Pezones
Cardozo y sus ilustres invitados
Los
Tetas
Cristian
Vitale
Pese
a ser una banda nueva, Pezones Cardozo cuenta con un handicap que los
ayuda a escapar del anonimato: en su primer trabajo, Saliendo Despacio,
cantan en carácter de invitados y amigos, Chizzo y Cucho, dos
grandes exponentes del rock argentino y popular. A Gustavo (Chizzo)
lo conozco del barrio. Lo llamé para cantar y se copó.
Apareció en la sala sin drama, es un tipo muy simple, cuenta
el baterista Claudio Calderón. Con Cucho la historia es similar.
Claudio fue plomo de Los Auténticos en los comienzos
por lo que los une un buen feeling afectivo. Además,
Martín La Mosca Lorenzo, otro auténtico, es el productor
artístico del cd.
Pezones, hoy septeto, hace base en Lugano. Su historia se remonta a
junio de 1996 cuando era un power trío. Luego la música
del grupo fue evolucionando hacia una mezcla de ritmos disímiles.
En Saliendo Despacio, hay de todo un poco: candombe, folk, ritmos latinos
y cierto aire piazzolesco. El nombre, llamativo por cierto, data de
una noche de borrachera y gran comilona: estábamos medio
en pedo y mirando MTV. En eso aparece una mina en remera y sin corpiño,
cantando. Se le notaban los pezones bien nítidos. Yo salté
y dije, ésta es Pezones Cardozo, en vez de carnosos. Por supuesto,
todos murieron de risa y la anécdota se repitió hasta
convertirse en el nombre de la banda.
Pezones Cardozo toca el sábado en Coco
Baiano (Balcarce 958), a las 24.
Crónica
del Congreso Nacional de H.I.J.O.S.
A
nuestros
viejos
RAQUEL ROBLES
Chaco,
IV Congreso Nacional de H.I.J.O.S., octubre de 1999. Desde aquel octubre
del 95 en el que acordamos nuestros lineamientos básicos
hasta este encuentro, donde las únicas cámaras que disparan
son las nuestras y ya no hay periodistas documentalistas deseosos de
registrar paso a paso cada momento, muchas cosas han cambiado y muchas
siguen intactas. Algunos somos cinco años más viejos,
han nacido niños en este tiempo, se han formado parejas y se
han deshecho, hemos crecido en nuestra forma de pensar, en nuestra forma
de sentir, en la manera de hacer política. Y parte de ese crecimiento
es este estar siempre queriendo más. Durante tres días
discutimos cómo hacer para profundizar los escraches, este invento
nuestro que tanta satisfacciones nos ha dado, y que ya no es nuestro
sino de todos. Cómo hacer para que sean aún más
efectivos, más dinámicos, más participativos. Porque
así somos, siempre andamos queriendo más. Entre olor a
repelente y mosquitos que trataban de atravesar toda valla, los Hijos
de todo el país y también de Chile, Madrid, Barcelona
y París, compartimos experiencias, planificamos el año
y nos rompimos el coco para tratar de resolver los problemas de comunicación
que provocan las distancias y la falta de recursos. Después,
bien temprano el lunes, marchamos hacia el escrache a José Ruiz
Palacios, gobernador de Chaco durante la dictadura, responsable de miles
de secuestros, torturas y asesinatos y, como ejemplo clarísimo
de la impunidad, actual diputado de la Nación. Cantamos hasta
dejar las gargantas en los cantos. Los vecinos nos traen agua y nos
acompañan. No quedó nadie sin enterarse: misión
cumplida. Después asado, abrazos, subirse a los micros y volver
cada uno a su lugar. Con el corazón más delicado, con
la certeza de estar construyendo historia, sabiendo que nuestros viejos
y sus compañeros estarían felices de saber que estamos
juntos, que somos rebeldes, que no nos conformamos con esta realidad
que nos toca, y que ni siquiera nos conformamos con nuestros propios
logros: siempre queremos más. Cuando logremos todo lo que queremos
(quién duda que el presente es lucha pero el futuro es nuestro),
aún así seguiremos queriendo más.
En la Plaza de Mayo no se puede
El
recital
que no fue
P.P.
Era
sábado a la tarde en Plaza de Mayo y un flete cargado de instrumentos
y equipos estacionó sobre Hipólito Yrigoyen. Ahí,
El Sepulcro Punk pensaba llegar, improvisar un escenario y tocar un
show mínimo, eléctrico y rabioso. Cuando la camioneta
llegó a la plaza, dos policías de la comisaría
2» la interceptaron y el fletero algo inocente él
le dijo que traía los equipos para un recital. Uno de los policías
resopló una risita. ¿Tenés permiso?,
le preguntó. Los músicos pedían explicaciones.
La discusión se trasladó a la plaza, a unos metros de
la Pirámide de Mayo (la foto que ilustra estas líneas
corresponde a esa escena).
¿Por qué no podemos tocar? preguntó
Batra, cantante de El Sepulcro Punk y gestor de este ciclo de recitales
callejeros que hubiera culminado con el del sábado.
Porque no tienen permiso contestó un policía.
Acá no se puede, flaco. Esto es monumento histórico nacional.
Mirá la gente... Si querés andá a quejarte al gobierno
de la ciudad.
Pero nosotros lo único que queremos es tocar, es un hecho
artístico. ¿No me puedo expresar libremente?
Te podés expresar.
Vamos a tocar igual. Vamos a bajar los equipos y tocar igual -intervino
Gustavo, cantante de Responsables No Inscriptos y partícipe de
la movida.
Hacé lo que quieras, padre. Ya estás advertido.
Después hablaremos en otros términos.
Mientras hablaban y más punks y policías se acercaban,
y una chica sacaba fotos y un agente le preguntaba de qué
medio era, alguno de los policías avisó por
handy a un Fiat Regatta blanco de la SIDE que custodiaba la plaza.
Los del Servicio de Inteligencia pararon el flete (que se había
alejado unas cuadras), le pidieron al conductor algún papel que
no tenía, y le incautaron la camioneta, con equipos y todo. Los
músicos estaban buscando una manera de tocar sin avivar
a los ratis cuando les cayó la noticia. Los que se habían
juntado unos cien en ese momento caminaron hasta la esquina
de Avenida de Mayo y Florida y se sentaron sobre el escenario que se
había montado para los festejos del 12 de octubre. Ya estaba
atardeciendo. Batra fue a la comisaría a buscar las cosas, pero
el trámite demoró más de la cuenta. Cuando volvió
era de noche y casi todos se habían ido. Se sentía frustrado
y víctima de la censura. Un chico con remera de los Pistols se
acercó a los músicos y preguntó qué se podía
hacer. No madurar, contestó el cantante de Responsables
No Inscriptos. Eso se puede hacer.