ILLYA
KURYAKI Y ATTAQUE 77 EN EL CAMINO
Guía
del
Trotamundos
Ya
sea por la estrechez del mercado argentino o por la aventura de salir
a la ruta, las bandas argentinas siguen expandiendo fronteras y, en algunos
casos, conquistando otros puertos hispanoparlantes. Los Kuryaki en México
y Attaque en España, dos casos testigo del fenómeno fuga
temporaria de cerebros rockeros hacia plazas comercialmente más
tentadoras. Además, la historia de dos bandas punk under que pudieron
costearse su viaje a Brasil. Las giras internacionales dejaron de ser
cuestión de ricos.
TEXTO:PABLO
PLOTKIN
Los
Illya Kuryaki volaron el martes de Ciudad de México a Costa
Rica, y ahora están en el principio de una gira por el oeste de
América del Norte. Tijuana, Mexicali y después Los Angeles:
Anaheim, San Diego y Hollywood, donde darán un concierto en el
local Whiskey a go-go del Sunset Boulevard. Después volverán
a la Argentina, probablemente hagan una gira nacional y a fines de mayo
regresarán a México. Dante Spinetta atiende el teléfono
en la víspera del viaje a San José en una habitación
del hotel Parque Ensenada, en el Distrito Federal. Hay un hotel
acá, el Felisa, al que ya no nos dejan entrar, cuenta. En
éste que estamos los tipos de abajo son re-milicos, así
que me parece que se va a pudrir acá también. Mañana
quemamos todo. No es que pasen el tiempo demoliendo hoteles, pero
Spinetta, Horvilleur y la groovy band tampoco son boy scouts. Igualmente,
esta vez estamos mucho más tranquilos, dice Spinetta. ¿Sabés
lo que pasa, loco? Falta José (Luis Miceli, amigo y manager del
grupo, que murió en el último enero en un accidente automovilístico).
Es una ausencia grossa.
En México se vendieron 40 mil copias de Leche, los Kuryaki son
artistas invitados de la televisión abierta, y en cada fecha de
su décima gira convocaron no menos de mil personas, tanto en la
capital como en el interior. Puerto Vallarta, por ejemplo, que es
un lugar tipo Aruba, resultó buenísimo, cuenta Dante.
Nosotros creíamos que iba a haber un par de gringos, viejos
con camisas de colores. Pero llegamos y nos encontramos con que en el
show estaba toda la raza, a full. El domingo pasado volvieron quemados
de Vallarta al DF y tuvieron que dar un show por la tarde en el Parque
México. Sacamos pilas de donde pudimos y al final estuvo
bárbaro, detalla el cantante-guitarrista-compositor.
El
tema es que acá hay el triple de habitantes. Hay muchos más
programas de televisión de rock, más revistas de rock, más
mercado, hay mejor onda entre las bandas, la gente y la prensa,
explica. Además, acá tocamos con grupos con los que
en Argentina no podríamos tocar, como Todos Tus Muertos. Cuando
una banda no les interesa, acá la ignoran, no le tiran cosas. Hay
mejor onda, es eso. ¿Sabés lo que pasa? En Argentina cagamos
todo. Con toda la mierda de las divisiones terminamos cediéndole
el espacio a Chayanne, Britney Spears y los Backstreet Boys. Pero, cuando
volvamos, van a cambiar algunas cosas. Dante se ríe de la
amenaza. No sé, pero algo va a tener que cambiar.
Así y todo, Spinetta no se queja de la situación de la banda
en Argentina (cuando vuelvan quieren hacer una gira nacional). Pero sabe
que, hoy, Illya Kuryaki convoca más gente en un pueblito costero
mexicano que en el centro de Buenos Aires. Allá Rodrigo está
tocando mucho, ¿no?, quiere saber. Cuando escucha que anunció
su retiro y que va por diez funciones en el Luna Park, comenta: Bueno,
ahí tenés. ¿Ves por qué venimos a México?
Rodrigo hace diez Luna Park y a nosotros nos cuesta llenar un Maipo. Tenemos
que buscar lugares donde haya gente a la que le guste lo que nosotros
hacemos. En Argentina está todo muy quemado, está todo mal.
No me quejo, porque creo que nos va bastante bien para como están
las cosas. Pero siempre nos preguntan por qué tocamos tan poco
en el país. Y yo digo: ¿Vos vas a los conciertos?
Como sigamos cediéndole el espacio a Chayanne, vamos a terminar
todos viviendo en un shopping. Y ahí vamos a morir todos
Los
Attaque 77
van despertándose de a uno en el micro que los lleva de Madrid
a Gerona, y cuando Ciro Pertusi atiende soñoliento el teléfono
celular explica por qué se queda con Valencia de entre todos los
pueblos recorridos. Ya habíamos estado en mayo del año
pasado, dice el cantante. Hay más rockers de entre
20 y 25 años, y te los tenés que ganar con las canciones;
en Oviedo y Salamanca son todos más pendejitos, y en ese público
quedamos bien siempre, porque de entrada ven que tenemos una actitud adolescente.
La banda argentina que siempre huele a espíritu adolescente pasó
un mes en España: los primeros veinte días estuvieron grabando
Radio Insomnio, y sólo pararon para tocar los fines de semana,
la mayor parte de las veces junto a los locales Porretas. A la manera
del Clandestino de Manu Chao, el nuevo disco de Attaque tiene quince canciones
separadas por voces de locutores de diversas nacionalidades, como un zapping
radial. Es un tipo que está aburrido, no puede conciliar
el sueño en la noche, se pone a escuchar la radio y se encuentra
con que van cambiando las estaciones, los idiomas, y en todas las estaciones
está sonando Attaque 77, detalla Ciro. Una cosa muy
obsesiva, que es medio lo que nos pasa a nosotros: hasta que no tenemos
las canciones grabadas, nos siguen sonando en la cabeza en nuestro insomnio.
El cantante
habla de un hilo conductor que enhebra los diez discos del
grupo: Melodía, fuerza y sentimiento, recita. Y define
Radio Insomnio, su tercer álbum producido por Jim Wirt: No
es más de lo mismo: es más de nosotros mismos. Son todas
canciones ágiles y enérgicas, y es más variado: no
es como Todo está al revés, que es más rápido,
ni es tan introspectivo como Un día perfecto, ni tan pasatista
como Otras canciones. Tiene canciones felices y optimistas, introspectivas,
jodonas, algunas teenagers. Cosas que suceden, el tema que
abre el disco, es una canción netamente social. Así que
es eso: un zapping de radio, eléctrico y fuerte. Ahora el
que agarra el celular es Mariano Martínez: Recorrimos algunas
ciudades, más que nada de noche, repasa el guitarrista. Después
de los shows, nos íbamos un poco de bares. Lo que en Buenos Aires
son las discotecas, acá son los bares. Capaz que en una noche vas
a quince bares. Acá se toma mucho el calimocho vino con Coca-Cola,
una especie de heavy metal argentino.
Del calimocho a la caipirinha. Attaque está ahora en Brasil, en
una escala previa a su regreso a Buenos Aires, donde darán dos
conciertos el 20 y el 21 de este mes en Showcenter de Haedo.
En mayo volverán a España (sí) para compartir un
tour con sus colegas amigos de Reincidentes, y para junio o julio planean
una larga gira argentina. Tocar afuera tiene eso de empezar de nuevo,
sigue Ciro. En la banda todos tenemos la misma meta: venir acá
y que nos vaya bien, a veces por diferentes móviles. Algunos creen
en la apertura del mercado, otros en llevar su música más
allá de las fronteras... Yo no tengo muchas ambiciones. Si es por
mí, me quedo tocando en la Argentina y no me importa más
nada, pero esto me da la posibilidad de hacer algo que por iniciativa
propia no haría, realmente. En vez de venir a España a tocar
en la calle con una guitarra bajo el brazo, tengo la posibilidad de parar
en hoteles cómodos, tener mi plato de comida asegurado, tocar con
bandas en circuitos ya fomentados y con buenos equipos. Es empezar de
vuelta, pero con muy buen nivel.
El under
rompe fronteras
Los pasajes ya no son tan caros y el intercambio cultural-rocker
se hizo más fluido en los últimos años. Un
par de razones que explican por qué dos bandas punk del under
argentino Argies y Muerte Lenta tocaron en San Pablo
(Brasil) el último febrero. No sólo eso: los Argies
ya son conocidos en la escena punk paulista (bastante activa, por
cierto), e integran una casta de nuevas bandas under que prueba
suerte en el extranjero (Killer Dolls, Natas, Jesus Martyr y más).
Para Muerte Lenta fue todo nuevo. El contacto con los paulistas
Subviventes les abrió la puerta de la ciudad, y enseguida
la actitud hizo el resto. Diez fechas en catorce días.
Protagonizaron un concierto a beneficio de chicos con síndrome
de Down, otro por los garotos de la calle (el volante de aquí
al lado corresponde a ese evento), un festival contra el racismo,
y hasta dieron una conferencia sobre el punk y el anarquismo frente
a sesenta paulistas (con cresta y todo) en un centro cultural. El
punk ahí está muy fuerte, es una cultura muy grande,
cuenta Pablo, de Muerte Lenta. Las bandas y el público
tienen mucha actitud. En el festival por los chicos de la calle,
la entrada valía un real y un kilo de alimento. Todos los
pibes colaboraron, hasta los que se quedaron afuera porque no había
más espacio. Los argentinos también asistieron
a una marcha ecologista, tocaron en un festival por los Sin Tierra,
los invitaron a radios locales, un canal de cable y fueron entrevistados
por el periódico La Folha de Sao Paolo. Tan bien les fue,
que el inminente disco debut de ML, Shock Cerebral, será
editado también en Brasil a través de la etiqueta
Combative Records, propiedad de Argies. Y seguramente en el próximo
verano las dos bandas volverán a la ciudad brasileña.
Argies, después, volará a Europa y tal vez telonee
a Die Toten Hosen en Alemania. La ruta te da sorpresas.
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