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Pese
al alza persisten los miedos en la city
Compras de ocasión
Las acciones y bonos recuperaron posiciones luego de
haber tocado
valores mínimos. De todos modos, los brokers mantienen la prudencia.
Aumentó el riesgo de que más empresas anuncien su cesación
de pagos.
Por Claudio Zlotnik
Por Claudio Zlotnik@Los financistas no se hacen ilusiones
pese a la suba de las últimas dos semanas. Para los inversores,
el repunte de las cotizaciones no tiene su origen en un cambio de expectativas
sobre la evolución de la economía. Más bien evalúan
el avance de los papeles como un reacomodamiento de los precios luego
de una depresión profunda. Incluso aquellos que se manifiestan
más optimistas reciben diariamente informes que terminan por desalentarlos.
Por caso, la última semana la calificadora de riesgo DCR Duff &
Phelps distribuyó un trabajo que alarmó a los operadores:
la capacidad financiera de las empresas que emitieron Obligaciones Negociables
(títulos de deuda) muestra un inquietante deterioro. La agencia
advierte, entonces, que se ha incrementado la probabilidad de que se repitan
otras cesaciones de pagos de empresas líderes. Un índice
trimestral de esa agencia evaluadora, elaborado en base a los balances
y que mide la capacidad de pago de las empresas, se sitúa en el
peor nivel desde el Tequila. Y la perspectiva de DCR Duff & Phelps
es que ese indicador siga empeorando alimentando una espiral recesiva
de serias consecuencias.
Hidroeléctrica Piedra del Aguila, el grupo mendocino Supercanal
y Sociedad Comercial del Plata, por citar tres casos importantes, se vieron
forzadas a suspender los pagos de sus deudas. Pero la lista podría
engrosarse. De hecho, en forma silenciosa y en la más estricta
reserva, varias compañías forman filas en los bancos para
negociar la refinanciación de sus pasivos ante las dificultades
que tienen para cumplir con los vencimientos de sus ON.
En la city coinciden en el siguiente diagnóstico: de persistir
la caída de la economía, las empresas más frágiles
correrán el riesgo de sucumbir. Incluso las compañías
más solventes están tomando los máximos recaudos
financieros para no quedar descolocadas ante un panorama incierto. En
ese sentido, además de postergar inversiones pautadas durante la
época de bonanza, los empresarios prefieren mantenerse con la mayor
liquidez posible, evitando la acumulación de stocks, por ejemplo.
En este contexto los brokers hacen el juego de tocar e irse: no apuestan
al largo plazo con papeles argentinos. El retroceso de las acciones fue
tan violento en los últimos dos meses tras el efímero
efecto venta de YPF que los precios habían quedado muy retrasados.
Pero, en un marco de contracción económica e incertidumbre
por el futuro de la convertibilidad, los financistas mantienen la prudencia.
Shock de confianza es el latiguillo más repetido por
los corredores, quienes creen que de esa forma se revitalizaría
en forma sostenida el mercado.
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