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"Siempre quise ser un
dibujante de comics, y me siento bendecido por haber podido hacer lo que
adoro, durante casi 50 años", había escrito meses atrás Schulz en
una carta abierta a sus lectores, colegas y amigos anunciando la despedida
de sus criaturas. Durante cerca de medio siglo, Schulz dibujó más de
18.000 tiras sobre las aventuras de sus personajes, quienes con los años
salieron del ámbito exclusivo de las páginas de los diarios --2600 periódicos
de 75 países, 355 millones de lectores-- para aparecer en libros,
programas de televisión, películas, obras de teatro y
cientos de productos. "Que todos ustedes hayan adoptado a
Snoopy, a Charlie Brown, a Lucy, a Linus y a todos los otros personajes de
'Peanuts' fue una motivación constante para mí", había asegurado
Schulz en aquella carta.
Los médicos le descubrieron la
enfermedad en noviembre durante una operación quirúrgica para
desbloquearle una aorta abdominal, en la localidad de Santa Rosa, cerca de
San Francisco, donde vivía desde hace 40 años con su esposa Jeannie.
"Aunque me siento mejor después de mi reciente operación, quiero
dedicarme a mi salud y a mi familia sin la preocupación de una hora
diaria de cierre", agregó en la misma carta. Desde entonces estaba
bajo tratamiento a raíz del cáncer de colon que lo afectaba, por lo que
a mediados de diciembre pasado anunció su retirada para dedicar todas sus
energías a luchar contra la enfermedad, diagnosticada en noviembre.
Schulz había nacido el 26 de
noviembre de 1922 en Saint Paul, en Minnesota. Era hijo de un peluquero a
quien su familia apodaba Sparky y siempre se interesó por los comics y
desde niño dijo que un día crearía
su propia tira. Después de la Segunda Guerra Mundial, vendió su
primera tira cómica a un diario de su ciudad natal y en 1950 se trasladó
a Nueva York para hacer realidad su sueño con su segunda creación,
"Peanuts", adquirida y distribuida por United Features
Syndicate.
Charlie Brown se caracterizaba
por un humor delicado y melancólico, el mismo que marcó la trayectoria
de Schulz. Con pantalones cortos y cabeza redonda, coronada por una única
mecha de cabellos en la frente, Charlie es un niño sin edad siempre
atribulado por las preocupaciones. Schulz concibió a Charlie Brown como
un eterno perdedor que exclama siempre "Dios mío", sin
oportunidades, a quien la lluvia le impide jugar béisbol y que es blanco
de todas las burlas. Como un pequeño niño que juega a ser adulto,
Charlie ofreció a sus amigos puros y chocolates cuando nació su
hermanita, Sally. Pero Charlie siempre es relegado a segundo plano por su
perro Snoopy, un excelente beisbolista que tiene una vida apasionante y
que nunca dice una palabra, aunque el lector pueda enterarse de sus
pensamientos en los globos de las tiras.
Snoopy pasa su vida soñando
desde el techo de su casita para perros y desde allí se imagina
convertido en el Barón Rojo, piloto de la Primera Guerra Mundial,
ataviado con un gorro de aviador y una bufanda. Lucy van Pelt es la pequeña
niña que sabe todo y que, para hacerse entender, habla bien fuerte. Su
hermano Linus van Pelt lleva siempre consigo una "mantita de
seguridad", una pequeña frazadita azul de la que no se desprende ni
un minuto. A despecho de su aire infantil, es el intelectual del grupo,
que cita la Biblia y pone la vida en perspectiva. Finalmente está
Woodstock, el pajarito amarillo y el más pequeño personaje de
"Peanuts", confidente de Snoopy y muy eficaz, pese a su enredado
lenguaje. OPINION
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