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EXCLUSIVO: El proyecto del vicepresidente para cambiar la camara alta
Un Senado pequeño, pequeño, pequeño

En paralelo al escándalo de las coimas, Chacho Alvarez estudia reformar la Cámara de Senadores para hacerla menos aparatosa. 

Por José Natanson

t.gif (862 bytes) Carlos “Chacho” Alvarez estudia un proyecto integral para transparentar y dinamizar la actividad del Senado. La iniciativa que analiza un grupo de asesores del vicepresidente apuntaría entre otros objetivos a modificar el régimen de contratos de la Cámara alta: cada senador contaría con una cantidad de fondos para asesores, que se irían una vez finalizado el mandato; a reformular el trabajo de las comisiones (hoy hay muchas y muy pobladas) y a profesionalizar la planta de 1700 empleados permanentes.
La iniciativa es un costado más de la ofensiva política encabezada por el jefe del Frepaso desde que se desató el escándalo por los supuestos sobornos en la Cámara alta. Aunque la comenzó a estudiar junto al frepasista Pedro del Piero hace un tiempo, Chacho dio instrucciones para apurarla cuando se instaló definitivamente la crisis por las coimas. Además de Del Piero, trabajan en la idea Ricardo Mitre, secretario administrativo del Senado; Marcos Makón, el ex cavallista experto en presupuesto que se ocupa de la Reforma Política; y Franco Castiglioni, ex director de la carrera de Ciencia Política en la UBA. Ayer, los asesores del vice se reunieron para conversar sobre el tema.
Aunque todavía se encuentra en estudio, el objetivo básico de la iniciativa apunta según sus autores a transparentar, dinamizar y profesionalizar la actividad de la Cámara alta, para lo cual se cambiarían aspectos legislativos y reglamentarios, en un replanteo general de la gestión del Senado. Para lograr estos objetivos, la idea es encarar modificaciones sustanciales en varios ejes de funcionamiento.
El primero son las comisiones. Actualmente, incluyendo las bicamerales, el Senado está integrado por 104 comisiones (algunas de ellas transitorias) que muchas veces superponen sus funciones. Un ejemplo: además de la de Coparticipación Federal existe hoy una pomposa Comisión Especial para Superar la Situación de Desequilibrio Financiero de las Provincias, que preside el justicialista Jorge Yoma. Además, en algunos casos cuentan con un número enorme de integrantes: la de Asuntos Constitucionales, por ejemplo, está integrada por 21 legisladores.
Según sostienen los asesores de Alvarez, este sistema muchas veces complica el trámite de los proyectos de ley, que deben atravesar por varias comisiones antes de pasar al recinto. “No se trata simplemente de reducir el número de comisiones o limitar la cantidad de integrantes, sino de estudiar cuáles son las que realmente sirven”, señaló a este diario uno de los hombres que estudian el proyecto.
Mirando los Parlamentos de otros países, el equipo de Alvarez está decidido a convertir a las comisiones en foros públicos, abiertos a los ciudadanos, a las ONGs o a cualquier institución, empresa o persona vinculada al proyecto en cuestión.
Un capítulo central de la iniciativa pasa por modificar el estado de la planta permanente, que hoy cuenta con unos 1700 empleados (eran 1900 pero 200 se acogieron al retiro voluntario). Desde que en 1983 se reinauguró la actividad legislativa, cada senador fue incorporando a sus hombres, formando capas geológicas de empleados. La idea es capacitar a los trabajadores permanentes para lograr un cuerpo más profesionalizado. Aunque reconocen que no hay ejemplos a copiar, el modelo en este punto es el Senado brasileño, que cuenta con un núcleo importante de empleados competentes.
Para evitar este tipo de problemas, la idea es que de ahora en más cada senador que se incorpore a la Cámara cuente con una cantidad determinada de fondos para contratar asesores. En cuanto finalice el período, el legislador se retiraría con sus empleados. Así funciona en los Estados Unidos, en donde cada legislador se retira con su staff cuando termina su mandato. Claro que, antes de encarar estas modificaciones, el equipo de Alvarez espera concluir el censo de empleados que se inició hace un par de meses. Hay en todo esto un trasfondo político. La decisión de Chacho Alvarez de jugar a fondo con el proyecto demuestra que no se conforma con los desplazamientos en las jefaturas de los bloques, con la salida de José Genoud de la presidencia provisional del cuerpo o con la renuncia (por ahora una licencia) del hiperdenunciado Emilio Cantarero.
En medio de la ofensiva, Chacho busca traducir en hechos concretos sus críticas a las “viejas formas de hacer política”. “Lo que quiere Chacho, más allá del recambio político, es que la crisis derive en algo positivo”, aseguró un dirigente cercano al jefe del Frepaso. Y recordó una frase que el vice pronunció ante Página/12 el domingo pasado. “Yo soy historiador -dijo– y hay que transformar el acontecimiento (la crisis del Senado) en proceso”.
Los tiempos no son casuales. El año que viene se renueva la totalidad del Senado, que se elegirá por primera vez por el voto popular directo. Según aseguró un asesor del vice, será esta especie de refundación la que permitirá concretar la iniciativa. Y, por eso, el objetivo es instalar la discusión de cara a las elecciones del 2001.
“El debate electoral va a estar muy limitado desde el punto de vista económico. No vamos a poder mostrar una gran reactivación, ni una mejora sustancial de la economía. Pero tenemos que centrarnos en algunas iniciativas desvinculadas de lo financiero, que no cuestan nada y que suman capital político”, señaló un dirigente de diálogo cotidiano con el jefe del Frepaso. Y mencionó como ejemplo la Reforma Política, la ley para cristalizar y limitar la actividad de los servicios de inteligencia y el proyecto para mejorar la actividad del Senado. “Hay que aprovechar el descrédito que se instaló a raíz de la crisis para que las cosas cambien. Si no lo hacemos ahora, no lo hacemos nunca”, concluyó.

Flamarique no se salvó

El vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez no se refirió sólo a la economía. También habló, sin mencionarlo, del ministro de Trabajo y su ex operador, Alberto Flamarique, a quien consideró desgastado. “Hay un desgaste en el área de Trabajo y esto va a tener que ser tomado en cuenta cuando el Presidente anuncie los cambios integrales del gabinete”, sostuvo Alvarez. En realidad, lo de cambio “integral” y lo del “relanzamiento” eran las posiciones que aceptaba De la Rúa hasta la semana pasada. Ahora niega los cambios inminentes. “Es evidente que con todo esto que está pasando en el Senado, con la sospecha que hay sobre quiénes fueron los sobornadores del Gobierno, hay un desgaste político”, dijo de Flamarique el vice.

 

Tres países, tres estructuras

Argentina
El Senado argentino cuenta con 104 comisiones, entre las permanentes, las especiales y las bicamerales. Algunas están muy pobladas: la de Asuntos Constitucionales tiene 21 miembros y la de Acuerdos, 18. Hay un total de 72 bancas: tres por provincia, incluyendo la Capital. Los senadores, además de los empleados transitorios, fueron incorporando trabajadores permanentes, hasta generar una planta estable de 1700. La reforma de 1994 redujo el mandato de nueve a seis años y modificó el sistema de elección: voto directo en lugar de colegio electoral.

EE.UU.
En el Senado de los Estados Unidos funcionan 19 comisiones. Algunas dedicadas a temas generales, como la de Presupuesto o Justicia, y otras volcadas a cuestiones específicas, como la que se creó para estudiar en Efecto Y2K. En general, están integradas por menos legisladores que en la Argentina: la de Relaciones Exteriores, por ejemplo, tiene sólo 12 miembros. Los senadores se eligen cada seis años. Cuentan con un presupuesto determinado para contratar asesores mientras dura su período, que varía de acuerdo al origen del senador: los que pertenecen a Estados más grandes tienen más fondos.

Brasil
El Senado Federal brasileño tiene once comisiones permanentes (como Asuntos Económicos, Educación o Relaciones Exteriores y Defensa) y ocho investigadoras (como Robo de Cargas, Trabajo Infantil o Títulos Públicos). También cuenta con 27 comisiones especiales, dedicadas a temas tan diversos como la Deuda Interna, la Reforma Política, las Obras no Concluidas o la creación de un hospital materno infantil. Los senadores brasileños son 81 en total. Sus mandatos, a diferencia de la Argentina y Estados Unidos, se renuevan cada ocho años.

OPINION
De Sócrates al duque de Concordia
Por Martín Granovsky

Un Alvarez economista que ayer perturbó a Machinea

Declaraciones del número dos de la Alianza sobre que falta “vigor” en la marcación del rumbo económico del Gobierno desataron una ola de aclaraciones que alcanzó al propio jefe del Palacio de Hacienda. Al final, todos amigos. Pero lo dicho, dicho fue.

Por Fernando Cibeira

Una declaración mañanera del vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez en la que criticaba el “modelo automático” como política económica y hablaba de la necesidad de cambios en el área, generó una ola de especulaciones que apenas logró ser apaciguada luego de algunas llamadas aclaratorias. En el medio, existió una comunicación telefónica entre Alvarez y el jefe de asesores de Economía, Pablo Gerchunoff, más una supuesta respuesta subida tono del ministro José Luis Machinea, luego desmentida. Resultado: por la noche todavía había funcionarios de Economía que se preocupaban en averiguar si era cierto que Chacho había pedido la renuncia de Machinea.
El último domingo, en un reportaje concedido a Página/12, Alvarez ya había afirmado que al Gobierno le faltaba transmitir un rumbo más claro a los ciudadanos. Lo dijo al pasar, en lo que podía interpretarse como el principio de una crítica al Ejecutivo, una autocrítica desde la Alianza o el primer escalón de una búsqueda de diferenciación también en economía.
“No está claro por qué la economía no está creciendo como debería crecer o no se sale de este nivel de lentitud de crecimiento de la economía”, comenzó Alvarez su habitual entrevista con los periodistas que lo esperan a la mañana en la puerta de su departamento en Palermo. Pero fue la continuación de su declaración lo que detonó el problema: “Eso implica que hay que hacer cambios, que hay que ponerle fuerza, hay que ponerle vigor y hay que instalar con más precisión cuál es la estrategia y el modelo de crecimiento económico de la Argentina, distinto al ‘piloto automático’ que tuvo la Argentina en los últimos años de la economía de Roque Fernández o el presidente Menem”.
A partir de ahí jugó un poco la información boca a boca con su inevitable efecto teléfono descompuesto y la intranquilidad que campea en cada ministerio en tanto el Presidente Fernando de la Rúa demora los cambios anunciados en el gabinete. También quedó claro que dentro del propio Gobierno no terminan de conocer cuáles son los límites de Chacho: hasta ayer, se suponía que el vicepresidente era uno de los sostenes –y no uno de los detractores– del jefe de Hacienda dentro de la Alianza. Esa presunción no alcanzó para detener las especulaciones en torno a las afirmaciones del vice.
Como Machinea está en la asamblea anual conjunta del FMI y el Banco Mundial, en Praga, Alvarez se comunicó por la tarde con el jefe del gabinete de asesores de Economía, Pablo Gerchunoff, con quien mantiene una relación amistosa. “Yo no dije lo que están diciendo las radios”, le aclaró el vicepresidente. Expresamente, le dijo que jamás se le ocurriría pedir la cabeza de Machinea. Aclaración va, aclaración viene, la llamada se cerró en buenos términos.
Más o menos a esa hora, también por la radio, difundían una supuesta respuesta de Machinea, a quien alguien en Praga le había puesto al tanto de las afirmaciones de Alvarez. “Que el vicepresidente se dedique a lo que tiene que hacer, que es conducir el Senado, y no lo hace”, era la contestación del ministro. Pero desde Economía se apresuraron en aclarar que nunca Machinea había reconvenido a Alvarez en semejante forma. “La declaración es trucha”, respondió un vocero ministerial.
Poco después, desde la jefatura de Gabinete descartaron que la vuelta anticipada de Machinea desde Europa fuera respuesta a la salida de Chacho o a un reclamo de De la Rúa. “Volverá un día antes porque se terminó la asamblea”, explicó Rodolfo Terragno. El jefe de Gabinete reveló que se había comunicado durante el día tres veces con Machinea y que en la delegación argentina se vivía un clima normal, sin alteraciones de ningún tipo. Sin embargo, en ciertas oficinas de Economía, todavía se tenía como cierta la versión que Alvarez había pedido la renuncia del ministro.
Por la noche, se especuló con una aclaración de Alvarez desde Chile. Algunos colaboradores le avisaron que el tema había tenido el crecimiento de una bola de nieve y que podía resultar conveniente una versión “soft” que explicara los pedidos de cambios lanzados a la mañana. Alvarez pidióque le leyeran la desgrabación de sus declaraciones y quedó conforme con la declaración inicial. “Ya hice las aclaraciones que tenía que hacer”, cerró Chacho, con lo que evitó cortar con las especulaciones. Hoy a la mañana, cuando vuelva a enfrentar a los movileros en la puerta de su casa, éstos ya tienen por dónde empezar.

DE LA RUA QUIERE MOSTRARSE FIRME
“El Presidente toma las decisiones”

El presidente Fernando de la Rúa aseguró que no estaba enojado con su vice, Carlos “Chacho” Alvarez ni por su ausencia en la reunión que mantuvo con el ex presidente Carlos Menem ni por su actitud en el escándalo por el pago de supuestas coimas en el Senado. Sobre el primer tema dijo anoche que “le comuniqué que lo liberaba de asistir” aunque aclaró que “el Presidente es el que toma las decisiones y se reúne con quien quiere, cuando quiere”. Sobre los sobornos reiteró que no hay diferencias de posturas entre la dupla presidencial. “Somos muy claros, muy firmes, con el vicepresidente iniciamos una acción determinante respecto de lo que pasó en el Senado”, insistió.
En una entrevista emitida anoche por el programa de cable “A dos voces”, De la Rúa opinó de casi todos los temas:
Cambios: “Lo principal es lanzar e impulsar la acción del gobierno y lo de los nombres tiene un rol secundario. Obviamente siempre todo ministro tiene su renuncia a disposición del presidente y cuando yo considere que sea el cambio, lo haré en el momento que como presidente considere que es necesario y oportuno.”
Relanzamiento: “Se habló de relanzamiento del gobierno. Y ha tenido un efecto fantástico porque todos se han puesto las pilas y hemos trabajado a ritmo fenomenal.”
Sobornos: “Si hubiera algo por algún lado que yo no me he enterado, en relación al supuesto soborno, se debe actuar con rigor absoluto, porque estas cosas en ningún modo pueden permitirse. Acá no hay vueltas en lo que hace a la corrupción. He tomado una decisión que puede calificarse de histórica, que es abrir las cuentas secretas de la SIDE. No se puede trabajar bajo un clima de sospechas señalándose que de ahí podrían haber salido recursos.”
Liporaci: “La Justicia ha hecho un proceso demasiado lento (en el caso de sobornos). Liporaci es el juez que tenemos, al que le mandé al ministro de Justicia para decirle que el gobierno garantiza la independencia.”
Senado: “Sería una subversión del sentido común (sobre la amenaza del PJ de colocar a Eduardo Menem como presidente provisional del Senado si renuncia José Genoud). Siempre debe asegurarse la sucesión natural del mismo signo político.”
Menem: “A Menem lo ha elegido presidente el justicialismo, no yo. Yo no hago la elección, mi deber es recibirlo y dialogar con todos. Nadie está excluido del diálogo ni puedo ser yo quien discrimine y diga las cualidades que quiero que tenga el interlocutor que viene. Siempre el diálogo político es mucho mejor que la pelea salvaje donde se dicen eslóganes sin fundamento.”

 

 

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