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Jueves 13 de Abril de 2000
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ILLYA KURYAKI Y ATTAQUE 77 EN EL CAMINO

Guía del
Trotamundos

Ya sea por la estrechez del mercado argentino o por la aventura de salir a la ruta, las bandas argentinas siguen expandiendo fronteras y, en algunos casos, conquistando otros puertos hispanoparlantes. Los Kuryaki en México y Attaque en España, dos casos testigo del fenómeno “fuga temporaria de cerebros rockeros” hacia plazas comercialmente más tentadoras. Además, la historia de dos bandas punk under que pudieron costearse su viaje a Brasil. Las giras internacionales dejaron de ser cuestión de ricos.

TEXTO:PABLO PLOTKIN

Los Illya Kuryaki volaron el martes de Ciudad de México a Costa Rica, y ahora están en el principio de una gira por el oeste de América del Norte. Tijuana, Mexicali y después Los Angeles: Anaheim, San Diego y Hollywood, donde darán un concierto en el local Whiskey a go-go del Sunset Boulevard. Después volverán a la Argentina, probablemente hagan una gira nacional y a fines de mayo regresarán a México. Dante Spinetta atiende el teléfono en la víspera del viaje a San José en una habitación del hotel Parque Ensenada, en el Distrito Federal. “Hay un hotel acá, el Felisa, al que ya no nos dejan entrar”, cuenta. “En éste que estamos los tipos de abajo son re-milicos, así que me parece que se va a pudrir acá también. Mañana quemamos todo.” No es que pasen el tiempo demoliendo hoteles, pero Spinetta, Horvilleur y la groovy band tampoco son boy scouts. “Igualmente, esta vez estamos mucho más tranquilos”, dice Spinetta. “¿Sabés lo que pasa, loco? Falta José (Luis Miceli, amigo y manager del grupo, que murió en el último enero en un accidente automovilístico). Es una ausencia grossa.”
En México se vendieron 40 mil copias de Leche, los Kuryaki son artistas invitados de la televisión abierta, y en cada fecha de su décima gira convocaron no menos de mil personas, tanto en la capital como en el interior. “Puerto Vallarta, por ejemplo, que es un lugar tipo Aruba, resultó buenísimo”, cuenta Dante. “Nosotros creíamos que iba a haber un par de gringos, viejos con camisas de colores. Pero llegamos y nos encontramos con que en el show estaba toda la raza, a full.” El domingo pasado volvieron “quemados” de Vallarta al DF y tuvieron que dar un show por la tarde en el Parque México. “Sacamos pilas de donde pudimos y al final estuvo bárbaro”, detalla el cantante-guitarrista-compositor.

“El tema es que acá hay el triple de habitantes. Hay muchos más programas de televisión de rock, más revistas de rock, más mercado, hay mejor onda entre las bandas, la gente y la prensa”, explica. “Además, acá tocamos con grupos con los que en Argentina no podríamos tocar, como Todos Tus Muertos. Cuando una banda no les interesa, acá la ignoran, no le tiran cosas. Hay mejor onda, es eso. ¿Sabés lo que pasa? En Argentina cagamos todo. Con toda la mierda de las divisiones terminamos cediéndole el espacio a Chayanne, Britney Spears y los Backstreet Boys. Pero, cuando volvamos, van a cambiar algunas cosas.” Dante se ríe de la “amenaza”. “No sé, pero algo va a tener que cambiar.”
Así y todo, Spinetta no se queja de la situación de la banda en Argentina (cuando vuelvan quieren hacer una gira nacional). Pero sabe que, hoy, Illya Kuryaki convoca más gente en un pueblito costero mexicano que en el centro de Buenos Aires. “Allá Rodrigo está tocando mucho, ¿no?”, quiere saber. Cuando escucha que anunció su retiro y que va por diez funciones en el Luna Park, comenta: “Bueno, ahí tenés. ¿Ves por qué venimos a México? Rodrigo hace diez Luna Park y a nosotros nos cuesta llenar un Maipo. Tenemos que buscar lugares donde haya gente a la que le guste lo que nosotros hacemos. En Argentina está todo muy quemado, está todo mal. No me quejo, porque creo que nos va bastante bien para como están las cosas. Pero siempre nos preguntan por qué tocamos tan poco en el país. Y yo digo: ‘¿Vos vas a los conciertos?’ Como sigamos cediéndole el espacio a Chayanne, vamos a terminar todos viviendo en un shopping. Y ahí vamos a morir todos”

Los Attaque 77 van despertándose de a uno en el micro que los lleva de Madrid a Gerona, y cuando Ciro Pertusi atiende soñoliento el teléfono celular explica por qué se queda con Valencia de entre todos los pueblos recorridos. “Ya habíamos estado en mayo del año pasado”, dice el cantante. “Hay más rockers de entre 20 y 25 años, y te los tenés que ganar con las canciones; en Oviedo y Salamanca son todos más pendejitos, y en ese público quedamos bien siempre, porque de entrada ven que tenemos una actitud adolescente.” La banda argentina que siempre huele a espíritu adolescente pasó un mes en España: los primeros veinte días estuvieron grabando Radio Insomnio, y sólo pararon para tocar los fines de semana, la mayor parte de las veces junto a los locales Porretas. A la manera del Clandestino de Manu Chao, el nuevo disco de Attaque tiene quince canciones separadas por voces de locutores de diversas nacionalidades, como un zapping radial. “Es un tipo que está aburrido, no puede conciliar el sueño en la noche, se pone a escuchar la radio y se encuentra con que van cambiando las estaciones, los idiomas, y en todas las estaciones está sonando Attaque 77”, detalla Ciro. “Una cosa muy obsesiva, que es medio lo que nos pasa a nosotros: hasta que no tenemos las canciones grabadas, nos siguen sonando en la cabeza en nuestro insomnio.”

El cantante habla de un “hilo conductor” que enhebra los diez discos del grupo: “Melodía, fuerza y sentimiento”, recita. Y define Radio Insomnio, su tercer álbum producido por Jim Wirt: “No es más de lo mismo: es más de nosotros mismos. Son todas canciones ágiles y enérgicas, y es más variado: no es como Todo está al revés, que es más rápido, ni es tan introspectivo como Un día perfecto, ni tan pasatista como Otras canciones. Tiene canciones felices y optimistas, introspectivas, jodonas, algunas teenagers. ‘Cosas que suceden’, el tema que abre el disco, es una canción netamente social. Así que es eso: un zapping de radio, eléctrico y fuerte”. Ahora el que agarra el celular es Mariano Martínez: “Recorrimos algunas ciudades, más que nada de noche”, repasa el guitarrista. “Después de los shows, nos íbamos un poco de bares. Lo que en Buenos Aires son las discotecas, acá son los bares. Capaz que en una noche vas a quince bares. Acá se toma mucho el calimocho –vino con Coca-Cola–, una especie de heavy metal argentino.”
Del calimocho a la caipirinha. Attaque está ahora en Brasil, en una escala previa a su regreso a Buenos Aires, donde darán dos conciertos –el 20 y el 21 de este mes– en Showcenter de Haedo. En mayo volverán a España (sí) para compartir un tour con sus colegas amigos de Reincidentes, y para junio o julio planean una larga gira argentina. “Tocar afuera tiene eso de empezar de nuevo”, sigue Ciro. “En la banda todos tenemos la misma meta: venir acá y que nos vaya bien, a veces por diferentes móviles. Algunos creen en la apertura del mercado, otros en llevar su música más allá de las fronteras... Yo no tengo muchas ambiciones. Si es por mí, me quedo tocando en la Argentina y no me importa más nada, pero esto me da la posibilidad de hacer algo que por iniciativa propia no haría, realmente. En vez de venir a España a tocar en la calle con una guitarra bajo el brazo, tengo la posibilidad de parar en hoteles cómodos, tener mi plato de comida asegurado, tocar con bandas en circuitos ya fomentados y con buenos equipos. Es empezar de vuelta, pero con muy buen nivel.”

El under rompe fronteras

Los pasajes ya no son tan caros y el intercambio cultural-rocker se hizo más fluido en los últimos años. Un par de razones que explican por qué dos bandas punk del under argentino –Argies y Muerte Lenta– tocaron en San Pablo (Brasil) el último febrero. No sólo eso: los Argies ya son conocidos en la escena punk paulista (bastante activa, por cierto), e integran una casta de nuevas bandas under que prueba suerte en el extranjero (Killer Dolls, Natas, Jesus Martyr y más). Para Muerte Lenta fue todo nuevo. El contacto con los paulistas Subviventes les abrió la puerta de la ciudad, y enseguida “la actitud” hizo el resto. Diez fechas en catorce días. Protagonizaron un concierto a beneficio de chicos con síndrome de Down, otro por los garotos de la calle (el volante de aquí al lado corresponde a ese evento), un festival contra el racismo, y hasta dieron una conferencia sobre el punk y el anarquismo frente a sesenta paulistas (con cresta y todo) en un centro cultural. “El punk ahí está muy fuerte, es una cultura muy grande”, cuenta Pablo, de Muerte Lenta. “Las bandas y el público tienen mucha actitud. En el festival por los chicos de la calle, la entrada valía un real y un kilo de alimento. Todos los pibes colaboraron, hasta los que se quedaron afuera porque no había más espacio”. Los argentinos también asistieron a una marcha ecologista, tocaron en un festival por los Sin Tierra, los invitaron a radios locales, un canal de cable y fueron entrevistados por el periódico La Folha de Sao Paolo. Tan bien les fue, que el inminente disco debut de ML, Shock Cerebral, será editado también en Brasil a través de la etiqueta Combative Records, propiedad de Argies. Y seguramente en el próximo verano las dos bandas volverán a la ciudad brasileña. Argies, después, volará a Europa y tal vez telonee a Die Toten Hosen en Alemania. La ruta te da sorpresas.