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Según Osorio, la Fuerza Aérea cometió espionaje
Así lo entendió el fiscal, quien solicitó al juez que indague a la cúpula de Inteligencia del arma por el seguimiento ilegal a diez periodistas. El episodio fue revelado en 1998 por Página/12.


Por Sergio Moreno y Adriana Meyer

t.gif (862 bytes) ”El accionar del Departamento III de Inteligencia II transgredió la Ley de Defensa Nacional”; las pruebas colectadas en el expediente indican “la existencia real de las actividades denunciadas”. Ambos conceptos pertenecen al escrito en el cual el fiscal federal Miguel Angel Osorio solicitó la declaración indagatoria de todos los miembros de la jefatura de Inteligencia de la Fuerza Aérea imputados en la causa abierta por el espionaje que ese arma realizó sobre diez periodistas de los diarios Página/12, Clarín, La Nación y El Cronista y sobre el Movimiento de Mujeres en Lucha (MML) en 1997. Osorio realizó el pedido de indagatoria ante el juez Gabriel Cavallo, a cargo de la causa, quien deberá decidir si los interroga en las próximas semanas.
El caso fue revelado por este diario el 23 de noviembre de 1998, cuando publicó una Orden de Pedido de Información (OPI) sobre diez periodistas de los diarios mencionados (entre ellos el coautor de esta nota) y un parte de inteligencia donde se relataba el seguimiento efectuado al MML durante el Día Internacional de la Mujer en 1997. Ambos textos fueron producidos por el Departamento III, a cargo del comodoro Jorge Alberto López, dependiente de la jefatura de Inteligencia de la Fuerza Aérea.
En el escrito presentado ayer, Osorio sostiene que existen pruebas que indican la “existencia real de las actividades denunciadas”, es decir, el espionaje. Esas pruebas son las declaraciones de los imputados, las de los periodistas que fueron espiados y el material secuestrado en los allanamientos realizados el año pasado en la Regional Buenos Aires de Inteligencia ubicada en Aeroparque y en el Edificio Cóndor. En esa sede militar habían aparecido dentro de un bibliorato las planillas de las OPI de los años 1997 y 1998, y entre ellas está la número 057/97 referida a “antecedentes de periodistas”, originado el 9 de setiembre de 1997 en el Departamento III. El representante del Ministerio Público consideró que son suficientes para pedirle al juez Cavallo, que cite al:
ron2.gif (93 bytes)  brigadier José Agustín Vanden Panhuysen, jefe II de Inteligencia
ron2.gif (93 bytes)  comodoro Jorge Alberto López, jefe del Departamento III Inteligencia II
ron2.gif (93 bytes)  vicecomodoro Salvador Ozán, jefe de la regional Inteligencia de Capital
ron2.gif (93 bytes)  capitán Jesús Guasti
ron2.gif (93 bytes)  capitán Guillermo Barreira y
ron2.gif (93 bytes)  agente civil Gustavo Cid.
Según el texto del fiscal, la causa fue instruida “como consecuencia de la noticia periodística publicada el 23 de noviembre de 1998” por Página/12. Osorio estableció que los aviadores violaron el artículo 15 de la Ley de Defensa Nacional que establece que “las cuestiones relativas a la política interna del país no podrán constituir en ningún caso hipótesis de trabajo de organizaciones de inteligencia militares”.
El comodoro López reconoció que ordenó la elaboración de la OPI. Ante la Justicia dijo que el objetivo del espionaje “fue obtener la identidad real de los periodistas que firmaban con seudónimos”, a pesar de que los diez hombres de prensa seguidos firmasen sus artículos con su nombre verdadero. Cuando amplió su declaración, López afirmó que en una reunión con sus superiores propuso requerir información sobre los periodistas porque en los meses previos a setiembre de 1997 había “una intensa campaña de desprestigio de los medios de comunicación contra la Fuerza Aérea”. Su intención era determinar si los espiados “tenían intereses ajenos a nuestro país”. También aclaró que el jefe II no lo aprobó, por lo cual “se limitó a la consulta en medios propios y sondeos de opinión general”.
El parte de información 318-0 referido a las actividades que realizaron distintas organizaciones políticas y sociales durante el Día Internacional de la Mujer (en 1997) se originó en la Regional de Inteligencia de la Capital Federal. Su jefe, el vicecomodoro Ozán, declaró que ese parte fue ordenado por el jefe II de Inteligencia a la Regional y que lo realizó ladivisión A de esa unidad, a cargo del capitán Guillermo Barreira. Cuando amplió su declaración, Ozán dejó sentado que la orden fue emitida sin su firma y sin su sello. Barreira reconoció que participó en forma directa en la elaboración del parte.
El capitán Guasti manifestó que la letra manuscrita de la OPI referida a los periodistas le pertenecía y que las anotaciones fueron efectuadas mientras estaba reunido con el comodoro López. Y el agente civil Cid, que se desempeñó como analista de información en el Departamento III de Inteligencia II, declaró que los documentos publicados por Página/12 fueron originados en dicha dependencia, y que su única participación fue pasar en limpio el borrador que le dio su jefe, el comodoro López.

 

Una respuesta directa
Por A.M.

El brigadier Vanden Panhuysen está preocupado por su situación procesal y por eso había solicitado precisiones al respecto ante la Justicia. Su abogado argumentó que “está en espera su designación para funciones de servicio efectivo”. El brigadier necesita saber cómo será su futuro en los tribunales, porque los uniformados de la Fuerza Aérea no pueden estar más de un año en situación incierta: o sus superiores le asignan funciones o lo someten a una Junta de Calificación. Cuando estalló el caso, tras la revelación de Página/12, todos los implicados fueron pasados a disponibilidad y sancionados. Pero se mantuvieron expectantes ante el avance de la investigación que conduce el fiscal Osorio. El inminente llamado a indagatoria es la respuesta ante la inquietud de Panhuysen.

 

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