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UN HISTORICO FALLO QUITO LOS FUEROS AL EX DICTADOR PINOCHET
La Justicia chilena acaba de nacer

La Cámara de Apelaciones de Santiago despojó ayer de su inmunidad parlamentaria al ex dictador y senador vitalicio Augusto Pinochet, en un fallo histórico que sienta un precedente contra la impunidad militar.

Una pinochetista en plena ira tras conocerse el fallo contra su �Tata�. Fue en Santiago, tras choques entre anti y propinochetistas.

Por Pedro Vega
Desde Santiago

t.gif (862 bytes) Fue en el momento menos pensado. El actual senador vitalicio y ex dictador Augusto Pinochet fue despojado ayer por la Justicia chilena del fuero que lo protegía de ser enjuiciado en el proceso que se sigue por el secuestro y desaparición de 19 personas bajo la acción de la Caravana de la Muerte, comitiva militar que recorrió el país y ejecutó a más de 72 prisioneros políticos, luego del golpe militar perpetrado el 11 de septiembre de 1973. Tras reunirse ayer por la tarde en un pleno extraordinario y de forma sorpresiva, los ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago resolvieron en una reñida sesión desaforar al actual senador vitalicio Augusto Pinochet. Qué reñida era materia de debate: mientras el diario electrónico El Mostrador habló inicialmente de un voto de 12 a 10, fuentes judiciales consultadas por Página/12 dijeron que la votación había sido 13 a 9. Según esas mismas fuentes, lo de ayer fue, en realidad, una especie de golpe preventivo de los jueces ante las presiones crecientes de la derecha contra el tribunal, pero hay mucho escepticismo sobre la decisión final de la Corte Suprema, que actúa en este caso como tribunal de segunda instancia e impediría el juicio al ex dictador.
Pese a que los jueces informaron a través de su presidente Rubén Ballesteros que el fallo se daría a conocer oficialmente en aproximadamente dos semanas y se retiraron del Poder Judicial respetando el pacto de silencio hecho en la sesión, la cautela asumida por los jueces no pudo con la olla de presión que se ha generado en las últimas semanas en torno al caso Pinochet y la resolución fue conocida extraoficialmente de inmediato e informada al país a través de los medios de comunicación.
Aunque el desafuero de Pinochet sorprendió a todos, la reacción de los diversos sectores políticos, sociales y económicos no se hizo esperar en medio de los trascendidos, que definitivamente no fueron confirmados ni desmentidos por el Poder Judicial ni por el gobierno. Uno de los primeros en reaccionar fue el senador designado Jorge Martínez Busch, ex comandante en jefe de la Armada, quien desde el Parlamento cuestionó el fallo al señalar que existieron anomalías en el procedimiento llevado adelante por la Justicia.
Pero el senador se quedó sólo en su denuncia, luego de que los principales dirigentes de los partidos de derecha asumieran el escenario de que la resolución fuera confirmada como negativa para Pinochet, y lamentaran que éste haya sido desaforado. Alberto Cardemil, presidente de Renovación Nacional, calificó el fallo de injusto y dijo que espera que dicha resolución sea revertida por la Corte Suprema. En tanto, Pablo Longueira, principal dirigente de la Unión Democrática Independiente, sostuvo que la resolución no le sorprendió ya que era lo que se esperaba.
La noticia fue recibida con satisfacción y esperanza por los diversos organismos de derechos humanos y partidos de la Concertación. Carmen Hertz, la abogada querellante y esposa de una de las víctimas de la Caravana de la Muerte, manifestó a Página/12 que sentía una tremenda satisfacción, ya que �el desafuero significa que se ensanchan los caminos de la verdad y la justicia, y por lo tanto estamos en camino de alcanzar la verdadera paz social, que se hace a través de la justicia y no se construye con la impunidad�. Hertz agregó que �es tremendamente positivo para la profundización del proceso democrático, porque los tribunales han dado una señal de independencia y valentía, y en definitiva se acelera el cierre de la transición con más verdad y justicia�.
El único en reaccionar con cautela a la decisión del Poder Judicial fue el gobierno. Si bien el presidente Ricardo Lagos declinó referirse al tema hasta que no exista un fallo oficial, el secretario de la PresidenciaAlvaro García de todas maneras recalcó que el gobierno respetará el fallo cualquiera que éste sea, llamando a respetar la independencia del Poder Judicial, y que el gobierno comparte la postura de la ciudadanía en que los crímenes deben ser castigados. Sectores vinculados al mundo del empresariado también manifestaron que los fallos de los tribunales deben acatarse, �aunque éstos no nos gusten�. Y otros vinculados a los inversores extranjeros sostuvieron que el caso Pinochet es cada día menos relevante para la economía.
Una vez que la resolución sea comunicada oficialmente por la Corte de Apelaciones de Santiago, la defensa de Pinochet tiene cinco días para apelar a la Corte Suprema, la que resolverá en definitiva si existen suficientes méritos y antecedentes para enjuiciar al ex dictador como el principal inculpado en los crímenes de la Caravana de la Muerte, que dirigió el general Sergio Arellano Stark, dejando más de 72 ejecuciones en su marcha fúnebre por el país.


Claves

  La Corte de Apelaciones de Santiago decidió ayer desaforar al ex dictador y ahora senador vitalicio chileno Augusto Pinochet. El margen del voto varía según las versiones: 12 a 10, dicen algunas, y 13 a 9, otras. 
  Pero la decisión formal sólo será comunicada en dos semanas. Hasta entonces el fallo no tendrá vigor legal. 
  Los analistas afirmaban ayer que el Ejército no protestaría por fuera de los canales institucionales. El presidente Ricardo Lagos dijo no temer un golpe. 
  La próxima etapa del proceso se desarrollará en la Corte Suprema. Dado que ese tribunal considerará factores tales como la edad y el estado de salud del ex dictador, se considera improbable que permita su juzgamiento.

 

 

FRANCISCO ROJAS, EXPERTO EN FF.AA.
�No habrá un reventón militar�

Por Gabriel Alejandro Uriarte

�Los militares siempre han respetado los fallos de los tribunales�. Pueden no gustarles. Pero se mantendrán dentro de los canales democráticos. Esa era la opinión ayer del experto militar chileno Francisco Rojas acerca de la reacción de las Fuerzas Armadas ante el posible desafuero de su capitán general. La democracia chilena no está amenazada. La reacción militar será respetuosa de las instituciones. Rojas estimó que un �reventón�, su término para alzamientos como el de los carapintadas, es ajeno a la cultura militar chilena. �La verdad judicial puede o no concordar con las actitudes o emociones dentro de la fuerza. Pero debe ser acatada�. 
�¿Cómo recibirá el Ejército la noticia de que la Corte de Apelaciones de Santiago decidió desaforar a Pinochet?
�Tal como lo señaló (el presidente Ricardo) Lagos, los fallos son para ser acatados. Mas allá de los sentimientos personales y arraigados. En este caso, hay que recordar que la experiencia de nuestra restringida democracia desde los 90 hasta la fecha muestra que los militares siempre han respetado los fallos de los tribunales. Eso fue evidente en el caso de (los ex jerarcas de la DINA) Manuel Contreras y Pedro Espinoza por el asesinato de Orlando Letelier. 
�¿Pero cuáles serían sus reacciones concretas?
�Las interpretaciones siempre están abiertas. Lo importante es que la Justicia es quien determina en una verdad judicial. Esa verdad puede o no concordar con las actitudes o emociones de la fuerza. Pero debe ser acatada. 
�¿Pero no interpretarán un fallo a favor del desafuero como una condena colectiva contra la institución militar?
�Es cierto que el fallo tiene un simbolismo político. Pero los jueces sólo indicaron que hay méritos para juzgar a Pinochet por una de las querellas presentadas contra él. 
�¿Existe la posibilidad de que en las próximas semanas haya actos de presión militares como el �boinazo� o el �ejercicio de enlace�?
�No. Las Fuerzas Armadas hicieron sentir su malestar en ese caso porque se estaban investigando asuntos vinculados muy directamente a la figura de Pinochet dado que investigaban a su hijo. 
�Pero ahora que el mismo Pinochet podría comparecer ante la Justicia... 
�Un �reventón��como el de los carapintadas en la Argentina� sería extraño a la cultura militar chilena. Sería extraño a la cultura política en general y a la cultura militar en particular. Yo creo que en este caso las reacciones desde las Fuerzas Armadas serán institucionales. Eventualmente podrían solicitar que se reúna el Consejo de Seguridad Nacional. Pero eso es institucional. Y sus reacciones no dejarán de serlo.
�¿Podría la presión militar bloquear el proceso de desafuero? 
�Tenemos una democracia con bastantes restricciones a causa del carácter autoritario de la Constitución. Pero la democracia no está en riesgo. Hay una jerarquía de mando, y el presidente Ricardo Lagos ha sido claro sobre el tipo de relacionamiento del poder civil con las Fuerzas Armadas. 
�¿O sea que Lagos no teme pronunciamientos militares?
�El gobierno estima que en condiciones de normalidad democrática no es necesario que las Fuerzas Armadas se pronuncien por fuera de los canales institucionales. 
�¿Cuáles son las divisiones actuales entre las fuerzas? ¿Se potenciarían con este fallo contra Pinochet? 
�Tengo la impresión de que hay una posición bastante clara sobre respetar los fallos judiciales. Hay matices sobre cómo expresar la reacción ante una situación que involucra políticas y emociones de lo que se llama la familia militar. Pero esa reacción siempre se mantendrá dentrodel marco del estado de derecho, por el cual sólo cabe el acatamiento a las decisiones de los tribunales. 
�Usted menciona sin embargo matices...
�Los matices tienen que ver con que Pinochet fue un general del Ejército. Es como el matiz que puede existir en la Argentina hacia el pedido de perdón realizado por Balza. La actitud de la Marina y la Fuerza Aérea podría ser distinta. Aquí en Chile, la cercanía afectiva, emocional y de mando del cuerpo de oficiales y los generales hacia Pinochet es muy intensa. 
�¿Y eso no impulsaría al Ejército a tomar medidas por fuera de los canales institucionales? 
�Le repito, yo no creo que habrá tal reacción militar. Habrá mayor dolor y decepción por parte del Ejército. Pero las Fuerzas Armadas se atendrán a los medios institucionales para expresar su posición. 

 


 

EL SOCIOLOGO TOMAS MOULIAN HABLA DEL FUTURO POLITICO DE CHILE
�Empieza el cierre de la transición�

Por Florencia Grieco

�Esto definitivamente es un paso adelante para la democracia.� Así sintetizó el sociólogo y ensayista chileno Tomás Moulián la importancia de la votación a favor del desafuero de Pinochet, y explicó a Página/12 qué se puede esperar de esta decisión judicial, por qué es un punto de inflexión en la dilatada transición democrática del país y cuál es el panorama que abre ese primer paso tan anunciado hacia un Chile postPinochet. 
�¿En qué cambia ahora el escenario político inmediato?
�Evidentemente, esto hará rebrotar las tensiones que hay entre las Fuerzas Armadas y el gobierno. Las FFAA han hecho las típicas operaciones de enviar señales para advertir al poder civil, pero se han encontrado con un presidente que ha reaccionado con mucha fuerza y que ha tratado, por lo menos en el terreno simbólico porque más allá no puede ir, de hacer sentir su autoridad. Por eso las FFAA saben que están frente a un presidente que va a hablar con el país ante cualquier cosa que ocurra y que van a ser enfrentadas en el espacio público. Creo que se puede esperar una reacción militar de desilusión y dolor, pero es posible que las reacciones más duras provengan de la derecha política, algo que puede afectar en lo inmediato todos los diálogos entre el gobierno y la oposición. Desde el punto de vista del gobierno, pienso que va a actuar con prudencia y no va hacer ninguna manifestación de alegría porque aún queda una segunda instancia, que es la Corte Suprema. Para la sociedad chilena esto podría restaurar una cierta esperanza en la justicia, que está muy deteriorada, en un nivel aún más bajo que los Carabineros. Esto serviría a la Justicia para legitimarse, porque eso es lo que está en juego aquí: la posibilidad de juzgar a cualquier persona. Y a la vez demuestra que Pinochet no estaba enfrentado a las normas a las que está sometido todo ciudadano. Sin embargo, esto va a tener más de juicio moral que jurídico, porque es muy difícil que la situación no cambie en la Corte Suprema. 
�¿Esto es un avance aun si se revierte en esa instancia?
�Definitivamente sí. Todos sabemos que una transición como la chilena, realizada por militares triunfantes y no por militares derrotados, es muy difícil. Sin embargo, creo que los tribunales han corregido el daño histórico que le han hecho a la sociedad chilena y han dado un paso adelante para levantar su imagen y que podamos tener una Justicia más o menos creíble, porque el hecho de que hayamos podido señalar con el dedo a Pinochet sirve mucho para calmar las heridas y los dolores de esta sociedad.
�¿Qué costos y beneficios tiene esta decisión para el gobierno de Lagos?
�Creo que el gobierno ha maniobrado bien; ha localizado las responsabilidades del Poder Judicial; se ha negado a hacer cualquier tipo de concesión política antes de que los tribunales se pronuncien. Una vez pronunciados, y si desafueran a Pinochet, creo que Lagos va a impulsar un cierre de la transición. Recién entonces va a salir a decir que ha llegado el momento de que Chile mire al futuro y no al pasado, y ahí se va a llegar a un acuerdo político con la oposición sobre la base de Pinochet desaforado. Creo que no va a ir más allá. Hay en él demasiado realismo y pragmatismo a pesar de los aires de grandeza con que se maneja, y obviamente no va a azuzar un conflicto con las Fuerzas Armadas y mucho menos con los empresarios, que aquí en Chile son pinochetistas acérrimos. Va a considerar que ya es suficiente y que hay que dar vuelta la hoja. Entonces va a sacar todos sus lemas de futuro, de un Chile grandioso en el 2010. Y para eso necesita la unidad nacional.
�Con esta decisión judicial, ¿Chile entró en la etapa post-Pinochet?
�Si el desafuero se confirma oficialmente en la Corte de Apelaciones y se repite en la Corte Suprema yo diría que sí, que vamos a tratar de olvidar a Pinochet y cerrar la etapa de transición democrática. Y creo que ahí podría haber un acuerdo bastante amplio, aunque con algunas excepciones, para que esto llegue hasta ahí.
�¿Y si el desafuero se frena en la Corte Suprema?
�Si no prospera creo que también se van a iniciar negociaciones de olvido, pero en condiciones distintas de cierre de la transición; con diferentes exigencias del gobierno en cuanto a que se sepa dónde están los detenidos-desaparecidos. Con Pinochet victimizado y de chivo expiatorio es más fácil olvidarse de todo eso y decir que hay que sacrificar los cuerpos porque ya tenemos un culpable moral. Pero si la Corte Suprema no lo desafuera, yo diría que las negociaciones del gobierno van a volver a insistir en que es indispensable la aparición de esos cuerpos.

 

 

opinion
Por J. M. Pasquini Durán

(Viene de tapa)
Por una estrecha mayoría, la Corte de Apelaciones de Santiago de Chile retiró los fueros parlamentarios a Augusto César Pinochet, un icono entre los de su estirpe, dejando la vía expedita para que sea juzgado por sus múltiples crímenes aberrantes. Desde hoy, será lo que es: un desaforado.
La votación de los jueces aguanta dos miradas. Una, pesimista, que registra la pequeña diferencia, tal vez apenas dos votos, tal vez cuatro, que separa a la justicia de la impunidad vitalicia. Otra, positiva, que confía en la ley, aun conservando todas las dudas sobre la imperfecta imparcialidad de los tribunales, más que en la justicia por mano propia. Las victorias, pequeñas o grandes, no son para lamentar. Se celebran, simplemente. Hay más razones para festejar: esos doce votantes de la justicia acaban de anunciarle al mundo que los países o los parlamentos no pueden ser aguantaderos para maleantes de esa ralea. Hace poco en Argentina los diputados del Congreso nacional, investidos del derecho a juzgar a sus miembros, emitieron un veredicto semejante cuando por unanimidad rechazaron el diploma de Antonio Bussi. En Uruguay, el presidente Jorge Batlle comenzó gestiones prácticas para develar los trágicos enigmas que allí también, como en Chile y Argentina, dejó el terrorismo de Estado local y la multinacional represiva del Operativo Cóndor. El juez español Baltasar Garzón, implacable perseguidor del terrorismo, no es un loco suelto, ávido de notoriedad personal, como pretenden sus detractores. Es la punta de un ovillo.
Los demócratas suelen esperar mucho de las democracias, pero, al menos en esta región austral, reciben poco y nada. Ni el hambre ni el dolor son compensados por un régimen que no debería soportarlos sin avergonzarse. Las decepciones provocan que ciudadanos decentes, acomodados o desamparados, aspiren a gobiernos de �mano dura� y, haciendo a un lado las evidencias de la memoria, voten por Pinochet, Bussi, Rico y otros de la misma catadura. En cambio, sus víctimas directas o indirectas, los defensores de los derechos humanos, más de uno justificados hasta en la venganza por los daños sufridos, reclaman justicia bajo el estandarte de la libertad. No son espectros del pasado, expresan la avanzada de una civilización que aspira a la fraternidad y a la vida, al respeto mutuo y a la convivencia entre diferentes, a la igualdad de oportunidades y ante la ley de todos. Ilusos, románticos, utopistas, parecen para los que no se animan a imaginar nuevos horizontes y se doblan bajo el peso de la resignación o de la indiferencia prácticas. Ayer, aquellos perseguidores de ensueños tuvieron un momento de celebración. Hoy, volverán al camino con el ánimo reconfortado.

 

 

opinion
Por Martín Granovsky

El revés del Cóndor

El desafuero de Augusto Pinochet �pase lo que pase con él en el futuro� es una buenísima noticia para Chile, para la Argentina y para toda América latina.
  En sus dos meses en la presidencia, Ricardo Lagos dio señales de que protegería al Poder Judicial. Traducción: no influiría para que la Justicia dejara de procesar a Pinochet. 
  Es obvio que si los jueces decidieron �por mayoría� quitarle la protección a Pinochet es porque percibieron apoyo social para hacerlo.
  Ha perdido poder de presión el lobby militar del tenedor, ejercido por los comandantes en jefe, que la semana pasada hicieron un planteo gastronómico a Lagos filtrando que almorzaban juntos para demostrar que las Fuerzas Armadas estaban unidas, resistiendo en su mesa. 
  También perdió poder el lobby de la derecha política, todavía muy momia, muy anquilosada, que coquetea con el lobby de uniforme.
  Quedó probada la eficacia de los juicios de Madrid, impulsados por Baltasar Garzón. Sin el pedido español de extraditar a Pinochet a España el dictador no hubiera sido detenido en Londres. Tampoco los lores hubieran instalado en el centro de la discusión internacional el principio según el cual los derechos humanos son universales y la protección de las víctimas supera los límites del Estado. Sin Garzón, Pinochet sería hoy un respetadísimo senador, a lo sumo criticado por un colega con el insulto más feroz que puede concebirse por el momento: �Este caballero�. 
  Los juicios de Madrid quedan convalidados también en la Argentina. Está claro que la opción es juzgar o extraditar. 
  Se suma un ejemplo más de pérdida de invulnerabilidad para los dictadores de América latina. Jorge Videla y Emilio Massera fueron condenados por homicidios y tormentos. Después Carlos Menem los indultó y en cualquier momento la Justicia podría sentenciarlos por robo de bebés. Ser presidente, o miembro de una junta, no garantiza la impunidad. 
  Como en el caso de Antonio Domingo Bussi, que no pudo incorporarse a la Cámara de Diputados por asesino, también Augusto Pinochet deberá dejar el Senado por haber cometido delitos contra la humanidad. 
  A Paraguay le sirve saber que un golpista no tiene el perdón asegurado. 
  Y cobra más vida el círculo virtuoso del Cono Sur. Brasil promete colaborar para esclarecer los secuestros del Plan Cóndor, la Argentina juzga a sus genocidas y a Michael Townley por el asesinato del general Carlos Prats en Buenos Aires, Uruguay se despereza, Chile procesa al fin a sus generales.
Es como el Cóndor al revés. O sea, un revés del Cóndor.



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