Por Cristian Alarcón
Según el
Ministerio de Trabajo, uno de los técnicos que trabaja para la junta investigadora del
accidente de Aeroparque colaboró con la empresa LAPA, que es justamente el objeto de la
pesquisa para dar con las causas del desastre del Boeing 737. Una inspección del
Ministerio de Trabajo en la capital cordobesa realizada en septiembre de 1998 determinó
quién era el encargado de la inspección de pre y post vuelo de los aviones de la empresa
LAPA. Fue así que ante los inspectores de trabajo y el Jefe de Base del aeropuerto Pajas
Blancas, el técnico de aviación Claudio Argentino Cabrera dijo ser quien se encargaba de
la tarea de controlar las aeronaves de LAPA a las que, además, realizaba tareas de
mantenimiento.Una denuncia de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA)
indicó que Cabrera no solo es quien chequea los aviones de LAPA en Córdoba. También, en
forma paralela y simultánea, es miembro de la Junta de Investigaciones de Accidentes
Aéreos, el organismo de la Fuerza Aérea que tiene en sus manos el estudio técnico para
dilucidar por qué ocurrió el accidente. La Fuerza Aérea, que primero atinó a negar la
pertenencia de Cabrera a sus filas o al organismo, anoche finalmente confirmó que el
técnico trabaja para la Junta Investigadora. Ayer Página/12 pudo ubicar a Cabrera en su
casa cordobesa. Estaba cenando. Se molestó hasta la exasperación por la consulta de este
cronista. Estoy comiendo, descansando, esta es mi casa y no voy a contestar ninguna
consulta por teléfono, porque yo a usted no le veo la cara. Fue advertido de que
sería publicada una información sobre su doble empleo. ¿Usted pertenece a la
Junta de Inspecciones de Accidentes Aéreos o ha colaborado con ese organismo? fue
la insistente pregunta. No tengo por qué explicar nada, déjeme tranquilo
respondió Cabrera. La inspección de septiembre de 1998 fue realizada por la
delegación del Ministerio de Trabajo en Córdoba para aclarar la situación de los
empleados de las empresas que operan en Pajas Blancas. Cuando llegó el momento de
chequear las condiciones laborales del técnico encargado de la inspección de pre y post
vuelo de los aviones de LAPA, el hombre no aparecía. Finalmente resultó ser que sólo
iba al aeropuerto cuando un avión de la empresa llegaba. Fue ubicado justamente cuando el
siguiente avión de LAPA aterrizó en suelo cordobés. Y así declaró ante los
inspectores de trabajo, el Jefe de Base del aeropuerto y dos representantes de la
Asociación de Personal Técnico de Aeronavegación. Testificó que no era empleado de
LAPA, pero sí que tenía un contrato verbal con la empresa renovable cada
año. Cabrera reconoció también que él se encargaba de las inspecciones de pre y post
vuelo, los mantenimientos semanales o mensuales y los pernoctes, o sea las
revisiones que se realizan cuando las máquinas pasan la noche en el aeropuerto cordobés.
En un seminario sobre Seguridad Aerocomercial en el que participaron expertos de la
National Transporting Safety Board, NTSB, el organismo norteamericano que se ocupa de la
investigación de accidentes aéreos en todo el mundo y que fija las normas de seguridad a
cumplirse internacionalmente, el titular de APTA, Ricardo Cirielli, denunció la
corrupción que significa que un investigador de un organismo de control del Estado
trabaje simultáneamente en una de las empresas comerciales a las cuales es su obligación
auditar. En su denuncia, Cirielli dijo que tal situación ocurría a sabiendas
y con la tolerancia tanto del ente de contralor como de la parte empresarial. La
Junta de Investigación de Accidentes Aéreos es el organismo estatal, dependiente de la
Fuerza Aérea, responsable único de determinar las causas de una accidente como el del
Boeing 737 de LAPA. Está presidida por elbrigadier Horacio Viola, y la conforman ocho
miembros asesores, rentados. Cabrera es colaborador de la Junta en Córdoba, lo que no
impediría que se movilice para colaborar en otras investigaciones. Anoche los voceros de
la Fuerza Aérea que admitieron la pertenencia de Cabrera a la Junta no especificaron sus
funciones actuales. Fuentes del aeropuerto cordobés dijeron a este diario que el técnico
trabajó despachando los aviones de LAPA inclusive el miércoles, cuando desde allí
partió el Boeing accidentado. OPINION
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