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Por Alfredo Zaiat

De la cabeza

Será porque recibieron tantos golpes que quieren ser optimistas. Los financistas esperan el ’99 con moderado entusiasmo.

Puede ser por las burbujas del champagne que los dejó mareados y felices. O porque las fiestas de fin de año los motivan a estar entusiasmados. O debido a que pudieron llegar a tirar una cañita voladora después de haber padecido uno de los peores años bursátiles de mucho tiempo. Más allá de las motivaciones que puedan tener, lo cierto es que los financistas miran con moderado optimismo las perspectivas de 1999. Tampoco es para exagerar ni para pensar que están de la cabeza. Apenas están un poco más esperanzados para transitar el recinto sin recibir tantos golpes en sus bolsillos.

Con miras al próximo año, los corredores señalan dos factores relevantes a tener en cuenta:

1 La suerte que tendrá Brasil en su programa de estabilización económica para alejar el fantasma de una nueva corrida cambiaria. En este punto será clave la fuerza que tenga Fernando Henrique Cardoso para lograr la aprobación de las reformas pendientes del paquete acordado con el Fondo Monetario. Y no será menos importante la capacidad que tenga el gobierno para bajar la tasa de interés sin sufrir fuga de reservas.

2 La dinámica que asuma la transición política en Argentina. La candidatura de Fernando de la Rúa por la Alianza tranquiliza a los financistas ya que, en caso de ser gobierno, no habrá cambios en las bases del modelo. Del peronismo no los altera nada, incluso la posibilidad de que se instale el debate por una nueva reelección de Carlos Menem. La semana pasada, luego del triunfo del PJ en Córdoba, ese tema volvió con fuerza al mundo político y la city ni se inmutó.

Para prever el desarrollo de los negocios en el recinto, los operadores señalan también que hay otros factores, aunque éstos tienen que ver con la evolución de la situación internacional y, fundamentalmente, de la economía de Estados Unidos.

1El riesgo a un derrumbe del Dow Jones, el índice de principales acciones industriales de la Bolsa de Nueva York, tiene en alerta a los brokers. La mayoría de los analistas de los bancos de inversión coincide con que los valores de las acciones norteamericanas están inflados. Y que no habría que descartar la explosión de esa burbuja. En ese caso, el resto de los mercados de la región serían arrastrados en ese mismo alúd.

2 Existe consenso de que la Reserva Federal (banca central estadounidense) seguirá bajando la tasa de interés de corto plazo, pero no en la forma agresiva en que lo hizo en los últimos meses del año. La expectativa que tienen los financistas es que Alan Greenspan, titular de la FED, aplique algunos ajustes bajistas más durante el año para alejar definitivamente el peligro de una recesión mundial.

3 Si la situación económica mundial no empeora, y los pronósticos son que no se profundizará la crisis, el precios de los commodities ya habría alcanzado un piso. De ese frente, entonces, sólo vendrían buenas noticias, que para las empresas y economía argentina serán para sumar.

Con ese panorama, los corredores esperan con confianza el año bursátil del ’99. Sin la expectativa de vivir un boom, pero al menos para hacer pequeñas diferencias en la rueda para seguir viviendo y sin arrastrar el miedo a un crac.


Me juego

Marcelo Cimini,
analista del
Merchant Bankers Asociados (MBA)

Mercados. Se aproximan semanas tranquilas. Por los menos hasta mediados de enero, cuando se inicien las sesiones extraordinarias en el Congreso brasileño. A partir de ese momento, los financistas volverán a mirar con lupa a Brasil. El país vecino sigue siendo un gran signo de interrogación y los inversores ya se llevaron varios sustos después de que Fernando Henrique Cardoso acordara el plan de ajuste con el Fondo Monetario. Por eso, recién dentro de tres semanas, cuando el Congreso reinicie la actividad, los inversores tendrán una idea de la suerte que corra el ajuste fiscal. Tal como sucedió hace unas semanas, el mercado se moverá de acuerdo a las noticias que lleguen desde Brasil.

Brasil. Cardoso se está jugando a que el paquete fiscal se apruebe en el Parlamento hacia mediados de año. En ese caso, confía en que se dé una baja de tasas. Igualmente, si este escenario se confirma, Brasil estará obligado a tomar medidas estructurales, avanzar con las privatizaciones. Los inversores tienen en claro que hasta ahora se han tomado medidas paliativas de corto plazo para superar el momento. Y que Cardoso está obligado a enviar nuevas señales hacia mediados de junio.

Burbuja. Es lo que más me preocupa. Los precios de los activos estadounidenses están muy inflados. En algún momento van a tener que ajustarse a la realidad de la economía mundial, que va a desacelerarse durante el próximo año. La duda que surge es la manera en que el mercado accionario de Estados Unidos va a descomprimir esta situación: el ajuste puede llegar vía una caída repentina de los precios o bien a través de un estancamiento en los valores actuales durante todo el ’99. Creo que esa segunda alternativa es la que finalmente se verá.

Recomendación. Buscar acciones cuyos valores han caído injustificadamente, que ya estén en un piso y que es difícil imaginarse en un nuevo tobogán. Cresud, la limonera San Miguel y los bancos Bansud y Suquía son buenos ejemplos de papeles cuyas cotizaciones se encuentran muy por debajo de sus respectivos precios libro. En el caso de los bonos, me inclino por el Global 2017.