Por Irina Hauser
Aunque
el Tribunal Oral Número 2 del Fuero Penal Económico le concedió la
libertad, Omar Fassi Lavalle tendrá que seguir tras las rejas hasta que
encuentre con qué saldar los 100.000 pesos de caución que la Justicia le
exige. En un primer intento, el ex Secretario de Turismo ofreció los
títulos de los majestuosos departamentos del piso 23 de la Torre Le Parc
que adquirió con su mujer Elizabeth �Liz� Mazzini, pero los jueces
los rechazaron porque �sobre esos inmuebles pesan embargos derivados de
otros juicios�. Según Bohmer, es posible que Fassi Lavalle �proponga
pagar la fianza con dos o tres departamentos de un matrimonio de amigos�.
�Es que no tiene otra cosa�, agregó el letrado.
El ex funcionario del gobierno de Carlos Menem �ya tiene bienes
embargados por 5 millones de pesos, entre los que están incluidos los
departamentos de Le Parc valuados en 3.400.000 pesos, a raíz de juicios
de ejecuciones fiscales originados por denuncias de la DGI�, dijo a este
diario el juez del tribunal oral Gustavo Losada. �Es evidente que no
cubre los 100.000 pesos, tiene que presentar otra cosa�, redundó.
Acusado de encabezar una asociación ilícita y de haber evadido por lo
menos 12 millones de pesos con la misma falta de reparos con que exhibió
sus lujosas pertenencias, �El Gato� Fassi Lavalle lleva dos años
preso -pero sin sentencia� por orden del juez Julio Cruciani. Los jueces
del tribunal oral Luis Gustavo Losada y César Lemos consideraron que,
pasado ese lapso, puede quedar en libertad, al menos hasta el juicio oral.
Así lo hicieron saber en una resolución que firmaron el último
miércoles y que basaron en el Pacto de San José de Costa Rica y en la
Ley 24.390. El juez Claudio Gutiérrez de la Cárcova, en cambio, firmó
en disidencia: para él la gravedad de los delitos daba motivos para
prolongar la reclusión. En instancias previas tanto Cruciani como la
Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico habían rechazado la
excarcelación.
Fassi Lavalle estuvo ayer en los tribunales de Comodoro Py, donde lo
visitaron familiares, pero finalmente tuvo que volver al Escuadrón
Seguridad Buenos Aires de la Gendarmería. Para salir de la cárcel cuanto
antes hoy ofrecería �dos o tres departamentos pequeños, valuados entre
30 mil y 40 mil pesos, que pertenecen a un matrimonio de amigos que se
presentarían como fiadores�, anunció Bohmer. �También podemos
conseguir campos pero serían para más adelante y no queremos perder
tiempo�, agregó.
Según denunció en 1997 la Administración Federal de Ingresos Públicos
(AFIP), el hombre que había pasado de atender un puesto de choripán en
la Estación Monte Chingolo a poseer, entre otras cosas, el restaurante
danzante Ski Ranch de la Costanera y el del Cerro Catedral, era un evasor
modelo. La fortuna compartida con su mujer no había sido reflejada en las
declaraciones de Bienes Personales y de Ganancias, rubros en los que se
los acusó de adeudar cerca de 3 millones de pesos. En sus presentaciones
del IVA faltaba 1,5 millón y una cifra similar había sido eludida en
concepto de aportes patronales. Aunque el ente recaudador estimó que las
obligaciones tributarias reales impagas eran de 12 millones. Liz se salvó
de ir presa porque, al margen de haber burlado al fisco sólo se le
imputó integrar la asociación ilícita conformada para defraudar al
Estado. A su marido, en cambio, le imputaron ser jefe de la banda.
En noviembre del año pasado el expediente, que tiene 10 procesados, fue
elevado a juicio oral. Pero las audiencias no empezarían hasta fin de
este año o comienzos del próximo porque todavía no se resolvió si el
tribunal competente es el número dos o el número tres.
Cruciani
�Yo allané el Ski Ranch en febrero de 1997, secuestré
documentación, la mandé a la DGI para que hiciera el informe
técnico; la ley dice que tiene 30 días para elevarlo pero pasó más
de un año sin que me mandaran el informe�, protestaba ayer por
radio el juez Julio Cruciani, el que hace dos años ordenó la
detención de Fassi Lavalle después de tomarle declaración
indagatoria durante 11 horas. �A mediados de 1998 la causa podría
haber estado en condiciones para ser elevada a juicio. Pero entonces
la DGI amplía la denuncia, me empieza a meter más gente, a solicitar
medidas, que la cooperativa, que el tío, que esto (...) es lo que en
el argot judicial se llama empiojar la causa�, subrayó. Consultado
sobre los dichos de Cruciani, el abogado de Fassi Lavalle dijo: �Me
parece que puede ser que tenga razón. Hubo demoras en el informe
preliminar y también pedidos de prueba de la fiscalía, que no
conducían a nada rápido. La única víctima es mi defendido, es
grave que lleve dos años detenido. Lo que quiero aclarar es que el
juez Cruciani no es víctima de nada�. |
OPINION
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