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Por Felipe Yapur Desde Tucumán Se quema, se quema, se quemó. Concejo hijo de puta, la puta que lo parió, gritaban los empleados municipales de la capital tucumana frente a las llamas que brotaban de las oficinas del edificio comunal. Parecía que con el fuego trataban de ahuyentar la bronca por los tres meses de salarios aún sin cobrar y contra la osadía del intendente bussista Jorge Uasuf, que prefirió pagar 46.000 pesos a una agencia de publicidad antes de buscar una alternativa para saldar las deudas salariales. Mientras tanto, Antonio Bussi, el anciano gobernador en retirada, permanece recluido en la Capital Federal siendo sometido a interminables, y hasta sospechosos, por lo intemerminables, estudios preoperatorios. Al mismo tiempo, son cada vez más intensos los rumores sobre un pedido de licencia del ex militar hasta mediados de octubre lo que echa por el suelo las intenciones justicialistas de declararlo inhábil.Los empleados municipales no necesitan por estos días demasiadas razones para enojarse. Ayer el detonante que causó la quema del edificio de Concejo Deliberante fue un decreto de Uasuf, donde autorizaba el pago de 46.000 pesos a una empresa de publicidad local en concepto de la difusión de un régimen especial de regularización tributaria. En una ciudad donde prácticamente el 60 por ciento de los habitantes trabaja o está relacionado con un Estado que no paga desde hace 90 días, el que haya cierta preferencia por el sector privado genera molestia, bronca. Fue así que el sindicato municipal hizo oir su reclamo en un intento de detenerlo. Uasuf, conocido dentro del ambiente bussista como un obsecuente, repudió la intención del gremio y dijo que yo no estoy aquí para cogobernar, hago lo que tengo que hacer y no me importa si la provincia se quema.Los empleados no demoraron en llevar a la práctica la profecía del desbocado funcionario. No pasó mucho tiempo para que la bronca se tradujera en violencia. Una vez que tomaron el Concejo, intentaron primero rociar el mobiliario con kerosene, como no lo lograron la emprendieron contra un pesado cortinado que rápidamente se incendió. Al mismo tiempo volaron las piedras, vidrios rotos y fuego, mucho fuego que expresó el estado que vive la provincia de Tucumán. Ponga huevo, ponga huevo, que a esta lucha la ganamos los obreros, cantaban los municipales mientras pateaban el mobiliario, rompían los fluorescentes ante la impávida mirada de la policía que ni siquiera se movió cuando el edificio donde se expresa la democracia comunal comenzó a arder. Tal vez no actuaron atendiendo a una orden de la superioridad que, representada por el subjefe policial Rubén Ruiz, cruzaba la plaza Independencia con paso cansino pero armada hasta los dientes. Pero allí no terminó todo, tras dejar atrás el humo del cortinado y los muebles calcinándose, los manifestantes se dirigieron hasta lo que hasta no hace mucho fue un inmenso supermercado del atribulado Uasuf. Allí los empleados municipales la emprendieron contra todo lo que encontraron: góndolas, cajas registradoras de última generación y, por supuesto, las grandes vidrieras. Nadie lo comentó, pero seguramente Uasuf debe estar arrepintiéndose de sus declaraciones.El que también parece estar arrepentido es el vicegobernador Raúl Topa. El ex aliado de Bussi ve hoy que la provincia se le revoluciona en sus manos y ya no está tan convencido de que es necesario insistir en la superley que pergueñó junto al gobernador electo, Julio Miranda, y hasta de suspender hasta el fin del mandato al internado ex dictador. Bussi está al tanto de ello y, decidido a dejar que la crisis estalle en las manos de la dupla TopaMiranda, envió una nota solicitando una licencia hasta mediados de octubre debido a que la próstata del militar será intervenida quirúrgicamente por médicos del Hospital Alemán el próximo lunes. Mientrasesto sucede, el anciano general ya prepara su retirada de la provincia. Hace un par de días que una empresa de mudanzas vacía la casona que el ex dictador y su esposa tienen en la coqueta La Rinconada. Esta es la casa que un mes antes de asumir como gobernador en 1995 mandó a mejorar y para ello utilizó empleados, maquinarias y materiales de la municipalidad capitalina.
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