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DUHALDE PUSO EN FUNCIONES A LORENZO, EL REEMPLAZANTE DE ARSLANIAN
Un ministro made in Ruckauf

Duhalde alabó la gestión del ex ministro que renunció tras los exabruptos de Ruckauf. Arslanian volvió a criticar al vicepresidente. Corach confirmó que el peronismo quiere volver a sumar a Luis Patti. El nuevo ministro fue evasivo, prefirió no hacer declaraciones hasta la semana que viene.

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t.gif (862 bytes)  La política de “bala fácil”, propuesta por el candidato peronista bonaerense Carlos Ruckauf, siguió ayer provocando contradicciones dentro del oficialismo. El ministro del Interior, Carlos Corach, salió a respaldar a su todavía compañero de gabinete y apostó al retorno del ex comisario Luis Patti al peronismo, para “aunar esfuerzos y triunfar ampliamente en la provincia”. Mientras Corach hacia público el supuesto deseo menemista, el candidato a presidente Eduardo Duhalde ponía en funciones al sucesor de Carlos Arslanian al frente de la cartera de Justicia y Seguridad, Osvaldo Lorenzo, y reivindicaba la línea del renunciante. Lorenzo optó por las evasivas. “Me manejaré con la fuerza de los hechos”, dijo enigmático.
El vicepresidente Carlos Ruckauf estuvo dos días machacando con la necesidad de “meter bala” y “matar a los delincuentes” ajeno a las consecuencias de su abierta incitación a la violencia pero ayer intentó bajar el tono al comentar que “jamás voy a proponer hacerle cualquier cosa a un detenido”. “No le nombro ni le saco ministros a Duhalde”, dijo y agregó que “Arslanian, en todo caso, tomó una decisión autónoma y Duhalde aceptó su renuncia y nombró el ministro que él quiso”. Arslanian, en cambio, consideró que el candidato peronista a suceder a Duhalde en Buenos Aires se deja llevar por las encuestas. “Ha salido al cruce de un plan (de reforma policial) que lleva dos años, haciendo una propuesta contradictoria, y que me pone a mí en la situación límite de polemizar públicamente, lo que no es bueno para él ni para el gobernador (Duhalde) ni para mí. Entonces, lo mejor que pudo pasar fue haberme ido, cosa que hice”, precisó el ex ministro.
–¿Va a votar por Ruckauf? –le preguntó un cronista a Arslanian.
–Voto en Capital –se escurrió Arslanian, repitiendo lo dicho ayer en un reportaje concedido a Página/12.
–¿Y si votara en provincia? –insistió el periodista.
–Tengo muchas dudas. No sé si lo haría. Acá hay muchos juegos de palabras, mucha ambigüedad. Yo estoy de acuerdo con que haya balas a los delincuentes cuando sea necesario para detenerlos, pero no con la idea subyacente de todo esto, la del gatillo fácil.
Duhalde no hizo más que alimentar las dudas que en las últimas semanas signan sus definiciones. En el acto de asunción de Lorenzo se deshizo en elogios hacia Arslanian. “Sé que pasado el tiempo valorizarán esta primera etapa de la reforma (policial), una de las más profundas y corajudas que se hicieron en la provincia”, dijo y trató de diferenciarse de Ruckauf. El gobernador salió al cruce de la afirmación que ayer hizo Ruckauf en un reportaje concedido a Página/12, cuando dijo que “Duhalde siempre supo lo que yo propongo”. “Como candidato, él tiene derecho a expresar sus ideas sin tener que anticipármelas a mí”, retrucó y comparó: “lo mismo que hago yo a nivel nacional”, en alusión a Carlos Menem. Una asociación poco feliz porque daría pie a suponer que la relación con su candidato es tan mala como la que mantiene con el Presidente.
El embate de Ruckauf en sintonía con la “mano dura” propuesta por Patti y su compañero de fórmula para la vicegobernación, el publicista Gabriel Dreyfus –quien se pronunció “a favor de la tortura en algunas casos”– fue aprovechada por Corach para destacar que sería “beneficioso” el retorno del subcomisario al peronismo. La renuncia de Arslanian “no va a tener un costo político, va a ser vista como un esfuerzo para profundizar la seguridad en la provincia”, vaticinó Corach después de confesar que “desearía” que Patti desista de su candidatura a gobernador “y pase a integrar las listas del Partido Justicialista”.
Ante semejante confusión, el flamante ministro Osvaldo Lorenzo se refugió en el clásico “sin comentarios” cuando le preguntaron si continuará con la reforma policial impulsada por Arslanian. Pasará el fin de semana tratando de encontrar la fórmula para cumplir con los compromisos impresos en la plataforma electoral y armonizarlos con una dosis de “mano dura”. “Ampliar las facultades de las fuerzas de seguridadno es, como algunos pretenden, dotarlas de carta blanca. Muy por el contrario, se trata de hacer más efectivo su accionar, mejorando la prevención y fortaleciendo la investigación para la prevención de ilícitos”, se lee en el punto 9.3 de “los 10 compromisos y las 100 medidas para una Argentina mejor: Duhalde-Ortega”. Texto que Ruckauf no leyó.

LAS CRITICAS QUE LE HIZO LA CAMARA FEDERAL AL AHORA EX JUEZ
Juró y zafó del juicio político

Por Laura Vales
t.gif (862 bytes) El informe que la Cámara Federal de San Martín envió al Consejo de la Magistratura cuestionando la actuación como juez de Osvaldo Lorenzo es demoledor. “Cometió irregularidades para llevarlo a un juicio político” admitió ayer Horacio Pratt, uno de los camaristas que revisaron su desempeño. De las conclusiones de su informe se desprende que el flamante ministro de Justicia y Seguridad bonaerense estaba al borde de ser investigado por detener sin pruebas suficientes a tres empresarios, ordenar otras seis capturas directamente infundadas y haber dispuesto de medidas que vulneraron derechos constitucionales.
El expediente en cuestión fue abierto por Lorenzo en noviembre del ‘96, nueve meses después de desembarcar en Campana como juez federal. La investigación fue resonante desde el primer momento por el tenor de las personas involucradas: Marcelo Da Corte, ex director de la DGI y los dueños de la petrolera Rhasa fueron acusados por supuesto contrabando de combustible y una millonaria maniobra de evasión fiscal. Pero los métodos empleados por el ahora ministro y los resultados de su pesquisa terminaron cosechando un durísimo llamado de atención. Estos son los principales puntos denunciados por la Cámara de San Martín:
u Lorenzo dispuso la captura de tres directivos suplentes de las empresas sospechadas. Pero a criterio de los camaristas ninguno de ellos tenía vinculación con los ilícitos investigados. Una fue una abuela de 82 años; la segunda, una joven que había renunciado a su cargo mucho tiempo atrás; el tercero ni siquiera sabía que figuraba con un alto cargo. En contraste, la Cámara descubrió que el gerente general de Rhasa, Mario De Angelis, había sido desvinculado del caso sin ningún motivo razonable.
u También criticaron las órdenes de detención contra Marcelo Da Corte, los dueños de la petrolera Rhasa –Jorge y Horacio Sambucetti– y el gerente general de la empresa. En este caso directamente opinaron que habían sido libradas sin contar con todas las pruebas necesarias. El Tribunal agregó además que Lorenzo actuó con un confuso criterio: allanó sus empresas un día después de haberles pedido que entregaran los documentos que servirían para su descargo. Pero dos meses después de dictar los pedidos de captura, el juez seguía sin haber considerado esa documentación.
u Lorenzo también fue cuestionado por el perezoso ritmo de su pesquisa. Por ejemplo, que a pesar del despliegue de medios utilizados para determinar si existió adulteración de combustibles, pasaron dos años sin que pudiera corroborarlo. También se le achacan allanamientos indebidos y una suma de omisiones que terminaron perjudicando gravemente el derecho a defenderse de los imputados.
“Por eso dejamos en libertad a los detenidos y revocamos las órdenes de captura de otras seis personas” explicó ayer el camarista Horacio Pratt. El juez aclaró que se trata de irregularidades administrativas, pero no descartó que puedan surgir “otras cuestiones”. Melchor Cruchaga, titular de la comisión de acusación del Consejo, dijo a Página/12 que “el expediente va a tener que ir al archivo porque (Lorenzo) ya no es juez, renunció para ser ministro”.

OPINIONES

Convicción represiva
Por Daniel A. Stragá*

De ladrones y brujas
Por Juan S. Pegoraro*

 

 

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