Por Raúl Kollmann Quedamos en cruzar los
datos de todos los oficiales de la Bonaerense a los que últimamente se les dieron
ubicaciones de importancia, con la lista de hombres imputados o relacionados con la causa
AMIA o con los casos de profanaciones de cementerios. Esta fue la conclusión del
encuentro que ayer protagonizaron la conducción de la DAIA, encabezada por su presidente
Rogelio Cichowolsky, y los máximos dirigentes de la Alianza bonaerense, incluyendo la
candidata a gobernadora, Graciela Fernández Meijide, y el titular de la Legislatura,
Alejandro Mosquera. En el diálogo se mencionó a los cuestionados oficiales Daniel Rago y
Oscar Troncoso ambos señalados por la investigación exclusiva que Página/12
publicó hace un mes relacionados con el detenido comisario Juan José Ribelli.Los
dirigentes de la DAIA están preocupados desde hace rato por la permanencia en la Policía
Bonaerense de hombres nítidamente relacionados con el caso AMIA y las profanaciones. La
cuestión se agudizó en el último tiempo porque el nuevo ministro de Justicia, Osvaldo
Lorenzo, ubicó en puestos de responsabilidad a Rago y Troncoso, el primero como jefe de
la Dirección Departamental de Seguridad de Lomas de Zamora y el segundo con el mismo
cargo en Dolores. Daniel Rago es hermano de Jorge, ahora ex comisario, que estaba a cargo
de la Brigada de Vicente López cuando hombres de esa dependencia retiraron la Trafic de
la casa de Carlos Alberto Telleldín el 10 de julio de 1994. Esa camioneta estalló ocho
días más tarde frente a la AMIA. Troncoso aparece en las escuchas telefónicas que se le
realizaron a Juan José Ribelli en los días previos a su detención. En los diálogos,
Juancito como le dicen a Ribelli le da instrucciones a Troncoso sobre varios
arreglos a realizar con delincuentes. Otro de los nombres que surgen de la causa AMIA es
el del comisario Miguel Angel Garello, un extraño caso de sobrevivencia dentro de la
fuerza. Garello era el jefe de la Brigada de Vicente López cuando se hizo la mayor
operación para tratar de desviar la investigación del caso AMIA. En la Brigada fue
preparado un asesino, Ramón Solari, para presentarse ante el juez Galeano con un discurso
perfectamente armado: había recibido la Trafic y la entregó a unos iraníes en Ciudad
del Este. De esta forma la Bonaerense se sacaba de encima las acusaciones por la AMIA.
Solari tuvo acceso a la causa AMIA, de manera que estuvo muy bien preparado para afrontar
el interrogatorio. Pese a las pruebas e incluso la confesión del propio Solari, Garello
siguió en la fuerza.A los dirigentes de la DAIA también les importa si siguen dentro de
la fuerza hombres relacionados con las causas por las profanaciones de tumbas. Desde 1991
se produjeron no menos de 8 ataques a tumbas de cementerios judíos: en dos de ellos hubo
policías bonaerenses detenidos y en otros tres hay uniformados sospechosos. Un nombre que
surgió en la conversación de ayer fue el del comisario Angel Salguero, que apareció
involucrado en un caso revelado por Página/12: dos de sus hombres contrataron a dos
jóvenes que pintaron cruces esvásticas en el cementerio de La Tablada. En la DAIA
quieren saber cuál es la actual situación de Salguero.En síntesis, Fernández Meijide y
Mosquera se comprometieron a revisar todos los casos y le harán un planteo a Lorenzo para
exigir que los implicados sean desplazados de la fuerza. La DAIA también propuso que
todos los pasos sean tomados por una Comisión Bicameral de la Legislatura que esté
integrada tanto por los legisladores de la Alianza como del PJ. Este tema será planteado
en una próxima sesión del cuerpo.
OPINION
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