Por Diego Schurman
y Pablo Feldman
El triunfo
de Carlos Reutemann se convirtió en pesadilla para Eduardo Duhalde. No sólo porque el
Lole se opuso a que el candidato presidencial del PJ diera un discurso en Santa Fe, sino
también porque minutos antes de salir al balcón de la casa de gobierno local ambos
mantuvieron un duro cruce de palabras. Ni siquiera desde lo simbólico Duhalde pudo evitar
la sensación de desmadre que atosiga a su campaña: para retornar a Buenos Aires, Ramón
Ortega prefirió compartir el avión con Carlos Menem en vez de viajar con su compañero
de fórmula.
Reutemann habló con el Presidente en reiteradas oportunidades sobre la manera de festejar
su triunfo. En una de las charlas hasta le sugirió a Menem que suspenda su paso por
Rosario, el único distrito donde los sondeos que el escrutinio final
confirmó ubicaban al PJ por debajo de la Alianza. Menem pensaba visitar la
principal ciudad santafesina con la excusa de supervisar las obras del puente
Rosario-Victoria.
En el llamado siguiente se ocuparon de otras cuestiones de forma. Ahí el Lole
le confió su decisión de no dejar que Duhalde hablara durante los festejos. Y que no
pensaba concurrir a la Casa Gris, como se denomina la sede gubernamental, si no se
respetaba su decisión de negarle la palabra al bonaerense.
El candidato del PJ se enteró de lo condicionamientos a través de sus operadores.
Públicamente éstos dijeron que en ningún momento pasó por la cabeza de Duhalde la idea
de hablar frente a la nutrida concurrencia que se concentró para vivar al gobernador
electo. El propio candidato repitió ayer el argumento y dijo que se mantuvo firme pese a
un pedido expreso que le realizó el gobernador Jorge Obeid en el balcón.
Duhalde sintió en carne propia el desaire de Reutemann poco antes de que los candidatos
enfilaran hacia el balcón. Los operadores reutemistas y menemistas coincidieron a la hora
de reproducir un tenso diálogo, que se generó luego de que candidato del PJ se acercó a
felicitar al Lole.
Mirá cómo ganó el forro chicaneó Reutemann. A principios de año, Duhalde
se había referido al Lole como forro de ensayo del menemismo para despreciar
la posibilidad de tener competencia interna en su carrera a la presidencia.
Vamos Lole, todos querían que vos ganes intervino Menem para distender la
charla.
Pero no pudo evitar que de atrás, camuflado entre la concurrencia, un colaborador
reutemista siguiera el juego de su jefe.
El forro se usa una sola vez dijo el hombre, con sorna, dejando en claro que
Reutemann no participará personalmente de la campaña presidencial de Duhalde.
Dos de los principales voceros del gobernador bonaerense reconocieron a Página/12 que
hubo momentos de tensión en Santa Fe. Pero lo adjudicaron a maniobras de Alberto Kohan.
El secretario general de la Presidencia fue uno de los que acompañó a Menem a sol y
sombra. Hubo una lucha despiadada por el protagonismo y hubo una actitud ostensible
de belicosidad, aseguraron desde el bunker de Duhalde.
Reutemann no es de decir todo. Pero los gestos del lunes a la madrugada, en el balcón de
la Casa Gris, fueron suficientemente claros. Se paró en el extremo opuesto a Duhalde.
Endulzó los oídos de Menem en dos oportunidades, agradeciéndole haberlo introducido en
la arena política. Y dejó que fuera el Presidente quien le levantara la mano en gesto de
victoria.
A lo largo de la jornada de ayer, mantuvo la misma política. Llegó a decir que no
se sabe quién va a ganar las elecciones de octubre, en un gesto cargado de sensatez
pero a la vez de apatía hacia el candidato del PJ. Y después aseguró que el gobernador
Jorge Obeid y el PJ santafesino -se aseguró de hablar en primera persona trabajará
para la campaña de Duhalde. Reutemann sabe que no compartirá estrado con el candidato
del PJ. Y que su suerte como presidencial en el 2003 en parte depende de la derrota de
Duhalde el próximo 24 de octubre. Por eso, para no aparecer pegado, el Lole ya programó
un viaje a Europa que lo mantendrá alejado del país por diez días. Augura estar en
Mónaco, donde viven sus hijas, para este fin de semana.
El Lole sabe que no es el único que tiene en el horizonte el 2003. Comparte ese deseo con
José Manuel De la Sota. Por eso el gobernador de Córdoba ni quiso aparecer en la foto
junto al santafesino. Igualmente, ambos son cautelosos. Reutemann llegó a decir que
hoy no saldría a buscar la presidencia para el 2003 porque no quiere competir
con Menem. En el fondo, cree que el riojano sucumbirá si Duhalde pierde.
El candidato del PJ minimizó la evidente indiferencia de Reutemann. La trató de
justificar en la atípica personalidad del ex piloto de Fórmula 1. Pero la
instantánea del balcón fue suficientemente clara. Hasta Menem se dio el gusto de
utilizarlo para hablar de sus amigos Reutemann y Ortega.
Y no quedó todo allí. Palito, en un gesto de gratitud, le pidió a Menem retornar juntos
a la Capital, una actitud que la Casa Rosada se preocupó por hacer conocer. Los
duhaldistas lo minimizaron. Es que el avión de Menem aterrizaba en Aeroparque y le
convenía más que aterrizar con Duhalde en Ezeiza.
LA ALIANZA SE DESHIZO EN ELOGIOS AL GANADOR
Llegó la pata reutemista
Un día después del
claro triunfo de Carlos Reutemann en las elecciones provinciales de Santa Fe, la plana
mayor de la Alianza pareció ponerse de acuerdo para salir a ensalzar las condiciones del
ex piloto de Fórmula 1. El candidato presidencial, Fernando de la Rúa, se comparó con
Reutemann en cuanto a que ambos hacen de la honradez y la austeridad un culto.
Su compañero, Carlos Chacho Alvarez, calificó al gran ganador del domingo
como un hombre de espíritu muy constructivo y que, piensa, realizará
una oposición responsable en caso de que la Alianza gane en octubre. Hasta su
más enconado rival, el radical Horacio Usandizaga, felicitó a Reutemann y le auguró
éxitos como gobernador.
Durante sus repetidas visitas a la provincia durante la campaña, De la Rúa
y Alvarez habían insistido sobre la idea de pegar a Reutemann con la gestión de Carlos
Menem con el intento de provocar un descenso en sus adherentes. Ayer, con los resultados
en la mano, los candidatos de la coalición cambiaron de postura y sólo tuvieron elogios
para el ex corredor.
Reconozco en Reutemann que hace de la honradez y la austeridad un culto,
afirmó De la Rúa. En esto que debe ser un principio para los funcionarios,
Reutemann debe ser destacado, reconoció. Sobre la elección, el candidato
reconoció que el resultado es una confirmación del gran prestigio que el
Lole tiene entre los santafesinos.
También Chacho se explayó amablemente sobre Reutemann, a quien incluyó entre los
dirigentes que la gente apoya para impulsar un nuevo liderazgo. Va a ser
un liderazgo más transparente, más austero, después del estilo desmesurado, casi
excéntrico del presidente Menem, sostuvo Alvarez. Además diferenció a Reutemann
de Eduardo Duhalde. Duhalde es un hombre de mucho dinero para construir aparato,
opaco, poco creíble a diferencia de Reutemann, que es un hombre con su propia lógica, en
los bordes de la política, no es un hombre del aparato. Me parece que ése es el perfil
que ahora está eligiendo la gente, insistió.
Duhalde viajó a la Meca menemista
El gobernador hizo una pasada por La Rioja de la
mano del Hermano presidencial. Dijo que no tuvo ningún problema en Santa Fe.
Por Felipe Yapur
Desde La Rioja
Casi todo fue curioso y
casi todo fue poco creíble. Fue curioso que la primera salida de campaña de la fórmula
peronista tras su consagración oficial fuera al feudo de quien más piedras ha puesto en
su camino: el presidente Carlos Menem. Fue también curioso que el hermano presidencial,
el senador Eduardo Menem, hubiera acompañado al gobernador Eduardo Duhalde en el avión
que lo llevó a territorio de La Rioja. Y no fue curioso, porque respondió a insistentes
preguntas, pero fue poco verosímil el énfasis que dedicó el candidato presidencial del
peronismo a desmentir que fue dejado de lado durante el festejo desatado en Santa Fe tras
la victoria de Carlos Reutemann.El único que debía hablar era el ganador, quien
además ya se comprometió a que participará del camino a la victoria del 24 de
octubre, aclaró Duhalde, buscando ahuyentar cualquier sospecha de peleas con Lole.
Ciertamente, no lo logró.
La calurosa La Rioja fue testigo de dos hechos importantes. Por un lado Duhalde reiteró
sus halagos para Lole y se esforzó en demostrar que las relaciones con él están pasando
por un buen momento. Pero no consiguió despejar la duda sobre su pobre papel en el
balcón de la casa de gobierno de Santa Fe a pesar de sus aclaraciones. Yo no quise
hablar porque el dueño de la fiesta era Lole. El gobernador (Jorge) Obeid me pidió
también que hablará y no quise. Fue ahí que el Presidente (Carlos Menem) insistió y
también me negué. Pero no fue un capricho, yo sólo fui para acompañar al ganador y no
en campaña, se justificó y pidió otra pregunta.
El otro detalle llamativo fue el discurso del Hermano Eduardo durante el acto realizado en
el Club Facundo (no se podía llamar de otra forma), donde pareció quedar al desnudo la
tregua firmada entre Duhalde y Menem: No estamos realizando un mero apoyo a Duhalde
y Ortega, porque lo mejor que le puede pasar al país es que ustedes ganen. No digo esto
por aprecio, sabemos lo que pueden hacer. Usted, compañero Duhalde, acompañó al
presidente Menem y durante los dos primeros años del gobierno, los años de la
transformación, donde había que demostrar coraje, y ahí estuvo usted. La gente
aplaudió a rabiar, todos aplaudieron menos Duhalde que, con el rostro adusto, escuchó
cómo el hermano del Presidente recordaba y refrescaba su pasado menemista.
Ese incómodo momento era parte del precio a pagar por estar en el terruño del
Presidente. Y hubo más. Poco antes de que el avión que transportaba al binomio
justicialista tocara tierra riojana, el salón fue invadido por un centenar de menemistas
que se congregaron para la bienvenida. La broma más festejada (hubo varias) fue
Duhalde ya fue a Tierra Santa (por Israel) y ahora llega a la tierra
prometida. No se equivocaron, porque en una pequeña reunión que la fórmula
mantuvo con la cúpula de la CGT local Duhalde les prometió ayudarlos en caso de llegar a
ser gobierno: Soy tan riojano como ustedes, sólo me faltan las patillas, les
dijo el bonaerense según relató a este diario uno de los testigos del encuentro.
El paso por las tierras menemistas fue corto. Luego del acto la fórmula partió
rápidamente a Mendoza. Allí Duhalde y Ortega estrenarán una nueva modalidad de
campaña. Estarán juntos en la provincia cuyana pero tendrán actividades diferentes.
Duhalde permanecerá en la capital mendocina manteniendo reuniones con empresarios,
sindicatos y dirigentes políticos, pero también tomando contacto con todos los medios de
comunicación de la provincia. La campaña más tradicional, que incluye caminatas, actos
y caravanas, estará a cargo de Ortega y lo hará en diferentes localidades del interior
de Mendoza. La intención de la fórmula es aprovechar a fondo el carisma de Palito,
quien, según aseguran los dirigentes del PJ mendocino, es muy querido por los peronistas
de esa provincia. Mendoza será una de las pocas provincias en las que se elegirá
gobernador el 24 deoctubre. Por ahora las encuestas dan fatal para el PJ. Profetizan que
para gobernador ganará el candidato demócrata Carlos Balter y para presidente el
aliancista Fernando de la Rúa.
OTRAS VOCES |
Graciela Römer
(consultora)
Me parece que el resultado de la elección de Santa Fe genera las condiciones necesarias
para que Carlos Alberto Reutemann pueda catapultarse como un candidato importante del
Partido Justicialista a nivel nacional. Sin embargo, esto también va a depender de los
resultados de las elecciones nacionales y también de las de la provincia de Buenos Aires.
Estos factores van a condicionar el peso relativo que vayan a tener los candidatos, en
este caso Reutemann. En otras palabras, se puede decir que su triunfo en la provincia
genera condiciones necesarias para su candidatura en el 2003, pero no suficientes.
Luis Majul
(periodista)
Creo que el escenario dentro del PJ para el 2003 es el siguiente: a José Manuel De la
Sota le puede ir muy bien o muy mal. Le va a ir muy bien si esa magia de bajar los
impuestos le funciona, y sobre este tema no se anima a hacer futurismo ningún economista.
El tema de los impuestos fue a una apuesta todo o nada que, si funciona, lo va posicionar
como un candidato más presidenciable aún que Reutemann.
Creo que la actual propuesta del Lole es no confrontar con Menem hasta dentro de un año y
pico. También me parece que le va a ser difícil la carrera a la presidencia si mantiene
su perfil de político tradicional, porque para aspirar a la presidencia hay que tejer
muchas alianzas y no sé si él va a estar dispuesto.
A Carlos Menem lo veo en el siguiente escenario: si la cosa se pone muy mal, es decir, si
la opinión pública decide que De la Rúa no toma decisiones, la gente puede llegar a
añorar al Presidente. Si hoy Alfonsín tiene la imagen que tiene, no dudo de que pueda
pasar lo mismo con Menem. Si De la Rúa no se equivoca demasiado, no le veo demasiada
chance al Presidente.
Nelson Castro
(periodista)
El posicionamiento de Carlos Reutemann para pelear por la presidencia del 2003 es muy
bueno. El domingo ganó en forma contundente, aunque no por tanto margen como decían las
encuestas. Hay, entonces, una puja con De la Sota latente que va a definirse el 24 de
octubre porque, si gana Duhalde, los proyectos presidenciales de estos hombres se agotan.
Si gana De la Rúa, comienza un puja muy dura. Ahí lo que habrá que ver es qué tipo de
apoyos puede lograr Reutemann dentro del PJ. Hoy por hoy, es un presidenciable latente a
la espera de lo que pase el 24 de octubre. El triunfo del domingo no es de ninguna
estructura partidaria: es de él. Más allá de la puerta que le abrió Menem, Reutemann
hizo su imagen y no negoció su autonomía. |
OPINIONES
Un vencedor con su imagen y algunas
semejanzas
El fenómeno de los 90
Por Rosendo Fraga*
El partido de los sobrios
Por James Neilson
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