| Por Claudio Scaletta
 En el quinto día de paro agropecuario, las tres entidades que convocaron a la medida se mostraron vacilantes. Aunque a media tarde de ayer se convocó a una conferencia de prensa para anunciar conjuntamente el respeto por �los plazos oportunamente estipulados� para la finalización de la protesta, la Federación Agraria (FAA) anunció que continuará el paro hasta las 24 horas del próximo lunes. Coninagro, por su parte, anunció que la medida terminaba indefectiblemente a última hora de hoy. En tanto, CRA también finalizará este sábado, pero manteniendo expresamente lo que inicialmente había dispuesto junto a FAA: dejar �en libertad a los productores y a las entidades regionales y de base �a quienes apoyan y alientan� para que continúen exteriorizando su protesta en la forma que estimen conveniente�.
Desde el Gobierno, mientras tanto, se optó por continuar negando la protesta del campo. Fuentes de la Secretaría de Agricultura comentaron a Página/12 que, en realidad, las entidades gremiales agropecuarias lograron, antes que reflejar el malestar de los productores, capitalizar el descontento de amplios sectores de las economías regionales, en crisis frente a la prolongada recesión y la falta de perspectivas de corto plazo. También se conforman con atribuir la mala situación a las condiciones particularmente adversas de los mercados internacionales, cuyos precios atraviesan bajas históricas.
La primera autocrítica aparece cuando se pregunta por el reclamo contra los gravámenes distorsivos, pero no por los impuestos mismos sino por cómo fue negociada la reducción del 50 por ciento del ITC (impuesto a la Transferencia de los Combustibles) sobre el gasoil, lo que significaba una baja del 6 por ciento por cada litro. La queja es por haber ofrecido esta concesión sin haber consultado previamente la disposición a aceptarla de la dirigencia agraria.
El secretario de Agricultura, Antonio Berhongaray, por su parte, no salió nunca del personaje de mediador traicionado. Durante esta semana vaciló entre afirmar, en línea con el resto del equipo económico, que el Gobierno había dado todo lo que podía, mientras que repetía a quien quisiera oír que la gente de campo no le había dado el tiempo suficiente para resolver los problemas. Desde la secretaría se propusieron recordar que a esta administración no se le tuvo la misma paciencia que a la de Carlos Menem, quien padeció el primer paro agropecuario recién sobre el final de su década de gestión. �Las medidas adoptadas no son suficientes para mejorar la situación del productor, pero marcan la tendencia�, sostuvo el secretario, quien en todo momento destacó la posibilidad de reanudar el diálogo una vez que finalice la protesta.
El sector agropecuario también tuvo tiempo para dar a conocer sus argumentos. El más general fue el de las asimetrías de competitividad emergentes de mercados mundiales subsidiados con 360 mil millones de dólares frente a una realidad interna con impuestos distorsivos. No faltó tampoco el de la capacidad de la agroindustria para generar el 60 por ciento de las divisas del país o sus posibilidades de inversión.
�Cuando una firma industrial invierte 100 millones de dólares sale en todos los diarios. Nosotros, sin que nadie diga nada, invertimos entre 8 y 9 mil millones de dólares por año�, destacó Manuel Cabanellas, titular de CRA. Los hombres de campo también señalaron las transferencias hechas a través de distintas medidas, específicas o de la política económica, a otros sectores de la producción. Recordaron el costo del Plan Canje y las concesiones al sector financiero durante y después de la crisis del Tequila y, en particular, las transferencias que cotidianamente hace el agro vía costos de peajes y servicios, o de aranceles sobre las importaciones de manufacturas.
En la conferencia de prensa que brindaron a modo de balance de las jornadas de paro, a pesar de la unidad de los reclamos y diagnósticos, las tres entidades se mostraron dubitativas acerca de cómo contener laspresiones de sus bases. En algunas regiones del país, especialmente en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y el sur de Santa Fe, la protesta actuó como detonante de una situación de crisis largamente contenida. No fueron sólo los productores agropecuarios los que se sumaron a los piquetes sino también camioneros y comerciantes. Por eso mismo, los dirigentes comenzaron a decir en voz alta lo que antes decían en privado: que la solución de la crisis sectorial ya no dependía de una suma de medidas para aliviar la carga impositiva sino que detrás existía un problema más estructural: no la política agropecuaria sino la económica. Y aunque los dirigentes del agro no lo digan, un modelo económico que eligió especializarse en materias primas abundantes en los mercados internacionales.
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Opinan las entidades que convocaron |
Manuel Cabanellas (CRA)
�Actitud lamentable�
�Durante el paro de esta semana culmina una etapa de acción gremial. La actitud del gobierno fue lamentable, tanto desde el Ministerio de Economía como del de Interior. Las declaraciones de los funcionarios fueron agraviantes para los productores. Esperamos que nuestras acciones hayan servido para llamar la atención de los funcionarios y que reflexionen. Si son bien interpretadas deberán traer soluciones. Nuestras demandas representan sólo el uno por ciento del gasto público total de la Argentina, no es gran cosa. Estamos de acuerdo con el equilibrio fiscal, pero ese equilibrio se alcanzará aumentando la producción, con más área sembrada y no con menos. En estos días no hubo contactos con el gobierno, pero sería ilógico no volver al diálogo.�
Guillermo Giannasi (FAA)
�Cambiar el modelo�
�Trabajamos en conjunto con las otras dos entidades agropecuarias y por eso también apoyamos el reclamo de eliminar los impuestos distorsivos. Por supuesto que esto ayudaría a los productores, pero la realidad de nuestros representados trasciende esta cuestión formal. La crisis que hoy atraviesa el campo es tan grande que los pequeños productores se vieron obligados a dejar de pagar sus impuestos. Lo que verdaderamente nos afecta hoy es el modelo económico. Esta convertibilidad inmovilizó ingresos mientras que todos los costos se fueron para arriba. Hay que cambiar el modelo y terminar con la sangría exigida por los organismos financieros internacionales. El gobierno tiene que escuchar a los que producen.�
Mario Raiteri (Coninagro)
�Reflejó la crisis�
�El alto acatamiento que tuvo este paro demuestra claramente la crisis del sector. Ahora esperamos que el gobierno haga una lectura adecuada de los acontecimientos. Lo que esperamos, además de la eliminación de los impuestos distorsivos, es un cambio sustancial de la política, no sólo la agropecuaria, sino la económica. El Ejecutivo debe preguntarse qué hacer para crecer, porque la cuestión no se limita a la mera proposición de medidas aisladas. A partir de ahora se abre un compás de espera en el que quedaremos en sesión permanente. El paro significó haber cumplido con la primer parte de la lucha, que el Ejecutivo se dé cuenta de la verdadera gravedad de la situación. Ahora se abre un paréntesis para que el gobierno piense.� |
CAIDA DEL EMPLEO EN BUENOS AIRES
Estamos mal, vamos bien
El nivel de empleo en el Gran Buenos Aires se ubicó en el tercer trimestre en su nivel más bajo de los últimos tres años y medio. Gran Rosario está mejor que el año pasado, pero en su punto más bajo de lo que va del 2000. En el Gran Córdoba, el indicador dio en el período julio/septiembre el nivel más bajo de empleo desde que se hace la medición (tercer trimestre de 1998). Sin embargo, la Secretaría de Empleo, que realizó la encuesta, concluye que �se fortalecen los indicadores que muestran una lenta recuperación del mercado de trabajo�.
El empleo cayó en los últimos tres meses en el Gran Buenos Aires en un 1,1 por ciento con respecto al mismo período del año pasado y 4 por ciento en relación a 1998, cuando alcanzó el punto más alto de la serie. El estrato de empresas de 10 a 49 empleados resultó el más afectado, con caídas del 2,7 y 8,4 por ciento en la comparación con esos mismos períodos. Por rama de actividad, es en la industria de la construcción y en el de servicios de Electricidad, gas y agua en los que se perciben las mayores caídas. También observa un empeoramiento del nivel de empleo la industria manufacturera, mientras que el indicador refleja una recuperación en el último trimestre en el rubro Comercio, restaurantes y hoteles y en el de Servicios comunales, sociales y personales.
En el Gran Córdoba la situación del empleo se deterioró en los últimos dos trimestres, con caídas sucesivas del 0,5 por ciento en cada uno de dichos períodos. En este caso aparecen afectados tanto el estrato de empresas de menor dotación de empleo, 10 a 49 personas, como el de planteles de 50 a 199 empleados. Como en el Gran Buenos Aires, en el principal conglomerado urbano cordobés es el sector de la construcción el que más padece la caída del empleo. El Gran Rosario, en cambio, dio la nota distintiva con una recuperación del empleo en el último trimestre del 0,8 por ciento con respecto a un año atrás, aunque registra una leve disminución (0,4 por ciento) en relación al segundo trimestre.
No obstante estos datos, la evaluación de los resultados del informe que realiza la Secretaría de Empleo apunta que �la desaceleración de la caída del nivel de empleo en términos anuales y trimestrales (en el mes de septiembre) se combinan con el registro de una serie de indicadores mensuales positivos: el incremento del nivel de empleo mensual fue acompañado por un alza de las contrataciones de personal efectivo, de producción y en las tareas de menor calificación�.
ECONOMIA DEFIENDE LA EMERGENCIA
�Beneficia a jubilados�
El subsecretario de Coordinación, Roberto Eilbaum, aseguró que la flamante ley de Emergencia Económica �beneficiará� a los jubilados, quienes podrán cobrar sentencias judiciales a su favor con títulos de deuda. Los bonos para cancelar obligaciones contraídas con los pasivos y proveedores serán emitidos a 10 y a 16 años, respectivamente.
Según el funcionario, es imposible precisar el monto de esos compromisos fiscales, ya que, en muchos casos, éstos surgen de controversias que aún no han sido clausuradas. De cualquier modo, el hombre de Economía rescató la posibilidad del Gobierno de �ordenar una situación heredada�, a través del reconocimiento de estas deudas. Esa admisión �y la entrega de los correspondientes bonos� le darían a los jubilados acreedores la certeza de que, efectivamente, cobrarán en algún momento.
Eilbaum, quien oficia de nexo entre el Palacio de Hacienda y el Congreso, advirtió que el Poder Ejecutivo dispone de 30 días para resolver qué contratos firmados antes del 31 de diciembre pasado está dispuesto a revisar, según lo faculta la Emergencia Económica. Pero aclaró que el interés oficial se orientará hacia los contrataciones del rubro infraestructura y que la revisión �no significa que sean poco claros�.
El colaborador de José Luis Machinea intentó también llevar tranquilidad hacia todos los empleados públicos, cuyas condiciones de trabajo, según la flamante ley, serán flexibilizadas. �No habrá despidos�, sentenció.
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