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ENCUENTRO ENTRE MENEM Y ALFONSIN PARA GANAR PROTAGONISMO
Como en los viejos tiempos

El Presidente visitó al ex jefe de Estado en su departamento de avenida Santa Fe. Sus voceros dijeron que no se habló de ningún pacto, aunque coincidieron en no obstaculizar la transición, gane quien gane.

Protagonismo: Según los relatos de los voceros, ni al líder justicialista ni al radical les disgustó recuperar el papel protagónico de otros tiempos.

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Menem y Alfonsín posaron sonrientes para el fotógrafo que llevó al encuentro el Presidente.
Desde el radicalismo se preocuparon por afirmar que Fernando de la Rúa estaba al tanto de la reunión.


Por Diego Schurman y Fernando Cibeira

t.gif (862 bytes) –¿Cree que (Alfonsín) puede contribuir a conjugar distintos sectores, a trabajar para la concertación?
–No está planificado.
Fernando de la Rúa contestó tajante, seguro. Fue el domingo. Anoche, cinco días después de la respuesta del candidato de la Alianza a Página/12, Raúl Alfonsín recibió a Carlos Menem en su departamento de Barrio Norte. Fue todo un símbolo. Hicieron lo que les gusta: mostrarse como garantes de la estabilidad y la democracia. Como los únicos referentes del justicialismo y el radicalismo. Se preocuparon en decir que no hicieron ningún pacto, pero paso seguido se prometieron no poner obstáculos en la transición, sea quien fuere el ganador de los comicios.
El encuentro fue acordado el miércoles por Alberto Kohan. El secretario general de la Presidencia; el secretario privado de Menem, Ramón Hernández; y el hijo de Alfonsín, también de nombre Raúl, fueron los únicos testigos de la charla.
La reunión fue de media hora y se realizó en el departamento de Alfonsín de avenida Santa Fe y Rodríguez Peña. Voceros del encuentro aseguraron que se trató de una visita de “cortesía” a la que Menem se había comprometido con anterioridad. “Ya cuando lo visitó por primera vez en el hospital le dijo que iban a volver a verse”, relataron a este diario en la Casa Rosada.
Alfonsín estuvo internado más de un mes en el Hospital Italiano para recuperarse de un accidente automovilístico que sufrió mientras se dirigía desde la localidad de General Roca hacia la de Ingeniero Jacobacci, en Río Negro.
Tanto Kohan como el vocero de Alfonsín, Federico Polak, negaron que fruto del encuentro se haya sellado un “pacto de gobernabilidad”. El radical se esmeró especialmente en descartar la existencia de “cualquier” otro tipo de pacto.
Su preocupación era entendible: la cercanía entre Menem y Alfonsín remite inmediatamente al Pacto de Olivos, el acuerdo que en noviembre del ‘93 habilitó la reelección presidencial y que repercutió en un marcado descenso de adhesiones al radicalismo. A tal punto, que en la primera elección presidencial posterior al pacto se rompió la polarización y la UCR, que llevaba como candidato a Horacio Massaccesi, quedó relegado a un tercer lugar, detrás de la fórmula del Frepaso.
Polak se preocupó, también, en aclarar que De la Rúa sabía de la reunión y que no fue tomado por sorpresa. El vocero del candidato de la Alianza, Darío Lopérfido, se expresó en el mismo sentido. “El propio Menem le había anticipado del encuentro en algún acto donde se cruzaron”, señaló a este diario.
“Fue una reunión amable. Hablaron de política nacional e internacional y de economía. En un momento surgió el tema de la transición y dijeron que debía hacerse sin dolor, sin poner obstáculos, y de apoyar mutuamente a quien resultara electo. Pero no se habló de la campaña”, dijo uno de los voceros de la Casa Rosada.
Polak dio una versión distinta. Dijo que la charla de política nacional se acotó al “apoyo de la gestión de quien resulte ganador en las elecciones del 24 de octubre”. Y también se diferenció de las versiones oficiales al asegurar que sí se habló de la campaña. “Acordaron hacerla sin agresiones y con propuestas para la gente”, dijo.
En la cumbre, también se tocaron aspectos sobre la marcha del Mercosur y la situación política de Latinoamérica. En especial en Colombia, donde se están produciendo fuertes enfrentamientos entre la guerrilla y las fuerzas armadas.
No hubo coincidencias sobre la existencia de un aparte a solas entre Menem y Alfonsín, que habría durado unos diez minutos. La manera de bajar el tono al encuentro a través de los relatos de los voceros no se condijo con algunos gestos. Fue sugestivo, entre otras cosas, que Menem haya llegado a la casa de Alfonsín con el fotógrafo de la Presidencia. Ese, como mínimo, revela el interés del Presidente de hacer conocer el encuentro.
Según los relatos de los voceros, ni al líder justicialista ni al radical les disgustó recuperar el papel protagónico de otros tiempos. Lo curioso es que Alfonsín se ponga al frente de un eventual acuerdo de gobernabilidad.
Se estila que un contrato de ese tenor se firme entre el Presidente en ejercicio y los candidatos a sucederlo. El postulante de Acción por la República, Domingo Cavallo, fue uno de los impulsores de un acuerdo para la transición. Pero De la Rúa lo rechazó sistemáticamente.
Alfonsín nunca abandonó su deseo de participar en la campaña y sueña con convertirse no sólo en jefe del radicalismo sino de toda la Alianza. El propio De la Rúa se mostró partidario de darle un lugar al ex presidente dentro de la estructura partidaria, pero siempre tuvo gestos ostensibles en contra de una activa participación en la campaña.
Ni Alfonsín ni Menem tienen cargos partidarios. El jefe de Estado relegó la conducción del justicialismo en manos de Eduardo Duhalde. Sin embargo ambos recobraron un lugar central en el escena política. Menem mostrando un acercamiento al candidato del PJ para apuntalar la campaña. Alfonsín defendiendo el último domingo ante De la Rúa y Carlos “Chacho” Alvarez su creencia de que hay que dar el debate en el Congreso a la propuesta justicialista de una concertación social (ver páginas 4 y 5), pese a que el candidato de la Alianza la había rechazado de cuajo.

 

El fantasma de Olivos

En aquella oportunidad el lugar fue la casa de Dante Caputo, pero los protagonistas centrales de la reunión eran los mismos: Raúl Alfonsín y Carlos Menem. Corría el mes de noviembre de 1993 y Menem estaba decidido a forzar su reelección por la vía de un plebiscito. Alfonsín consideró que era tiempo de negociar y aquel encuentro dio origen al Pacto de Olivos, que permitió a Menem cumplir su sueño reeleccionista.
El acuerdo político entre Alfonsín y Menem que concluyó con la reforma de la Constitución Nacional en 1994 comenzó a gestarse el 4 de noviembre del año anterior. Ese fue el día en que se produjo la cumbre secreta entre el entonces presidente y su antecesor. Menem llegó en compañía de Eduardo Duhalde, Eduardo Bauzá y Luis Barrionuevo. El sindicalista fue el que acordó la reunión con el radical Enrique Nosiglia, quien acompañó a Alfonsín junto con Mario Losada, que en aquella época presidía la UCR.
La reunión cambió el escenario político del país. Alfonsín, que hasta no mucho antes calificaba a Menem como el presidente “más corrupto de la historia” y contaba los días para el término de su mandato, accedió a la chance de reelección del hombre al que demonizaba. “La institucionalidad estaba en peligro”, diría después el radical para explicar un cambio de posición que llevaría a su partido a la mayor debacle electoral de sus 100 años de historia: en 1995 la UCR apenas arañó el 15 por ciento de los votos contra el mismo Menem, a quien había habilitado como candidato del PJ.


OPINION

 

Reunión Cavallo-Duhalde por acuerdos con el PJ

Los cavallistas aseguran que se encontraron en el Alvear. El bonaerense fue informado sobre otros arreglos que estaría por concretar “el Mingo” con gobernadores del PJ, al estilo mendocino.

Duhalde inauguró obras en Morón. Pidió a Menem que medie ante Patti.
Pero el ex subcomisario dijo que no se bajará por más que se lo pida.

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Por Felipe Yapur

t.gif (862 bytes) Eduardo Duhalde tiene el tiempo contado y las encuestas en su contra. Ya no oculta su acercamiento con su antiguo adversario, el presidente Carlos Menem, y al parecer tampoco sus cada vez más frecuentes contactos con el candidato de Acción por la República (AR). Por ejemplo, ayer por la tarde, Duhalde estuvo reunido con Domingo Cavallo en la suite que tiene en el hotel Alvear. La cumbre, negada por la gente del bonaerense, fue confirmada por el cavallismo. La razón, según los colaboradores del ex ministro menemista, fue la de informar a Duhalde el ofrecimiento que varios gobernadores peronistas le habrían hecho al “Mingo” para compartir candidaturas en diferentes provincias y así restarle algún voto a los candidatos de la Alianza. Sugestivamente, los cavallistas se apresuraron a asegurar que el encuentro “no significa para nada que Cavallo renuncie a su candidatura presidencial”.
–Eduardo, recibí varias ofertas de gobernadores y dirigentes del PJ para colocar a mi gente en las listas a diputados nacionales a cambio de que yo lleve las boletas de los candidatos a gobernador del peronismo. ¿Qué te parece? –dicen los cavallistas que el candidato de AR le expresó a Duhalde.
–No hay problema. No creo que me reste votos –habría contestado el candidato bonaerense en la reunión que se realizó poco antes de las 17.
Pero esto es sólo una pequeña muestra de lo conversado ya que la charla duró casi cuarenta minutos.
De todas formas, los duhaldistas insistieron en su postura y negaron la especie. “Mientras estuvimos con el gobernador, nadie que se le parezca a Cavallo estuvo con él”, fue la ocurrente respuesta que elaboraron los colaboradores del candidato.
Más allá de la humorada del operador duhaldista, lo cierto es que el sábado a la medianoche vence el plazo para presentar listas a diputados nacionales y Duhalde necesita tejer alianzas para liberar el camino que le permita recuperar terreno en las preferencias electorales. Y Cavallo es un buen recurso para lograr este objetivo. La intención de repetir la experiencia mendocina se basa fundamentalmente en compartir candidaturas en las listas a legisladores y apoyar juntos la fórmula peronista para gobernador y vice.
Sin embargo, la versión de los voceros de Cavallo es incompleta. Otros hombres que trabajan junto al economista cordobés reconocieron que durante la reunión no sólo se habló de las propuestas de otras provincias sino que “también se charló la posibilidad de incorporar integrantes de AR en la lista del PJ bonaerense”. Pero este ítem todavía no está cerrado. Por lo pronto la campaña electoral de Guillermo Francos en la provincia continuará, de no mediar una sorpresa, hasta el sábado.
Lo que está definido es que Cavallo no tiene problema en discutir la incorporación de su gente en listas justicialistas en cualquier distrito salvo en el de Capital Federal. “Allí nosotros no queremos ni pisar”, confió un operador del ex ministro.
Las negociaciones que Duhalde mantiene con Cavallo no son las únicas. Ayer el bonaerense reconoció –mientras inauguraba un parque industrial en Morón– haberle pedido a su antiguo adversario, el presidente Carlos Menem, que lo libere del problema generado por Luis Patti, candidato a gobernador por el Partido Unidad Bonaerense. Pero el ex comisario es un hueso duro de roer y, enterado de la operación del bonaerense, dijo: “Con el respeto que tengo por el presidente Menem y por el gobernador Duhalde, no voy a llevar candidato presidencial en nuestra boleta”. Todavía restan 48 horas para negociar.


 

EL CANDIDATO DEL PJ BUSCA REFUERZOS EN TERRITORIO PORTEÑO
Además de Cacciatore, la vida es Bello

Por Adrián H. Mouján

t.gif (862 bytes) Eduardo Duhalde continúa buscando atajos para achicar la diferencia que le lleva entre los votantes porteños su rival de la Alianza, Fernando de la Rúa, y con ese fin ya cerró acuerdos electorales con la UCeDé y con el ex intendente de facto Osvaldo Cacciatore para que lleven la boleta presidencial del PJ. También permitirá que Mario “Pacho” O’Donnell y la secretaria de la Función Pública, Claudia Bello, encabecen nóminas a diputados nacionales por partidos aliados al peronismo.
En las últimas semanas Duhalde y sus representantes en el distrito –Jorge Argüello, Alberto Iribarne, Julio Bárbaro y Juliana Marino– incrementaron la actividad para buscarle una alternativa a la lista oficial del justicialismo que encabeza Miguel Angel Toma, secundado por Roberto García e Inés Pérez Suárez, que tiene una baja intención de voto. Luego de recibir los no de José Octavio Bordón, Mauricio Macri y René Favaloro, el candidato presidencial del justicialismo desistió de intervenir el PJ en el distrito y optó por armar listas en partidos aliados como PAIS, UCeDé, y otros de escasa raigambre. Por ejemplo Duhalde invitó a su ex ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, a encabezar la lista de PAIS acompañado por Argüello e Iribarne.
De todos recibió una respuesta negativa y con motivos orgánicos. “Por afuera del partido, no”, le contestaron los tres, que prefieren apuntar a una renovación del partido en el distrito. Inclusive Arslanian se negó a aceptar la banca de senador que, si la Legislatura se lo permite, ocuparía en principio Carlos Corach.
“Eduardo, me gustaría pelear un cargo electivo, pero en nombre del partido”, fue la respuesta de Arslanian, quien no descartó disputar la senaduría en el 2001, cuando los miembros de la Cámara alta serán elegidos por el voto popular. Arslanian había sido propuesto por los miembros del grupo Calafate que lidera el gobernador santacruceño Néstor Kirchner, quienes le reclamaron a Duhalde que interviniera el PJ porteño y que el ex ministro de Justicia bonaerense fuera a la cabeza de la lista que lidera Toma, quien iba a ser removido junto con García y Pérez Suárez.
Esa reunión se realizó el viernes pasado, y fue allí que Duhalde les comunicó que no iba a intervenir el PJ Capital y que había que buscar alternativas entre los partidos aliados que integran la “Concertación para el Cambio”.
Con las manos nuevamente vacías, Duhalde apuntó hacia Pacho O’Donnell, con quien conversó la semana pasada. En este caso encontró un eco favorable del ex secretario de Cultura, quien según los bonaerenses habría solicitado el máximo apoyo de Duhalde durante la campaña y una presencia casi exclusiva del candidato presidencial en sus actos. Pacho también pidió que en la lista lo secundaran dirigentes justicialistas, ya que considera indispensable la presencia de nombres de peso para lograr mover al voto peronista.
Otra representante menemista que irá por afuera del peronismo será Claudia Bello, quien encabezará la lista del partido Acción Ciudadana de Bernardo Montenegro. Bello, que ayer recibió el okay presidencial en la reunión de gabinete, habló con la secretaria de las pymes, Ana Kessler, para que la acompañe, y está dialogando con dirigentes sindicales y gente de la cultura para formar una lista con “nombres fuertes”, como explicaron sus colaboradores.
Mientras tanto, Duhalde busca tejer alianzas con sectores de la derecha. Hizo un intento a través del presidente Carlos Menem para que éste convenciera a Alvaro Alsogaray de encabezar la nómina de candidatos a diputados nacionales de la UCeDé. Pero el veterano dirigente lo rechazó, reiterando su decisión de retirarse de la política a fin de año. Ante esta negativa, el primer lugar de la lista estará encabezada por el ex concejal Julio Crespo Campos.
La gran sorpresa la trajo el fruto de la alianza con el Modín y el Partido Acción Institucional que hizo salir del ostracismo al exintendente procesista Osvaldo Cacciatore, quien liderará la lista de candidatos a diputados nacionales de ese acuerdo electoral.

 

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