Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
NO

todo x 1,99

Clara de noche

Convivir con virus
BoleteríaCerrado

Abierto

Ediciones anteriores

 

Jueves 23 de Marzo de 2000
tapa tapa del No

DIE TOTEN HOSEN, OTRA VEZ POR ACA
Hermanos Germanos

BRUNO MASSARE

Mañana se repetirá una ceremonia con varios antecedentes y miles de adeptos por estas tierras. Los escenarios alguna vez fueron los finados Halley, La Rosa y Dr. Jeckyll. Pero quizás el punto culminante se dio en 1996, cuando abrieron el show despedida de Los Ramones, en el estadio de River Plate. Hablamos, claro, de Die Toten Hosen, los dignos representantes del punk alemán que nuevamente hacen pie en Buenos Aires, esta vez en San Telmo. La banda de Düsseldorf llega con nuevo disco bajo el brazo (Unsterblich, o Inmortal). “Tenemos un gran recuerdo de las otras ocasiones en que estuvimos por acá y cada vez que volvemos tenemos miedo de que esta vez no resulte tan buena como la anterior, aunque hasta ahora resultó cada vez mejor”, dice Campino, vocalista y principal compositor. Los Toten Hosen acumulan ya varios pergaminos en una historia que empieza en 1982, cuando surgieron de los clubes de punk rock de su ciudad natal. Con más de 20 discos editados, estos godos de pelos electrizados vendieron millones de copias en todo el mundo, especialmente con sus trabajos Learning English Lesson 1 y Opium fürs volk (Opio para el pueblo). “Siempre nos gustó tocar fuerte, ese es nuestro estilo”, dice Campino. “Quizás, si la banda surgiese en este momento haríamos una música más electrónica, pero cada generación tiene su forma de protestar. Y está bien que así sea”.

Die Toten Hosen se presentará mañana a las 22 en Museum, Perú 535.


Birabent, entre pappo y emilia mazer
Fugitivo

R.C.

“Anatomía es como una chica linda a la que estás por pasar a buscar.” A Antonio Birabent le encanta esa definición sobre su nuevo álbum. Según el cantante, el disco es “más pop, más cancionístico y más diáfano” que Azar, su anterior trabajo. “Creo que haber vivido todo el año pasado fuera de Buenos Aires me hizo tener una visión alegre de mi vida. De todos modos, aunque compuse todas las canciones en Madrid, es mi álbum más argentino.” La placa será publicada en España el 8 de mayo por el sello independiente Subterfuge y tres semanas más tarde aparecerá aquí, a través de Ultrapop. “Es extraño que un disco mío venga de afuera, porque soy una persona de acá”, parece sorprenderse Birabent. “De hecho, mi base está más cerca de Las Heras y Callao que de la Puerta del Sol.”
Birabent pasa días agitados en Buenos Aires: junto a Emilia Mazer, Andrea Pietra, Carlos Santamaría y Fabio Alberti graba el programa “Por ese palpitar”, que América pondrá en el aire el 3 de abril, y participó en dos temas del próximo disco de Pappo. Sin embargo, el cantante no pudo aguantar la ansiedad por mostrar su nuevo material y armó un adelanto bajo la forma de un show en el Club del Vino (Cabrera 4737), el próximo sábado a la medianoche. “Será una reinterpretación del álbum“, anticipó el cantante, “porque vamos a hacer algunos temas con un trombón que no grabamos en el disco, una canción muy rockera de Carola Bony sólo con guitarra acústica, y otras (‘Princesa oriental’ y ‘Fugitivo’) en versiones más disco, más dance”.


Sobre un nuevo aniversario del golpe
No callarse la boca

h.i.j.o.s.

Muchos de los que lean esta nota aún no habían nacido en 1976. Probablemente unos cuantos hayan venido al mundo con la apertura democrática. Todos ellos tendrán que hacer, ya no un ejercicio de memoria, sino el esfuerzo de enterarse qué fue lo que pasó en aquellos años. Una tarea nada fácil en esta Argentina de locos, en la que los asesinos de toda una generación están sueltos, y aun premiados con ascensos aprobados por el Congreso nacional y ocupando cargos públicos como Aldo Rico, o Abelardo Patti. Tan tan loco es este país que la mayoría de los chicos que fueron robados en los campos de concentración sigue viviendo con los apropiadores. Difícil trabajo para quienes no vivieron en carne propia el terror y el silencio de la dictadura, más aún cuando en el gobierno hay tantos cararrotas que pretenden defender “la memoria”, poniendo placas y hasta monumentos para los desaparecidos, pero hacen todo lo que está en sus manos para que sigan sueltos y bien protegidos los asesinos, y hacen mierda todo aquello por lo que esa generación luchó. Si algunas luces se ven entre tantas sombras es porque los organismos de derechos humanos pelean desde hace 24 años para que haya justicia. Y también, por qué no decirlo, algunas claridades tal vez hayamos aportado con nuestro trabajo los Hijos. Tantos escraches, tanto no callarse la boca, tanto esfuerzo por recuperar la identidad de nuestros hermanos apropiados, tanto empeño por conservar un espacio donde no haya que pedir permiso para opinar, donde no haya jefes ni subordinados y cada cual pueda participar haciendo lo que más le guste, algunos resultados va dando. Tanto insistir, ciertas estructuras se van resquebrajando. El edificio de la impunidad, que es tan pesado, no es invulnerable. Sólo hace falta animarse a la aventura de hacer algo juntos, aunque no sea fácil ponerse de acuerdo, aunque nos tienten con el engaño de la salida individual. No resignarse, no tomar la cosas como vienen, no aceptar la mentira de que lo que hay es lo único que existe, tal vez sean algunas pistas para construir un lugar donde podamos ser más felices. Nada fácil la tarea de conseguir justicia, pero nada más alucinante. Nos estamos poniendo grandes los hijos de los desaparecidos, de los que sufrieron de una manera u otra la dictadura militar. Ya no tenemos 19 o 20 años, como en el `95, cuando nos juntamos. Muchas cosas han pasado desde entonces. Este 24 de marzo, 24 años después del golpe de Estado, nos proponemos un acto de repudio más grande que en aquel momento. Más grande porque ya llevamos cinco años más de impunidad que en aquel momento, cinco años más de cinismo, de injusticia. Y cinco años más de experiencia en esto de luchar juntos sin concesiones. Esta vez queremos ir mucho más allá de la marcha de Congreso a Plaza de Mayo, que ya es histórica en nuestro país. Vamos a salir desde el Oeste (plaza de Morón, 17 hs.), desde el Sur (Plaza Alsina, 17 hs.) y desde el Norte (Centenario al 200, 17 hs.) en autos, micros, camiones y motos hacia el Congreso. Para que se prendan todos y de todos lados. Porque no es verdad que ésta es una generación apática, no es cierto que “a los jóvenes no les interese nada”. Es cierto que no es fácil en estos tiempos, pero también es cierto que son muchos los que están hartos ya de estar hartos y quieren tomar el toro por las astas. Lo demuestran los estudiantes secundarios que vienen a esta marcha. Lo demostrará toda la gente que vendrá a este acto de repudio, que sigue reclamando juicio y castigo a los genocidas y que quiere tener memoria, pero no sólo para acordarse de los que no están, sino también para recordar por qué luchaban, cómo era el país que quisieron dejarnos y cuál es el país que consiguieron los asesinos.


Largo es el otoño
con el Sr. Gillespi
Los misterios del amor. Hoy: El matrimonio (primera entrega)

Mucho se ha hablado acerca de las diferencias entre el hombre y la mujer. No me refiero al aspecto físico, sino a las intrincadas formas de pensar de unos y de otros. Para muestra basta un botón, y acá va una simple anécdota de la vida cotidiana, a modo de introducción:
Mi esposa levantó la vista del suplemento dominical de un conocido diario y comentó:
–Aquí dice que en algunas partes de la India, el hombre no conoce a su mujer sino hasta después de casados...
–¿Por qué –pregunté yo– sólo mencionan a la India?
–Esa es una cruel verdad, las mujeres son unas y otras, antes y después del casamiento, hay que reconocer que también los hombres cambian. Y mucho.
Como toda institución, el matrimonio suele ser aburrido e insoportable, y al poco tiempo de ingresar cualquiera siente unos deseos irrefrenables de irse. Tomemos como ejemplo otra institución: ¿a quién le gustaría permanecer veinte años, o más, dentro de la Municipalidad de Morón?
Un ejemplo: imaginemos un matrimonio que lleva doce años de casados, y un día la mujer decide inyectar una dosis de pasión en la pareja. Va a un shopping y se compra un conjunto de ropa interior semitransparente. Esa noche, mientras los niños duermen, ella se lo pone, y cuando su esposo entra al dormitorio, dispuesto a la rutina altamente sensual de ver “Los buscas de siempre“, ella lo espera vestida sólo con el conjunto transparente. Cuando él la ve (de pie, con su más provocativa y desafiante actitud), siente una repentina e inesperada excitación, provocada al pensar que ella se gastó 200 pesos en esa estupidez. Y justo a fin de mes
.