La
fuerte tendencia de recuperación registrada entre agosto y octubre ha dado paso a una
nueva meseta en la medición de octubre/noviembre, indicando que el sector sigue todavía
en recesión. Esta es la poco gratificante conclusión central del último sondeo de
actividad y opinión del comercio minorista, realizado en los primeros doce días de
noviembre por la Cámara Argentina de Comercio. De todas maneras, aunque se constató una
leve caída en algunos indicadores objetivos (como niveles de venta) y también subjetivos
(previsiones para los próximos meses), la investigación muestra una situación
sensiblemente mejor que la registrada en agosto. En el pesimismo de las previsiones
pudo pesar supone la CAC la estacionalidad. La encuesta, cuyo responsable es
Gastón Wainstein y fue procesada por Martín Di Meola, se efectuó a propietarios o
gerentes de comercios de 45 actividades representativas en 21 conglomerados urbanos, desde
Salta a Tierra del Fuego, arrojó los siguientes resultados:u El 54 por ciento de los
comerciantes relevados manifestó estar peor o mucho peor que en 1998. Las situaciones
más desfavorables se registraron en Corrientes, La Banda, Santa Fe y en Capital y
Conurbano.u El 34,2 por ciento de los comerciantes afirmó que el nivel de ventas de
octubre fue peor o mucho peor que el de septiembre, pero el 47,8 por ciento dijo que
vendió lo mismo, y para un 18,1 por ciento las ventas incluso subieron.u El 12,1 por
ciento de los comerciantes redujo su plantilla de personal en octubre, mientras que el
82,8 por ciento la mantuvo igual. Respecto de lo detectado en septiembre, se acentuó el
porcentaje de reducción de personal, que subió de 7,5 a los señalados 12,1 puntos. A su
vez, descendió notablemente la rotación de dependientes, al caer de 13,2 por ciento en
septiembre a 2,4 en octubre.u En el nivel de cobranzas no predominaron las variantes. Dos
de cada tres encuestados (65,6 por ciento) respondieron igual, pero para un
27,1 por ciento la situación desmejoró.u En promedio, el 47,5 por ciento prevé estar
igual en los próximos tres meses, y quienes vaticinan mejores o peores tiempos se
reparten parejamente.u La carga administrativa que sufre el comercio pequeño y mediano
representa para éste el 54 por ciento del problema a la hora de pagar los impuestos. Más
aún: el 68,6 por ciento de los consultados reconoció en esta causa más de la mitad del
costo fiscal total, lo que implicaría que el costo oculto que supone el cumplimiento
tributario es aún más trascendente que la propia carga impositiva que enfrentan las
empresas.u El 53,6 por ciento de los comerciantes interrogados estimó que los derechos
del consumidor están en la Argentina mal o muy mal defendidos, mientras que el 41,9 por
ciento consideró que se encuentran protegidos discretamente. Sólo el 4,4 por ciento los
juzgó bien o muy bien resguardados. La última pregunta, referida a las expectativas para
los tres próximos meses respecto de la actividad económica nacional, capta una
sensación térmica de estabilidad. Un 59,0 por ciento de los interrogados aguarda que la
situación permanecerá igual, aunque también se detecta cierto enfriamiento, ya que la
espera de una mejoría se debilitó: en setiembre los esperanzados cubrían un 23,5 por
ciento de la muestra, mientras que en octubre sólo abarcó un 16,3.
El Centro de Ingenieros teme un desvio de fondos
Obras provinciales en peligro
El Centro
Argentino de Ingenieros mira con gran desconfianza un proyecto de ley, que ya votó
Diputados y se apresta a tratar el Senado, que permitiría que los recursos que integran
el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional, constituido con la venta de las
acciones del Banco Hipotecario y destinado a la construcción de obras en distintas
provincias sean desviados para otros fines, como subsidios de dudoso reintegro. Los
valores acordados para obras en construcción al 31 de octubre pasado sumaban $ 271
millones, con desembolsos por avance de obras de 130 millones, por lo que a esa fecha
existirían recursos aún no aplicados según datos del Fondo por 141
millones, necesarios para afrontar el pago de los certificados en los próximos meses. Si
el dinero fuese destinado a otros fines, las obras se verían seriamente afectadas, según
advierte el CAI.En la maratónica sesión de Diputados del 24 de noviembre se aprobó el
referido proyecto de ley, que modifica el artículo 10 de la ley 24.855, disponiendo que
los recursos del Fondo que temporariamente no se hallasen asignados a los fines previstos
podrán ser transitoriamente destinados a atender subsidios otorgados a organizaciones no
gubernamentales, cuyo objeto fuese la realización de obras de promoción y asistencia
social para sectores de escasos recursos; a municipios o comunas u otros organismos
gubernamentales para la realización de obras de igual naturaleza, y a personas físicas
en carácter de ayuda social, según indicación que al efecto formule la Secretaría de
Desarrollo Social, pudiendo además disponerlos para invertir en títulos públicos, tanto
nacionales como provinciales, previamente calificados.Además, se propone reintegrar esos
recursos al Fondo de Infraestructura con el remanente de las utilidades líquidas y
realizadas luego de satisfechas otras aplicaciones de la Lotería Nacional, lo
cual, según asegura Moisés Resnick Brenner, del CAI, es de imposible
cumplimiento. Según este vocero, lo más grave es que el proyecto de ley aprobado
por Diputados impide, al no derogar el decreto 598/90, el reintegro al Fondo, ya que el
punto d) de ese decreto dispone que el remanente íntegro se vuelque a obras de promoción
y asistencia social, transfiriéndose a una cuenta especial del Ministerio de Salud y
Acción Social.
SUBRAYADO
Por Julio Nudler
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