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PEDIDO PARA QUE SE DEBATA EXPULSAR AL GENERAL GOYRET DE DERECHO
Sociales repudia al general censor

El consejo de Sociales cuestionó que “el represor intelectual” pueda ser profesor de Estrategia en la Facultad de Derecho.

El decano de Derecho, Andrés D’Alessio, se negó “a cazar brujas” y a tomar medidas contra Goyret.

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t.gif (862 bytes)  La Facultad de Ciencias Sociales le pedirá a la de Derecho y a las máximas autoridades de la Universidad de Buenos Aires que traten la expulsión del general de Ejército José Teófilo Goyret, censor de la dictadura devenido en profesor universitario. Goyret es el militar que desembarcó en el diario La Opinión en 1977, cuando la dictadura secuestró a su director Jacobo Timerman, lo torturó y confiscó sus bienes. Es el mismo que con el cargo de interventor de La Opinión prohibió a los periodistas mencionar a Julio Cortázar y definió su función como “una misión encuadrada en la lucha antisubversiva”. La misión, por supuesto, era controlar los contenidos editoriales del diario. Hoy Goyret da clases en la Maestría en Relaciones Internacionales, una carrera que depende de la Facultad de Derecho. Como primer efecto, el reclamo votado por los docentes, alumnos y graduados del Consejo Directivo de Sociales forzará un debate tanto en la Facultad de Derecho como entre las autoridades superiores de la UBA sobre los límites éticos en la designación como docentes de quienes fueron cómplices de la dictadura militar. El caso de Goyret fue dado a conocer por el hijo de Timerman, Héctor, luego de que el decano de Derecho Andrés D’Alessio rehusara tomar ninguna medida contra el censor alegando que no es partidario de desatar una cacería de brujas. En rigor, Timerman (h) había propuesto invitar a un debate abierto, organizado por la misma universidad, sobre cómo lograr la inserción de represores que actuaron bajo la dictadura en una sociedad democrática, una alternativa para resolver la situación sin vulnerar los derechos de nadie. Pero el decano de Derecho se mantuvo en su postura. En una carta a la organización de derechos humanos Human Rights Watch, que también había impugnado la designación de Goyret, D’Alessio adujo que tiene “horror por cualquier cosa que pueda oler a intolerancia sobre la base de datos escasos”. También que “no ignora” los antecedentes de Goyret pero no cree que “esas circunstancias” lo inhabiliten. Ayer, en una nueva carta al director ejecutivo de Human Rights Watch en América, Héctor Timerman respondió los argumentos de D’Alessio. “El decano se equivoca si cree que ‘los datos sobre el general Goyret son escasos’”, dice Timerman en ella. “Si se hubiera tomado el mismo tiempo que le dedica a su defensa del general podría haber obtenido los decretos militares de su nombramiento, leído las ediciones del diario editadas por el general o conversar con los periodistas que aún recuerdan, entre muchos casos, cuando prohibió que se nombre al escritor Julio Cortázar.” La carta subraya que el tema no pasa por la ideología propia o la del general, “sino por permitirle a la sociedad saber si quiere que alguien con la actuación que Goyret tuvo durante la dictadura sea hoy profesor de la universidad”. La resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Sociales torna prácticamente imposible eludir ese debate. “Compartimos con Héctor Timerman el criterio de que un represor intelectual no puede educar en una sociedad democrática sin que al menos sus alumnos sepan de quién se trata”, dice el texto aprobado por unanimidad. Además de repudiar el nombramiento de Goyret, las autoridades de Sociales decidieron pedir tanto a sus pares de Derecho como a sus superiores dentro de la UBA que tomen cartas en el asunto a fin de “evitar que quienes violaron los derechos humanos y atentaron contra la vida democrática ejerzan cargos en la universidad pública”.

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