Por W.U. Estanislao Esteban Karlic, 73 años,
arzobispo de Paraná, fue reelecto ayer como presidente de la Conferencia Episcopal
Argentina (CEA) para desempeñarse en un segundo período de tres años. El arzobispo de
Rosario, Eduardo Mirás, próximo a cumplir 70 años, quien hasta ahora ocupaba la
vicepresidencia segunda del Episcopado, fue elegido para ocupar la vicepresidencia
primera. Para completar la Comisión Ejecutiva resta designar al segundo vicepresidente y
al secretario general, algo que seguramente ocurrirá en el correr del día de hoy.
La no reelección de Emilio Bianchi di Cárcano en la vicepresidencia primera del
Episcopado podría estar indicando que los obispos se inclinarán por colocar en ese cargo
a Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y futuro cardenal. A este último se lo
menciona como casi seguro candidato a suceder a Karlic en la presidencia, cuando el
arzobispo de Paraná finalice su mandato dentro de tres años.
Tomando en cuenta la posibilidad de que Bergoglio ingrese a la Comisión Ejecutiva, se
abren muchas incógnitas respecto del cargo de secretario general, para el que se había
mencionado en forma insistente al obispo auxiliar de Buenos Aires, Guillermo Rodríguez
Melgarejo y, últimamente, a uno de sus colegas en la misma arquidiócesis, Raúl Rossi.
Sin embargo, anoche en San Miguel donde se encuentran reunidos los obispos se
barajaba una larga lista de nombres para ocupar ese lugar estratégico. El resto de los
principales cargos se elegirán durante la jornada de hoy, y a medida que se vayan
produciendo las novedades se irá configurando un difícil tablero del que se podrá
delinear cuáles son las opciones del Episcopado para los próximos años.
Las miradas siguen centradas sobre comisiones clave como la de Pastoral Social, hasta
ahora encabezada por el cardenal Raúl Francisco Primatesta. El cardenal emérito de
Córdoba puede aspirar a la reelección, pero los obispos también manejan otros muchos
nombres para ese cargo, entre los que se cuentan José María Arancedo (Mar del Plata),
Jorge Casaretto (San Isidro) y el actual titular de Cáritas, Rafel Rey, que no puede ser
reelegido en ese puesto.
Precisamente a Cáritas los obispos dedicaron parte de su tiempo de ayer. La idea que se
viene manejando es la de constituir una pequeña comisión -podrían ser tres obispos,
entre los cuales estará el presidente o al menos designar a un vicepresidente para
que acompañe al nuevo titular de la organización benéfica. Parte de la jerarquía
católica estima que al haber crecido las demandas sobre Cáritas en particular por
la situación social, la Iglesia tiene que dedicar mayor tiempo y esfuerzos a este
organismo de solidaridad, tarea que desborda a un solo obispo.
Otra de las comisiones clave será la de Educación, por la importancia que la Iglesia le
asigna al tema, pero también por los intereses que tiene allí depositados. Si no ocupara
otra posición de mayor importancia dentro de la nueva composición, Emilio Bianchi di
Cárcano sería para muchos una persona ideal para ese puesto, dado que ha seguido de
cerca el tema de la educación, ha sido uno de los voceros de la Iglesia en la materia y
tiene fluidas relaciones con el campo profesional y político que está vinculado con la
materia.
Para la Comisión de Fe y Cultura, que normalmente tiene una gran influencia en la
redacción de las posiciones doctrinales de la jerarquía eclesiástica, los obispos
podrían elegir al arzobispo coadjutor de La Plata, Héctor Aguer, quien antes fuera
auxiliar de Buenos Aires, y es dentro del Episcopado uno de los hombres con perfil más
conservador. Tampoco se descarta que Bianchi di Cárcano aparezca como una alternativa
para esta posición porque es uno de los teólogos más reconocidos por sus pares. Aunque
los obispos guardan silencio sobre sus preferencias en San Miguel, hay danza de nombres
tanto en los pasillos de la Casa María Auxiliadora como entre los periodistas que siguen
la asamblea. Casi todosaseguran que Carmelo Giaquinta, arzobispo de Resistencia,
continuará por un período más al frente del Consejo de Asuntos Económicos. Hoy, o a
más tardar mañana, quedará despejada la incógnita de los nombres, pero el contacto con
la prensa de las nuevas autoridades sólo se produciría el sábado, al término de las
deliberaciones.
OPINION
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