Proclamándose
un rebelde, Diego Maradona llegó ayer a la Cuba de su admirado Fidel Castro
para someterse a un tratamiento de rehabilitación, vital para su recuperación.
Escogí Cuba por la dignidad de los cubanos. Confío en la medicina cubana y sé que
me curarán, dijo el astro, visiblemente más gordo e hinchado, con voz pastosa y
poco clara, al llegar al aeropuerto José Martí de La Habana. Maradona estaba
acompañado por su esposa Claudia Villafañe, sus padres, su manager Guillermo Coppola, su
médico personal Alfredo Cahe, el cardiólogo Mario Schiter y el neurólogo Raúl Arteaga,
y quedó alojado junto a ellos anoche en el Centro Internacional de Salud La
Pradera, un hotel con servicios de salud incluidos, dónde recién hoy podría ser
sometido a exámenes cardiovasculares para determinar su estado de salud.Espero
estar bien del corazón para dar una exhibición de fútbol para que la gente de Cuba me
pueda seguir teniendo este cariño, dijo el jugador, quien por un rato vistió una
camiseta con la imagen del legendario Ernesto Che Guevara. Yo también
soy un rebelde en este mundo convulso, afirmó a la emisora estatal Radio Rebelde,
que lo reporteó brevemente, y le agradeció a Fidel Castro su apoyo: No es nada
nuevo, todo el mundo sabe cuán grande es el corazón de este hombre, señaló.El ex
futbolista había volado toda la noche desde Buenos Aires en un vuelo de la empresa Cubana
de Aviación, que hizo una escala en la ciudad de Holguín, 750 kilómetros al este de La
Habana, donde hay un centro de rehabilitación que le ofreció sus servicios. Maradona se
sometió en Holguín a un reconocimiento médico de dos cardiólogos cubanos. Allí dijo,
bromeando: El viaje ha sido muy bueno. Hemos hecho una pequeña escala para tomarnos
un cafecito aquí.Con anteojos negros, una camiseta de color azul y rayas blancas,
pantalón corto, medias negras y chancletas, Maradona se abrió lentamente paso entre una
barrera de fotógrafos, camarógrafos y periodistas que lo aguardaban en el salón de
espera del aeropuerto de La Habana, donde volvió a ser eje involuntario de incidentes,
cuando un turista argentino lo increpó. Sos un descarado, un adicto, una mala
imagen para la juventud que confía en vos. Siendo hijo de Dios, ¿cómo le enseñás a la
juventud esas cosas? Deberías seguir el ejemplo de José Martí (héroe nacional cubano,
de (Simón) Bolívar y de los cubanos, le gritó. Perdiendo el buen humor que había
tenido hasta ese momento, Maradona giró, encaró a su agresor y le contestó: Me
das lástima.El incidente irritó al ex futbolista, que le quitó el lente a una
cámara de la Televisión Española, aunque sin romperla, y le dio un golpe con su rodilla
a uno de sus admiradores, a quien confundió con uno de los informadores que cubrían su
llegada. Déjenme en paz, no voy a declarar nada expresó, en Holguín
ya declaré lo que tenía que decir.El doctor Eduardo Bernabé Ordaz, director del
Hospital Psiquiátrico de La Habana, fue el encargado de recibir oficialmente al argentino
a su llegada. Según el especialista, el ex futbolista se someterá a unas pruebas para
estudiar su estado real y establecer qué tipo de tratamiento se le dará y dónde lo
seguirá. En primer lugar, recibirá atención cardiovascular y luego será puesto
en manos del profesor Ricardo González Menéndez, especialista en drogadicción y
alcoholismo del Hospital Psiquiátrico de La Habana, afirmó el doctor. En
ningún caso el tratamiento durará más de tres meses y será evaluado de manera
periódica para conocer su evolución, aseguró el médico cubano.
ANTES DE IRSE, DIO OTRO REPORTAJE A UNA
REVISTA
Ejemplo de lo que no hay que hacer
Soy
el ejemplo de lo que no hay que hacer. Entrás a la droga en un segundo, pero salir te
puede costar toda la vida. Después de la controvertida entrevista que le concedió
a la TV, Diego Maradona habló con la revista Gente, que publicó el reportaje en la
edición aparecida ayer, y de la que se rescatan las definiciones más salientes.u
Todo ocurrió tan rápido que fue como si Schumacher me hubiese llevado en su auto.
Pero me llevaba Guillermo. Las imágenes pasaban en segundos frente a mí. Suerte que no
me llevaba Tuero, que es argentino, si no capaz que hubiéramos ido más
despacio...u Hablaban de sobredosis. Hablaban de coma. Hablaban de mi
corazón, de que si lo tenía ensanchado, muerto, resucitado. Todos tocaban de
oído.u Quiero dejar ya (de consumir), quiero dejar ya... Veo a mis hijas y no
puedo hacer barbaridades. No puedo dejar de cuidarme por Dalma y Giannina.u
Tengo que cuidar mi corazón para Claudia y las nenas. Porque la gente puede tener
un Saviola o un Riquelme, pero ellas sólo me tienen a mí.u Tengo que vivir
porque un día dije que quiero recorrer el país en una camioneta, y ojalá pueda hacerlo
con mi viejo. Tengo que vivir porque quiero volver a estudiar el secundario y recibirme.
Tengo que tener el varón que nunca encontré. u La confesión (de la
adicción) me costó muy caro y todavía estoy pagando haber dicho la verdad... Me ha
costado que me llamen y me digan Sol sin drogas, si la bolsa la llevamos
nosotros. Me llamaban cada quince días por teléfono y colgaban. Cambié varias
veces el número, pero seguían haciéndolo.u No quiero aparecer como
víctima, porque soy el peor de todos. Pero después que nacieron las nenas, Claudia se
dedicó a ellas muchísimo. La quiero y la admiro por eso. Pero yo sentí que ya no me
prestaba atención, que ya no le importaba tanto. (...). Yo no sé pedir auxilio, eso hizo
que nos fuéramos separando. No quiero ser dramático, pero sentía que ni ella me daba
bola, ni Dalma me daba bola, ni Giannina me daba bola. Entonces me fui descuidando cada
vez más.
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