LOS
CASOS TESTIGO EMINEM, KID ROCK Y LIMP BIZKIT: UNA NUEVA TENDENCIA DEL
ROCK EN ESTADOS UNIDOS
Ahora
son todos hombrecitos
La
respuesta rocker al fenómeno teenager viene envuelta en canciones
que insultan a mujeres y a homosexuales, describen golpizas, violaciones
y asesinatos, y exaltan una vida de "hombres". ¿Quiénes
son y qué están diciendo, en verdad, esos tipos que ves
por la tele y escuchás por la radio, rapeando sobre furibundas
bases metálicas? Aquí, un acercamiento al poco gratificante
fenómeno del momento.
POR
CRISTIAN VITALE
FOTOS: TAMARA PINCO
La nueva
gran estrella del rap en Estados Unidos se llama Eminem. Tiene 27 años,
es blanco, nació en Detroit, y su primer álbum -producido
por su padrino artístico, el rapper Dr. Dre- The Slzim Shady LP
vendió 3 millones de copias. El segundo, The Marshall Mathers LP
vendió 1 millón y medio de copias en la primera semana de
su lanzamiento y sigue facturando. Eminem es uno de sus alter ego, que
fue asesinado por otro de sus alter ego, el ultra violento Slim Shady.
Su verdadero nombre es Marshall Mathers. Además, Eminem, o como
se llame, es misógino, satírico, violento, profundamente
homofóbico y reaccionario. Y eso, aparentemente, es lo que le gusta
a la gente.
La otra gran estrella
del rap-metal también es blanco y también es de Detroit.
Se llama Kid Rock, canta sobre vivir en trailers -aunque sólo los
ha visto de lejos, porque es hijo de Bob Ritchie, uno de los empresarios
automotrices más ricos del estado de Michigan- y también
es profundamente reaccionario y homofóbico, aunque levemente menos
misógino que Eminem.
La gran banda norteamericana
de metal-rap del momento, Limp Bizkit, consiguió un número
uno con el himno antimujeres "Nookie", tiene un cantante a quien
se acusó de incitar las violaciones a las chicas en Woodstock '99,
posa de rapper gangsta -aunque sea un redneck, es decir, un blanco rubio
de clase media- y manifiesta su creencias cristianas... en cada nota que
da con su madre.
Es decir: el rock and
roll opuesto al aluvión de estrellas adolescentes y para adolescentes
está representado en el 2000 por tipos profundamente reaccionarios.
Su público son chicos blancos adolescentes a los que les gusta
el rap, pero que sólo conocen la cultura negra por MTV y la revista
Vibe: la sociedad norteamericana obviamente no está integrada,
y es raro que un chico blanco sea aceptado en la comunidad negra y viceversa,
salvo excepciones. Son una suerte de caricatura de lo que se supone, en
la imaginación de los blancos de clase media, es la escena gangsta:
machista, violenta, rebelde, fuera de la ley. Pero si el gangsta es todo
eso, también es el reflejo de una situación social de opresión
y racismo. Si es violento, es porque los rappers (pensar en Wu Tang, o
Snoop Dog) crecieron en las calles y tuvieron que vender drogas desde
la adolescencia y aprender a usar armas para sobrevivir en los barrios.
Si es rabioso, también es el enojo hacia un status blanco que les
deja pocos espacios para crecer y los condena a una situación de
ciudadanos de segunda, para colmo temidos y considerados delincuentes.
La situación de los fans de los nuevos rappers blancos no puede
compararse con la de aquellos que tan ansiosamente quieren imitar. Odiarían
esa vida si la conocieran. La han estereotipado, convirtiéndola
en cool. Lo importante es "parecer" callejero. Obviamente no
es la primera vez que los músicos blancos toman la música
negra: el rock'n'roll, tal cual se lo conoce, nació así
también. Y tampoco es la primera vez que los blancos hacen rap.
Pero los pioneros del mestizaje como Beastie Boys, Red Hot Chili Peppers,
tal vez Run DMC o Suicidal Tendencies crearon el híbrido, intentando
al mismo tiempo celebrar las diferencias.
Lo que hacen
las nuevas estrellas es ser más papistas que el Papa: no todos
los negros son gangsters. Es más, la mayor parte no lo es. Es una
parodia racial, una caricatura de la cultura negra, y una imagen distorsionada
de la masculinidad negra, que no necesariamente es violenta y misógina.
Tupac Shakur, Dr. Dre y otros cumplían con el estereotipo (aunque
ya casi no), pero aun así ellos saben que están jugando
con los miedos de la clase media blanca: es una ironía y una provocación.
Y el gangsta rap es sólo un subgénero dentro del rap.
También es cierto que la vida en los suburbios de clase media blancos
y el Medio Oeste es conservadora, aburrida, represiva. Los chicos norteamericanos
no pueden beber en un bar hasta los 21 años -por lo que no pueden
visitar bares-, los padres están paranoicos por las matanzas de
los adolescentes en las escuelas y cada vez pretenden encerrarlos y "abuenarlos"
más, el auge de los empleos en el área informática
está dejando a muchos afuera de las buenas oportunidades de trabajo.
La supuesta cultura negra parcializada que han idealizado aparece como
atractiva, rebelde y, sobre todo, distinta. Aunque no sea real. Pero eso
no es lo más grave. Lo que impresiona es que si estos artistas
venden los millones que venden, es probable que los norteamericanos se
identifiquen con sus letras. Que no estén más que haciendo
surgir el subconsciente de la nación. Y ese subconsciente da miedo.
Por lo menos.
Eminem
No es el primer ni
el último artista en proclamar su misoginia ni en escribir letras
violentas, ni en narrar matanzas de mujeres (bastan dos ejemplos totalmente
opuestos de artistas que hacen lo mismo: Nick Cave y Cannibal Corpse).
El problema es que, a diferencia de otros artistas, es de lo único
que habla. Rara vez Eminem escribe una canción acerca de acostarse
con una chica. Prefiere matarlas. El problema es, también, que
a la gente parece gustarle. Y finalmente, si bien sus letras pueden considerarse
satíricas, la delgada línea entre la realidad y la ficción
es, en este caso, por lo menos tenue. "Bebé, no llores/ no
te confundas/ mamá no te va a escuchar aunque le grites en el oído/
no podés despertarla pero no te preocupes/ papá le va a
hacer a mamá una linda cama en el fondo del lago./ ¿Querés
ayudarme a atarle esta piedra a los pies?/ Así podemos tirarla
al agua desde el muelle./ Ahí se va mamá./ No va a pelear
más con papi/ no nos va a poner más horario de visitas/
no vas a tener un padrastro/ ni un nuevo hermanito."
La que es asesinada por Eminen en esta canción es Kim, su mujer
y madre de su hija. La canción se llama "'97 Bonnie &
Clyde" y, se supone, es un tema amoroso del rapper hacia su hija,
a quien Kim no le dejaba ver hasta hace poco, cuando estuvieron separados.
Eminem nunca ocultó lo mucho que odia a su esposa (o lo mucho que
la odia su alter ego, Slim Shady). Pero es probable que la cosa sea mucho
más densa que una simple canción. En los últimos
meses, las cosas se le fueron de las manos. En junio, el rapper persiguió
a su ex y la vio en el estacionamiento de un bar besando (en la mejilla)
a su amigo John Guerra, hombre casado que sólo se estaba despidiendo
de Kim. Em apareció de atrás de una camioneta y le puso
un arma en la cabeza, con amenaza de matarlo. Pelearon por unos minutos,
y finalmente el arma cayó al piso. Una semana después, cuando
volvía de un concierto de su marido, Kim intentó suicidarse
en su casa, cortándose las venas. Es un secreto a voces que Eminem
golpea sistemáticamente a su mujer. En el tema "Kim",
él rapea: "Entendelo de una vez, puta./ Nadie puede escuchar
tus gritos./ Callate de una puta vez./ Y aguantate la que te voy a dar./
Se supone que estabas enamorada de mí./ Ahora sangrá, puta,
sangrá". Un crítico describió esta canción
diciendo que "en manos de un artista más capaz, digamos, Frank
Zappa, esta brutalidad podría haber sido llevada al extremo de
modo que no quedaran dudas de que es una farsa, una sátira. Pero
cuando lo hace Eminem, es enfermo y ofensivo. Por supuesto no se supone
que debamos tomarlo en serio, pero si estas canciones son un chiste...
Bueno, tienen tanta gracia como la pornografía infantil".
No es a la única mujer que Eminem odia o quiere matar. La otra
mujer real que es objeto de sus insultos es su madre. Según el
rapper, "una puta. Nunca pudo conseguir un trabajo, nunca tuvimos
nada, nos mudábamos cada seis meses y nunca me dejó conocer
a mi padre". En The Marshall Mathers LP le dedicó una canción
que se llama "Kill You" y dice así: "Cuando era
un bebé/ mi mamá me decía cosas raras/ me decía
que mi papi era malo/ que me odiaba/ pero cuando me hice mayor/ me di
cuenta de que ella era la loca./ Callate, puta, no te voy a disparar/
esta es la bala que te voy meter/ agachate para que te garche como a una
perra./ Puta, tevoy a matar/ sos nada más que otra chica para mí".
Hay más. La canción "My Fault", incluida en Slim
Shady, se trata de drogar y después violar a una chica (que finalmente
muere). Dice "me da lástima que tu papá te haya violado/
pero, ¿cuál es si tu conchita estuvo en la boca de tu papi?/
Tampoco es como para que te pongas como loca/ ella me dijo: 'Ayudame,
me parece que tengo convulsiones'./ Y le dije: 'Yo también estoy
drogado, puta, pará de tirarme de la remera, soltame'". Hay
mucho más. En "Under the Influence" rapea: "Una
puta me pidió un autógrafo./ Le dije perra, le escupí
cerveza en la cara y me reí./ Le tiré pedos como si bombardeara
Vietnam./ Todas son unas putas, hasta mi mamá con su culo podrido".
Hay mucho, mucho más.
Las mujeres no son el único blanco de Eminem. También los
homosexuales, gays y lesbianas, sin distinción. En una entrevista
con MTV, le preguntaron sobre las violentas letras antigay de su nuevo
disco. El dijo que cuando decía "puto" en el disco, no
se estaba refiriendo a homosexuales sino a los "maricones" (?).
Y después: "¿Si odio a los gays? Bueno, ¿qué
les parece?"... En el tema "Marshall Mathers", por ejemplo,
evoca una fantasía que recuerda demasiado al crimen de Matthew
Sheppard, un chico gay que fue asesinado a golpes en la América
profunda. "Me pusieron en este mundo para meterle miedo a los putos...
Y yo no boxeo/ pero voy a hacerlos mierda a ustedes, putos./ Pregúntenles
sobre esa noche en un bar cuando se tuvieron que ir/ porque les dimos
miedo.../ No necesito ayuda para hacer reventar a dos mujercitas maquilladas
que lo único que pueden hacerme es arañarme/ y que me dicen
Culo Apretado./ Por lo menos no lo tengo roto como ustedes, putos."
Más: "Los New Kids on the Block chuparon muchas pijas/ estos
grupos de nenas-nenes me hacen vomitar./ Y no puedo esperar, tengo ganas
de encontrarme a estos putos en la calle (ja ja)./ Me va a encantar".
Y así.
También está obsesionado por insultar a N'Sync, Cristina
Aguilera o Backstreet Boys. Es un lugar común despreciarlos, a
nadie le importa, y se parece mucho a una jugada comercial para captar
a todos los chicos que están hartos del pop adolescente (y con
razón). En el tema "The Real Slim Shady", Eminem cuenta
esta historia sobre Cristina Aguilera. "Mierda, Cristina debería
darme la silla/ para que yo pueda sentarme entre Carson Daly y Fred Durst/
para escucharlos discutir acerca de a quién le chupó la
pija ella primero". Cristina lo demandó, claro está,
y el chiste le está costando a Eminem mucha, mucha plata.
Fred Durst
El líder de
Limp Bizkit, el que aparece mencionado en la canción de Eminem
como receptor de una fellatio por parte de la Aguilera -Fred sostiene
que tal cosa nunca sucedió-, es otro súper macho man. Marilyn
Manson, siempre filoso, le dedicó unas amables palabras algunos
meses atrás. Dijo el Reverendo: "Son una banda de simios iletrados,
de esos que te cagaban a palos en la secundaria por ser 'puto' y que ahora
venden espantosos himnos misóginos llenos de testosterona y se
hacen los marginales". Fred Durst le contestó que estaba celoso
porque no vende tantos discos como Limp Bizkit. ¿Quién tendrá
razón?
Lo de los himnos misóginos tiene que ver especialmente con dos
canciones, dedicadas a la ex novia de Fred, descripta como "una chica
que parecía dulce e inocente y que terminó siendo una puta
bisexual que se cogió a mis amigos más mugrientos. Si llamo
puta y perra es porque es una puta y una perra". "Stuck",
la primera canción dedicada a su ex (del primer álbum 3
Bill for you all), comenta cómo la "perra" sólo
quería su dinero, y cómo por eso él tiene ganas de
pegarle. "Nookie", un número uno parte del multiplatino
Significant Other, dice: "Estoy acá con la pija entre las
manos/ porque vos no sentís nada", e insiste con el tema de
que las mujeres sólo quieren sacarle plata, etc., etc. y que se
merecen una paliza. Y si no, justifica sus ataques violentos alegando
angustia existencial: "Es uno de esos días en que no querés
levantarte/ todo es una mierda/ todo apesta./ No sabés por qué,
pero querés justificar todo/ arrancándole a alguien la cabeza".
El hombre no es precisamente un poeta.
Pero la pregunta es: ¿por qué se siente tan mal Fred Durst?
El éxito de Limp Bizkit ya lo convirtió en un millonario,
y además es vicepresidente de Interscope, el sello donde graba.
Si hasta se dio el lujo de hacer una gira gratis apoyando a Napster: es
tan rico que no necesita el dinero de los shows. Su madre lo ama. La señora
declara que "amo ser la madre de Fred, y lo crié en la fe.
El es muy serio con eso. Reza todos los días y le agradece a Dios
por lo que le ha dado. Así lo crié y estoy orgullosa de
él". Nada tuvo que decir, sin embargo, cuando el año
pasado durante Woodstock 1999 esas odas a la testosterona a volumen brutal
ayudaron a enrarecer una atmósfera por demás enardecida
con miles de chicos en fraternidad de borrachos. Cuando una persona de
seguridad le pidió a Durst que le dijera algo a la gente, él,
en su inmensa sabiduría gritó: "Nos acaban de pedir
que se tranquilicen, pero a mí me parece que no tienen que tranquilizarse.
No lastimen a nadie, nomás...". Un crítico definió
a la situación diciendo que "de pronto todos acaban de darse
cuenta de que la mezcla de agresividad de pendejo de fraternidad con nihilismo
y pose de duro no es algo para celebrar. Woodstock '99 no fue rebelión:
fue una banda de imbéciles liderada por el imbécil mayor".
Se estaba refiriendo a Durst.
Kid Rock
Nacido Robert James
Ritchie o Kid Rock en los suburbios de Detroit, construyó su personaje
de Pimp of the Nation ("el Fiolo de la Nación") en diez
años de carrera, y recién alcanzó el éxito
masivo con una enorme exposición en MTV, a partir de su cuarto
disco Devil Without a Cause en 1998. Showman experto, fanático
de Lynryd Skynryd -la banda que solía desplegar la bandera confederada
en sus shows, acusados de racistas por Neil Young-, este Pibe usa pesadas
cadenas de oro, sacos de piel, pantalones de cuero y se autodefine como
una "basura blanca" y proxeneta, además de dealer y fumador
de crack. Su credibilidad se vio afectada, sin embargo, cuando el año
pasado anunció que él representaba "a la gente de los
trailers" y se hizo público que difícilmente podría
hacer tal cosa, teniendo en cuenta que su padre vendió la compañía
de autos de la que era dueño por una cifra de varios millones de
dólares. De cualquier modo, tal como Eminem odia a su madre, Kid
Rock odia a su padre (y le dedica el tema "My Oedipus Complex").
Sobre el escenario está rodeado de mujeres -esperable para "el
Fiolo de la Nación"- y tiene a un enano a manera de bufón,
de quien se burla sistemáticamente. Se llama Joe C, y canta "soy
un monstruo/ un enfermo/ mido 30 centímetros y tengo un pito de
10 metros". Devil Without a Cause vendió 8 millones de copias
y su último disco, The History of Rock -que incluye canciones viejas
de los álbumes que no tuvieron buenas ventas, y un par nuevas,
el viejo truco...- ya va por los cuatro millones.
Las letras de Kid Rock son casi tan poco originales como las de Limp Bizkit,
y de la misma manera parecen fijadas en todas las "perras" que
no les prestan atención, tendiendo a rozar el patetismo. En "Fuck
You Blind", por ejemplo, rapea: "En la secundaria había
una chica/ que se llamaba Sarah Bolerdies/ y pensaba que era lo más
porque salía con tipos grandes./ Perra imbécil, puta reventada,
siempre quería encamarse/ pero nunca entregaba a los de su división./
Jugó conmigo, fui un boludo./ Como una perra/ esa conchudita que
se chupaba el dedo/ nunca hablaba con nadie de su división./ Así
que un día le dije: 'Mejor que nunca agarre ese culo'/ porque te
voy a coger hasta dejarte ciega". Más elegancia verbal aún
se puede encontrar en la canción "Blow Me". "Las
putas son rústicas/ papi está en casa/ tenemos putas y putas
y putas/ todas baratas/ prácticamente damos las chuchas gratis".
Y así.
Ahí están: ellos, ahora, son el "rock". ¿Te
gusta igual?
BLOODHOUND
GANG, MIRANDO EL DISCOVERY CHANNEL
Los
Jorge Corona de allá
Esta
es "la" banda maleducada y malhablada del 2000, que MTV
y Much Music no se cansan de pasar. Pero, a diferencia de Eminem
o Kid Rock, son tan tontos como inofensivos. Una especie de Pabellón
Psiquiátrico (¿se acuerdan? Los españoles que
cantaban "Le metí una mano/le metí una pierna...)
mezcla con Los Sultanes. Pero de allá. El video en donde
se los ve disfrazados de ositos de peluche corresponde a "The
Bad Touch", una canción que recupera un sonido de euro-pop
a la Giorgio Moroder y cuyo estribillo dice "Nena, vos y yo
somos mamíferos/ así que hagámoslo como en
el Discovery Channel...". Después de las matanzas y
violaciones de Eminem o bandas como Meatmen, que cuenta con amables
títulos de canciones tales como "Los chicos discapacitados
apestan", es hasta simpático.
Su último disco se llama Hooray for Boobies ("Hurra
por las tetitas") y otros temas incluyen líneas como
"necesito una vagina nueva", "mami ¿qué
palabra rima con vagina?" o "besame ahí donde hay
mal olor" (...). Sin embargo, tuvieron problemas. Alumnos de
la Universidad de Maryland protestaron contra ellos, cuando la banda
fue a tocar allí, diciendo que las letras del Gang son "racistas,
homofóbicas, misóginas y estúpidas". Lupus,
el guitarrista, les contestó que no tenían sentido
del humor. Pero un mes después tuvieron problemas más
serios. El tema controvertido en cuestión se llama "Yellow
Fever" y la letra, es verdad, es de lo más ignorante.
"Le dije que toda Soon Yi necesita un pequeño Woody.
Ella dijo que su vagina no valía ni todo el té de
China, pero que su amor duraría más que la Dinastía
Ming. Le dije que la necesitaba para que me lavara la ropa, y además
sabía que tenía que quedarse conmigo para poder entrar
legalmente al país. Estaba hecha en Taiwan y eso me gusta:
solamente le hice prometer que no se comería a mi gato. Chinky
Chinky bang bang, te quiero", reza la bella poesía.
Cuando se editó, la website Dragon 5000, dedicada a la difusión
de la cultura asiática, publicó una petición
para "detener el racismo y el odio", alegando que la canción
perpetuaba estereotipos negativos sobre los orientales. El cantante
Jimmy Pop dijo, de nuevo, que esta gente no tenía sentido
del humor. ¿Todo es en joda?
|
|