Desde Dolores
La sensación fue muy clara. Todo comenzaba a resultar demasiado burdo y se decidió
cuidar un poco las formas. Después de que varios testigos claves fueran alegremente
desistidos, aparentemente debido a repentinos cambios de estrategia de los abogados, ayer
el Tribunal debía decidir si el comisario Oscar Caballo Viglianco era
excluido de la lista de testigos. A pesar de que la defensora oficial de Carlos Redruello
lo había desistido el martes, finalmente la Cámara penal compuesta por Raúl Begué,
Susana Darling Yaltone y Jorge Dupuy decidió citar al actual jefe departamental del
conurbano noroeste para hoy a las 9.30 de la mañana. Las graves acusaciones que pesan
sobre Viglianco pueden comprometer seriamente su situación. Según un abogado ligado al
juicio oral, el comisario que actuó en la instrucción bajo el mando de Víctor Fogelman
puede ser imputado por encubrimiento, obstrucción a la
investigación y otros cargos aún más graves. A pesar de la citación a Viglianco,
ayer quedó claro que ni la Cámara ni los abogados muestran demasiado entusiasmo por
interrogar a altos oficiales de la Policía Bonaerense.
Ayer, Adolfo Vitelli y Domingo Lugos se retiraron del Tribunal sin declarar, después de
ser desistidos a último momento. Vitelli es comisario general retirado y fue jefe de la
policía de la provincia de Buenos Aires. Junto con Lugos otrora vicejefe de la
fuerza son los máximos responsables de la aparición en la causa de Carlos
Redruello. El viejo informante policial de Punta Alta intentó desviar la investigación
del caso, apuntando hacia la banda de Pepita La Pistolera. Ayer, cuando se retiraba
tranquilo y aliviado del Tribunal, Vitelli reconoció a Página/12 que sabe de
la próxima iniciación de un juicio contra la Policía Bonaerense por parte de la familia
de José Luis Cabezas. Me parece muy bien que se investigue, para que se conozca la
verdad, respondió el comisario que relevó a Pedro Klodczyck como jefe de la
fuerza, y agregó: así no quedan dudas.
Cada vez más hastiada de la mentira y la liviandad que le achaca al juicio oral, Gladys
Cabezas, la hermana del reportero gráfico asesinado, ya está pensando en el juicio
de Cabezas II, por medio del cual acusará a la Policía Bonaerense. Como se hizo
evidente durante este último tiempo, las diferencias con el abogado que representa a la
familia Cabezas, Alejandro Vecchi, se fueron profundizando aceleradamente. Ayer, la
hermana del reportero gráfico asesinado reconoció a Página/12 que es notorio el
malestar que le provoca el desarrollo del juicio y la actuación de los letrados.
Otro de los presuntos testigos claves de la jornada de ayer, el comisario Carlos
Miniscarco, no tuvo ni siquiera que viajar hasta Dolores. Obviamente, fue desistido. La
defensora oficial Analía Pepi lo descartó porque cree que la situación procesal de su
defendido, Carlos Redruello, mejoró en forma notable con los últimos testigos. Por eso,
y porque no es tarea de la defensa investigar, como explicó ayer con razón, dejó afuera
de la lista de testigos al Vampiro Miniscarco, que trabajó con Fogelman y fue
posteriormente premiado con un ascenso.
La puesta en escena que casi rozó el ridículo en la que se convirtió la
reconstrucción virtual del crimen agregó ayer otro elemento más a la parodia. Con la
voz autorizada de un supuesto experto, que no tenía otro título que uno conseguido por
Internet, la defensa de Gustavo Prellezo intentó demostrar que la versión de los cuatro
miembros de la banda de Los Hornos sobre los hechos acaecidos en la cava es falsa. Varios
abogados cuestionaron con razón la habilidad del perito, un joven experto en
informática. La Cámara resolvió entonces posponer para hoy, a las 16, la realización
de la pericia.
El juicio oral llegó ayer a la última jornada programada inicialmente para las
declaraciones testimoniales. Hoy declararán dos imputados, SergioCamaratta y Aníbal
Luna, ex oficiales de la policía en la costa bonaerense que están acusados como
partícipes necesarios del secuestro y crimen de Cabezas. A lo largo del juicio que
comenzó el martes 14 de diciembre, declararon ante la Cámara penal de Dolores 177
testigos. Muchos menos que los 671 que originalmente estaban convocados a prestar
declaración. El juicio que prometía batir todos los records en cantidad de testigos
finalmente tal vez por las urgencias que rodean a la causa se resolverá antes
de fin de mes.
Informe: Martín Piqué
La prueba cibernética La sala de audiencias se convirtió ayer a la tarde en un viejo cine de
barrio. Abogados, periodistas, policías, familiares y testigos se cruzaban miradas de
sorpresa, guiños llenos de ironía y bromas desubicadas. Por primera vez, se presentaba
como prueba una reconstrucción del crimen realizada por medio de un programa de
computación, que iba a ser proyectada sobre una sábana blanca colgada en la pared.
Cuando estaba todo listo para la función, comenzaron los problemas. El especialista en
informática Gustavo Tenuto no pudo mostrar título habilitante o diploma alguno que
acreditara sus conocimientos. Tengo un certificado que me otorgó Microsoft a
través de Internet, dijo tímidamente. Los querellantes y el defensor de los
horneros cuestionaron la seriedad de la prueba, bautizada con malicia como
telebeam judicial. El defensor de Prellezo acusó el golpe y retrucó:
Yo no vi que los abogados hayan cuestionado al perito que utilizó una varita.
David Lettieri se refería al rabdomante Néstor Vinelli, que con una varita y un alambre
localizó la cámara fotográfica de Cabezas. |
OPINION
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