Por Diego Schurman
La
CGT decidió mantener por ahora su convocatoria al paro con movilización
a Plaza de Mayo para el próximo jueves. La medida de fuerza estuvo a un
tris de suspenderse ayer mismo gracias al estado de las negociaciones
entabladas entre los diputados del PJ y la Alianza, que avanzaban hacia la
redacción de un proyecto consensuado, tal como informó Página/12. Pero
durante la jornada, al no haber podido aún cerrar un acuerdo, los
dirigentes gremiales decidieron mantener la protesta como elemento de
presión para continuar con las tratativas.
El cese de actividades y el acto en la Plaza de Mayo fue aprobado por
aclamación en un plenario de secretarios generales. Y en sus arengas
Rodolfo Daer y Hugo Moyano, actual y futuro titular de la CGT, negaron la
posibilidad de una marcha atrás en la resolución.
Ambos dirigentes, que integran corrientes opuestas en la CGT, habían
tenido un encuentro previo en el sindicato de Comercio con los denominados
�gordos�, quienes comparten la actual conducción junto a Daer. Allí
estuvieron el dueño de casa, Armando Cavalieri, Luis Barrionuevo y Carlos
West Ocampo. Moyano llegó únicamente acompañado por Juan Manuel
Palacios.
Los �gordos� habían motorizado las últimas negociaciones en el
Congreso de la mano de los diputados del PJ y un team de abogados
laboralistas. Curiosamente ninguno de los principales referentes de este
sector estuvo presente en el plenario de la CGT, donde se ratificó la
realización de medidas de fuerza.
Aun así, las tratativas continuaron en varios frentes simultáneos.
Cavalieri, por ejemplo, mientras se decidía el paro, almorzaba en el
Hotel Intercontinental con el diputado Alberto Natale para lograr el apoyo
del bloque provincial, integrado por más de una docena de legisladores.
Muy cerca de ellos también se lo vio al senador Augusto Alasino.
También se habló de un encuentro entre sindicalistas y el ex presidente
Raúl Alfonsín. Daer negó que haya existido tal reunión.
Los sindicalistas habían tendido redes en la semana con los legisladores
del cavallismo, para que den su respaldo a las disidencias al proyecto
oficial impulsadas desde el justicialismo. Anoche Moyano continuó con esa
ardorosa tarea, anunciando en su gremio el apoyo de otro bloque, integrado
por legisladoras del norte.
Al culminar la jornada los �gordos� junto a Moyano y Palacios
estudiaron los borradores de un proyecto laboral corregido, en el que
aparecían algunas modificaciones sugeridas por los sindicatos. En ese
encuentro también estuvieron el diputado justicialista Alfredo Atanasof
�negociador en el Congreso en nombre de la CGT�, Luis Barrionuevo,
José Rodríguez y Juan José Zanola, entre otros.
Los sindicalistas aseguraron a este diario que ese borrador había sido
conversado con funcionarios del Gobierno y que, si bien no satisfacía las
demandas de la CGT, las correcciones introducidas mostraban la �voluntad�
de la Alianza de llegar a un acuerdo. Ese borrador, según la versión
sindical, hoy será estudiado por el ministro de Trabajo, Alberto
Flamarique. A pesar de la dureza de los discursos, algunos sindicalistas
imaginan un gran acto en la Casa Rosada junto al presidente Fernando de la
Rúa rubricando una reforma laboral �consensuada�. Para Moyano, en
público y en privado, eso es imposible. Para los �gordos�, en
público, también es imposible, pero en privado admiten que es un sueño
que los desvela.
Un round: Castro-Storani
�Una opinión individual es como una
golondrina que no hace el verano�, dijo el ministro del Interior,
Federico Storani, en abierta crítica a la oposición de la diputada
frepasista y dirigente del gremio de azafatas, Alicia Castro, al
proyecto de Reforma Laboral del oficialismo. Reforzó el cortocircuito
interno en la Alianza, al recordar que �hace apenas unos días hubo
una reunión en la Residencia de Olivos con la presencia de la
totalidad legislativa, allí se habló ese tema y no hubo ninguna
opinión de disidencia�.
La diputada contraatacó con ironía: �No sé cuánto sabe de
pájaros Storani, pero sí sé que él sabe de temas legislativos y
sabe que somos más de diez los que nos oponemos al proyecto de
Reforma Laboral�. Castro también refutó el segundo argumento del
ministro porque �yo estuve sentada al lado de De la Rúa y el tema
exclusivo fue la Reforma Laboral y allí el Presidente mostró su
presdisposición a llegar al consenso�. El cruce verbal evidenció,
en cambio, que lo que crece es el disenso interno. |
OPINION
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