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Jueves 03 de Agosto de 2000

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LOS CASOS TESTIGO EMINEM, KID ROCK Y LIMP BIZKIT: UNA NUEVA TENDENCIA DEL ROCK EN ESTADOS UNIDOS

Ahora son todos hombrecitos

La respuesta rocker al fenómeno teenager viene envuelta en canciones que insultan a mujeres y a homosexuales, describen golpizas, violaciones y asesinatos, y exaltan una vida de "hombres". ¿Quiénes son y qué están diciendo, en verdad, esos tipos que ves por la tele y escuchás por la radio, rapeando sobre furibundas bases metálicas? Aquí, un acercamiento al poco gratificante fenómeno del momento.

POR CRISTIAN VITALE
FOTOS: TAMARA PINCO

La nueva gran estrella del rap en Estados Unidos se llama Eminem. Tiene 27 años, es blanco, nació en Detroit, y su primer álbum -producido por su padrino artístico, el rapper Dr. Dre- The Slzim Shady LP vendió 3 millones de copias. El segundo, The Marshall Mathers LP vendió 1 millón y medio de copias en la primera semana de su lanzamiento y sigue facturando. Eminem es uno de sus alter ego, que fue asesinado por otro de sus alter ego, el ultra violento Slim Shady. Su verdadero nombre es Marshall Mathers. Además, Eminem, o como se llame, es misógino, satírico, violento, profundamente homofóbico y reaccionario. Y eso, aparentemente, es lo que le gusta a la gente.

La otra gran estrella del rap-metal también es blanco y también es de Detroit. Se llama Kid Rock, canta sobre vivir en trailers -aunque sólo los ha visto de lejos, porque es hijo de Bob Ritchie, uno de los empresarios automotrices más ricos del estado de Michigan- y también es profundamente reaccionario y homofóbico, aunque levemente menos misógino que Eminem.

La gran banda norteamericana de metal-rap del momento, Limp Bizkit, consiguió un número uno con el himno antimujeres "Nookie", tiene un cantante a quien se acusó de incitar las violaciones a las chicas en Woodstock '99, posa de rapper gangsta -aunque sea un redneck, es decir, un blanco rubio de clase media- y manifiesta su creencias cristianas... en cada nota que da con su madre.

Es decir: el rock and roll opuesto al aluvión de estrellas adolescentes y para adolescentes está representado en el 2000 por tipos profundamente reaccionarios. Su público son chicos blancos adolescentes a los que les gusta el rap, pero que sólo conocen la cultura negra por MTV y la revista Vibe: la sociedad norteamericana obviamente no está integrada, y es raro que un chico blanco sea aceptado en la comunidad negra y viceversa, salvo excepciones. Son una suerte de caricatura de lo que se supone, en la imaginación de los blancos de clase media, es la escena gangsta: machista, violenta, rebelde, fuera de la ley. Pero si el gangsta es todo eso, también es el reflejo de una situación social de opresión y racismo. Si es violento, es porque los rappers (pensar en Wu Tang, o Snoop Dog) crecieron en las calles y tuvieron que vender drogas desde la adolescencia y aprender a usar armas para sobrevivir en los barrios. Si es rabioso, también es el enojo hacia un status blanco que les deja pocos espacios para crecer y los condena a una situación de ciudadanos de segunda, para colmo temidos y considerados delincuentes. La situación de los fans de los nuevos rappers blancos no puede compararse con la de aquellos que tan ansiosamente quieren imitar. Odiarían esa vida si la conocieran. La han estereotipado, convirtiéndola en cool. Lo importante es "parecer" callejero. Obviamente no es la primera vez que los músicos blancos toman la música negra: el rock'n'roll, tal cual se lo conoce, nació así también. Y tampoco es la primera vez que los blancos hacen rap. Pero los pioneros del mestizaje como Beastie Boys, Red Hot Chili Peppers, tal vez Run DMC o Suicidal Tendencies crearon el híbrido, intentando al mismo tiempo celebrar las diferencias.
Lo que hacen las nuevas estrellas es ser más papistas que el Papa: no todos los negros son gangsters. Es más, la mayor parte no lo es. Es una parodia racial, una caricatura de la cultura negra, y una imagen distorsionada de la masculinidad negra, que no necesariamente es violenta y misógina. Tupac Shakur, Dr. Dre y otros cumplían con el estereotipo (aunque ya casi no), pero aun así ellos saben que están jugando con los miedos de la clase media blanca: es una ironía y una provocación. Y el gangsta rap es sólo un subgénero dentro del rap.
También es cierto que la vida en los suburbios de clase media blancos y el Medio Oeste es conservadora, aburrida, represiva. Los chicos norteamericanos no pueden beber en un bar hasta los 21 años -por lo que no pueden visitar bares-, los padres están paranoicos por las matanzas de los adolescentes en las escuelas y cada vez pretenden encerrarlos y "abuenarlos" más, el auge de los empleos en el área informática está dejando a muchos afuera de las buenas oportunidades de trabajo. La supuesta cultura negra parcializada que han idealizado aparece como atractiva, rebelde y, sobre todo, distinta. Aunque no sea real. Pero eso no es lo más grave. Lo que impresiona es que si estos artistas venden los millones que venden, es probable que los norteamericanos se identifiquen con sus letras. Que no estén más que haciendo surgir el subconsciente de la nación. Y ese subconsciente da miedo. Por lo menos.

Eminem

No es el primer ni el último artista en proclamar su misoginia ni en escribir letras violentas, ni en narrar matanzas de mujeres (bastan dos ejemplos totalmente opuestos de artistas que hacen lo mismo: Nick Cave y Cannibal Corpse). El problema es que, a diferencia de otros artistas, es de lo único que habla. Rara vez Eminem escribe una canción acerca de acostarse con una chica. Prefiere matarlas. El problema es, también, que a la gente parece gustarle. Y finalmente, si bien sus letras pueden considerarse satíricas, la delgada línea entre la realidad y la ficción es, en este caso, por lo menos tenue. "Bebé, no llores/ no te confundas/ mamá no te va a escuchar aunque le grites en el oído/ no podés despertarla pero no te preocupes/ papá le va a hacer a mamá una linda cama en el fondo del lago./ ¿Querés ayudarme a atarle esta piedra a los pies?/ Así podemos tirarla al agua desde el muelle./ Ahí se va mamá./ No va a pelear más con papi/ no nos va a poner más horario de visitas/ no vas a tener un padrastro/ ni un nuevo hermanito."
La que es asesinada por Eminen en esta canción es Kim, su mujer y madre de su hija. La canción se llama "'97 Bonnie & Clyde" y, se supone, es un tema amoroso del rapper hacia su hija, a quien Kim no le dejaba ver hasta hace poco, cuando estuvieron separados. Eminem nunca ocultó lo mucho que odia a su esposa (o lo mucho que la odia su alter ego, Slim Shady). Pero es probable que la cosa sea mucho más densa que una simple canción. En los últimos meses, las cosas se le fueron de las manos. En junio, el rapper persiguió a su ex y la vio en el estacionamiento de un bar besando (en la mejilla) a su amigo John Guerra, hombre casado que sólo se estaba despidiendo de Kim. Em apareció de atrás de una camioneta y le puso un arma en la cabeza, con amenaza de matarlo. Pelearon por unos minutos, y finalmente el arma cayó al piso. Una semana después, cuando volvía de un concierto de su marido, Kim intentó suicidarse en su casa, cortándose las venas. Es un secreto a voces que Eminem golpea sistemáticamente a su mujer. En el tema "Kim", él rapea: "Entendelo de una vez, puta./ Nadie puede escuchar tus gritos./ Callate de una puta vez./ Y aguantate la que te voy a dar./ Se supone que estabas enamorada de mí./ Ahora sangrá, puta, sangrá". Un crítico describió esta canción diciendo que "en manos de un artista más capaz, digamos, Frank Zappa, esta brutalidad podría haber sido llevada al extremo de modo que no quedaran dudas de que es una farsa, una sátira. Pero cuando lo hace Eminem, es enfermo y ofensivo. Por supuesto no se supone que debamos tomarlo en serio, pero si estas canciones son un chiste... Bueno, tienen tanta gracia como la pornografía infantil".
No es a la única mujer que Eminem odia o quiere matar. La otra mujer real que es objeto de sus insultos es su madre. Según el rapper, "una puta. Nunca pudo conseguir un trabajo, nunca tuvimos nada, nos mudábamos cada seis meses y nunca me dejó conocer a mi padre". En The Marshall Mathers LP le dedicó una canción que se llama "Kill You" y dice así: "Cuando era un bebé/ mi mamá me decía cosas raras/ me decía que mi papi era malo/ que me odiaba/ pero cuando me hice mayor/ me di cuenta de que ella era la loca./ Callate, puta, no te voy a disparar/ esta es la bala que te voy meter/ agachate para que te garche como a una perra./ Puta, tevoy a matar/ sos nada más que otra chica para mí". Hay más. La canción "My Fault", incluida en Slim Shady, se trata de drogar y después violar a una chica (que finalmente muere). Dice "me da lástima que tu papá te haya violado/ pero, ¿cuál es si tu conchita estuvo en la boca de tu papi?/ Tampoco es como para que te pongas como loca/ ella me dijo: 'Ayudame, me parece que tengo convulsiones'./ Y le dije: 'Yo también estoy drogado, puta, pará de tirarme de la remera, soltame'". Hay mucho más. En "Under the Influence" rapea: "Una puta me pidió un autógrafo./ Le dije perra, le escupí cerveza en la cara y me reí./ Le tiré pedos como si bombardeara Vietnam./ Todas son unas putas, hasta mi mamá con su culo podrido". Hay mucho, mucho más.
Las mujeres no son el único blanco de Eminem. También los homosexuales, gays y lesbianas, sin distinción. En una entrevista con MTV, le preguntaron sobre las violentas letras antigay de su nuevo disco. El dijo que cuando decía "puto" en el disco, no se estaba refiriendo a homosexuales sino a los "maricones" (?). Y después: "¿Si odio a los gays? Bueno, ¿qué les parece?"... En el tema "Marshall Mathers", por ejemplo, evoca una fantasía que recuerda demasiado al crimen de Matthew Sheppard, un chico gay que fue asesinado a golpes en la América profunda. "Me pusieron en este mundo para meterle miedo a los putos... Y yo no boxeo/ pero voy a hacerlos mierda a ustedes, putos./ Pregúntenles sobre esa noche en un bar cuando se tuvieron que ir/ porque les dimos miedo.../ No necesito ayuda para hacer reventar a dos mujercitas maquilladas que lo único que pueden hacerme es arañarme/ y que me dicen Culo Apretado./ Por lo menos no lo tengo roto como ustedes, putos." Más: "Los New Kids on the Block chuparon muchas pijas/ estos grupos de nenas-nenes me hacen vomitar./ Y no puedo esperar, tengo ganas de encontrarme a estos putos en la calle (ja ja)./ Me va a encantar". Y así.
También está obsesionado por insultar a N'Sync, Cristina Aguilera o Backstreet Boys. Es un lugar común despreciarlos, a nadie le importa, y se parece mucho a una jugada comercial para captar a todos los chicos que están hartos del pop adolescente (y con razón). En el tema "The Real Slim Shady", Eminem cuenta esta historia sobre Cristina Aguilera. "Mierda, Cristina debería darme la silla/ para que yo pueda sentarme entre Carson Daly y Fred Durst/ para escucharlos discutir acerca de a quién le chupó la pija ella primero". Cristina lo demandó, claro está, y el chiste le está costando a Eminem mucha, mucha plata.

Fred Durst

El líder de Limp Bizkit, el que aparece mencionado en la canción de Eminem como receptor de una fellatio por parte de la Aguilera -Fred sostiene que tal cosa nunca sucedió-, es otro súper macho man. Marilyn Manson, siempre filoso, le dedicó unas amables palabras algunos meses atrás. Dijo el Reverendo: "Son una banda de simios iletrados, de esos que te cagaban a palos en la secundaria por ser 'puto' y que ahora venden espantosos himnos misóginos llenos de testosterona y se hacen los marginales". Fred Durst le contestó que estaba celoso porque no vende tantos discos como Limp Bizkit. ¿Quién tendrá razón?
Lo de los himnos misóginos tiene que ver especialmente con dos canciones, dedicadas a la ex novia de Fred, descripta como "una chica que parecía dulce e inocente y que terminó siendo una puta bisexual que se cogió a mis amigos más mugrientos. Si llamo puta y perra es porque es una puta y una perra". "Stuck", la primera canción dedicada a su ex (del primer álbum 3 Bill for you all), comenta cómo la "perra" sólo quería su dinero, y cómo por eso él tiene ganas de pegarle. "Nookie", un número uno parte del multiplatino Significant Other, dice: "Estoy acá con la pija entre las manos/ porque vos no sentís nada", e insiste con el tema de que las mujeres sólo quieren sacarle plata, etc., etc. y que se merecen una paliza. Y si no, justifica sus ataques violentos alegando angustia existencial: "Es uno de esos días en que no querés levantarte/ todo es una mierda/ todo apesta./ No sabés por qué, pero querés justificar todo/ arrancándole a alguien la cabeza". El hombre no es precisamente un poeta.
Pero la pregunta es: ¿por qué se siente tan mal Fred Durst? El éxito de Limp Bizkit ya lo convirtió en un millonario, y además es vicepresidente de Interscope, el sello donde graba. Si hasta se dio el lujo de hacer una gira gratis apoyando a Napster: es tan rico que no necesita el dinero de los shows. Su madre lo ama. La señora declara que "amo ser la madre de Fred, y lo crié en la fe. El es muy serio con eso. Reza todos los días y le agradece a Dios por lo que le ha dado. Así lo crié y estoy orgullosa de él". Nada tuvo que decir, sin embargo, cuando el año pasado durante Woodstock 1999 esas odas a la testosterona a volumen brutal ayudaron a enrarecer una atmósfera por demás enardecida con miles de chicos en fraternidad de borrachos. Cuando una persona de seguridad le pidió a Durst que le dijera algo a la gente, él, en su inmensa sabiduría gritó: "Nos acaban de pedir que se tranquilicen, pero a mí me parece que no tienen que tranquilizarse. No lastimen a nadie, nomás...". Un crítico definió a la situación diciendo que "de pronto todos acaban de darse cuenta de que la mezcla de agresividad de pendejo de fraternidad con nihilismo y pose de duro no es algo para celebrar. Woodstock '99 no fue rebelión: fue una banda de imbéciles liderada por el imbécil mayor". Se estaba refiriendo a Durst.

Kid Rock

Nacido Robert James Ritchie o Kid Rock en los suburbios de Detroit, construyó su personaje de Pimp of the Nation ("el Fiolo de la Nación") en diez años de carrera, y recién alcanzó el éxito masivo con una enorme exposición en MTV, a partir de su cuarto disco Devil Without a Cause en 1998. Showman experto, fanático de Lynryd Skynryd -la banda que solía desplegar la bandera confederada en sus shows, acusados de racistas por Neil Young-, este Pibe usa pesadas cadenas de oro, sacos de piel, pantalones de cuero y se autodefine como una "basura blanca" y proxeneta, además de dealer y fumador de crack. Su credibilidad se vio afectada, sin embargo, cuando el año pasado anunció que él representaba "a la gente de los trailers" y se hizo público que difícilmente podría hacer tal cosa, teniendo en cuenta que su padre vendió la compañía de autos de la que era dueño por una cifra de varios millones de dólares. De cualquier modo, tal como Eminem odia a su madre, Kid Rock odia a su padre (y le dedica el tema "My Oedipus Complex"). Sobre el escenario está rodeado de mujeres -esperable para "el Fiolo de la Nación"- y tiene a un enano a manera de bufón, de quien se burla sistemáticamente. Se llama Joe C, y canta "soy un monstruo/ un enfermo/ mido 30 centímetros y tengo un pito de 10 metros". Devil Without a Cause vendió 8 millones de copias y su último disco, The History of Rock -que incluye canciones viejas de los álbumes que no tuvieron buenas ventas, y un par nuevas, el viejo truco...- ya va por los cuatro millones.
Las letras de Kid Rock son casi tan poco originales como las de Limp Bizkit, y de la misma manera parecen fijadas en todas las "perras" que no les prestan atención, tendiendo a rozar el patetismo. En "Fuck You Blind", por ejemplo, rapea: "En la secundaria había una chica/ que se llamaba Sarah Bolerdies/ y pensaba que era lo más porque salía con tipos grandes./ Perra imbécil, puta reventada, siempre quería encamarse/ pero nunca entregaba a los de su división./ Jugó conmigo, fui un boludo./ Como una perra/ esa conchudita que se chupaba el dedo/ nunca hablaba con nadie de su división./ Así que un día le dije: 'Mejor que nunca agarre ese culo'/ porque te voy a coger hasta dejarte ciega". Más elegancia verbal aún se puede encontrar en la canción "Blow Me". "Las putas son rústicas/ papi está en casa/ tenemos putas y putas y putas/ todas baratas/ prácticamente damos las chuchas gratis". Y así.
Ahí están: ellos, ahora, son el "rock". ¿Te gusta igual?

BLOODHOUND GANG, MIRANDO EL DISCOVERY CHANNEL

Los Jorge Corona de allá

Esta es "la" banda maleducada y malhablada del 2000, que MTV y Much Music no se cansan de pasar. Pero, a diferencia de Eminem o Kid Rock, son tan tontos como inofensivos. Una especie de Pabellón Psiquiátrico (¿se acuerdan? Los españoles que cantaban "Le metí una mano/le metí una pierna...) mezcla con Los Sultanes. Pero de allá. El video en donde se los ve disfrazados de ositos de peluche corresponde a "The Bad Touch", una canción que recupera un sonido de euro-pop a la Giorgio Moroder y cuyo estribillo dice "Nena, vos y yo somos mamíferos/ así que hagámoslo como en el Discovery Channel...". Después de las matanzas y violaciones de Eminem o bandas como Meatmen, que cuenta con amables títulos de canciones tales como "Los chicos discapacitados apestan", es hasta simpático. Su último disco se llama Hooray for Boobies ("Hurra por las tetitas") y otros temas incluyen líneas como "necesito una vagina nueva", "mami ¿qué palabra rima con vagina?" o "besame ahí donde hay mal olor" (...). Sin embargo, tuvieron problemas. Alumnos de la Universidad de Maryland protestaron contra ellos, cuando la banda fue a tocar allí, diciendo que las letras del Gang son "racistas, homofóbicas, misóginas y estúpidas". Lupus, el guitarrista, les contestó que no tenían sentido del humor. Pero un mes después tuvieron problemas más serios. El tema controvertido en cuestión se llama "Yellow Fever" y la letra, es verdad, es de lo más ignorante. "Le dije que toda Soon Yi necesita un pequeño Woody. Ella dijo que su vagina no valía ni todo el té de China, pero que su amor duraría más que la Dinastía Ming. Le dije que la necesitaba para que me lavara la ropa, y además sabía que tenía que quedarse conmigo para poder entrar legalmente al país. Estaba hecha en Taiwan y eso me gusta: solamente le hice prometer que no se comería a mi gato. Chinky Chinky bang bang, te quiero", reza la bella poesía. Cuando se editó, la website Dragon 5000, dedicada a la difusión de la cultura asiática, publicó una petición para "detener el racismo y el odio", alegando que la canción perpetuaba estereotipos negativos sobre los orientales. El cantante Jimmy Pop dijo, de nuevo, que esta gente no tenía sentido del humor. ¿Todo es en joda?