Por Cristian Alarcón Esta noche Buenos
Aires tendrá la ansiedad de un adolescente a punto de iniciarse y la conformidad de una
familia bien constituida y con el control remoto en la mano para seguir los festejos en
otras latitudes. Sin uno solo de los grandes festejos promocionados durante el año, bajo
todo tipo de precauciones por un posible colapso energético, con fuegos artificiales
dispersos por 16 plazas para evitar masas de porteños enfiestados, el año nuevo será
como siempre, una suma de ceremonias domésticas. Por lo demás, una fiesta para
privilegiados en Ushuauaia, un par de muñecos ardiendo, un tren del milenio rumbo a Mar
del Plata, las madres en la Plaza, el baile de La Tribu en Lambaré, muchos cortes de
cuadras como los de antes y los corchos asesinos de siempre. Cuando la luna del 2000 ruede
por Callao sonarán las sirenas de los edificios públicos y las viejas campanas del
microcentro. Quizá hasta se sume el ulular de los 295 patrulleros que recorrerán las
calles del futuro, o los más agudos pitidos de las 196 motos de los Chips porteños. El
operativo de seguridad organizado por el Gobierno estará en plena marcha y la primera
media hora será una serie de chequeos y recontrachequeos de todo tipo de equipos, desde
bancos a hospitales. A esa altura ya se sabrá el resultado del amenazador Y2K en el resto
del mundo. Y los encargados de encender los fuegos de artificio estatales y
descentralizados estarán listos para la sesión de estallidos programados en 14 plazas de
la Capital para las 0.30 (ver aparte). En la Boca, a la pirotecnia oficial se le sumará
la quema de un muñeco gigante, una especie de Rey Momo adelantado, que espera su fuego
fatuo en la Plaza Malvinas Argentinas. Mientras la creación del grupo Catalinas arda, el
grupo presentará una escena alusiva y de fondo se verán los artificios lanzados desde
Casa Amarilla, en almirante Brown y Espinoza. Una escena similar se repite hace décadas
en los años nuevos de La Plata, donde el barrio de La Loma le pelea los triunfos al
famoso y prostibulario Mondongo en materia de muñecos hechos fuego. La gente de Parque
Patricios tiene uno propio que será inmolado a la misma hora en el parque, tras lo cual
empezará el baile al ritmo de la murga Pasión Quemera. Lo de los bailes populares tiene
sus bemoles. Ayer, en el Ejecutivo se insistió en la consigna acuñada por el jefe de
Gobierno Enrique Olivera: Baja concentración y mínimos desplazamientos. Esto
significa que no vale ir de fiesta en fiesta y que por instrucciones de la Policía
Federal el Gobierno no quiere más de dos mil personas juntas. Aún así, en La Boca se
esperan más de tres mil, según calculan en el CGP de la zona. Seguramente será aún
mayor el número de los que la pasen en la Plaza de Mayo esperando el milenio y el final
de la Marcha de la Resistencia (ver página 6). O la tradicional convocatoria de Radio La
Tribu, que saca los parlantes a la calle Lambaré, entre Sarmiento y Perón. Suspendida la
mega fiesta dance (en la que tocará el dúo electrónico Deep Dish) hasta mañana por la
noche en Puerto Madero, la cita más moderna es en la confitería La Ideal, sobre
Suipacha, donde se reeditan en una versión de 24 horas las veladas que este año se
sucedieron en el reducto, con un mix de DJs, comidas étnicas y proyecciones. Luego, en
cada gran hotel de la ciudad hay una fiesta alegórica y hasta ayer el 90 por ciento de
las plazas estaban cubiertas. Los clientes se dividen entre los exquisitos, los turistas y
los fóbicos que le temen al Y2K y buscan un lugar seguro, que no se quede a oscuras y con
esa particular garantía que pueden dar durante las guerras sólo los mejores cinco
estrellas. En una ciudad con su diversidad limada por lo familiar y las ceremonias
domésticas, lejos de los eventos de multitudes que se envidiarán por TV a través de una
transmisión suerte de columna vertebral de los festejos, el 2000 se verá aplacado por
las paranoias a las que obliga y acostumbra el subdesarrollo. Algún que otro combate en
reivindicación de la fiesta y contra la moderación por decreto se da en los cientos de
cortes de calle pedidos por grupos de vecinos. Fue un pensamiento de uno que
corrió, sintetiza Margarita Walsh y recuerda la costumbre de los carnavales en los
cincuenta en esa cuadra de Cachimayo entre Tejedor y Estrada, en Parque Chacabuco.
Decoraron los árboles con luces, consiguieron el equipo que reemplaza al combinado y
media hora antes de las doce sacarán las mesas de dulces a la calle. Apenas terminado el
brindis, se larga el baile. Sólo al comienzo serán unos 500. Después irán llegando los
amigos. Ya verán en caso de Y2K si apelan a la batucada de ollas o la guitarra fogonera.
Eso sí: no piensan ir a la cama temprano, justo ahora que puede estallar el planeta.
14 grandes festejos 14 Media hora después de la medianoche, habrá fuegos artificiales y
música, con la organización de los Centros de Gestión y Participación, en:
Avenida
Belgrano y 9 de Julio.
Plaza Mitre,
en Las Heras y Pueyrredon.
Plaza
Miserere, en Once.
Casa Amarilla,
en La Boca.
Parque de los
Patricios.
Parque
Centenario.
Parque
Chacabuco.
Plaza Unidad
Latinoamericana, en Medrano y El Salvador.
Iglesia de
Pompeya, sobre la avenida Sáenz.
Parque
Indoamericano, en Escalada y Castañares.
Plaza ex
Salaberri,en Juan Bautista Alberdi 6300.
Plaza Esteban
Echeverría.
Plaza El
Salvador, en Monroe y Cazadores.
Plaza Mafalda,
en Conde y Concepción Arenal.
Nac & Pop
Esta vez las galas quedaron para el interior. En Ushuauaia
será el festejo central, no ya del país, sino del sur del continente. A la consolidada
idea europea de que Argentina es pura Patagonia, se le suma este recorte for export que es
bien preciado por el turismo internacional. Cien mil personas llegadas de todos los
rincones del globo y el país llenan hasta el último de los albergues fueguinos
preparados para la fiesta que habrá al aire libre y con la cordillera de fondo en el
centro de la ciudad. Allí, Julio Bocca y Eleonora Cassano bailarán un tango que saldrá
en directo para 54 países y que marchará junto a un mensaje del presidente Fernando De
la Rúa, presente junto a su familia en el palco oficial del evento. Equilibrando el
paisaje austral, desde las Cataratas del Iguazú Mercedes Sosa y un coro de 120 chicos
cantarán Niños del 2000, un tema compuesto especialmente por Alejandro
Lerner. Todo en directo. En el Perito Moreno, las notas saldrán de una sinfónica, un
coro y el teclado de Lito Vitale. En el Cerro Uritorco habrá una rave electrónica
mirando la tierra de los marcianos argentinos entre agua mineral, dance y natura. Lo que
se viene monumental es la fiesta en Mar del Plata. Unas 300 mil personas podrán ver 20
minutos de fuegos artificiales a lo largo de la costa. Desde las dos de la mañana, la
Bristol, Varese y La Perla, iluminadas especialmente, serán enormes pistas para bailar la
música de lo que llaman la transmisión del milenio, una cadena integrada por
todas las radios de la ciudad. Y el 1º a las 21 se inaugura la fuente de aguas danzantes
en la manzana del milenio, frente al Casino Central. Con música compuesta
para la ocasión y un espectáculo de rayos láser, se hará el primer corte de cintas del
milenio. |
OPINION
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