LA
TRAVESIA ON LINE HACIA LA CUMBRE DEL ACONCAGUA
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Cuatro
aventureros argentinos escalaron el cerro más alto de América
y desde allí transmitieron un manifiesto ecologista. Soportaron
temperaturas de 20 grados bajo cero, rescataron a una alemana y treparon
los casi 7 mil metros de altura en vivo y en directo por Internet. Preparate
Himalaya, no sabés la que te espera...
TEXTO:BRUNO
MASSARE
Los
glaciares se están derritiendo. Los bosques están desapareciendo.
Estamos cambiando el clima. Nos estamos quedando sin peces en los mares.
Nuestros niños, antes de nacer, acumulan tóxicos provenientes
del ambiente. Desde el punto más alto de América, llamo
a la reflexión de los gobiernos y de todas las personas preocupadas
por detener el abuso que en la Argentina se realiza a la tierra, al aire
y al agua. Los legisladores tienen en sus manos el poder para legislar
y cambiar la historia de nuestro país, y la gente tiene el poder
de vigilar que los gobiernos las hagan cumplir. Para que los esfuerzos
por salvar al mundo no queden sólo en palabras, es necesario que
estas palabras se transformen en acciones. Esta declaración
de Greenpeace no fue un comunicado más por la preservación
del medio ambiente. Fue enviada en la tarde del 5 de marzo a través
de Internet y desde 6962 metros de altura. Desde la cumbre del cerro Aconcagua,
más exactamente.
Gadi Slomka, Julio Vianna, Gerardo Burgos y Adrián Iriarte son
los responsables del Aconcagua On Line, la primera expedición a
la cima del cerro más alto de América transmitida paso a
paso a través de la web. La idea de la declaración
tiene que ver con que queremos hacer pública una lucha, la del
respeto a nuestro entorno y del peligro que éste está corriendo
en muchos lugares del mundo, dice Gadi, ideólogo de la expedición,
que ya había participado de la travesía Hielos Continentales
99 (ver recuadro).
El nombre Aconcagua viene del quechua Ackon Cahuak, que significa Centinela
de Piedra. Aunque su origen también podría estar en la frase
mapuche Aconca-Hue, cuya traducción es Viene del otro lado,
en referencia al río chileno que lleva ese nombre y del que, antiguamente,
se creía que tenía sus orígenes en las laderas del
cerro. Por cierto que el primero de los significados resulta mucho más
descriptivo para una montaña que sobresale casi 2000 metros por
encima de las cumbres que la circundan y que difícilmente pasará
desapercibida para el observador más distraído.
En unos quince días, los cuatro montañistas a los
que se sumó un grupo de apoyo de tres integrantes atravesaron
las distintas etapas de ascenso, transmitieron en detalle las peripecias
de cada jornada a través de www.aconcaguaonline.com.ar (donde aun
se pueden ver las actividades, alimentación, temperatura, ubicación
exacta y una crónica correspondiente a cada jornada), dieron entrevistas,
alcanzaron la cima no todos lo lograron y hasta socorrieron
a una andinista alemana. Todo salió de acuerdo con el plan
que habíamos preparado y el clima nos ayudó mucho. Hubo
mal tiempo cuando no teníamos nada que hacer y tuvimos días
con una temperatura muy agradable, dice Julio. ¿Qué
significa una temperatura agradable? Y... con unos diez grados bajo cero
estaba muy bien. Ajá.
El ascenso comprendió varias etapas de aclimatación, fundamentales
para seguir la marcha sin problemas. A medida que uno sube sobre
el nivel del mar es menor la capa de atmósfera, entonces disminuye
la presión de oxígeno. Como los glóbulos rojos necesitan
una determinada presión para captarlo, aumenta la cantidad de glóbulos
en la sangre. Este proceso es lento, pero al menos una breve aclimatación
permite sobrellevar mejor síntomas de la altura como el agotamiento,
los mareos, las náuseas y la falta de sueño y de apetito,
explica Julio. A pesar de las previsiones, la altura hizo de las suyas
en varios de los montañistas. Uno sabe hasta dónde
puede seguir, dice Gerardo. Todos pensábamos que Gadi
iba a llegar, pero en un momento dijo basta, lo charlamos y se volvió
al campamento base.
Finalmente, la cumbre fue alcanzada por Julio Vianna, Gerardo Burgos y
Gerardo Savenia (que formaba parte del grupo de apoyo). Adrián
Iriarte fue otro de los que sufrió las consecuencias de la altura,
y tiene una explicación: No creo que sea casualidad que los
tres que llegaron hasta arriba ya hubieran estado antes en el Aconcagua.
Gerardo interviene:Probablemente tenga que ver con que uno sabe
mejor cómo dosificar el esfuerzo, hay tramos de seis horas de caminata
con una pendiente de 45 grados y es importante saber cómo puede
responder tu cuerpo a esa altura.
Una vez alcanzada la cumbre, los tres montañistas se encontrarían
con una sorpresa fuera de sus cálculos: tres alemanes totalmente
agotados y sin capacidad de reacción, especialmente una mujer.
Para colmo de males, comenzaba a anochecer y el frío se encargaba
de recordárselos. La chica no podía mantenerse en
pie, ni siquiera era capaz de correrse el pelo que le tapaba la cara,
dice Julio. Les dijimos que se fueran al refugio a preparar algo
caliente y nosotros empezamos a bajarla. Si se quedaba ahí, creo
que no iba a poder contar la anécdota.
¿Y ahora qué, se viene Himalaya On Line? Es uno de
los dos proyectos, sorprende Gadi. O el Himalaya o la Antártida.
Seguramente nos van a demandar mucha más preparación y una
producción previa más intensa, pero la idea es sumar otro
desafío aún mayor. Aunque en breve podríamos hacer
un Pinamar On Line, para relajarnos un poco.
Tipos
audaces
Los
cuatro integrantes de la expedición viven en La Plata y
ya llevan muchos años de ascensiones y escaladas. Gadi
Slomka (34, de Villa Domínico) es quien ideó la
expedición. Antes había ascendido al volcán
Villarica (Chile), al Cerro Tronador, a cerros del Valle del Condoriri
(Bolivia), al Volcán Lanín y más recientemente
realizó la mencionada travesía sobre los Hielos
Continentales. Gerardo Burgos (31, de La Plata) tuvo a su cargo
la parte de logística y equipamiento de montaña.
Su vida se reparte entre sus actividades como maestro de escuela
primaria en La Plata y como guía en el Parque Nacional
Lanín. Adrián Iriarte (32, de Coronel Dorrego, provincia
de Buenos Aires) es arquitecto y se dedica a la fabricación
de equipos de montaña. En el 93 recorrió en
bicicleta más de 800 kilómetros por el sur argentino
y chileno, que incluyó el cruce de los Andes por el paso
Puyehue. Dentro del grupo fue el encargado del equipamiento tecnológico
(léase computadoras, teléfonos, paneles solares).
Julio Vianna (36, de Deán Funes, Córdoba) fue el
guía de la expedición y es director de la Escuela
Técnica de Montaña del Grupo Andino Villa Carlos
Paz. Al igual que Adrián, también fabrica mochilas
y equipos de montaña, y ya había guiado seis expediciones
al Aconcagua. A ellos se sumaron casi a último momento
Gerardo Savenia, Pedro Fina y Martín Colomar como grupo
de apoyo, aunque el primero de ellos terminó haciendo cumbre.
Ya de regreso a La Plata (volvieron el jueves pasado), es momento
de recuperar energías y pensar en lo que vendrá.
Los que quieran chatear con ellos hoy tienen su última
oportunidad, a las 8 de la noche en www.aventurarse.com
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Capitán
Frío
Aconcagua
On Line no fue la primera experiencia de esta clase para Gadi
Slomka. Hace un año, la expedición Hielos Continentales
99 lo tuvo como guía y fotógrafo, a lo largo de
45 días durante los que recorrió 125 kilómetros
de hielo, nieve y frío. De aquella aventura también
participaron Gerardo Savenia que fue como apoyo al Aconcagua,
Marcelo Janik y Guillermo Glass. Según Gadi, como
primera experiencia fue muy buena y el hecho de transmitir por
Internet fue algo revolucionario. Además nos permitió
tener una especie de tarjeta de presentación para encarar
nuevos proyectos como éste. Durante la expedición
sobre los Hielos Continentales aún estaba fresco el recuerdo
de la disputa entre Argentina y Chile por esa porción de
territorio, y los relatos diarios eran reflejo de las dificultades
generadas por la baja temperatura (las teclas de la computadora,
al igual que nuestros dedos congelados, se traban todo el tiempo),
por avalanchas (una enorme masa de hielo había caído
sobre el camino sepultando los rastros de nuestras huellas de
no más de dos horas) y algún que otro accidente
(Gerardo se desmayó después de que un trineo
golpeara en su cabeza). Al regreso vendrían las conferencias
y las muestras fotográficas, pero los equipos no descansarían
por mucho tiempo más.
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