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Jueves 18 de Noviembre de 1999
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EXCLUSIVO: Sergio Rotman habla del “episodio” y promete buenaventura para su banda

El chico de la
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El mal momento ya fue. Sin embargo, el líder de Cienfuegos repasa algunas de las circunstancias que rodearon a su detención y pregunta, con toda lógica: “¿Vos me imaginás a mí haciéndome un pico en Rider’s antes de tocar?”. Por lo demás, el hombre que dejó la banda-gallina de los huevos de oro (LFC) pide “esperemos un año y vemos”. ¿Para qué? Leélo...

PABLO PLOTKIN


A menos que estés gritando un gol, casi nunca es buena noticia que tu foto aparezca en la tapa de Crónica. Sergio Rotman, cantante de Cienfuegos, no cortó en pedacitos a nadie, ni violó a ninguna chica para después abandonar el cadáver en la Ruta 3, ni nada parecido. Tampoco hizo un gol. Hace dos viernes estaba por mear en el baño de Rider’s, un bar rockero metido entre tantos otros (no rockeros) en Palermo, momentos antes de un show, cuando la policía asaltó el lugar, requisó algunas drogas -”un porro, dos tucas y un papel de merca”, detalló Rotman al No– y se llevó detenidas a cinco personas. Al día siguiente, el titular del diario en cuestión vociferaba: DROGAS: CAYO MUSICO DE CHARLY GARCIA (el hombre en cuestión es amigo, no músico de García). Y al lado de una fotito de Rotman ampliaban: “También detuvieron al líder del grupo rockero ‘Cienfuegos’ en Palermo”. La crónica del operativo narraba que al ex Cadillac lo habían sorprendido en el baño, con dos jeringas a mano y una bolsa de diez gramos de cocaína. “Cualquiera que más o menos conoce del tema sabe que si te inyectás un gramo de merca, explotás como un globo con 4 mil litros de helio”, dice él, ya distendido y con su hijito Leroy a upa, en la casa que comparte con Mimi Maura en Vicente López. “Lo que yo le pregunto a todo el mundo es: ¿vos me imaginás a mí haciéndome un pico en Rider’s antes de tocar? Creo que eso lo dejamos para Lou Reed en el año ‘74. Se me achaca una actitud absolutamente lourrediana. Aunque no soy ningún santo, no es lo mío, realmente. Ni siquiera tomo cocaína.”
La razzia ocurrió cuando el lugar todavía estaba cerrado. La policía sacó a Rotman esposado frente al público que esperaba entrar, lo subió a un Falcon sin chapa y lo tuvo detenido durante 14 horas. Ni bien averiguaron los antecedentes, y repasaron los preceptos de la burocracia policial, lo liberaron. “Me encontré envuelto en una situación chota en sí misma, pero a la vez totalmente ilegal”, dice. “Los argentinos no estamos acostumbrados, pero en Estados Unidos la policía no puede pararte y revisarte. Y acá tampoco: no es legal, a menos que te encuentren agachado, con una goma en el brazo y una jeringa en la mano”. El lunes siguiente, Rotman se presentó ante el juez y todo terminó en una indagatoria.
¿Qué te pasó por la cabeza cuando viste tu foto en la tapa del diario?
–Hubo dos sensaciones. La primera fue la risa. Y después se me ocurrió pensar lo frágiles que somos, cómo te pueden bardear sin importarles un carajo. ¿Al flaco que hizo esa nota no le importaba poner cualquier cosa y pensar que estaba bardeando a un artista mal? Eso lo pensé dos días después. De qué forma te pueden arruinar la carrera. Qué pensará el flaco que escribe eso, sabiendo que es mentira, porque ni siquiera estaba pasando la información que reportó la policía. Es una gran suerte para él no haber firmado la nota. Al menos le hubiera preguntado por qué me bardeó a mí y no a Camps, por ejemplo, por qué cerraron el orto cuando acá había gente haciendo las atrocidades que estaban haciendo. Si hubieran pasado la información de un modo más tranquilo, me lo hubiera tomado de otra manera, hasta me hubiera parecido gracioso: “Detienen a rockero en operativo antidrogas”. Pero inventar detalles morbosos... Eso posiblemente sea lo que él quisiera hacer: picarse cocaína en el baño de Rider’s. No se lo aconsejo a nadie. Es un plan malísimo para una noche de viernes. 'Qué hiciste anoche? Nada... estuve en el baño de Rider’s picándome diez gramos de merca.' ¡Qué mal!
Pero Cienfuegos es algo más que este incidente. Hacia el Cosmos, su tercer disco, echó más oscuridad sobre la penumbra de Ns/Nc y reeditó esa capacidad para sacar energía de las tinieblas. El fervor de estar en las sombras, y reír y vivir para gritarlo. O para rockearlo. “Cienfuegos es nuestra versión de una banda de rock”, define el cantante. “Es una banda que puede ponerse distintas ropas con mucha facilidad. Como tenemos una escuela de música larga y buena, en el sentido de que aprendimos del rock pre-noventa (antes de la división de estilos), podemos tocar un montón decosas. Yo puedo tocar el saxo o cantar, Martín (Aloé) toca el bajo a morir y el contrabajo, Fernando (Ricciardi, baterista) toca ska, rock steady súper cool, hardcore.
–¿Dónde están parados en relación con el público? ¿A dónde creés que pueden llegar?
–Digamos que no hacemos un esfuerzo para ser populares. Podríamos haber explotado un montón de circunstancias paralelas al grupo que no explotamos. Un poco porque creemos que esto, de funcionar, va a funcionar en sí mismo. Musicalmente me gustaría pensar que sí, que vamos a ser populares, pero me parece que va a ser más trabajoso de lo que esperaba. Sería un despropósito intentar ser una banda popular y hacer los discos que hacemos. Básicamente hacemos buenos shows en vivo. En ese sentido creo que sí somos un éxito. La apuesta correcta es no apostar. Pienso que por sonido, actitud, canciones y originalidad, podríamos ser una banda popular. Pero dentro de un año hablamos.

Legales
Rotman está pensando si iniciar acciones legales contra Crónica por el tratamiento que le dio a la noticia. Aunque dice no creer en los juicios, sino más bien en la fuerza bruta. “A mí no me arruinaron la vida porque tengo muy claro, en el tema de las drogas, cómo debería suceder: que sean legales las armas e ilegales las drogas es la cosa más ridícula del mundo, va contra cualquier razonamiento. Que sea legal tener una .45 cargada en tu casa, pero no puedas tener una plantita de faso...”.
A pesar de tener clara su postura, a Rotman le molestó ser descripto en una situación tan extrema que no protagonizó, y aprovecha la ocasión para disculparse ante su público: en el caos del momento, no se manejó bien la devolución de entradas. “Mi familia, mis amigos, todo el mundo preguntándome qué estaba haciendo realmente ahí adentro. Y la verdad es que solamente había ido a mear”, cuenta. “En el show del viernes, creo que va a haber una bandera que diga ‘Absuelto’, o ‘Inocente’”.

 

Cienfuegos toca mañana, a medianoche, en Arlequines, Perú 571.