Por J. M. Pasquini Durán Será porque uno anda escaso de buenas nuevas o porque, en este caso, es otra grieta en el paredón de la impunidad, pero lo cierto es que el anticipo informativo recorrió los cybercanales de Internet como un placentero escalofrío. El viejo depredador acaba de perder otro escudo de protección, cuando se creía seguro entre los suyos después que logró zafar de la confortable prisión domiciliaria en Londres. Desde el regreso a la inmunidad de senador vitalicio, sus leales de uniforme habían cumplido con todos los ritos del habitual matonismo: fanfarrias para recibirlo, pronunciamientos atemorizantes, almuerzos exhibicionistas y desafíos de barra brava a la autoridad civil de la Constitución. Gastaron pólvora en chimangos.
(Sigue en página 2)
Será porque uno anda escaso de buenas nuevas o porque, en este caso, es otra grieta en el paredón de la impunidad, pero lo cierto es que el anticipo informativo recorrió los cybercanales de Internet como un placentero escalofrío. El viejo depredador acaba de perder otro escudo de protección, cuando se creía seguro entre los suyos después que logró zafar de la confortable prisión domiciliaria en Londres. Desde el regreso a la inmunidad de senador vitalicio, sus leales de uniforme habían cumplido con todos los ritos del habitual matonismo: fanfarrias para recibirlo, pronunciamientos atemorizantes, almuerzos exhibicionistas y desafíos de barra brava a la autoridad civil de la Constitución. Gastaron pólvora en chimangos.
(