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Contra
lo que se suele creer, la enfermedad ocasionada por aquel parásito
introducido en el organismo humano por la temida vinchuca, el Trypanosoma
cruzi, concita la atención y el trabajo de numerosos grupos de
investigación. Y esto no sólo ocurre en la Argentina o Brasil,
que han experimentado en carne propia los estragos que ocasiona el Mal
de Chagas sobre la salud de quienes conviven con el insecto vector de
la enfermedad. Investigadores de Suecia o de Estados Unidos también
están involucrados en su estudio y en la consiguiente búsqueda
de nuevos tratamientos. Futuro dedica su entrega mensual de salud a la
investigación del Chagas que se lleva a cabo en los laboratorios
argentinos.
Por
Agustín Biasotti
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