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DETUVIERON AL POLICIA DE RAMALLO SEÑALADO POR PAGINA/12
Rejas para el hombre de la bolsa

El cabo Alberto Castillo quedó detenido tras ser reconocido en una foto de este diario llevando un bolso con elementos clave, desaparecidos tras la masacre. En su declaración dijo que lo llevaba para guardar balas de repuesto. 

De izquierda a derecha, Alberto Castillo, Aldo Cabral �ya detenido� y Oscar Núñez.
Esta imagen fue tomada minutos antes que la de arriba, en que Castillo vuelve con el bolso.


Por Horacio Cecchi

t.gif (862 bytes) El nombre del cabo del Comando Radioeléctrico de San Nicolás que aparece en la secuencia fotográfica tomada por Página/12 apenas finalizada la masacre de Villa Ramallo, ya se puede revelar: se llama Alberto Agustín Castillo y fue detenido ayer a las 6 de la mañana, durante un operativo en esa ciudad, en el que colaboraron altas autoridades de la Policía Bonaerense. Como anticipó este diario en su edición anterior, la foto �que aparece hoy en tapa� es una prueba contundente del nexo entre policías y asaltantes. Se lo puede ver a Castillo corriendo hacia el patrullero, con un bolso negro en su mano derecha. El bolso es exactamente igual al que usaron los delincuentes para guardar una escopeta de caño recortado y el handy utilizado para mantener conversaciones paralelas y que luego colocaron en el baúl del Polo verde. El bolso, al finalizar la masacre, desapareció. El Comando Radioeléctrico ya tiene tres de sus hombres detenidos y acusados de participar de una u otra forma en el asalto y el fusilamiento. Ahora, las sospechas se concentran sobre estructuras jerárquicas superiores y el poder político que sostuvo la trama.
La detención de Castillo no fue sencilla. En la foto publicada hoy en tapa, el cabo aparece de espaldas. El jueves, aún faltaba quien reconociera que aquella imagen se correspondía con la del policía de la otra fotografía �publicada en esta página�, en la que aparece portando una pistola. En la imagen se ve a tres uniformados apostados sobre el frente del patrullero Monza blanco identificado con el número 22486, de la Policía Departamental Paraná Sur y a disposición del Comando Radioeléctrico. El testimonio fue aportado por un colega de Castillo: el cabo primero Oscar Alejandro Núñez, el mismo que se puede ver a la derecha del Monza. El del medio es Aldo Cabral, acusado de integrar la banda y ya detenido.
Con esa prueba, el juez federal Carlos Villafuerte Ruzo ordenó la captura del cabo. La orden fue expedida alrededor de las 16 del jueves. Al hecho se le adjudicó tal importancia que desde La Plata viajó el comisario inspector Antonio Rodríguez, coordinador de todas las departamentales de seguridad provincial y enviado a San Nicolás a colaborar con el equipo de la Prefectura encabezado por el prefecto principal Arturo Salvatierra.
En el legajo de Castillo �144.653 de la Policía Bonaerense� no figuraba su domicilio actual. La búsqueda se hizo en secreto. Finalmente, determinaron que el cabo residía en la calle Rosello 85 bis, del barrio Don Américo. También se supo que sus padres viven en la vecina Villa Constitución. Pero a medianoche, Castillo no había aparecido en ninguna de las dos direcciones. La espera se extendió durante toda la noche. Hasta que a las 8 de la mañana siguiente, el cabo se presentó a tomar su guardia en el mismo Comando Radioeléctrico. Llevaba en su mano un bolso negro, igual al que aparece en la foto de tapa.
Castillo fue detenido y entregado a la Justicia. En su declaración indagatoria negó las imputaciones. Aseguró que el bolso era de su propiedad y que lo utilizaba para guardar sueltas las balas de recarga de su pistola. También sostuvo que corrió a buscar el bolso para tomar las balas de recarga y que en ese momento fue fotografiado por un reportero. Pero la foto no fue tomada en ese momento supuesto, ni siquiera en el hipótetico momento en que el cabo regresaba hacia Sarmiento con su arma ya recargada. Como se ve en la imagen, Castillo corre, con el bolso en la mano, y hacia el patrullero. A sus espaldas, a menos de cien metros, se encuentra la esquina de Ginocchio y Sarmiento.
�Es idéntico al bolso negro con manijas claras donde Cristian (Tito Saldaña) puso el handy, un arma, cintas con las que ataron a los otros rehenes, y unas monedas que robaron de las cajas�, dijo Flora a este diario. �Siento alivio por la detención de este cabo, pero también dolor�, reconoció después. El handy fue utilizado por los asaltantes paracomunicarse con policías paralelamente a las negociaciones oficiales. La foto constituye la prueba más contundente de la vinculación de la banda con la policía y permitirá avanzar la investigación en dirección de jerarquías mayores.

 

 

Claves

El cabo Alberto Castillo fue detenido a las 8 de la mañana de ayer, cuando entraba de guardia en el Comando Radioeléctrico.
Llevaba consigo un bolso idéntico al de la foto, reconocido por Flora Lacave.
El cabo declaró que era suyo, que lo tenía desde hacía un año y que en él guardaba las balas para recargar su pistola reglamentaria.
La foto aportada por Página/12 es la prueba de la vinculación policial con la banda y dirige la investigación hacia mayores jerarquías.

 

 

opinion
Por Raúl Kollmann

Hacia arriba

Que en la banda que asaltó el Banco Nación de Villa Ramallo haya estado un miembro del Comando Radioeléctrico de San Nicolás es preocupante. El cabo Aldo Cabral está acusado de haber ayudado en la planificación del golpe y en su casa se encontró un plano del interior de la entidad bancaria.
Que otro integrante del Comando Radioeléctrico, el principal Alberto Parodi, esté preso por haber disparado extrañamente cuando salían rehenes y delincuentes del banco, llama todavía más la atención. Y el asombro es aún mayor si se considera que Parodi estaba cerca de la puerta del banco, separado del resto de los compañeros de su unidad. 
Pero ahora hay un tercer detenido del Comando Radioeléctrico, el cabo Alberto Castillo, que �como lo registró Página/12� se llevó de la escena de la masacre el bolso que contenía el handy con el que se comunicaban ladrones y policías. Una operación tan riesgosa, realizada en el medio del caos, indica la urgencia que tenían los policías de borrar las pruebas. 
Tres hombres del mismo Comando, relacionados con el mismo robo, no pueden sino enfocar las sospechas hacia el jefe de la unidad. Seguramente estará el argumento de que �dormía�, como dicen en el argot policial, lo que significa que sus hombres estaban relacionados con los asaltantes sin que él se diera cuenta. En ese caso, obviamente no está en condiciones de conducir ninguna fuerza.
Sin embargo, no parece un caso de ineficiencia en la conducción. Como se demostró en el juicio a la banda del Gordo Valor, en el caso AMIA y en el asesinato de José Luis Cabezas, los jefes son una especie de presidentes del directorio de lo que está sucediendo abajo. 
La cadena hacia arriba no va únicamente de los tres suboficiales detenidos al jefe del Comando y a los que estaban por encima de este último. En el escalón superior hay políticos, con los que también se hacen negocios en los que se canjea impunidad.
De la decena de comisarios millonarios y jefes de la Bonaerense acusados de casi todos los delitos posibles, sólo hay uno preso. Juan José Ribelli, por el caso AMIA. El resto pasa sus días entre Punta del Este, Miami, Costa Rica y otros paraísos. A veces, sólo a veces, residen en las increíbles mansiones que siguen teniendo en el Gran Buenos Aires. 

 

PANORAMA POLITICO

 

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