|
El aumento de Impuestos Internos dispuesto en la reforma tributaria está siendo rápidamente trasladado a los consumidores. Cigarrillos, gaseosas, cervezas, agua mineral, naftas, medicina prepaga, transporte de pasajeros y telefonía celular registran o lo harán en las próximas horas incrementos de precios. Hay empresarios que utilizan esta situación como excusa para aumentar los precios en forma indebida, denunció ayer Carlos Alvarez. Le advertimos al Gobierno que no estábamos en condiciones de absorber la suba de impuestos. Pero decidió seguir adelante, retrucó Diego Segura, gerente de Asuntos Empresarios de Nobleza Piccardo. Es la crónica de una pelea anunciada. La Alianza se abroqueló ayer en defensa del paquete fiscal. Y para descargar el costo político que trae aparejado, apeló al argumento de la pesada herencia y de los comerciantes inescrupulosos que ajustan los precios por sobre la suba de gravámenes. Los empresarios, por su parte, evidenciaron su molestia por la mayor carga tributaria y se quejaron de que pretendan endosarles la responsabilidad de los aumentos. Durante semanas, el Gobierno destinó toda su energía política a conseguir la aprobación de la reforma tributaria. Ahora el esfuerzo es otro. Y el resultado más incierto. La Alianza busca no quedarse sola con el conflicto que significa el inmediato traslado a los consumidores del incremento impositivo. El tema fue tratado en extenso ayer por la mañana durante el desayuno de trabajo del Gobierno (ver aparte). Fernando de la Rúa encomendó a ministros y secretarios salir a dar la batalla mediática para atemperar el enojo de la ciudadanía ante los nuevos valores de productos de consumo masivo. El vicepresidente marcó la línea. Aseguró que algunos empresarios se escudan en la suba de Internos para elevar los precios en forma indebida. En un mercado libre como el argentino, cualquier exceso no es responsabilidad del Gobierno, y aquí deberán ser los propios contribuyentes quienes desactiven este mecanismo, absteniéndose de comprar allí donde los precios no guardan relación con las nuevas alícuotas de los impuestos, recomendó, a su vez, el secretario de Programación Macroeconómica, Miguel Bein. El otro eje argumental fue señalar las falencias y dificultades económicas heredadas del menemismo. El único camino que quedaba era éste, consideró el senador Leopoldo Moreau, en referencia a la reforma tributaria. Aunque reconoció que la medida puede crear algún estado de disconformidad, evaluó que la gente le va a dar crédito al gobierno de Fernando de la Rúa, porque sabe que había que hacer un esfuerzo para salir de la crisis heredada del menemismo. El diputado Jesús Rodríguez adujo que la falta de transparencia en el mercado de combustibles explica el incremento de precios en las naftas (ver nota aparte). No existe un mercado transparente añadió y ello implica que cuando descienden los precios mundiales la rebaja no se aprecia en los surtidores. Moreau ensayó una suerte de autocrítica porque el Gobierno haya dejado de lado otras alternativas a la suba de Internos. Personalmente, les hubiera reestablecido el ciento por ciento de aportes patronales a las privatizadas, porque durante años embolsaron ese diferencial, que no estaba previsto en los pliegos de licitación ni en los contratos de concesión, sin que se reflejara una rebaja de tarifas, por lo que les permitió obtener ganancias extraordinarias, sostuvo. Y remarcó: A los argentinos nos cuesta enormes esfuerzos juntar divisas, y cuando las juntamos, tenemos que transferirlas a esas empresas para que las giren al exterior. En esa línea, el senador ofreció una explicación reveladora de por qué el gobierno se abstuvo de cargar con impuestos a las privatizadas. Estas empresas tienen hoy en el mercado internacional gran capacidad para formar opinión, y la sensibilidad de los mercados depende muchísimo de la opinión de estos grupos económicos concentrados, indicó. Por lo tanto, el Gobierno pensó que el costo que se podía pagar por imponerles a lasempresas un esfuerzo impositivo podría ser muchísimo mayor que el beneficio que pudiera traer. Desde el justicialismo, en tanto, se buscó ayer capitalizar en su favor la molestia por la suba de impuestos. El jefe de la bancada de Diputados por esa fuerza, Humberto Roggero, enfatizó que lamentablemente Machinea le mintió a la población cuando minimizó el impacto del impuestazo, cuyas consecuencias ahora sufre la gente. Sin embargo, se manifestó de acuerdo con las denuncias oficiales contra las empresas que aumentaron sus precios por encima del porcentaje de incremento impositivo. Los reflejos de la Alianza son acertados, porque hay especulación y sobreprecios, opinó el legislador, pero pidió que el Gobierno se sincere en cuanto a los verdaderos alcances del impuestazo.
EL IMPACTO DE LA REFORMA IMPOSITIVA EN EL
CONSUMO Las
estaciones de servicio y las góndolas de los supermercados fueron las primeras en
registrar el traslado a precios de los nuevos impuestos votados sobre el filo de 1999. Las
pizarras que exhiben el valor de los combustibles reflejan desde esta semana un ajuste de
10 a 11,5 centavos por litro en el precio de la nafta común. Shell llevó al precio final
del producto el impacto pleno: 9,9 centavos. Repsol YPF le agregó una incidencia
adicional que resultaría del incremento en Ganancias y otros tributos, lo que elevó su
precio en surtidor de 83,7 centavos a 95,2. Además, en algunas estaciones se verificaron
ajustes del uno al 1,3 por ciento en los precios de las naftas súper de bajo octanaje,
que las petroleras negaron que surjan de sus listados de precios sugeridos.
EL GOBIERNO QUIERE APURAR LA LEY DE EMERGENCIA
FISCAL En un
desayuno que mantuvo con todos sus ministros y algunos secretarios de Estado, Fernando de
la Rúa subrayó ayer la necesidad de apurar la ley de emergencia económica, que
incluirá un plan de lucha contra la evasión, reformas al régimen laboral y la
modificación de la Carta Orgánica del Banco Nación. El Presidente explicó que la
iniciativa deberá estar lista en los próximos días, para que el Congreso la apruebe
a más tardar la semana que viene.
|