Cómo es el documental que relata la historia de los Sex Pistols,
en bocota de sus propios protagonistas
|
Honestidad
brutal.
|
|
He
aquí el testimonio más directo sobre la explosiva existencia
de una banda que fue cometa fugaz pero intensamente luminoso
en el cielo del rock and roll. Ahora, en el 2000, se puede acceder a una
definitiva versión sobre aquellos días ¿felices?
y muy despelotados. Anticipando su estreno en Buenos Aires el No te cuenta
de qué va la película a través de las palabras del
ex Johnny Rotten y el director Julien Temple.
Texto:ROQUE
CASCIERO
Esta
es la oportunidad de los Sex Pistols para hacer entender la verdad sobre
nuestra historia. La categórica afirmación le corresponde
a John Lydon, quien allá por 1976 fuera el cantante del cuarteto
que puso la palabra punk en boca de todo el mundo. El Artista Anteriormente
Conocido Como Johnny Rotten se refiere a The filth and the fury, el documental
dirigido por Julian Temple, el mismo que había hecho The great
rocknroll swindle (La gran estafa del rocknroll),
la película que documentaba la caótica gira trunca de los
Pistols por los Estados Unidos, en 1977. El filme, en donde los cuatro
pistolas vivos hoy brindan su testimonio y que ya fue adelantado en el
Festival de Berlín de este año, se estrenará el 29
de marzo en Nueva York y será exhibido en Buenos Aires durante
la segunda edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine
Independiente. Entonces, ahí se podrá apreciar por qué
es que Lydon dice que durante los últimos veinte años
la gente ha exagerado y deformado a los Sex Pistols hacia algo que nunca
fueron. ¿Nunca fueron?
Según
el cantante, la verdad sobre la historia del grupo inglés es mucho
más estremecedora e interesante. A lo largo de los años,
los periodistas nos han preguntado a Steve (Jones, guitarrista) y a mí
un montón de cosas sobre los Pistols, pero nunca se escriben las
respuestas que de algún modo contradicen a la opinión pública.
Es extraño que constantemente te respondan: No puede ser
así porque yo leí el libro de John Savage (risas).
¿Quién mierda es él? El no estaba ahí. Su
libro es una conjetura basada en el hecho de que era amigo del manager
(Malcolm McLaren). La película establece un desafío: no
importa cuánto mientas ni trampees ni corrompas algo, al final
la verdad saldrá a la luz.
En 1975, cuando estudiaba cine en Beaconsfield, Temple se cruzó
por primera vez con los Sex Pistols. A través de una ventana, el
joven estudiante de cine escuchó una deforme versión de
un tema de los Small Faces: en lugar de I want you to know I love
you (Quiero que sepas que te amo), el cantante berreaba I
want you to know I hate you (Quiero que sepas que te odio). El pibe
enloqueció: dejó sus estudios y se dedicó a documentar
los pasos de la banda como una suerte de fan-testigo. Según remarca
irónico el press-kit de la película, pedía prestada
una cámara del colegio para filmar los shows. Mucho de ese material
fue usado para La gran estafa del rocknroll (1980), que McLaren
utilizó para su autopromoción. El punto de vista del pelirrojo
manager ahora bizarro candidato a la alcaldía de Londres
resultó el más difundido a lo largo de los años:
había sido él, un diseñador de ropas proveniente
de la clase media británica, quien inventó a
los Pistols. Y éstos, siempre según el manager, no eran
más que títeres en sus manos.
La gran estafa... no había sido aprobada por Lydon, por eso Temple
sabía que su primera película no contaba TODA la historia.
Es bárbaro poder finalmente exhibir el otro lado declaró
el cineasta. Los miembros de la banda fueron muy honestos en The
filth and the fury y creo que es su honestidad lo que los conectará
con la gente. El ex Johnny Rotten se enfurece mientras describe
las mentiras que se han dicho sobre su vieja banda: Hubo
gente que afirmó haber escrito las canciones y haber orquestado
todo, sin que la banda tuviera mucho que ver. Y eso no es cierto en absoluto.
No fuimos una conspiración de clase media. Cada cosa que hicimos
provino instintivamente de la clase trabajadora. Y aun hoy continúa
siendo así. Lo nuestro no fue un movimiento intelectual orquestado
por Malcolm McLaren. Tampoco es verdad que fue algo planeado deliberadamente
para ser una especie de revolución social. Si teníamos un
objetivo, era el de meter por la fuerza en el mainstream nuestras propias
opiniones de clase trabajadora, que era algo que nadie había hecho
en la música popular hasta ese momento. Simplemente estábamos
siendo nosotros mismos.
|
Una
imagen de la célebre entrevista televisiva: el periodista Bill
Grundy, borracho, entrevistó a los Pistols y estos se descolgaron
con muchos "fuck", "shit" y demás. El Daily
Mirror, escandalizado, lo puso en tapa. Y cómo... |
El
documental describe el explosivo quiebre que marcaron los Pistols en la
historia de Inglaterra y en la cultura mundial, ilustrado con el valioso
material de archivo que conservaba Temple de sus días de furia
yentrevistas individuales a los miembros de la banda (actualmente, Lydon
y Jones, dos cascarrabias, no se hablan). También merece un espacio
vital la famosa aparición de Rotten y Cía. en el Thames
Today Show, en diciembre de 1976, entrevistados por un absorto Bill Grundy
(ellos fueron de los primeros en decir la palabra fuck en la televisión
inglesa, se jactan en el material promocional de la película).
Incluso se ha recuperado un reportaje hecho por el director a Sid Vicious
un año antes de su muerte, en el que (¡sorpresa!) el bajista
aparece reflexivo y gracioso. Una de las cosas que más le agradan
a Lydon sobre la película es que muestra el sentido del humor de
la banda: Nos lo habían robado. La gente no quiere prestar
atención al hecho de que éramos gente joven que básicamente
quería divertirse. No entendieron que eso es lo que hace la gente
joven; el mundo era y es un lugar horrible, pero nunca lo cambiarás
sintiéndote una basura.
Sin embargo, la historia del cuarteto revelada en The filth... transmite
cierta tristeza, según su director. Hay gente que vio la
película y casi llora en el final, que es lo último que
uno esperaría en un film sobre los Sex Pistols. Pero es bárbaro,
porque los Pistols eran imprevisibles. Eso era parte de su poder.
Pero John Lydon no se arrepiente de sus días como Johnny Rotten:
Trabajás con las herramientas que tenés. Y nosotros
lo hicimos bien sin que nos importara un carajo. De un modo extraño,
nuestra ignorancia de lo que era el establishment musical fue nuestro
más grande punto a favor. Pienso que uno se hace más vivo
a lo largo de los años, pero si hubiera sido tan vivo entonces
como ahora, no habría funcionado. Habría estado demasiado
al tanto de todo lo negativo.
Pero, ¿por qué contar la verdadera historia hoy, a más
de veinte años de los hechos y después de una gira de reunión
el Filthy Lucre Tour que rozó el bochorno?
No sé si es importante hoy, en este minuto, pero durante
todo este tiempo me ha molestado el haber tenido que leer mentiras regurgitadas
en los medios y ellos han ignorado directa y claramente todo lo que la
banda tenía para decir, explica Lydon. Para Temple, es una
cuestión de supervivencia de la credibilidad rockera: Es
muy importante que la gente, especialmente los jóvenes, conozcan
su propia historia y desafíen aquello que les dicen, sin aceptar
las cosas porque sí, que es algo que sucede cada vez más.
En la cultura británica de posguerra ninguna voz ha sido tan desafiante
como la de los Sex Pistols. Nadie ha ido más allá que ellos,
nadie tuvo las agallas.
Otra
mirada sobre los años punks
La felicidad
, ja
M.P.
El
punk fue furia nihilista, no furia política, declaró
recientemente el legendario Howard Devoto al diario inglés
The Guardian. Por eso es que yo no compro cosas, como
algo que leí hace poco sobre el punk, en donde se habla
de lo desolados que eran los años setenta, cultural y
políticamente. Y tampoco compro esa frase que John Lydon
dice en The filth and the fury, en la que se explaya sobre lo
represivo que era entonces el sistema en Gran Bretaña,
y que por eso fue que apareció el punk. No creo que eso
sea verdad. En lo que a mí respecta, no puedo decir que
lo estaba pasando particularmente bien entonces, pero... ¿qué
tiene eso de original?
Al contrario del punk todo terreno en el que se ha transformado
Lydon de los Pistols en adelante hoy con su propio programa
de TV y todo, el fundador de los Buzzcocks y Magazine
ha sabido desaparecer lentamente desde que apareció en
escena hacia 1976. Considerado por el periodista inglés
Pete Frame como el Orson Welles del rock y homenajeado
por Morrisey en su tema The last of international playboys,
Devoto está retirado del mundo de la música desde
hace ya una década, luego de probar suerte en los ochenta
con su último grupo, Luxuria. Soy el jefe de archivo
de una de las principales agencias fotográficas de Londres,
y también cobro los derechos de autor de mis temas,
aclaró en esta reciente entrevista, realizada en ocasión
de la flamante reedición de Times Up, un clásico
bootleg oficial de Buzzcocks.
Siempre hubo algo muy limitante sobre el punk, y en los
primeros días ésa fue precisamente su fortaleza,
explicó Devoto, que dejó los Buzzcocks apenas
éstos lanzaron su primer álbum, y formó
Magazine para escapar de los límites estéticos
del punk. No me gusta la música, no me gustan los
movimientos, pero a pesar de todo las cosas deben
ser dichas, escribió por aquel entonces. Más
cerca de la angustia de Joy Division que del entusiasmo político
de The Clash, el tan memorioso Devoto que actualmente
se encuentra trabajando en su autobiografía subrayó
finalmente su convicción de que el punk fue una
nueva versión de expresar nuevas formas de infelicidad
moderna. Y pienso que mucha de nuestra actividad cultural tiene
que ver con ese proceso, particularmente en nuestro mundo privilegiado,
con tanto tiempo en nuestras manos.
|
Una
nueva teoría sobre la muerte de Nancy
¿Inocente
S i d ?
El cadáver
de Nancy Spungen apareció en la mañana del 12 de octubre
de 1978. En el baño de la habitación 100 del célebre
hotel Chelsea de Nueva York, el cuerpo de la platinada chica de veinte
años yacía en un charco de su propia sangre. Había
sido apuñalada en el abdomen. En el cuarto sólo había
otra persona: un punk con cara de haber pasado una noche de excesos.
Era John Ritchie, más conocido como Sid Vicious, novio de la
víctima. Para los ojos de la policía, no existía
un mejor potencial asesino que el ex bajista de los Sex Pistols. Esa
misma tarde fue encerrado con el cargo de homicidio en segundo grado.
Sin embargo, un informe publicado en el último número
de la revista inglesa Mojo desafía la veracidad de la teoría
oficial: nadie investigó la falta de 14 mil dólares en
la habitación del Chelsea, no fueron citados a declarar la mayoría
de los que estuvieron allí esa noche y no se le prestó
atención al estado de Sid, quien había tomado Tuinol (un
barbitúrico fuerte) como para matar a un caballo.
Según Eliot Kidd, uno de los residentes del hotel, Vicious había
recibido 14 mil dólares por royalties en los días previos
al crimen. Cuando lo arrestaron sólo tenía monedas y algunos
billetes encima. El guitarrista Neon Leon (quien tocaba en los shows
de Vicious en el CBGB) dijo que, en la medianoche del 11 de octubre,
Sid fue hasta su cuarto, le mostró su flamante cuchillo de caza
y le regaló su campera de cuero. Kidd, sin embargo, recuerda
haber visto a Leon en la habitación 100 la noche del crimen.
Escuchamos que había una fiesta allí y fui con un
par de chicas. Nancy todavía estaba viva; ella nos hizo entrar.
Neon Leon estaba ahí con su novia Kathy. Había al menos
seis personas... Mucha gente para un lugar tan pequeño. Sid se
había desmayado. Nancy dijo: Oh, se tomó como treinta
Tuinols. Nosotros nos fuimos como a las cinco de la mañana.
Nancy todavía seguía hablando y Sid seguía desmayado.
Kidd afirma que Nancy se habría vuelto loca si hubiera descubierto
que le estaban robando. Hay que tener en cuenta que había
un cuchillo en la habitación y que si acorralás a una
rata, te va a morder. Sid Vicious fue enviado a la prisión
de Riker Island, de donde salió después de que el sello
Virgin pagara los 50 mil dólares de fianza. Pero se peleó
con Todd, el hermano menor de la cantante Patti Smith, y fue a parar
de nuevo a Riker, donde lo violaron varios presos. Fue liberado el 1
de febrero de 1979 y los amigos le organizaron una fiesta. Su madre
le dio cien dólares para que comprara heroína y él,
que solía inyectarse grandes cantidades de la droga cortada y
de la peor calidad, se administró, sin saberlo, la misma dosis
de heroína, pero de máxima pureza. Al día siguiente
estaba muerto.
|