Por Susana Viau Ayer, mientras se
encontraba realizando trámites en los Tribunales, fue apresado Benito Jaime Lucini, socio
y tío del prófugo Raúl Juan Pedro Moneta. La Cámara Federal de Mendoza había resuelto
poco antes revocar la eximición de prisión que beneficiaba hasta ahora tanto a Benito
Jaime Lucini como a su hijo Pablo, ambos directivos de los caídos bancos Mendoza y
República. Lucini era, asimismo, miembro del directorio de Telefónica, socio de Moneta y
del Citibank en el CEI, uno de los mayores holdings del mundo de las comunicaciones en la
Argentina. Fue una pura casualidad -dijo a Página/12 el juez federal Luis Leiva,
quien instruye la causa en la que Moneta y los Lucini se encuentran involucrados. La
Cámara acababa de hacerme llegar la revocatoria, y yo lo había visto a Lucini en el
pasillo del tribunal, así que de inmediato di la orden de detención, la policía
efectivizó la captura y fue trasladado a la U. 32. La medida de los magistrados
mendocinos estrecha el margen de maniobra y oscurece el futuro del banquero dilecto de la
administración menemista.La U. 32 es sólo una celda ubicada en el subsuelo de los
Tribunales Federales de Mendoza y la única dependencia para alojamiento de presos con que
cuenta la Policía Federal en la provincia. La modificación de la situación de los
Lucini se produjo cuando la Cámara de Apelaciones de la provincia recibió la respuesta
que, desde hacía meses, aguardaba del Juzgado Federal Nº 10 de la capital: cuáles eran
los cargos que el titular de ese tribunal, Gustavo Literas, imputaba a los Lucini. La
contestación llegó recién la semana pasada: asociación ilícita y defraudación. En
Mendoza, padre e hijo se encuentran investigados por subversión económica.
La Cámara dijo Leiva entendió que con ese concurso delictivo
correspondía revocar la eximición de prisión. Lo que Leiva no aclaró, pero este
diario conoció de fuentes judiciales de Comodoro Py, fue que, en realidad, el juez
Literas jamás envió la respuesta que los mendocinos aguardaban. Para que éstos pudieran
encontrarse con la documentación requerida debió mediar, otra vez, la casualidad. La
última solicitud había sido presentada la semana anterior, pero Literas se encontraba
con licencia y lo subrogaba Adolfo Bagnasco, quien no tuvo inconvenientes en acceder a la
petición y concretar el envío. La reticencia de Literas reconoce, como una de las
posibles razones, el forcejeo que mantiene con el magistrado mendocino para saber cuál de
los dos instruirá la causa que mantiene clandestino al banquero más estimado del
menemismo. El tironeo, al que se han sumado las respectivas Cámaras, pone la cuestión de
competencia camino de la Corte Suprema, que deberá dirimir el conflicto, aunque antes el
tema deba pasar, necesariamente, por la instancia de la casación.Moneta se encuentra con
pedido de captura nacional e internacional librado por el juez Leiva, pero Literas
que en verdad pesquisa una antigua denuncia contra el Banco Central le había
dictado la eximición de prisión con una fianza auténticamente exigua para un financista
que exhibe el récord de haberse llevado por delante tres bancos, dos de ellos saneados, a
costa de casi 1400 millones de pesos, apenas dos años antes. La suma fue fijada en 100
mil pesos, la mitad de lo que debió pagar Daniel Lalín para salir de la cárcel a la que
había sido enviado por la quiebra del Racing Club. Es más, abusando de la tolerancia
judicial, fue un socio de Moneta en otros negocios, el abogado Alberto Petracchi, quien
depositó el dinero en una escribanía, contra lo prescripto por el Código Procesal
Penal, donde se establece que debe ser el beneficiado por la medida quien haga
personalmente el depósito.Jaime y Pablo Lucini son tío y primo de Moneta,
respectivamente. El primero fue designado presidente del Banco Mendoza nombre que
adquirió la entidad luego de la fusión de los dos bancos de la provincia y Moneta
ostentaba el cargo de vicepresidente del directorio. En el Banco República los roles se
invertían: Moneta ocupaba la presidencia, secundado por sutío Jaime Benito, en calidad
de vice. Pablo Lucini integraba ambos directorios. La medida revocada ahora por la Cámara
Federal de Mendoza complica aún más, si cabe, el futuro de Moneta. La suma de los cargos
se extiende también a él, convertiría en inexcarcelable su situación y perdería
cualquier chance el recurso que sus letrados presentaron hace unas semanas ante la Corte
Suprema.
OPINION
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