Por Mariana Carbajal El candidato de la Alianza no
defraudó al auditorio purpurado. Con un tono solemne más propio de un oficio religioso
que de un discurso político, Fernando de la Rúa rindió ayer examen ante el sector más
conservador del Vaticano y obtuvo como era previsible una medalla dorada. No
sólo reafirmó su posición contra el aborto como un método de control de la
natalidad o una alternativa válida ante un embarazo no deseado, sino que además
defendió la familia fundada en el matrimonio como una unión permanente del hombre
y la mujer y expresó su preocupación compartida con la Iglesia frente
a la fecundación asistida, la donación de embriones y su congelamiento. Pero su examen
final ante la Iglesia, sin embargo, se definirá en los próximos meses, cuando la
Legislatura porteña empiece a tratar un proyecto de ley que garantiza el acceso gratuito
a los anticonceptivos y que constituye, por estos días, la principal preocupación de la
cúpula eclesiástica local en materia de procreación.
El discurso de De la Rúa consiguió un unánime aplauso de los cardenales y obispos
reunidos en el Hotel Alvear, en un encuentro continental sobre la vida y la familia
organizado por la Santa Sede, pero abrió un debate en seno de la Alianza. Enterados de su
categórico rechazo a la práctica del aborto, dirigentes del Frepaso salieron ayer a
aclarar que en la coalición que forman con la UCR no existe una postura unificada frente
a ese tema.
La Alianza no adoptó posición sobre estos temas, por lo que nadie puede invocar el
nombre de esa coalición democrática para avalar posturas que consideramos regresivas y
profundamente reaccionarias, indicó el socialismo democrático integrante del
Frepaso en un comunicado de prensa firmado por el diputado Alfredo Bravo. También
señaló que no hay una postura homogénea en torno al aborto dentro de la
Alianza, sostuvo la diputada frepasista Marcela Bordenave.
De prolijo traje gris, De la Rúa se presentó pasado el mediodía en el Salón Versailles
del Hotel Alvear, donde el martes comenzó el llamado III Encuentro de políticos y
legisladores de América, un evento que forma parte de la estrategia
político-diplomática del Vaticano para consolidar su doctrina sobre temas ligados a la
familia, la procreación, el control de la natalidad y el aborto. Hoy hablará el
candidato del PJ, Eduardo Duhalde.
De la Rúa expuso ante más de trescientos invitados, entre religiosos, parlamentarios,
funcionarios y jueces, de todo el continente, pero mayoritariamente argentinos. Creo
en la sacralidad e inviolabilidad de la vida y que ella debe ser protegida y defendida
desde la concepción hasta su término natural, expresó, adhiriendo a los
postulados de la Santa Sede. Y más adelante, insistió: Es sabida mi posición
desde siempre contra el aborto, al que excluyo claramente como un método de control de la
natalidad o una alternativa válida ante un embarazo no deseado. La frase arrancó
un cerrado aplauso de los presentes.
El candidato advirtió que la defensa de la familia y la vida no se puede agotar en
el niño por nacer, sino que se debe preservar además la salud del menor y de
su madre y se comprometió a crear una asignación económica a la mujer
durante el embarazo y después del parto. También manifestó su rechazo a la pena de
muerte como política de Estado.
Al final de su intervención, De la Rúa fue galardonado con una medalla recordatoria. El
examen había sido exitoso. Sin embargo, la preocupación de la Iglesia sobre las
definiciones de la Alianza en aspectos de gran sensibilidad institucional eclesiástica,
como el aborto y todo lo que está relacionado con la bioética, no quedó ayer disipada.
Sabe que la posición de De la Rúa en estos temas sintoniza con la doctrina católica,
pero duda del Frepaso, su aliado político. El test final señalaron voceros del
clero pasará por la Legislatura porteña: en el borrador del despacho de la
Comisión de Salud del proyecto de salud reproductiva y procreación responsable, que se
empezará a debatir el mes próximo, hay aspectos que erizan la piel de la jerarquía
local: se incluye al dispositivointrauterino (DIU) un método considerado abortivo
por la Iglesia como uno de los anticonceptivos que los hospitales públicos
estarían obligados a entregar gratuitamente y se otorga prioridad a atención
de los adolescentes, algo que rechaza el Vaticano si no existe una expresa autorización
de los padres. De la presión que ejerza De la Rúa, para modificar el dictamen,
dependerá su comunión con la Iglesia.
Barra y los por nacer Hoy aparece un nuevo desafío, y una víctima nueva, el por-nacer,
amenazada en forma sistemática y, permítaseme la calificación, perversa,
consideró ayer el ex ministro Rodolfo Barra, al hablar sobre el estatuto jurídico del
embrión humano, en el marco del encuentro en defensa de la familia y la vida organizado
por el Vaticano, en Buenos Aires, que finalizará hoy al mediodía.
Barra expuso como asesor presidencial para la defensa de los derechos de la persona
por nacer y reafirmó, una vez más, la política antiabortista del gobierno de
Carlos Menem. Citando leyes, tratados internacionales y jurisprudencia comparada, el
funcionario argumentó que el niño por-nacer es un ser humano que goza del
derecho intrínseco a la vida y a que los estados garanticen en la máxima medida
posible su supervivencia y desarrollo, como, en la medida de lo posible a conocer a sus
padres, lo que es de importancia en los casos de empleo de gametos de terceros ajenos al
matrimonio en la fecundación asistida. |
PROTESTA DE LA COORDINADORA POR EL DERECHO AL
ABORTO
Contra la presión púrpura
Por M.C.
Si
el Papa fuera mujer, el aborto sería ley, repitieron por un altoparlante una
treintena de mujeres que ayer por la tarde se plantaron frente al Hotel Alvear, para
rechazar la posición del Vaticano en materia de salud reproductiva y anticoncepción.
Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir, decía el cartel
rojo que levantaron frente a la entrada del lujoso hotel de La Recoleta, donde se lleva a
cabo el III Encuentro de políticos y legisladores de América, organizado por la Santa
Sede. Y recordaron que mueren dos mujeres en la Argentina por día por las
condiciones insalubres en que se realizan abortos clandestinos.
La marcha fue convocada por la Coordinadora por el Derecho al Aborto, conformada a fines
de junio por distintas organizaciones de mujeres, entre ellas el Foro por los Derechos
Reproductivos, Adeuem, Trabajadoras Autónomas y Católicas por el Derecho a Decidir.
Somos pocas acá pero sabemos que representamos la opinión de mucha gente,
observó la abogada Dora Coledesky, de la Comisión por el Derecho al Aborto. La bronca y
la indignación por el despliegue de la Iglesia y la presión que está ejerciendo sobre
los candidatos a la Presidencia fue el denominador común entre las presentes. Me
molesta muchísimo la intromisión del poder eclesiástico en la definición de políticas
del Estado. Se supone que el Estado argentino es laico, protestó la antropóloga y
militante feminista Mónica Tarducci. Y agregó: La política de la Iglesia, en
materia de salud reproductiva es criminal: no se puede hacer una buena campaña de
prevención del sida porque se opone al uso del preservativo, y también se niega a
políticas de anticoncepción entre adolescentes. Es una política que lleva a la
muerte.
Algunos participantes de la conferencia convocada por el Vaticano se asomaron desde el
hotel para curiosear, pero uno sólo, un venezolano de una organización provida, se
atrevió a acercarse a las manifestantes y aprovechó el momento para una arenga en contra
del aborto: Si no quieren tener un bebé, lo pueden entregar en adopción a tantas
madres que no pueden tener hijos, sostuvo el hombre y volvió a ingresar al Alvear.
OPINION
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