Cancillería,
10 de la mañana. Allí y a esa hora, el menemismo abrió por primera vez ayer a la
Alianza las puertas de la agenda exterior de la Argentina de cara al traspaso del poder.
Los aliancistas encabezados por Rodolfo Terragno, al que Fernando de la Rúa le
encargó ocuparse del área de Relaciones Exteriores fueron recibidos por el
canciller Guido Di Tella y sus principales colaboradores, quienes trazaron un panorama de
la política internacional desarrollada en los últimos años. El encuentro no fue mucho
más allá de lo protocolar y aunque se abordaron algunos temas puntuales no se discutió
ninguno en particular. Los hombres del Gobierno y aquellos que los sucederán a partir del
próximo 10 de diciembre acordaron volver a verse para continuar con la transición.Al
asumir el gobierno, la Alianza se encontrará con varios flancos abiertos en la
Cancillería. Deberá enfrentar, por ejemplo, el conflicto comercial con el socio mayor
del Mercosur, Brasil; la situación planteada con Paraguay a partir de la decisión del
menemismo de asilar al ex general golpista Lino César Oviedo, y el asunto de los
subsidios a la producción agrícola con que están beneficiados los países de la Unión
Europea. También tendrá que continuar con el tema Malvinas, fijar posición con respecto
a los juicios que se tramitan en el exterior por violaciones a los derechos humanos
cometidas en la Argentina y en otros países latinoamericanos como el caso de
Augusto Pinochet, y decidir si pone un corte a las relaciones carnales
con Estados Unidos.Nada va a cambiar, dijo Di Tella acerca de la relación
entre la Argentina y Estados Unidos, durante un breve diálogo con la prensa que mantuvo
tras su encuentro con los aliancistas. A su lado, Terragno asintió, pero no profundizó
el tema. Señaló, en cambio, que hasta la asunción de las nuevas autoridades hay
varios foros que exigen la presencia de representantes del gobierno electo, algunos de
enorme trascendencia política y económica, ya que se tratarán, por ejemplo, temas
relacionados con los subsidios.Aunque sobre los demás asuntos hubo algunas
alusiones, ésa fue la principal preocupación con que los hombres de la Alianza llegaron
en su primera visita a la Cancillería, donde Di Tella y su vicecanciller Andrés Cisneros
dialogaron por espacio de casi una hora a solas con Terragno. Después vino el momento de
la presentación de los equipos que se encargarán de la transición. Por los anfitriones
estuvieron el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Campbell, y su
subsecretario, Marcelo Avogadro; la embajadora Elsa Kelly quien fuera la última
canciller del gobierno de Raúl Alfonsín y los diplomáticos radicales Pedro
Villagra Delgado, Raúl Ricardes, Juan Carlos Morelli, Eduardo Pérez y Eduardo Iglesias.
Terragno fue con el grupo al que De la Rúa le confió el área de Relaciones Exteriores:
Carlos Pérez Lllana, Beatriz Nofal, Armando Listre, Roberto Lavagna y el frepasista
César Mayoral.El primer encuentro de trabajo tuvo lugar por la tarde, ya sin la presencia
de Di Tella y Terragno. Los aliancistas requirieron todo el material concerniente a la
reunión de la Asociación de Libre Comercio Americano (ALCA), que se desarrollará la
próxima semana en Toronto y en la cual un representante argentino será designado para
ocupar la presidencia. Los otros foros en los que a la Alianza le interesa tener presencia
son la Cumbre Iberoamericana de La Habana, la llamada Ronda del Milenio de la
Organización Mundial de Comercio, y la del Mercosur, el 8 de diciembre. Es que
allí importará más lo que puedan decir las autoridades entrantes que lo que digan las
salientes, explicó a Página/12 uno de los hombres de la Alianza que visitó la
Cancillería. Di Tella no puso objeciones al planteo y, de hecho, anunció que antes del
10 de diciembre se producirán algunos encuentros internacionales a los que
concurrirán integrantes de la Alianza. El otro tema analizado fue el de los
inmigrantes de Perú y Bolivia, ya que el plazo para que regularicen su situación vence
el 25 dediciembre próximo. Entonces, surgió la idea de prorrogar el vencimiento y
reducir los costos de los trámites de legalización.
En Salud yen Defensa Las reuniones que los hombres de la Alianza mantuvieron ayer con los
ministros de Defensa, Jorge Domínguez, y de Salud, Alberto Mazza, marcaron también el
comienzo de la transición en esas áreas. Domínguez recibió en su despacho al
coordinador del grupo de Defensa de la coalición UCR-Frepaso, Nicolás Gallo, junto al
diputado Juan Manuel Casella y Angel Tello, los otros dos dirigentes aliancistas asignados
para trabajar en ese área. Tello explicó que se trató de una reunión breve y
amena, cuyo objetivo fue tener aproximación general de los asuntos que
dependen de esa cartera. Los aliancistas quieren averiguar el estado en que el
menemismo dejará ese ministerio, pero sobre todo les preocupa el recorte del 12 por
ciento del presupuesto de Defensa para el 2000 e intentarán que el Congreso restituya esa
quita. Además, pretenden que se cumpla con la Ley de Reestructuración de las Fuerzas
Armadas, que fija un aumento del 15 por ciento en cinco años, algo que también requiere
aprobación parlamentaria. En su carpeta figura continuar con la venta de activos y
propiedades del Ejército y destinar los fondos que se obtengan al reequipamiento de las
Fuerzas Armadas.El coordinador del equipo de Salud de la Alianza, Héctor Lombardo, estuvo
con Mazza, de quien recibió el primer informe sobre ese área. El ministro se
comprometió a facilitar la transición y le ofreció toda la colaboración del caso. |
OPINION
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