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De la Rúa piensa qué cambios
hará para encarar el año electoral

Entusiasmado por la favorable situación económica internacional, el Presidente comenzó a pensar en el 2001 y en los guarismos negativos para la Alianza. Cambios en las políticas y el gabinete.

Fernando de la Rúa llegó ayer, acompañado de Cecilia Felgueras, de la residencia de Chapadmalal.

Por José Natanson

Envalentonado por la mejora de la situación económica externa, Fernando de la Rúa comenzó a pensar en serio en el complicado panorama electoral que se avecina. Un funcionario que compartió varias charlas con él en los últimos días aseguró a Página/12 que el Presidente es consciente de la debilidad política de su Gobierno. Y que, para entrar con un poco más de fuerza en el año electoral, está estudiando una estrategia que incluiría cambios en la política de comunicación y algunos movimientos en el gabinete.
Después de un año de soportar un contexto económico difícil, marcado por las altas tasas de interés de Estados Unidos, el Gobierno asumió con alegría la noticia de la mejora de los indicadores externos, que dispararon un repunte de la Bolsa porteña y una baja del riesgo país. Y que se suma al anuncio del blindaje financiero (ver páginas 2 y 3).
Convencido de que no puede desaprovechar la oportunidad, De la Rúa decidió pasar sus vacaciones entre Chapadmalal y la Capital. Ayer por la mañana, por ejemplo, el Presidente dejó a Inés Pertiné, a su hija y a su nieta en la residencia veraniega y volvió a Buenos Aires para reunirse con los empresarios y monitorear el encuentro de Chrystian Colombo con Domingo Cavallo. “Es totalmente consciente de que tiene que aprovechar el momento para remontar la situación. Antes, cuando leía noticias que no le gustaban, se enojaba con los diarios o los encuestadores. Ahora no. Se dio cuenta de que tiene que hacer algo porque si no el año se va complicar mucho”, explicaba ayer una fuente que conversó bastante con De la Rúa en la última semana.
Desde luego, el problema son las elecciones del año que viene. En el Gobierno circulan algunos sondeos catastróficos –uno le asigna a De la Rúa una intención de voto inferior al diez por ciento– que indican que la mala imagen de la gestión arrastraría a la Alianza a una derrota en octubre. “Está pensando cómo hacer para mejorar las perspectivas”, explicaba ayer uno de los pocos funcionarios que quedaban en Buenos Aires.
El Presidente le da vueltas a la situación. Uno de los objetivos es deshacerse de algunos funcionarios cuestionados –como el secretario de Transportes, Jorge Kogan– y rearmar las segundas líneas de la administración, cuestión de imprimirle más eficiencia y dinamismo al Gobierno. La movida, si finalmente se produce, podría acompañarse con una reformulación de la estructura del Gobierno, que incluiría el proyecto de Carlos “Chacho” Alvarez para crear una Agencia que unifique las políticas sociales (ver aparte).
Otra de las ideas es repensar la forma en la que el Gobierno salió a subrayar las bondades del blindaje financiero, a través de una campaña en la televisión y la vía pública que parece el anuncio de una nueva película de ciencia ficción. “La idea era que la gente entendiera que es una oportunidad, pero no provocó el efecto optimismo que buscamos”, reconocían muy cerca de De la Rúa. “Hay que apurarse. En marzo tiene que notarse un clima distinto o nos encaminamos a una derrota”, agregaban.
Hoy, después de un día de actividad en la Rosada, el Presidente volverá a Chapadmalal para reunirse con su familia. Allí seguirá evaluando planes que mejoren la imagen de su Gobierno para enfrentar las elecciones. Aunque a primera vista pueden parecer lejanas, en el pensamiento del Presidente están demasiado cerca.

 

Terragno, así, no va

“No tengo interés de ir al Senado. No me siento en condiciones de hacer una campaña oficialista mientras no haya un cambio en la política económica”, señaló ayer Rodolfo Terragno, descartando las versiones que indicaban que podría candidatearse en octubre. El ex jefe de Gabinete, que adoptó una visión muy crítica desde que abandonó el Gobierno, sostuvo que “hay que preparase para el 2003, no en el sentido de una candidatura sino en que el 2003 es un punto de inflexión: ahí la Alianza sigue adelante o no”. Continuando con los cuestionamientos, Terragno agregó que “a medida que nos aproximemos al 2003 tenemos que tener un proyecto muy diferente al que está en marcha para recuperar todo el apoyo social”.

 

POSIBLES FUSIONES DE ALGUNOS MINISTERIOS
Con la excusa de achicar más gastos

Una versión encrespó los nervios de algunos funcionarios del Gobierno. Según indicaron a este diario en la Jefatura de Gabinete, su titular, Chrystian Colombo, le llevaría hoy al presidente Fernando de la Rúa una propuesta de reforma del gabinete que incluiría la unificación de algunas áreas. La iniciativa serviría también para apurar el recambio de funcionarios que ya tienen salida segura, como es el caso del secretario de Transporte, Jorge Kogan.
Según el rumor, la idea del Ejecutivo es dedicar enero a planear en detalle la reforma estatal. Para eso, Colombo habría tomado como base el trabajo que desde hace tiempo elabora su segundo y colaborador de Carlos “Chacho” Alvarez, Marcos Makón, quien viene estudiando la forma de unificar áreas para mejorar la eficacia de la labor del Gobierno y evitar superposición de atribuciones. Pero el jefe de Gabinete habría ido más allá y también propondría la unificación de ministerios vinculados con la labor social.
En la reestructuración se vería beneficiada la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, quien quedaría con mayores atribuciones que las actuales. En cambio, quien más recortes sufriría sería la ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide.
La intención del Gobierno, de acuerdo con quienes hacían circular esta versión, era también la de dar una nueva señal de austeridad y reducción de los gastos en burocracia, ya que no hay más espacios para nuevos ajustes. Y que la señal no estaba dirigida sólo a la sociedad en general en este año electoral sino también al empresariado en particular, al que De la Rúa le pidió ayer que acelere las inversiones para ayudar a la reactivación de la economía.
Sugerentemente, ayer De la Rúa suspendió su retorno a Chapadmalal –donde pasa unos días de descanso junto a su familia– para hoy y fue temprano a Olivos. Colombo, por su parte, ya adelantó que no piensa tomarse ni un día de descanso durante enero. Ayer se fue de la Jefatura de Gabinete luego de la reunión con Domingo Cavallo pero, según voceros presidenciales, no se encontró con el Presidente.

 

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