Por Mariana Carbajal La respuesta del Presidente no
la sorprendió. Es la contestación de un político, opinó ayer Zulema Yoma
en relación con el comentario esquivo que hizo el Jefe de Estado sobre la revelación de
la ex primera dama, quien contó en un reportaje exclusivo con Página/12 que
se sometió a un aborto con el acuerdo de Carlos Menem, cuando él era su
marido. No esperaba otra respuesta. No contestar es el estilo de este
gobierno, agregó en declaraciones a este diario, un día después de su explosiva
confesión. Zulema pidió que se le pregunte al Presidente por qué cambió de
idea si a ella la apoyó cuando decidió abortar y ahora el mandatario
se define antiabortista. Este es un tema sumamente delicado como para
plantearlo de un día para otro para ganar unas elecciones, insistió
Yoma.¿Por qué cree que el Gobierno eligió el silencio frente a su revelación?
le preguntó Página/12.Habría que preguntarle al Gobierno. Pero me gustaría
señalar que el Gobierno no le escapa tanto al tema del aborto como a otras cosas, como la
muerte de mi hijo Carlitos respondió Zulema, luego de repetir en declaraciones a
distintas radios los conceptos vertidos en la entrevista publicada ayer por Página/12.Por
la mañana, cuando Menem fue interrogado sobre este tema en la Quinta de Olivos, no negó
la veracidad de las afirmaciones de su ex esposa, pero evitó opinar sobre el tema.
Ningún comentario, fue la escueta respuesta del ministro del Interior, Carlos
Corach (ver página 3). Pregúntele (a Menem) ¿qué pasó con el aborto?, ¿por
qué cambió de idea?, pidió la ex primera dama. Zulema explicó que se animó a
contar este episodio por la indignación que le provocó la hipocresía y el
cinismo del Gobierno y de diputadas justicialistas embarcados en una campaña contra
el aborto. Basta de hipocresías, basta de mentiras. Porque escucho a diputadas que
dicen no al aborto, conociendo yo la historia de muchas que han
abortado, consideró.Lo que me parece demasiado triste es que un tema tan
grave, tan delicado, se esté utilizando políticamente, cuestionó Zulema y
sugirió: Toquemos este tema, pero en su momento y con mucha altura, porque se trata
del derecho a la vida, es muy grave, muy delicado. Primero hay que educar para tener un
matrimonio bien constituido. Un matrimonio bien constituido va a impedir que uno llegue al
aborto. Zulema aseguró que opté por sacarme el embarazo de acuerdo con él
(por Carlos Menem). El tampoco quería saber nada de tener otro chico. Cursaba el
segundo mes de embarazo. La ex primera dama había revelado ante Página/12 que tomaron
esa determinación en 1969, después del nacimiento de Junior. El nació en
noviembre de 1968 y a los pocos meses volví a quedar embarazada. Con Menem teníamos una
muy mala relación. Por el ritmo de vida que él llevaba y otros problemas, yo estaba muy
sola en La Rioja, por eso cuando Carlitos tenía siete meses de vida me fui con mi hijo a
Siria. Y antes de viajar fue el aborto, relató. Inclusive
añadió, yo no conocía a nadie en La Rioja (que me pudiera hacer el aborto)
y él me acompañó. No recuerdo el nombre de la señora. Hoy el sector del Vaticano que
le entregó una medalla a Menem (por su campaña en contra del aborto) es el mismo que
oculta el atentado de mi hijo.Zulema había señalado también que siempre estuvo en
contra del aborto, pero que se vio enfrentada a circunstancias que la pusieron entre
la espada y la pared. Si estás en apuros, en un problemón muy grande, es tu
conciencia y vos. No le vas a consultar a nadie ni le vas a hacer caso a la ley a la hora
de abortar, opinó.
FELIPE SOLA SALIO A PATEAR EL TABLERO
Hay que despenalizar el aborto
Felipe
Sola, a favor de la despenalización.Yo digo lo que pienso a título personal,
afirmó. |
Bravo
se había pronunciado en ese sentido.No es ninguna novedad nuestra posición. |
Es un tema de conciencia, hay que despenalizar el
abortoPero Menem, Ruckauf y Duhalde dicen todo lo contrario No me importa lo
que digan Menem o Duhalde en este tema. Yo digo lo que pienso a título personal.Felipe
Solá sorprendió ayer con estas afirmaciones en medio de la polémica desatada luego de
que Zulema Yoma reconociera que ella misma abortó con conocimiento del Presidente. Antes
del candidato a vicegobernador bonaerense por el PJ, el único que se había expresado a
favor de la despenalización del aborto había sido el postulante a diputado porteño de
la Alianza, el socialista Alfredo Bravo. Solá no sólo sorprendió con su postura sino
también al referirse a las expresiones de Zulema Yoma. Le gusta el escándalo, pero
es valiente. Las dos cosas a la vez. Necesita el escándalo, pero es valiente. En segundo
lugar me parece que el aborto no debería ser un tema de campaña tan importante.
Pero lo instaló Ruckauf... le señalaron durante un reportaje en el canal de
cable P&E. Puede ser, yo hablo por mí. Yo no creo que ninguna mujer aborte con
ganas. Me parece que en algunos casos está vinculado a la pobreza y eso es terrible. Que
no pueda nacer alguien porque va a nacer en un lugar donde no se lo pueda alimentar. Es un
problema social muy grande, porque los pobres terminan abortando en condiciones terribles.
En otros casos, por otras razones, no lo juzgo. Pero insisto: no debería ser un tema de
campaña, porque hay mucha hipocresía. Solá remarcó además las contradicciones de la
Alianza, a raíz de la postura de la candidata a gobernadora, Graciela Fernández Meijide,
quien en el año 94 firmó un proyecto elaborado por la entonces legisladora
justicialista y ahora integrante de la coalición opositora Patricia Bullrich a favor de
la interrupción del embarazo.El problema de Fernández Meijide no es
cómo piensa. Yo no la critico por cómo piensa, para nada. Se puede deducir de mis
palabras que no la critico. El problema es que no mintió, tiene una posición y arruga,
no es capaz de sostenerla. Yo sostengo todas mis posiciones. Y la verdad es que ella dijo
que yo no firmé nada y lo había firmado, dijo.Solá aparece así como la primera
voz disonante dentro del PJ. Tanto Eduardo Duhalde como Carlos Menem habían acordado una
fuerte embestida en contra de la despenalización del aborto hasta que las declaraciones
exclusivas de Zulema Yoma a Página/12 los dejaron trastabillando.Antes que Solá, el
único político que se había pronunciado con firmeza a favor del aborto fue Bravo,
mostrando así la diferencia que los socialistas mantienen con la cúpula de la coalición
que integran. Días atrás hubo una polémica sobre el aborto, especialmente luego
de que De la Rúa se mostrara contrario a apoyarlo. Los socialistas somos fieles
depositarios de los principios que desde 1894 sostenemos. No es ninguna novedad nuestra
posición. Nosotros reclamamos lo que dijo De la Rúa en su reunión con eclesiásticos,
porque este tema no se había tratado en el compromiso programático de la Alianza. El no
podía hablar de esto en nombre de la Alianza. Puede hablar de lo que él cree, y que es
muy respetable en su convicción, y nosotros seguiremos en nuestra postura.
El debate |
"Casos
límite"
Mariano Grondona, periodista: "Creo que la confesión de
Zulema no altera el tema de fondo, a mí no me cambia mi posición contra el aborto. Me
parece que el aborto está mal, pero otro tema es si se puede castigar a personas que ante
circunstancias límite incurren en el aborto. Siempre se han reconsiderado las penas del
aborto cuando la persona no lo hace por razones, diría yo, 'ligeras'. Zulema tuvo una
gran valentía en hacerlo, muchas mujeres que pasaron por la misma situación nunca se
animaron a decirlo. Creo que forma parte de su personalidad, está como más allá de
muchas cosas, sobre todo por la muerte de Junior, que la ha cambiado muchísimo. Por otro
lado, me parece que el hecho de que Menem haya hecho o no lo que dice Zulema, tampoco
altera su posición de principio. Si una vez he mentido no me lleva a decir que la mentira
está bien. Todos somos pecadores y podemos cambiar. Sí me parecen contradictorios
aquellos que critican las dos cosas: el control de la natalidad y el aborto. Creo que hay
que avanzar a favor de la maternidad responsable y en contra del aborto. Yo, por suerte,
no me vi en una situación así nunca pero si alguien cercano mío se viera en esa
situación trataría de convencerla de que no abortara y que resuelva el tema trayendo una
vida más al mundo y no quitándola".
"Es positiva"
Daniel Goldman, rabino: "La confesión demuestra la
hipocresía de algunos personajes al usar este tema tan caro, tan importante, desde el
poder. Me parece totalmente positiva la declaración, me parece bárbaro poner el tema
sobre el tapete. Pero estoy totalmente en contra del debate tan escandaloso que se hace
alrededor de este tema. Necesita de más profundidad y menos 'moralina' y necesita
fundamentalmente la opinión de la mujer, no la de los hombres religiosos o políticos. Me
parece que el debate más importante no tiene que estar en torno de la vida intrauterina
sino sobre la vida extrauterina, lo que pasa después, cuando hay chicos que deambulan
como sombras, chicos en la calle. Sobre esto no se discute, sobre los chicos de la calle
no se discute, se discute sobre la pavada del aborto. Yo soy pro abortista en todos los
casos porque es un derecho de la mujer. En ninguna cultura el aborto es entendido como un
método anticonceptivo sino como una forma de evitar un trauma el día de mañana.
Además, desde el punto de vista judío, el feto no es persona. Muchas veces, ante un
embarazo, parejas jóvenes, chicas de 14 años, me vienen a preguntar qué hacer. Y yo
creo que a una chica que va al colegio, decirle que tenga su hijo es condenarla de por
vida. Por supuesto, hay que ver cada situación".
"Es fantástico"
Torcuato Di Tella, sociólogo: "Es fantástico que Zulema diga
que se ha hecho un aborto, o todos los abortos del mundo. Me parece bien que haya dicho
eso, sea por los motivos que sean, porque contribuye a desdiabolizar el aborto. Uno tiene
que poder controlar esas cosas porque en muchos casos las mujeres quedan embarazadas sin
quererlo. Entonces, hay que hacer planificación familiar y, si no se puede, hay que
intervenir posteriormente. En todos los países adelantados del mundo se hace legalmente,
cuando seamos adelantados también lo haremos. De todas formas, no creo que tenga tanta
influencia como para impulsar un debate en el Poder Legislativo, es un granito de arena.
En cuanto a mi posición, si se presentara un embarazo no deseado decidiría abortar y a
mi hija le diría que aborte si es lo que quiere hacer".
"Muy valiente"
Magdalena Ruiz Guiñazú, periodista: "A Zulema le debe haber
costado mucho tocar un tema tan íntimo y realmente sus motivaciones no las conozco.
Pienso que es la consecuencia de una serie de hechos desgraciados que fueron hechos
públicos y notorios sobre su matrimonio con el presidente de la Nación. Pero creo que el
aborto es un tema que va mucho más allá de lo político porque es común al ser humano.
Y considero que Zulema ha tenido una actitud muy valiente al citar su propio caso porque
un aborto es atroz, siempre. Pero creo que no podemos dejar una vez más de señalar que
resulta absurdo que en nuestro país no haya campañas de planificación familiar y
posibilidades, en todos los hospitales del país, de recibir anticonceptivos. Porque una
parte fundamental del problema está en la imposibilidad de las mujeres de bajos recursos
de evitar, no ya un aborto, sino un embarazo. De modo que yo hablaría en primer término
de la necesidad impostergable de planificación familiar y luego de la legislación
necesaria para que cada mujer pueda decidir por sí misma sobre un problema tan íntimo y
tan grave. Gracias a Dios yo nunca tuve que tomar una decisión en ese sentido pero eso no
significa que no exista en el mundo que me rodea y por eso no puedo quedar
indiferente".
"Sin oportunismo"
Luis Farinello, sacerdote: "Zulema es como una leona
herida, le han matado un hijo y está convencida de que se lo han matado. Se ve cierto
resentimiento al Presidente. Ella larga esta verdad terrible frente al alarde del
Presidente sobre los derechos del niño no nacido. Esta declaración está más allá de
la coyuntura política: la hace como mamá herida, grita su verdad insistentemente, contra
viento y marea. Siento una inmensa misericordia porque debe estar sufriendo en soledad, y
su declaración es producto de su gran dolor interior. Esta confesión pone sobre el
tapete un tema difícil. El hecho de que ahora lo haya sacado aportará un día a un
debate que debe hacerse con madurez. Una primera lectura diría que no sirve porque pueden
aprovecharlo menemistas y antimenemistas, pero a la larga sirve porque ella habla con
sinceridad y está más allá del oportunismo de Carlos Menem, que se quiere congraciar
con la Iglesia en un tema tan amado por ella. Por otro lado el aborto en sí es un hecho
condenable. Uno trata siempre de alentar la vida con un plato de comida o defendiendo los
derechos humanos y el aborto es igual: no sé si habrá vida humana en la concepción,
pero va a haberla, entonces respetemos esto. No quiero condenar a las mamitas que han
hecho esto, a veces están muy presionadas. Sobre qué haría yo, puedo decir que no
quiero aparecer como santo. En la situación no sé qué es lo que resolvería, porque soy
débil y cobarde. Como cura uno tiene que predicar perfección, sabiendo que a veces es
incapaz".
"Mal colocado"
Gregorio Klimovsky, epistemólogo: "La confesión me
resultó interesante. Siempre pensé la preocupación de Menem en contra del aborto como
oportunista: por un lado se manifiesta partidario de la pena de muerte y por otro lo es de
la vida. En el problema del castigo, lo es de la muerte y esto lo creí hipócrita. A
pesar que la confesión se trata de un asunto tan íntimo, me parece adecuado que se haya
revelado esta posición porque deja al Presidente éticamente muy mal colocado. Me parece
que el momento no es oportuno para un debate, porque en medio de una campaña donde el
tema se maneja con slogan y simplificaciones, la discusión debe hacerse con datos y
estadísticas. El asunto es complicado, me parece que hay que discutirlo científicamente.
No a través de spots publicitarios donde están ausentes razones y argumentaciones, donde
muchas veces los discursos se basan en dogmatismos fundamentalistas. Esto es perjudicial.
Mi posición personal no está definida. Es un tema a discutir, no soy fanático. Hay
muchas circunstancias que, aunque se planteen desde el punto de vista pragmático, ponen
en gran peligro de muerte a centenares de mujeres. Nadie sabe a partir de cuándo se forma
la personalidad. Los científicos creen que a las seis o siete semanas, los teólogos
desde el primer momento. En el caso de saberlo nosotros podríamos ser efectivamente
partidarios de hacerlo, pero poner en riesgo una futura vida es una gran responsabilidad
ética. No puede tratarse esto a la manera Boca-River".
"Más respeto"
Mabel Bianco, médica: "Zulema fue muy valiente. Lo dicho
fue importante, ella puede hablar y permite darle voz a los que viven y sienten lo mismo
que ella. De todos modos, creo que el momento no es oportuno, no puede ir en el marco de
campaña porque moviliza aspectos muy profundos e íntimos de las personas, que no pueden
tratarse como si estuviéramos hablando de slogans tipo 'voy o dar trabajo o no'. Si el
presidente Menem hubiera vivido una situación así, tendría que tener más respeto hacia
las personas que están atravesando situaciones como éstas. Creo que ella aclara y ayuda
a decir que esto debe debatirse en otro contexto, esta es una lectura que aparece de un
relato vívido. Acá el tema no se agota catalogando a la gente por si está a favor o en
contra: nadie se embaraza para abortar. Es una decisión terrible a la que se llega por
una necesidad que no se pudo evitar, no se atraviesa como la elección de irse a cortar el
cabello, tampoco se puede señalar como homicida o asesina a la persona que la elige. Yo
agradezco el acceso a la información y la orientación. Y cualquiera sea la decisión
quiero que me la respeten, que no me aumenten el dolor y no me culpabilicen por la
decisión que tome porque tengo derecho a tomarla".
"Doble moral"
León Rozitchner, filósofo: "Zulema Yoma, una madre que
sufrió sin recibir justicia la muerte de su hijo desenmascara, con la valentía que le da
el dolor sufrido y la impunidad como respuesta, la hipócrita figura de quienes defienden
la existencia futura de seres que no han nacido, mientras sin anestesia imponen regímenes
que aniquilan la vida de niños reales y vivientes. El rey quedó otra vez desnudo. Y como
son de la misma pasta, la gente quizás espere que ahora, en fila india, salgan las
mujeres de los prohombres, de los Barra, de los Duhalde, de los Granillo Ocampo a hacer
sus propias confesiones. El neoliberalismo privatizador quiere socializar lo único más
propio: el cuerpo de las mujeres. Revela la doble moral de quienes apoyan el poder
corrupto del Vaticano sobre los cuerpos femeninos y han convertido a sus convicciones en
mercancías que truecan por honores. Esta revelación sobre el Presidente, cruzado y
gestor del día ridículo del nonato, profundiza hasta las entrañas de las mujeres la
falsedad de quienes pretenden legislar sobre la pertenencia de sus cuerpos. Sobre mi
opinión del aborto digo que la mujer es dueña de su cuerpo, como lo es el hombre. Nadie
tiene derecho a penalizar sus propias decisiones. Ella tiene siempre la última palabra.
En este sentido lo que yo hice y acepté en todas las ocasiones: respetar la decisión de
la mujer en un sentido o en otro". |
OPINION
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