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Segundo aniversario

deme dos
Las/12 cumple dos años y se regala este número especial en el que celebra a un puñado de hombres ante los que alguna vez nos rendimos. Es una manera de ponerles nombre y apellido a las pasiones que supieron despertarnos, y de festejar otros doce meses en los que el suplemento abrió sus páginas a un variadísimo registro de voces femeninas. Esa fue, es y seguirá siendo la clave: la mujer no existe, las mujeres sí.

Por Sandra Russo

El primer cumpleaños nos agarró, hace un año, rodeadas por doce señores que se tomaron el trabajo de sentarse a escribir como mujeres y que nos permitieron un festejo de lujo. Esta vez, en cambio, tuvimos ganas de invitar a un puñado de mujeres que, sumadas a las de las chicas de la casa, eligieran a su hombre favorito. El resultado del trabajo es esta edición, en la que, bajo el título de “Los hombres que amamos”, Las/12 habla de esos varones ante los que alguna vez nos hemos rendido. La respuesta de las mujeres convocadas a participar de este número especial también da cuenta de la manera en la que las mujeres solemos hacer click bajo el influjo de un hombre. No están aquí esos muñecos a los que sin esfuerzo piropearíamos por la calle o en la pantalla. La consigna, que incluía la palabra “amor”, conectó a todas las mujeres que firman estas notas con otro tipo de registro: ese escritor, ese personaje histórico o de ficción, ese director de cine que un buen día les partió la cabeza, les levantó el telón de un mundo nuevo o las envió a una dimensión desconocida.
Durante todo este segundo año de vida, Las/12 afianzó su estilo y su manera de detectar en el universo común los acentos femeninos. A veces esas voces rescatadas del barullo o del silencio fueron graves, potentes, provocadoras. Otras, fueron divertidas. No faltaron las voces frívolas, ni las delirantes. Caben todas. El único tamiz del suplemento es ése: el sentido de la pluralidad inagotable que esconde la palabra “mujeres”, y que durante muchos años se pretendió amasar con esa misma palabra en singular. “La mujer” no existe, y no porque lo haya dicho Lacan. “La mujer” –esa a la que se le dedican revistas, programas de televisión, otros suplementos de diarios– no existe, salvo que nos resignemos a aplanarnos, a achicarnos, a comprimirnos, a borrar de nosotras las diferencias que hacen que no solamente unas nos distingamos de otras, sino sobre todo que nos demos permiso para levantarnos cada día con el pie que se nos antoje. Lo femenino muta dentro de nosotras a cada instante, recomienza, nos pone en crisis, nos sacude y se burla de las que fuimos hace dos horas. Cada mujer es tantas mujeres que no es sorprendente que los hombres hayan acuñado aquel “son todas iguales” para arrullarse y tranquilizarse.
Sobre los varones nos hemos ocupado entre risas, durante estos dos años, con la licencia de los arquetipos que se publican en nuestras contratapas -y que sólo por esta vez, ante la avalancha masculina del número especial, suspendemos-. Se entendió sin dificultad que esos grandes rasgos en los que muchos se reconocen y otros buscan reconocerse son una humorada que no sólo nos habilita a describir diferentes tipos de hombres, sino también a reírnos del cristal con el que los miramos. En cualquier pintura no tiene por qué haber más del pintado que del pintor.
En esta ocasión, en cambio, los hombres son admirados y tienen nombre y apellido. La riqueza de un género o de un transgénero reside tanto en lo que lo constituye –las generalidades, las cosas en común– como en los espacios que se reservan para convertir a cualquier miembro de ese género en único. Esa, probablemente, es la tecla que más toca este suplemento: la complicidad que surge de la identificación, y la libertad que surge de la pluralidad.
En tanto, como un collage que documenta la coctelera apasionante de las voces femeninas que hablaron en los últimos doce meses en las páginas de Las/12, elegimos casi al azar algunas frases de entrevistadas de diferente orden, importancia, ideología, preferencias, trabajos, signos y procedencias. Lo que salió, y que se publica en la contratapa de este número, es combustible.