de las personas desde la concepción en el seno materno.
EL RECHAZO DE LAS ORGANIZACIONES DE MUJERES
“La Argentina está yendo para atrás”
Por M. C.
@Organizaciones de mujeres que promueven la despenalización del aborto harán oír hoy
sus voces a la Iglesia, por la fuerza. Sin invitación para participar del encuentro
organizado por el Vaticano, se plantarán frente al Hotel Alvear, a partir de las 18, para
rechazar la posición del Vaticano en relación al control de la natalidad, según
adelantó ayer a Página/12 la abogada Dora Coledesky, integrante de la Coordinadora por
el Derecho al Aborto. Las mujeres seguirán con su propia cruzada. Sin embargo, no creen
que el próximo gobierno –cualquiera sea su signo político– modifique
radicalmente la alineación con la Santa Sede, en materia de reproducción y
anticoncepción y observan con desazón el “retroceso” de la Alianza en sus
manifestaciones públicas sobre el tema.
“Hace varios años Graciela Fernández Meijide manifestó estar a favor de la
despenalización del aborto, después dijo lo contrario y ya no habla del tema”,
coincidieron en criticar Coledesky y María Alicia Gutiérrez, investigadora de la UBA en
temas de salud reproductiva e Iglesia. “Es evidente que ningún candidato (a la
Presidencia) se quiere enfrentar con el Vaticano. No quieren perder el voto conservador.
Lamentablemente estamos yendo para atrás en materia de derechos reproductivos. Hasta la
anticoncepción está siendo vista como algo subversivo”, cuestionó Silvia Chejter,
directora del Centro de Estudios, Cultura y Mujer (Cecym).
“Ni De la Rúa ni Duhalde van a apoyar la despenalización del aborto. El candidato
justicialista podría adoptar una posición menos fundamentalista que (Carlos) Menem, pero
posiblemente dependa de las alianzas que haga para pelear la Presidencia. En la Alianza va
a haber una tensión muy fuerte. Se sabe que De la Rúa es un católico practicante y por
otro lado está una tendencia más progresista del Frepaso que, sin embargo, ya ha
mostrado cierto retroceso en este tema”, agregó Gutiérrez, quien opinó que si el
futuro gobierno delega las políticas sociales en manos de la Iglesia, a través de
Caritas, estaría favoreciendo la difusión de la doctrina de la Santa Sede en la base de
las familias. “La Iglesia utiliza la crítica hacia la falta de políticas sociales
para obtener del Gobierno un compromiso en materia de familia y anticoncepción. No creo
que la posición de Menem responda a una convicción del Presidente en este tema: es una
transacción para acallar a la Iglesia”, señaló.
OPINION
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