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Por Laura Vales Jura que no piensa en candidaturas, aunque sólo porque no quiere hacer planes antes de tiempo. Y que ni siquiera se le cruzó la posibilidad de tramitar el cambio de domicilio --de La Matanza a la Capital-- con vistas a integrar la fórmula para las elecciones para el Gobierno de Buenos Aires, secundando a Aníbal Ibarra. Después de la derrota en La Matanza, y a punto de ocupar la Secretaría de Promoción Social del Gobierno porteño, Lidia Satragno --Pinky-- calificó su flamante cargo como el lugar que quiso ocupar "toda la vida" y anticipa que centrará su gestión en generar programas para las mujeres desprotegidas de la Capital. --¿La designación es un premio consuelo por la derrota del 24 de octubre? --Si fuera así, a partir de hoy voy a vivir desconsolada. Para mí, el ofrecimiento de Enrique Olivera fue la mejor sorpresa que recibí en mucho tiempo. --Usted va a manejar un Presupuesto de más de 100 millones de dólares; ¿a qué áreas va a destinar especial atención? --La idea es crear un centro de protección total para las mujeres; la Secretaría ya trabaja con el tema de las jefas de hogar y está atendiendo a la mujer golpeada, pero quiero corporizar todo --también los hogares para madres adolescentes y los que atienden casos de violencia-- en un solo lugar para proteger a las mujeres de todas las angustias que se les presenten. Hay un gran problema con las madres abandonadas, que viven una realidad que comprobé en La Matanza y que aquí se repite: mamás con seis, siete o diez hijos que están solas porque el marido se quedó sin trabajo y un día se fue, desesperado por no poder llevar el pan a su casa. La Secretaría está funcionando bien y tiene buenos planes en marcha; lo que vamos a hacer es reforzarlos para darles la mayor eficiencia posible. --¿De qué manera? --En principio con un poco más de fondos para esa área; el Presupuesto para el año que viene se está discutiendo y voy a intentar conseguir un poco más de dinero para el tema. Y también para dar a los planes de acción social mayor difusión, porque a veces la gente no conoce lo que está en marcha y por eso no los utiliza. --¿Ya tiene equipos de trabajo? --Los que preparé para La Matanza, a los que el propio Olivera contribuyó a formar. Me siento en deuda con él porque gente muy importante de su equipo colaboró conmigo en el diseño de planes para La Matanza, a la que no pienso abandonar. --¿No va a hacer el cambio de domicilio a la Capital? --No. --¿No? Su nombre es uno de los que se barajan para secundar a Aníbal Ibarra en las elecciones para el Gobierno porteño... --Para nada; en lo único que pienso es en la Secretaría, en cómo hacer para que funcione lo mejor posible y en cómo agregarle cosas nuevas que sirvan a la gente. Lo único que me interesa ahora es el pueblo postergado de la ciudad de Buenos Aires. --¿No recibió ningún ofrecimiento en ese sentido? --No se habló ni nadie lo ha dicho. --¿Le gustaría integrar la fórmula con Ibarra? --No lo tomo en cuenta. Hoy tengo este rol y creo que las cosas deben hacerse de a una, tratando de que salgan lo mejor posible. De ese futuro, ni me pregunte. Por ahora no me permito pensar en ninguna otra cosa que en qué hacer desde la Secretaría.
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