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MENEM QUIERE SACARLO YA: LA FUERZA AEREA EVALUA DOS DESTINOS POSIBLES
Plan para mudar Aeroparque con urgencia

El Presidente ordenó a sus ministros una solución para mudar el aeropuerto cuanto antes. La empresa Aeropuertos 2000 dice que antes de tres años es imposible pasarlo a Ezeiza. La Fuerza Aérea evalúa como alternativas pasar las operaciones a los aeroclubes de Don Torcuato o San Fernando.

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Barra informó a los legisladores sobre la situación actual de los aeropuertos.
Dijo que podría empezar a mudarse Aeroparque el año próximo, pero la empresa lo desmiente.

Por Mariana Carbajal

t.gif (862 bytes) El presidente Carlos Menem ordenó ayer a sus ministros que analicen “con extrema urgencia” la posibilidad de cerrar cuanto antes y en forma definitiva el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery. “¡Tráiganme una propuesta para sacarlo!”, vociferó Menem con marcado enojo, en la reunión de gabinete que se celebró en Olivos, después de una misa en memoria de las víctimas fatales de la tragedia aérea de la Costanera. Las dos alternativas que comenzaron a evaluarse por la tarde fueron el traslado de las operaciones a los aeroclubes de Don Torcuato o de San Fernando –previa adecuación de sus instalaciones– y la mudanza a Ezeiza. Sin embargo, esta última solución no podría concretarse en un plazo menor a “tres años”, según informó a Página/12 Ernesto Gutiérrez, director general de Aeropuertos 2000, a cargo de la concesión de los 33 aeropuertos del país. “Ahora Ezeiza no está preparado para recibir las operaciones del Aeroparque por tiempo indeterminado. Si Jorge Newbery no reabre en las próximas 24 a 48 horas, el sistema de cabotaje va a colapsar. El aeropuerto de Ezeiza está funcionando al límite”, advirtió Gutiérrez.
Menem abrió la reunión de gabinete con una orden clara: a los gritos, le pidió a sus ministros que le presenten alternativas para cancelar la operación aérea en el Aeroparque Jorge Newbery, pero les advirtió que descartaran la construcción de la aeroísla, confiaron a este diario tres funcionarios que estuvieron presentes. “El Presidente ha dicho ‘aprovechemos el impacto que el accidente ha producido para tomar las medidas racionales que corresponden y una de esas medidas es analizar con una extrema urgencia el posible cierre (del Aeroparque) y el traslado de las operaciones a un lugar más seguro”, señaló el ministro de Justicia, Raúl Granillo Ocampo, al término del encuentro en la quinta de Olivos.
Cuando se le preguntó si existía la posibilidad de que el Aeroparque no vuelva a entrar en funcionamiento a raíz de la tragedia ocurrida el martes, Granillo Ocampo señaló que “no es algo que se haya definido, pero es una meta que el Presidente quiere”.
Según pudo saber Página/12, el jefe de la Fuerza Aérea, brigadier Raúl Montenegro el miércoles le sugirió al ministro de Defensa, Jorge Domínguez, la remodelación de alguno de los dos aeroclubes que funcionan en la zona norte del Gran Buenos Aires: el de San Fernando o el de Don Torcuato.
El empresario Eduardo Eurnekian, titular del consorcio Aeropuertos 2000, en tanto, hizo llegar a la Casa Rosada su propuesta de adelantar la construcción de un nuevo espigón en Ezeiza que permitiría acelerar una mudanza de las operaciones de cabotaje al aeropuerto internacional, aunque no trascendieron plazos. Por contrato, el límite que tiene el concesionario es el año 2005. Ayer, luego de informar a los legisladores de la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones, el titular del ente regulador de los aeropuertos (ORSNA), Rodolfo Barra, consideró que “quizás ya a fin del año próximo, puede haber una transferencia paulatina” de los vuelos internos a Ezeiza.
Sin embargo, Ernesto Gutiérrez, director general de Aeropuertos 2000 descartó, en diálogo con Página/12, que se pueda respetar esa fecha.
–El presidente Menem dijo que pretendería que no se reabra el Aeroparque Metropolitano. ¿Eso es posible?
–¿Que lo haya dicho? –preguntó, entre risas, Gutiérrez–. Que lo haya dicho es posible; que no se reabra no. Hoy en Ezeiza estamos operando en diagrama de emergencia con un 60 por ciento de los vuelos de cabotaje y realmente la situación está al límite. Esta situación no la podemos mantener mucho tiempo más. Si el Aeroparque no se reabre en las próximas 24 a 48 horas el sistema de cabotaje va a colapsar. Ezeiza está con obras por todos lados.
–¿Qué le falta hoy al Aeropuerto de Ezeiza para empezar la mudanza?
–En primer lugar, una pista más, cuya construcción demorará dos años y medio como mínimo. Sólo el estudio que determinará su ubicación tardaentre un año y medio y dos, y está a cargo de un organismo del Massachusetts Institute of Technology (MIT), que fue contratado hace cuatro meses. Recién una vez que esté finalizado este trabajo se puede empezar la pista. También necesitamos ampliar la capacidad de las terminales para recibir pasajeros: estamos construyendo la nueva terminal A, que podría estar lista entre marzo y abril; y una vez que concluya esta obra, podría comenzar la remodelación de la terminal B, que demoraría un año.
–Concretamente, ¿en cuánto tiempo podría iniciar el traslado del Aeroparque a Ezeiza?
–No antes de tres años.

 

Aeroparque sigue cerrado

Hoy, tres días después del accidente aéreo, el Aeroparque Jorge Newbery seguirá clausurado aunque, según la Fuerza Aérea, “está en condiciones de volver a habilitarse”. El argumento de la clausura suena insólito en momentos en que centenares de pasajeros sufren demoras en Ezeiza, a la espera de vuelos reprogramados (ver aparte): la Fuerza Aérea no lo pone en funcionamiento porque aún no hay una orden judicial, mientras que el juez Gustavo Literas espera un informe de la Aeronáutica donde se asegure que la pista está en condiciones de operar. Anoche, voceros del juzgado agregaron otro argumento: los miembros de la Junta de Investigación de Accidentes Aéreos aún debe hacer “una última pericia” en la pista.
El comodoro Franklin Córdoba, vocero de la Fuerza Aérea, aseguró que el aeroparque ya está en condiciones de operar. “El único instrumental que se dañó por el despiste del avión de LAPA es el ILS, que permite el aterrizaje en malas condiciones de visibilidad. La pista no fue dañada por el accidente. Por lo tanto, está en condiciones de operar ya mismo, con condiciones meteorológicas normales”, explicó el oficial.


OPINION

 

Con condiciones tan laxas da gusto hacer negocios

Por Cledis Candelaresi

t.gif (862 bytes) En virtud de una serie de modificaciones introducidas en el contrato de concesión, las obligaciones de Aeropuertos Argentina 2000 son mucho más laxas que las que preveían los pliegos de licitación. Entre otras prerrogativas, los retoques le permitieron a la empresa que preside Eduardo Eurnekian rebajar de categoría –y, por lo tanto, eventualmente aplazar el cumplimiento– de obras como el ensanche de las pistas del Aeroparque Jorge Newbery. Rodolfo Barra, titular del órgano regulador, da prueba de que las condiciones de esta privatización se pueden cambiar sinnúmero de veces: hoy aseguró que esta estación aérea será trasladada, cuando, hace dos meses, firmó una resolución que permitiría a la empresa conservar su emplazamiento actual.
El contrato de concesión, firmado a principios de 1998, prevé que el cumplimiento del programa de inversiones sólo será evaluado al cabo del primer trienio. En ese lapso, el concesionario puede ir invirtiendo del modo que le plazca los casi 500 millones de pesos previsto, ya que recién en febrero del 2002, el Organo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos deberá juzgarlo. Como las estaciones aéreas fueron entregadas a principios de 98 y no a fines de 97 –según se había previsto– Eurnekian obtuvo una ventaja adicional: las obras calculadas para el primer año entrañaban desembolsos bajos, porque ese sería un ejercicio breve.
Pero aquel acuerdo también modificó el status de algunas inversiones. El ensanche de 40 a 45 metros de las pistas del Aeroparque Metropolitano, por ejemplo, integraba el rubro de “standard”, es decir, de obras ineludibles y prioritarias. Sin embargo el contrato las rebajó a la categoría “M”, de “mantenimiento mayor correctivo”, “Eso fue porque ya se preveía que Aeroparque sería trasladado. Con esa especulación, tenía menos relevancia destinar dinero a remodelar las pistas”, interpretó a Página/12 una fuente ligada a la privatización.
Los cambios también acotaron la responsabilidad de los socios de Aeropuertos Argentina 2000 para responder a eventuales demandas, ya que su responsabilidad no será “solidaria e ilimitada”. De ese modo, el patrimonio individual de la Corporación América, Ogden y Sea queda a salvo de cualquier reclamo contra la sociedad que pudiera prosperar.
También se suprimió un párrafo del modelo de contrato, donde se estipulaba que la mora opera “sin necesidad de intimación judicial o extrajudicial”. Al eliminar esta condición, se amplió el margen del grupo para discutir sus transgresiones al plan pautado y, al mismo tiempo, amplió el margen del ente regulador para perdonarle compromisos.
La condescendencia oficial volvió a ser probada cuando el Orsna convocó a una audiencia pública para debatir si aceptaba la última propuesta con la que arremetió Eurnekian para mantener Aeroparque sólo para ciertos vuelos. Pero poco peso tuvieron las opiniones adversas como el hecho de que los 260 millones necesarios para sostener Jorge Newbery a orillas del río deberían ser puestos por el Estado.
Agustín Gordillo –administrador de la audiencia contratado por el gobierno– concluyó que existe consenso para mantener la estación donde está. Sobre esta base, Barra, firmó una resolución que abre las puertas a aquella propuesta privada. En ella, dispone crear un grupo de trabajo para definir el diseño de un aeroparque “pasible de subsistir operativo después del 2005”, fecha en la que debía concluirse su traslado a Ezeiza. No es todo.
El ente regulador hizo otro presente al adjudicatario, permitiéndole no pagar 60 de los 86 millones de pesos de su cuota semestral de canon, que debía cancelar el 30 de julio. En lugar de desembolsar ese dinero contante y sonante, tendrá que realizar algunas obras adicionales, como un sistema de descongelamiento de las pistas (8 millones), saneamiento de basurales en Ezeiza (31,15 millones) y drenaje de las pistas (21,63 millones). Estaúltima, con el adicional de que será ejecutada por la constructora Riva, socia de AA 2000.
Comandados por Alicia Castro, un grupo de diputados frepasistas presentó ayer un proyecto de resolución para que se cree una comisión investigadora que controle de cerca la ejecución de este controvertido contrato. Alberto Pierri, titular de Diputados, debería nombrar a sus integrantes.

 


 

DEMORAS DE HORAS, REPROGRAMACIONES Y CANCELACIONES
Todo el caos junto en Ezeiza

Por Pedro Lipcovich

t.gif (862 bytes) Hoy por hoy, Charly García no escribiría su no voy en tren: voy en avión, no sólo por la catástrofe que enluta al país sino porque Ezeiza se convirtió en un caos. La cantidad de vuelos de cabotaje se ha reducido en un 40 por ciento o más, según las compañías, lo cual hizo que, ayer, muchos pasajeros se pasaran el día en el aeropuerto, en sucesivas esperas frustradas. En el mejor de los casos, hubo que hacer colas de cuatro horas o más para embarcar. También las compañías de aviación resultaron perjudicadas: una de ellas, cuya flota es de cinco aviones, tiene cuatro de ellos inmovilizados en el Aeroparque Metropolitano.
Delante del mostrados de LAPA, muchos habían quedado entrampados luego del check in, como Daniel López, que esperaba donde la empresa anunciaba sus vuelos con improvisados carteles manuscritos: “Yo tenía que viajar a las 13: hice el check in a horario pero después resultó que el vuelo se demoraba hasta las seis de la tarde, y a mí ya no me servía. Pero como en el check in retiran el ticket del pasaje, tampoco me queda abierto para viajar otro día, así que estoy esperando hace una hora que encuentren el ticket”.
Ayer a la tarde, una cola de 80 metros se extendía desde los mostradores que Aerolíneas Argentinas habilitó en Ezeiza para cabotaje, pero eso no era lo peor. “Yo estoy desde hace tres horas esperando”, respondió a este diario María Soledad Amoedo, que viajaba a Viedma y a quien le faltaría otra hora para llegar al ansiado check in. Pero eso no era lo peor. “Nosotras venimos de La Plata, la empresa tendría que haberse hecho cargo del traslado a Ezeiza”, se quejaban Romina Priori y Débora Toscani, estudiantes de Derecho, que viajaban a Neuquén. Eso no era lo peor.
Lo peor, ayer, eran los aspirantes a pasajeros que desde la mañana deambulaban por el aeropuerto, con su pasaje en la mano sin poder viajar.
“Yo tenía pasaje en Austral para Córdoba en el vuelo de las 20, que fue cancelado –Susana Conti contaba su peregrinar–. Ayer en Aerolíneas me dijeron que no podían reservarme nada y que hoy había vuelo a las 15.40, que viniera temprano a Ezeiza porque era por orden de llegada. Pero ese vuelo lo juntaron con otro que iba a Mendoza y ya no quedaron pasajes. Ya eran las dos de la tarde. A las 3, anunciaron que habían endosado los pasajeros al vuelo de LAPA de las 17.30. Fui corriendo a LAPA pero ya no había lugar. Me quedé esperando porque LAPA tenía otro vuelo a las 20.30 pero lo cancelaron. Ahora vengo de Dinar, donde me dicen que hay vuelo a Córdoba a las 23.50 pero no tienen lista de espera, hay que ponerse en la cola.”
En esta perinola donde todos perdieron, a la compañía Dinar –que vuela desde el noroeste– no le fue nada bien: “De cinco aviones que tenemos, cuatro quedaron varados en Aeroparque hasta que se reabra –dijo un funcionario de la empresa, quien prefirió no identificarse–. Ahora estamos volando con un solo avión y no podemos tener horarios fijos. ¿Quién nos va a pagar los perjuicios?”
Aerolíneas Argentinas, en cambio, cuenta con más de 53 máquinas para cabotaje, y sólo ocho están inmovilizadas en el aeropuerto porteño. Santiago García Rúa, gerente de Comunicaciones de la empresa, explicó que “la reducción en la cantidad de vuelos se debe a que la Fuerza Aérea autorizó un cupo limitado para cada compañía desde Ezeiza: el nuestro no supera los 30 vuelos. La última vez que se cerró Aeroparque hubo más tiempo para planificar y algunas compañías operaron desde otros aeropuertos”.
García Rúa precisó que “sólo podemos dar el 40 por ciento de la programación habitual en cabotaje; esto nos obliga a juntar pasajeros de distintos vuelos, es muy complicado. Estamos programando de un día para el otro, mantenemos el servicio de reservas telefónicas y damos prioridad a los vuelos a escalas más alejadas”.

 

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