Por Claudio Zlotnik
El blindaje tuvo un impacto deslucido en la city. Antes que enfervorizarse por el anuncio, los operadores se movieron con la misma cautela de las últimas sesiones, cuando se desconocían los detalles de la megaoperación. En ese marco, las acciones líderes avanzaron apenas el 0,4 por ciento con un reducido volumen de negocios. Y el riesgo-país mejoró sólo 12 puntos, cerrando en 810 puntos. Por ahora, los financistas no están muy entusiasmados con el �operativo blindaje�. Otra muestra de ello son las elevadas tasas de interés que se pactan en el mercado. Ayer, por ejemplo, bancos de primera línea pagaban una tasa del 17 por ciento anual por los depósitos a plazo fijo en pesos a tres meses de plazo.
La prudencia de los financistas se basa en que, más allá del blindaje, la gran incógnita es si la economía podrá salir del estancamiento. En la city ponen reparos a que el socorro impulse una rápida y sensible baja de las tasas, tal como apuestan en el Palacio de Hacienda. Incluso, hay quienes, como Marcelo Nicoletti, analista jefe del ABN Amro Bank, piensan que José Luis Machinea no genera confianza y debería dar un paso al costado. �La Argentina necesita crecer porque sólo así será un país viable. El blindaje no alcanza. Para tener éxito deberían tomarse al menos dos medidas: volver a financiarse en el mercado internacional y cambiar al equipo económico�, afirmó Nicoletti en diálogo con
Página/12.
Otros, en cambio, suponen que la clave para lograr una caída en el costo del dinero pasará por el canje de deuda que proyecta Economía. Esa operación se dividirá en tres partes y en todos los casos se �levantarán� bonos con vencimiento en los próximos cuatro años. Uno de los segmentos contempla rescatar 1000 millones en títulos nominados en euros. El otro consistirá en cancelar Bocon y Brady FRB por 3000 millones, mientras que en el último se tomarán cupones de los bonos Globales que tienen las AFJP. A cambio, el Gobierno emitirá títulos a mediano y largo plazo (posiblemente de entre 7 y 30 años) y, según explicó a
Página/12 Julio Dreizzen, subsecretario de Financiamiento, �todavía estamos analizando las propuestas presentadas por los bancos�.
�¿Cuál es la ganancia de Economía con el canje?
�Según estimó Machinea, con la operación, las necesidades financieras de 2001 disminuirán en 600 millones de dólares.
�¿Cuál es el riesgo?
�Que las nuevas emisiones devenguen tasas de interés más altas que las actuales.
�Si utilizan parte de los fondos del blindaje como garantía para rescatar deuda de largo plazo, se conseguirán tasas más bajas que tendrán un efecto cascada sobre las demás. De lo contrario, dudo que se verifique un abaratamiento�, señaló a este diario Rafael Ber, titular de la consultora Argentine Research. Sin embargo, Machinea aclaró en conferencia de prensa que �el objetivo del canje es alargar los plazos de la deuda�. Y Dreizzen comentó que �la operación se hará a tasa de mercado y no se utilizarán garantías�.
En la sesión, los títulos públicos subieron entre 0,5 y 1,5 por ciento. Sin embargo, un dato preocupó a los financistas: las tasas de interés siguen subiendo. Hasta ahora, la escalada se había focalizado en aquellas de corto plazo y Economía la había justificado en la iliquidez estacional que se advierte en el último mes del año. Pero ahora, la presión alcista incluye a las tasas que se pactan para el 2001. Por ejemplo, la tasa promedio que pagan los bancos por los plazos fijos en pesos a más de 60 días trepó de 9,8 a 14,3 por ciento anual la última semana. Y la brecha entre la tasa en pesos y en dólares se amplió de 1,4 a casi 4 puntos. Presentado el blindaje, ahora Machinea espera que Alan Greenspan le dé una mano. El presidente de la Reserva Federal (banca central estadounidense) anunciaría un cambio en la tendencia de la tasa internacional, de �alcista� a �neutro�, lo que abriría las puertas a una baja en el costo del dinero.
HISTORIA DE RESCATES DEL FMI. META PARA ARGENTINA
Fin último, evitar la devaluación
Por Claudio Scaletta
La corta tradición de salvatajes financieros internacionales, iniciada en México en 1995 y de la que el �blindaje� local es su último eslabón, muestra que el mecanismo no se aplica a cualquier economía en problemas, sino en aquellas cuyas crisis, dadas sus magnitudes relativas, pueden generar un efecto multiplicador regional. Así, países que incluso dolarizaron sus economías, como Ecuador, no recibieron ningún apoyo, mientras que gobiernos poco confiables, como el de Moscú en 1998, fueron receptores de ingentes recursos. Sin embargo, existe un común denominador en todas las �ayudas extraordinarias� que no alcanza al caso argentino. Siempre se aplicaron en países donde existía la válvula de escape de la flotación cambiaria. Su objetivo fue permitir �devaluaciones exitosas�, es decir la posterior estabilización de precios para frenar la continuidad de las crisis. Argentina inaugura el modelo aplicado a una economía con tipo de cambio fijo y en la que lo último que se desea es una devaluación.
Los más de 40 mil millones de dólares recibidos por México para rescatar su economía de la crisis del tequila abrieron el camino. Algunas veces las ayudas vinieron después de las devaluaciones, como en Tailandia en 1997, o antes, como en Brasil en 1998. En otros casos los destinatarios de las ayudas financieras extraordinarias fueron países que habían sido puestos como modelos de desarrollo, como ocurrió con el sudeste asiático en general. Esto, a pesar de que las evoluciones reales de estas economías poco hayan tenido que ver con las recetas emanadas desde Washington.
En Brasil la ayuda llegó cuando la devaluación se preveía inevitable. Los más de 40 mil millones recibidos a fines del �98 no evitaron la caída del real de enero del �99, pero sí permitieron a los bancos calzarse en dólares para hacer frente a sus compromisos de depósitos y deuda una vez producida la devaluación. Si esto no hubiese ocurrido los efectos hubiesen sido imprevisibles. Pero la crisis asiática del �97 había alertado a los organismos financieros internacionales sobre las consecuencias para la economía mundial de las debacles regionales. Los casi 130 mil millones de dólares destinados a Corea, Indonesia y Tailandia, habían llegado tarde. La caída de la actividad económica de la región se prolongó durante todo el �98. El FMI no estaba dispuesto a que la situación se repita en América latina. Y esto a pesar de la fallida experiencia rusa, donde los más de 20 mil millones aportados por el Fondo en 1998 sólo se tradujeron en cesación de pagos y fuga de capitales.
El caso argentino parece más complejo. Están presentes las dos características mencionadas; el efecto contagio regional junto a la potencial mala prensa para el Fondo. En un momento en que la legitimidad de los organismos financieros internacionales es crecientemente cuestionada, incluso dentro de Estados Unidos, sería muy negativo para la institución que un país que siguió estrictamente sus recetas entre en una crisis que lo aleje de la deseada previsibilidad que reclaman sus acreedores. |
OPINION
Entre Haití y Europa
Por James Neilson
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