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El vicepresidente en ejercicio de la presidencia, Carlos �Chacho� Alvarez, respaldó la reforma laboral diciendo que forma parte de �un plan agresivo� contra la precarización del empleo y anunció que el Ministerio de Trabajo hará respetar �las 48 horas de trabajo semanales, como marca la ley�. Puntualizó que �no puede ser que mientras el mundo empieza a discutir la disminución de la jornada de trabajo, aquí haya gente que trabaja 50, 54 o 60 horas semanales�. Alvarez sostuvo que, si las empresas cumplen con la ley, �puede quedar una cantidad de tiempo� disponible para incorporar a nuevos trabajadores. Mientras tanto, en otro round de su pelea con la CGT, el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, tomó la idea del dirigente Rodolfo Daer de convocar a una consulta popular sobre el proyecto laboral. �No hay un solo argentino que quiera poner palos en la rueda para que otro argentino consiga empleo�, confió el ministro. A nivel gremial, tanto la CGT de Daer como el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), de Hugo Moyano �aspirante a la conducción cegetista�, realizarán reuniones el próximo miércoles para analizar los pasos a seguir respecto de la oposición al proyecto oficial. El Consejo Directivo de la CGT podría convocar al Comité Central Confederal y a un plenario de secretarios generales, según anticipó Daer, en lo que significaría el prólogo de la convocatoria a un paro general. Daer sólo coincide con el Gobierno en que �sería totalmente peligroso modificar la paridad cambiaria� porque traería �daños muy profundos, fundamentalmente en los trabajadores que están endeudados en créditos hipotecarios�. Insistió en reclamar �una mesa social� para discutir el problema del empleo porque �desde las disidencias, si hay voluntad política, se pueden encontrar los grandes consensos�. El MTA realizará el miércoles un acto en el estadio de Ferro, en Caballito, donde anunciaría movilizaciones y posibles paros generales contra la reforma. En el Congreso, la Comisión de Trabajo de la Cámara baja volvería a reunirse con Flamarique, la CGT, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y la Unión Industrial. El bloque de la Alianza quiere votar el proyecto a comienzos de febrero, mientras el justicialismo busca redondear una iniciativa propia para confrontarla con la del Gobierno. En la Casa de Gobierno, Alvarez aseguró que el proyecto es mejor que �los planes Trabajar, que están en el límite de lo indecoroso, porque se pagan 200 pesos y no hay aportes� jubilatorios, lo que �se presta muchísimo al clientelismo político�. El vicepresidente cuestionó a los dirigentes de la CGT preguntándose si ellos �ayudaron a mejorar el trabajo en la Argentina� durante los diez años de menemismo, pero separó a Moyano recordando que con él compartieron �peleas contra la precarización del trabajo�. También dijo que la Alianza quiere �sindicatos fuertes, legitimados socialmente� porque ellos constituyen �un importante factor de equilibrio social�.
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