Por Diego Schurman y Fernando Cibeira ¿Cree que (Alfonsín)
puede contribuir a conjugar distintos sectores, a trabajar para la concertación?
No está planificado.
Fernando de la Rúa contestó tajante, seguro. Fue el domingo. Anoche, cinco días
después de la respuesta del candidato de la Alianza a Página/12, Raúl Alfonsín
recibió a Carlos Menem en su departamento de Barrio Norte. Fue todo un símbolo. Hicieron
lo que les gusta: mostrarse como garantes de la estabilidad y la democracia. Como los
únicos referentes del justicialismo y el radicalismo. Se preocuparon en decir que no
hicieron ningún pacto, pero paso seguido se prometieron no poner obstáculos en la
transición, sea quien fuere el ganador de los comicios.
El encuentro fue acordado el miércoles por Alberto Kohan. El secretario general de la
Presidencia; el secretario privado de Menem, Ramón Hernández; y el hijo de Alfonsín,
también de nombre Raúl, fueron los únicos testigos de la charla.
La reunión fue de media hora y se realizó en el departamento de Alfonsín de avenida
Santa Fe y Rodríguez Peña. Voceros del encuentro aseguraron que se trató de una visita
de cortesía a la que Menem se había comprometido con anterioridad. Ya
cuando lo visitó por primera vez en el hospital le dijo que iban a volver a verse,
relataron a este diario en la Casa Rosada.
Alfonsín estuvo internado más de un mes en el Hospital Italiano para recuperarse de un
accidente automovilístico que sufrió mientras se dirigía desde la localidad de General
Roca hacia la de Ingeniero Jacobacci, en Río Negro.
Tanto Kohan como el vocero de Alfonsín, Federico Polak, negaron que fruto del encuentro
se haya sellado un pacto de gobernabilidad. El radical se esmeró
especialmente en descartar la existencia de cualquier otro tipo de pacto.
Su preocupación era entendible: la cercanía entre Menem y Alfonsín remite
inmediatamente al Pacto de Olivos, el acuerdo que en noviembre del 93 habilitó la
reelección presidencial y que repercutió en un marcado descenso de adhesiones al
radicalismo. A tal punto, que en la primera elección presidencial posterior al pacto se
rompió la polarización y la UCR, que llevaba como candidato a Horacio Massaccesi, quedó
relegado a un tercer lugar, detrás de la fórmula del Frepaso.
Polak se preocupó, también, en aclarar que De la Rúa sabía de la reunión y que no fue
tomado por sorpresa. El vocero del candidato de la Alianza, Darío Lopérfido, se expresó
en el mismo sentido. El propio Menem le había anticipado del encuentro en algún
acto donde se cruzaron, señaló a este diario.
Fue una reunión amable. Hablaron de política nacional e internacional y de
economía. En un momento surgió el tema de la transición y dijeron que debía hacerse
sin dolor, sin poner obstáculos, y de apoyar mutuamente a quien resultara electo. Pero no
se habló de la campaña, dijo uno de los voceros de la Casa Rosada.
Polak dio una versión distinta. Dijo que la charla de política nacional se acotó al
apoyo de la gestión de quien resulte ganador en las elecciones del 24 de
octubre. Y también se diferenció de las versiones oficiales al asegurar que sí se
habló de la campaña. Acordaron hacerla sin agresiones y con propuestas para la
gente, dijo.
En la cumbre, también se tocaron aspectos sobre la marcha del Mercosur y la situación
política de Latinoamérica. En especial en Colombia, donde se están produciendo fuertes
enfrentamientos entre la guerrilla y las fuerzas armadas.
No hubo coincidencias sobre la existencia de un aparte a solas entre Menem y Alfonsín,
que habría durado unos diez minutos. La manera de bajar el tono al encuentro a través de
los relatos de los voceros no se condijo con algunos gestos. Fue sugestivo, entre otras
cosas, que Menem haya llegado a la casa de Alfonsín con el fotógrafo de la Presidencia.
Ese, como mínimo, revela el interés del Presidente de hacer conocer el encuentro.
Según los relatos de los voceros, ni al líder justicialista ni al radical les disgustó
recuperar el papel protagónico de otros tiempos. Lo curioso es que Alfonsín se ponga al
frente de un eventual acuerdo de gobernabilidad.
Se estila que un contrato de ese tenor se firme entre el Presidente en ejercicio y los
candidatos a sucederlo. El postulante de Acción por la República, Domingo Cavallo, fue
uno de los impulsores de un acuerdo para la transición. Pero De la Rúa lo rechazó
sistemáticamente.
Alfonsín nunca abandonó su deseo de participar en la campaña y sueña con convertirse
no sólo en jefe del radicalismo sino de toda la Alianza. El propio De la Rúa se mostró
partidario de darle un lugar al ex presidente dentro de la estructura partidaria, pero
siempre tuvo gestos ostensibles en contra de una activa participación en la campaña.
Ni Alfonsín ni Menem tienen cargos partidarios. El jefe de Estado relegó la conducción
del justicialismo en manos de Eduardo Duhalde. Sin embargo ambos recobraron un lugar
central en el escena política. Menem mostrando un acercamiento al candidato del PJ para
apuntalar la campaña. Alfonsín defendiendo el último domingo ante De la Rúa y Carlos
Chacho Alvarez su creencia de que hay que dar el debate en el Congreso a la
propuesta justicialista de una concertación social (ver páginas 4 y 5), pese a que el
candidato de la Alianza la había rechazado de cuajo.
El fantasma de Olivos En aquella oportunidad el lugar fue la casa de Dante Caputo, pero los
protagonistas centrales de la reunión eran los mismos: Raúl Alfonsín y Carlos Menem.
Corría el mes de noviembre de 1993 y Menem estaba decidido a forzar su reelección por la
vía de un plebiscito. Alfonsín consideró que era tiempo de negociar y aquel encuentro
dio origen al Pacto de Olivos, que permitió a Menem cumplir su sueño reeleccionista.
El acuerdo político entre Alfonsín y Menem que concluyó con la reforma de la
Constitución Nacional en 1994 comenzó a gestarse el 4 de noviembre del año anterior.
Ese fue el día en que se produjo la cumbre secreta entre el entonces presidente y su
antecesor. Menem llegó en compañía de Eduardo Duhalde, Eduardo Bauzá y Luis
Barrionuevo. El sindicalista fue el que acordó la reunión con el radical Enrique
Nosiglia, quien acompañó a Alfonsín junto con Mario Losada, que en aquella época
presidía la UCR.
La reunión cambió el escenario político del país. Alfonsín, que hasta no mucho antes
calificaba a Menem como el presidente más corrupto de la historia y contaba
los días para el término de su mandato, accedió a la chance de reelección del hombre
al que demonizaba. La institucionalidad estaba en peligro, diría después el
radical para explicar un cambio de posición que llevaría a su partido a la mayor debacle
electoral de sus 100 años de historia: en 1995 la UCR apenas arañó el 15 por ciento de
los votos contra el mismo Menem, a quien había habilitado como candidato del PJ. |
OPINION
Reunión Cavallo-Duhalde por acuerdos
con el PJ
Los cavallistas aseguran que se
encontraron en el Alvear. El bonaerense fue informado sobre otros arreglos que estaría
por concretar el Mingo con gobernadores del PJ, al estilo mendocino.
Duhalde inauguró obras en Morón.
Pidió a Menem que medie ante Patti.
Pero el ex subcomisario dijo que no se bajará por más que se lo pida. |
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Por Felipe Yapur
Eduardo Duhalde tiene
el tiempo contado y las encuestas en su contra. Ya no oculta su acercamiento con su
antiguo adversario, el presidente Carlos Menem, y al parecer tampoco sus cada vez más
frecuentes contactos con el candidato de Acción por la República (AR). Por ejemplo, ayer
por la tarde, Duhalde estuvo reunido con Domingo Cavallo en la suite que tiene en el hotel
Alvear. La cumbre, negada por la gente del bonaerense, fue confirmada por el cavallismo.
La razón, según los colaboradores del ex ministro menemista, fue la de informar a
Duhalde el ofrecimiento que varios gobernadores peronistas le habrían hecho al
Mingo para compartir candidaturas en diferentes provincias y así restarle
algún voto a los candidatos de la Alianza. Sugestivamente, los cavallistas se apresuraron
a asegurar que el encuentro no significa para nada que Cavallo renuncie a su
candidatura presidencial.
Eduardo, recibí varias ofertas de gobernadores y dirigentes del PJ para colocar a
mi gente en las listas a diputados nacionales a cambio de que yo lleve las boletas de los
candidatos a gobernador del peronismo. ¿Qué te parece? dicen los cavallistas que
el candidato de AR le expresó a Duhalde.
No hay problema. No creo que me reste votos habría contestado el candidato
bonaerense en la reunión que se realizó poco antes de las 17.
Pero esto es sólo una pequeña muestra de lo conversado ya que la charla duró casi
cuarenta minutos.
De todas formas, los duhaldistas insistieron en su postura y negaron la especie.
Mientras estuvimos con el gobernador, nadie que se le parezca a Cavallo estuvo con
él, fue la ocurrente respuesta que elaboraron los colaboradores del candidato.
Más allá de la humorada del operador duhaldista, lo cierto es que el sábado a la
medianoche vence el plazo para presentar listas a diputados nacionales y Duhalde necesita
tejer alianzas para liberar el camino que le permita recuperar terreno en las preferencias
electorales. Y Cavallo es un buen recurso para lograr este objetivo. La intención de
repetir la experiencia mendocina se basa fundamentalmente en compartir candidaturas en las
listas a legisladores y apoyar juntos la fórmula peronista para gobernador y vice.
Sin embargo, la versión de los voceros de Cavallo es incompleta. Otros hombres que
trabajan junto al economista cordobés reconocieron que durante la reunión no sólo se
habló de las propuestas de otras provincias sino que también se charló la
posibilidad de incorporar integrantes de AR en la lista del PJ bonaerense. Pero este
ítem todavía no está cerrado. Por lo pronto la campaña electoral de Guillermo Francos
en la provincia continuará, de no mediar una sorpresa, hasta el sábado.
Lo que está definido es que Cavallo no tiene problema en discutir la incorporación de su
gente en listas justicialistas en cualquier distrito salvo en el de Capital Federal.
Allí nosotros no queremos ni pisar, confió un operador del ex ministro.
Las negociaciones que Duhalde mantiene con Cavallo no son las únicas. Ayer el bonaerense
reconoció mientras inauguraba un parque industrial en Morón haberle pedido a
su antiguo adversario, el presidente Carlos Menem, que lo libere del problema generado por
Luis Patti, candidato a gobernador por el Partido Unidad Bonaerense. Pero el ex comisario
es un hueso duro de roer y, enterado de la operación del bonaerense, dijo: Con el
respeto que tengo por el presidente Menem y por el gobernador Duhalde, no voy a llevar
candidato presidencial en nuestra boleta. Todavía restan 48 horas para negociar.
EL CANDIDATO DEL PJ BUSCA REFUERZOS EN
TERRITORIO PORTEÑO
Además de Cacciatore, la vida es Bello
Por Adrián H. Mouján
Eduardo
Duhalde continúa buscando atajos para achicar la diferencia que le lleva entre los
votantes porteños su rival de la Alianza, Fernando de la Rúa, y con ese fin ya cerró
acuerdos electorales con la UCeDé y con el ex intendente de facto Osvaldo Cacciatore para
que lleven la boleta presidencial del PJ. También permitirá que Mario Pacho
ODonnell y la secretaria de la Función Pública, Claudia Bello, encabecen nóminas
a diputados nacionales por partidos aliados al peronismo.
En las últimas semanas Duhalde y sus representantes en el distrito Jorge Argüello,
Alberto Iribarne, Julio Bárbaro y Juliana Marino incrementaron la actividad para
buscarle una alternativa a la lista oficial del justicialismo que encabeza Miguel Angel
Toma, secundado por Roberto García e Inés Pérez Suárez, que tiene una baja intención
de voto. Luego de recibir los no de José Octavio Bordón, Mauricio Macri y René
Favaloro, el candidato presidencial del justicialismo desistió de intervenir el PJ en el
distrito y optó por armar listas en partidos aliados como PAIS, UCeDé, y otros de escasa
raigambre. Por ejemplo Duhalde invitó a su ex ministro de Seguridad bonaerense, León
Arslanian, a encabezar la lista de PAIS acompañado por Argüello e Iribarne.
De todos recibió una respuesta negativa y con motivos orgánicos. Por afuera del
partido, no, le contestaron los tres, que prefieren apuntar a una renovación del
partido en el distrito. Inclusive Arslanian se negó a aceptar la banca de senador que, si
la Legislatura se lo permite, ocuparía en principio Carlos Corach.
Eduardo, me gustaría pelear un cargo electivo, pero en nombre del partido,
fue la respuesta de Arslanian, quien no descartó disputar la senaduría en el 2001,
cuando los miembros de la Cámara alta serán elegidos por el voto popular. Arslanian
había sido propuesto por los miembros del grupo Calafate que lidera el gobernador
santacruceño Néstor Kirchner, quienes le reclamaron a Duhalde que interviniera el PJ
porteño y que el ex ministro de Justicia bonaerense fuera a la cabeza de la lista que
lidera Toma, quien iba a ser removido junto con García y Pérez Suárez.
Esa reunión se realizó el viernes pasado, y fue allí que Duhalde les comunicó que no
iba a intervenir el PJ Capital y que había que buscar alternativas entre los partidos
aliados que integran la Concertación para el Cambio.
Con las manos nuevamente vacías, Duhalde apuntó hacia Pacho ODonnell, con quien
conversó la semana pasada. En este caso encontró un eco favorable del ex secretario de
Cultura, quien según los bonaerenses habría solicitado el máximo apoyo de Duhalde
durante la campaña y una presencia casi exclusiva del candidato presidencial en sus
actos. Pacho también pidió que en la lista lo secundaran dirigentes justicialistas, ya
que considera indispensable la presencia de nombres de peso para lograr mover al voto
peronista.
Otra representante menemista que irá por afuera del peronismo será Claudia Bello, quien
encabezará la lista del partido Acción Ciudadana de Bernardo Montenegro. Bello, que ayer
recibió el okay presidencial en la reunión de gabinete, habló con la secretaria de las
pymes, Ana Kessler, para que la acompañe, y está dialogando con dirigentes sindicales y
gente de la cultura para formar una lista con nombres fuertes, como explicaron
sus colaboradores.
Mientras tanto, Duhalde busca tejer alianzas con sectores de la derecha. Hizo un intento a
través del presidente Carlos Menem para que éste convenciera a Alvaro Alsogaray de
encabezar la nómina de candidatos a diputados nacionales de la UCeDé. Pero el veterano
dirigente lo rechazó, reiterando su decisión de retirarse de la política a fin de año.
Ante esta negativa, el primer lugar de la lista estará encabezada por el ex concejal
Julio Crespo Campos.
La gran sorpresa la trajo el fruto de la alianza con el Modín y el Partido Acción
Institucional que hizo salir del ostracismo al exintendente procesista Osvaldo Cacciatore,
quien liderará la lista de candidatos a diputados nacionales de ese acuerdo electoral.
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