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Jueves 19 de Octubre de 2000

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Exclusivo: el disco de PJ Harvey

Ella vendrá

No paran las rotativas ni mucho menos, pero... El sexto disco de la princesa oscura del rock alguna vez bautizado “alternativo” (¿se acuerdan?) está al caer y el No te cuenta cómo viene la mano. Canciones sobre Nueva York y un pueblo de campo, duetos con Thom Yorke y un sonido entre reposado y virulento. Así es.

TEXTOS: MARIANA ENRIQUEZ

Después de editar Is This Desire? (1998), Polly Jean Harvey se mudó a Nueva York. Ahí está, desde la tapa de su nuevo disco: en medio de la Gran Manzana y de noche, con un taxi amarillo pasando por detrás. El look Polly Jean ha cambiado. Olvidate del flequillo juvenil, las polleras casi raídas combinadas con remeras de algodón, como de adolescente suburbana. Ahora ha vuelto al glamour circa To bring you My Love, con maquillaje que destaca su rostro extraño y hermoso. Así está Polly hoy, cuando recién ha cumplido los treinta. Y dice: “Creo que me siento como una rocker veterana. Mi banda es más joven que yo... A veces pienso, después de ver el Top of the Pop, ¿quién va a comprar un disco mío?” Casi una década después de su aparición, Polly Jean ya no es hot y lo sabe.

Is This... fue, además, el primero en seguir una dirección diferente, especialmente en las letras. Si al principio de su carrera, Polly escribía casi su autobiografía en canciones, y articulaba las debilidades y oscuridades del deseo (“voy a atarte las piernas/ no vas a librarte de mí” cantaba en “Rid Of Me”), ahora había empezado a expresarse en tercera persona, contando las historias de otras mujeres: Angelene, la chica cuyo pecado era “el amor por dinero”, Leah, la que “siempre necesitaba algo, siempre decía que estaba sola”, Catherine, la mujer fatal que lleva a un hombre a “envidiar al viento que cabalga tu pelo, y maldigo cada vez que respirás”, o Joy, la treintañera que “nunca bailó”. Tan íntima y brutalmente femenina como siempre, pero con un poco más de distancia, lejos de la chica que en la primera canción de su primer disco, Dry, cantaba “oh mi amante/ no sabés que todo está bien/ podés amarla a ella/ y podés amarme a mí al mismo tiempo”.

En todo ese tiempo, además, ella se recluyó. Nunca fue muy conocida por su vida pública, ni siquiera cuando se enamoró de Nick Cave (al que le dedicó Is This Desire? con discreción: sólo rezaba en los créditos “para Nick”), y poco se supo de su paradero o de qué era lo que estaba haciendo musicalmente. Sí se dedicó a otras pasiones: en ese ‘98 debutó como actriz interpretando a María Magdalena (un papel ideal para ella) en el film The Book of Life del niño prodigio independentista Hal Hartley, y empezó a exhibir sus esculturas en diferentes galerías de arte del mundo.

Recién este año se supo algo de un nuevo disco, que finalmente se editará el lunes que viene. Se llama Stories From The City, Stories From The Sea (“Historias de la ciudad, historias del mar”) y tiene que ver con, dice, “una doble inspiración: las canciones fueron escritas en Nueva York y Dorset, el pueblo de campo en donde tengo una casa, y el contraste entre lo metropolitano y lo rural me influenció muchísimo”. El productor del álbum fue Mick Harvey, multiinstrumentista de Nick Cave & The Bad Seeds, que suele colaborar con ella. Sin embargo, las canciones más promocionadas del disco son las que grabó con otra estrella esquiva y brillante: Thom Yorke de Radiohead. “Aprendí mucho de él y fue una inspiración”, dice Polly. “Sólo estuvo un par de días en el estudio, pero como es un músico excepcional, me dio ideas extrañas y maravillosas para las canciones.”

La canción a dúo con Yorke se llama “This Mess We’re In” y es una bella balada eléctrica medio-tiempo en la que Thom canta como ya casi no se permite en esta actual etapa-anti Radiohead... de Radiohead. También colabora en otros dos temas, “Beautiful Feeling” y “One Line”. El single y video “Good Fortune”, una cristalina canción pop en la que Polly da rienda suelta a su bello registro vocal, ya está sonando y viéndose por sus canales habituales de difusión –que en la Argentina no son muchos, en verdad, habría que prestar atención a los programas de Juan Di Natale en Rock & Pop, o al trasnochado “120 minutos” de lo que queda de MTV–. Según Polly, el disco “tiene una amplia variedad de estilos, desde cosas muy suaves hasta otras muy agresivas. Es que hay una amplia gama de emociones en el disco, hay muchas luces y sombras en mi vida, e intenté darle esa dualidad a la música, tanto como pude”. Es cierto: una canción como”Kamikaze” –título apropiado– vuelve a raptos de furia que no se recuerdan desde aquellas virulentas cancioncillas de Dry. El resto del disco, empero, navega por aguas calmas de las cuales –sólo por momentos– escapa a partir de breves tormentas eléctricas.