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EL GOBIERNO QUIERE SEPARAR AL FREPASO DEL PJ EN LA DISCUSIÓN PREVISIONAL
De la Rúa no quiere un frente opositor

Mientras el Frepaso lanzó su comisión anti-decreto de reforma previsional, el Presidente dijo que aceptaba el disenso pero no que los diputados aliancistas cierren filas con los del PJ. Machinea fue el más duro de todos y los acusó de irresponsables.

Fernando de la Rúa evaluó la situación y regresó al mar.

Por Fernando Cibeira

El Gobierno marcó los límites del disenso interno que aceptará en la discusión por el decreto de la reforma previsional, que ayer continuó subiendo de volumen. El presidente Fernando de la Rúa encabezó ayer una reunión de la que participaron el ministro de Economía, José Luis Machinea, y el del Interior, Federico Storani. Allí, el Presidente explicó que aceptaría que los diputados del Frepaso actúen en este tema con libertad de conciencia, pero que no consideraba prudente que conformaran una comisión en rechazo al decreto que incluyera a legisladores peronistas. Luego de la instrucción presidencial, Storani comenzará un sondeo con la primera línea del Frepaso que, aparentemente, coincidiría con De la Rúa en la necesidad de evitar una confrontación que vuelva a tensar a la Alianza.
A Machinea le tocó hacer el papel de malo. Salió del encuentro diciendo que no podía creer que el Congreso “reaccione así, que sea tan inconsciente” (ver aparte). Al rato apareció el Presidente y buscó calmar las aguas. “Las diferencias que puede haber son mínimas”, aseguró cuando le preguntaron por las posiciones encontradas dentro de la coalición. Y exhortó a “todos los sectores a analizar con gran responsabilidad” la actitud que tomaron con respecto a la tira de decretos que firmó el último día hábil del 2000 porque sirvieron “para asegurar la previsibilidad y liberar al país del riesgo financiero”.
Desde un principio, De la Rúa planteó que la reforma previsional era indispensable para que los organismos financieros de crédito accedieran a otorgarle el blindaje que le dio nuevos aires a la gestión de Machinea. Luego de las declaraciones, el Presidente se subió al Tango 03 y voló con su familia rumbo a Chapadmalal para pasar otro fin de semana de descanso en la costa (foto).
Lo que no comentaron en público De la Rúa y Machinea fue la conversación que mantuvieron en el despacho presidencial. De la Rúa les dijo a sus ministros que no lo enojaba que diputados del Frepaso se mostraran contrarios a una reforma previsional dictada que, en rigor, rechazaron desde el vamos, en especial en lo que se refiere a la modificación de la edad jubilatoria de las mujeres y la eliminación de la Prestación Básica Universal (PBU). Pero que no podía digerir que alentaran la formación de una comisión que le terminara sirviendo de tribuna al PJ. “Van a crear un frente opositor”, evaluó el Presidente.
Para De la Rúa, que alumbre la autodenominada Comisión Pro Derogación del Decreto Previsional se entendería como una nueva señal de crisis política dentro de la Alianza, justo en momentos en que los indicadores económicos comienzan a mostrar su cara más amable y que, paralelamente, busca crear con Carlos “Chacho” Alvarez un ámbito donde pueda plantear sus diferencias en armonía. “Le estamos dando a Roggero (Humberto, jefe del bloque de diputados del justicialismo) el lugar y los argumentos para que nos pegue”, dijo uno de los ministros presentes en la Rosada sobre la comisión anti-reforma. Finalmente, el Presidente instruyó a Storani para que sondee el ánimo de la conducción del Frepaso y que haga lo necesario para desbaratar la comisión rebelde.
Además de un tramo casi festivo en donde Machinea le relató al Presidente los efectos beneficiosos que tendrá en la economía la baja de interés decidida en Estados Unidos, analizaron las declaraciones de ayer que marcaron una escalada en la confrontación por la modificación del régimen jubilatorio. “Vamos a dar dura batalla en esto”, se había entusiasmado Roggero, aunque admitió que aún estaban verdes los contactos con sus hipotéticos aliados frepasistas. “Aún no nos sentamos a conversar”, reconoció (ver página 2).
De acuerdo con las primeras averiguaciones, en Gobierno eran optimistas con respecto al resultado que pudiera arrojar la negociación. Sabían que si bien el jefe del bloque de diputados de la Alianza, Darío Alessandro -de descanso en Cariló–, le había dado el visto bueno a la comisión, había advertido a sus compañeros de bloque que no había que tomar ninguna decisión que pusiera en peligro de nuevo a la Alianza, justo cuando las aguas por fin habían vuelto a la calma.
Uno de los enigmas que inquietaban en la Rosada y en el Frepaso por igual era que nadie conocía el pensamiento de Chacho Alvarez sobre el entuerto. De vacaciones en Villa La Angostura, nadie del Gobierno consiguió conectarse con el ex vicepresidente aunque, a partir de la dirección de las instrucciones de Alessandro –habitual traductor fiel del pensamiento chachista– evaluaban que en Alvarez tampoco existía un ánimo beligerante. “Chacho sabe que en este momento lo mejor es no hacer olas y mostrarnos de nuevo unidos”, se esperanzaba un hombre cercano al Presidente.
Con todo, en Gobierno consideraban que no sería extraño que el Frepaso buscara en el corto plazo una mayor diferenciación sobre la reforma, pero que la sangre no llegaría al río. Y que era probable que los rebeldes frepasistas siguieran adelante con la intención de derogar el decreto como ya hicieron con otras iniciativas oficiales pero que en la conducción de la fuerza imperaría la razonabilidad.
En principio, entienden que todavía cuentan con tiempo. Si bien la comisión recién se lanzó (ver página 2), el intento de derogación del decreto recién podría darse en la reanudación de las sesiones ordinarias del Congreso, a principios de marzo. Por eso, Storani no alteró sus planes. Hoy temprano partirá para Córdoba, el lugar que eligió para descansar los fines de semana del tórrido enero, siempre a tiro de celular, y volverá el lunes a cumplir la tarea que le encomendó el Presidente. “Estamos seguros de que nos va a ir bien”, respondía anoche uno de sus colaboradores.

 


 

MACHINEA REACCIONO CONTRA FREPASISTAS Y PERONISTAS
“No permitir un paso atrás”

Por David Cufré

“No puedo creer que el Parlamento sea tan inconsciente”, bramó ayer José Luis Machinea, en una declaración de alto voltaje político, que se le puede convertir en un boomerang. El enojo del ministro obedece a la intención del Frepaso y del justicialismo de derogar en el Congreso el decreto de necesidad y urgencia que instauró la reforma previsional. Machinea trabajó arduamente para conseguir que Fernando de la Rúa se inclinara por esa vía y desistiera del tratamiento parlamentario. Y defenderá su continuidad con el mismo empeño, aunque la pelea con el Frepaso crezca al punto de causar una crisis política en la Alianza. “Hemos demostrado a los inversores que tenemos fuerza política para aprobar medidas importantes. No vamos a permitir que se dé marcha atrás”, enfatizó una alta fuente del Ministerio de Economía, en diálogo con Página/12.
En esa cartera se evalúa que la voluntad que demuestre el Gobierno por sostener la reforma previsional es un test del que estarán pendientes los inversores. También dicen que es una oportunidad para fortalecer la figura del ministro, después de los reiterados sofocones que pusieron en duda su continuidad en el cargo. Si se atiende a la versión de diputados radicales y del Frepaso, la verdad es otra. Aseguran que los cambios al sistema jubilatorio nunca fueron una imposición del FMI para conceder el blindaje financiero, sino que se trata de una iniciativa de Economía. Machinea habría aprovechado el contexto de crisis –arriesgan– para filtrar un proyecto propio, cuya aprobación no habría conseguido en otro escenario. “No puedo creer que el Parlamento reaccione de esta manera, que sea tan inconsciente, cuando lo que ha tenido en cuenta el Poder Ejecutivo al avanzar en el tema previsional son muchos de los comentarios, las dudas y las iniciativas que nos acercaron el radicalismo y el Frepaso”, se quejó el ministro, quien añadió que “la propuesta de derogar sin discutir no me parece razonable”.
Desde que De la Rúa anunció la reforma el 10 de noviembre pasado, legisladores de la Alianza manifestaron su oposición a los aspectos centrales del proyecto. Es decir, el aumento de la edad jubilatoria de la mujer, la eliminación de los 200 pesos de la PBU (Prestación Básica Universal) que el Estado estaba comprometido a pagar a los jubilados, y la abolición del régimen de reparto. De esos puntos, el único que retiró el Gobierno fue la anulación del sistema previsional estatal. Pero el resto de la reforma salió básicamente en línea con la propuesta de Economía. “No pueden decir que no escuchamos. Una cosa es escuchar, discutir, consultar. Pero hay un gobierno que gobierna”, concluyó Machinea, quien pretende que el Congreso se allane a la decisión del Ejecutivo, aunque se trate de una medida que afectará la vida de millones de futuros jubilados.

 


 

LA CGT DE DAER RATIFICA EL PARO Y PIDE OTRO PROYECTO
A la calle para juntar firmas

Por Diego Schurman

La CGT oficial decidió jugar un papel activo en la embestida contra la reforma previsional. Además de ratificar el paro de 36 horas para el 1º y 2 de marzo, los sindicalistas anunciaron que juntarán firmas para obligar a los legisladores a tratar un proyecto del diputado justicialista Alfredo Atanasof, que propicia lisa y llanamente la derogación del decreto oficial.
La decisión fue tomada ayer durante un plenario de secretarios generales, donde la cúpula gremial aprovechó para celebrar el fallo judicial que el miércoles suspendió los efectos de la desregulación del sistema de obras sociales.
Para el diseño de la estrategia contra la reforma previsional, los caciques sindicales mantuvieron contactos con distintos diputados del justicialismo. Pero conversaron especialmente con Atanasof, quien cumple el triple rol de integrante del consejo directivo cegetista, diputado del justicialismo y miembro de la Comisión de Previsión y Seguridad Social de la Cámara baja. “En esto vamos de la mano con los diputados del PJ”, se sinceró ante Página/12 el jefe de prensa cegetista, Carlos West Ocampo.
La CGT se ocupará de recoger firmas contra el decreto de necesidad y urgencia que dispuso el aumento en la edad jubilatoria de las mujeres. Buscarán de esta manera hacer regir la denominada “iniciativa popular”, un procedimiento que obliga al Congreso a tratar un proyecto de ley que esté avalado por las firmas de no menos del 1,5 por ciento del padrón electoral utilizado para la última elección de diputados nacionales y que deberá representar por lo menos a seis distritos electorales.
En este caso el proyecto que el sindicalismo peronista busca avalar es el de Atanasof, que promueve la derogación del decreto oficial.
“Esto es porque el Gobierno tiene la incapacidad para construir consensos y sólo escucha los dictados del Fondo Monetario Internacional y de los sectores financieros”, señaló el titular de la CGT, Rodolfo Daer.
Los sindicalistas también juntarán firmas contra los decretos de desregulación del sistema de obras sociales, que habilita la competencia de los agentes de salud sindicales con las empresas de medicina prepaga y de rebaja salarial en el sector público. También harán circular un petitorio exigiendo elevar a 500 pesos el salario mínimo, que en la actualidad es de 200 pesos.
La idea es elevar las firmas al Congreso el 1º de marzo durante la apertura de las sesiones ordinarias. Será simultáneamente el comienzo del paro de 36 horas. Según informó Daer, en los próximos días se realizarán plenarios de delegaciones regionales en Rosario, Córdoba, Tucumán, Mar del Plata y Bahía Blanca. El objetivo: asegurar la movilización de todo el país hacia la Capital Federal en el primer día del paro.
La CGT oficial también inició contactos informales con la CGT rebelde y lo hará con la CTA para lograr la adhesión de estas dos organizaciones a la medida de fuerza.

 


 

El Frepaso lanzó su comisión con
un pedido de cuidado sobre el PJ

Alessandro: Dio el okay para que avancen, pero recomendó cuidar la forma de presentarla. �No tiene que leerse como una ruptura de la Alianza�, dijo.

Los diputados frepasistas se reunieron ayer y formaron su comisión contra el decreto previsional.

Por José Natanson

Ayer se reunió por primera vez la comisión que buscará derogar el decreto de reforma previsional firmado por Fernando de la Rúa. Participaron nueve diputados frepasistas de raíz rebelde y adhirieron otros veinte, con la ausencia notable de los integrantes de la conducción de la bancada. Otra vez, comienza a aparecer en el Frepaso una diferencia de tono. Por un lado, los díscolos que ya entablaron contactos informales con el PJ para coordinar una estrategia común. Por otro, el grupo más cercano a Carlos “Chacho” Alvarez, que comparte el rechazo pero busca cuidar la relación con el Gobierno. Entre ellos, el jefe del bloque aliancista, Darío Alessandro, pidió –celular mediante– “cuidado” con los contactos que algunos diputados mantienen con sus pares peronistas.
Fue un encuentro breve. En realidad, estaban todos de acuerdo y la charla giró en torno de los caminos institucionales más adecuados para lograr la nulidad de la medida. Por la mañana, el PJ había anunciado que impulsará una sesión para el 2 de marzo (ver aparte), lo que fue descartado por los frepasistas: para tratar la ley en esa fecha habría que saltearse el paso por la comisión y convocar a una sesión especial, para lo cual se necesita el apoyo de los dos tercios, número bastante difícil de conseguir. Según dijeron, lo ideal sería que el 2 de marzo la Comisión de Previsión apruebe la anulación el decreto. Después de cinco días, el proyecto podría ser aprobado con mayoría simple en el recinto.
Además de los convocantes –Alfredo Villalba y María América González– participaron del encuentro otros frepasistas díscolos, como Gustavo Cardesa, Ricardo Vago, Ramón Torres Molina y Eduardo Macaluse. Además, adhirieron otros veinte diputados que no estaban en la Capital, sumando unos 29 legisladores sobre un total de 38.
La decisión de agotar las instancias hasta lograr la derogación de la reforma fue avalada por Alvarez. De todos modos, la conducción del bloque prefirió no sumarse a la movida y no sobreactuar la diferenciación con el Gobierno. Ayer, María América González se comunicó con Alessandro, que se encontraba en Cariló. Aunque le dio el okay para que avancen con la comisión, recomendó cuidar la forma de presentarla. “No tiene que leerse como una ruptura de la Alianza”, dijo el diputado.
Una de las claves de la ofensiva pasa por coordinar la acción con el peronismo. Los frepasistas confían en que sumarán a duhaldistas como Hilda “Chiche” Duhalde o Graciela Camaño e incluso a menemistas como Mabel Müller. La idea es que en los próximos días la comisión se contacte con algunos constitucionalistas y expertos previsionales. En febrero, cuando los legisladores vuelvan de sus vacaciones, se reunirán los bloques por separado y después se buscará una estrategia común, que incluiría la derogación del decreto y una ley previsional consensuada.
Sin embargo, luego de la reunión de ayer los frepasistas preferían bajarle el tono al acercamiento con el PJ e insistían en que los contactos se mantuvieron en un nivel informal. Hay razones que explican el cambio de tono: en conversaciones con algunos de los diputados, Alessandro pidió moderar los gestos. “Hay que tener cuidado con quién hablamos y no irritar demasiado a De la Rúa”, fue la instrucción del diputado.
De a poco, las diferencias van apareciendo. Un grupo de frepasistas -que ya se opuso a otras decisiones importantes del Gobierno– vio en la reforma previsional una oportunidad ideal para extremar su actitud. Pero hay otro núcleo, más cercano a Alvarez, que integran diputados importantes como Alessandro, Rodolfo Rodil, Juan Pablo Cafiero y Carlos Raimundi, que prefieren no cerrar ninguna puerta.
Al principio, Alvarez manifestó su oposición rotunda al decreto de De la Rúa. Más tarde, sin embargo, su posición varió sutilmente: el domingo pasado, en un reportaje con Página/12, dijo que los diputados tendrían “libertad de acción” y centró su rechazo en una cuestión de “tiempos”. Quizá, las cosas se aclaren un poco el 15 de enero, cuando se reúna lamesa nacional del Frepaso y Chacho aclare con precisión cuál es la posición oficial de su partido.

 


 

EL PJ NO QUIERE COMISION Y NI ESTRATEGIA COMUN
El 2 de marzo, derogación

Por Fernando Almirón

Los diputados justicialistas salieron primeros a instalarse en el cronograma que se abrió en el Congreso para lo que promete ser una larga lucha en torno de la derogación del decreto de reforma previsional que Fernando de la Rúa firmó el último día hábil del 2000. El bloque opositor formalizó ayer un pedido de sesión especial apenas se inicie el período de ordinarias, el 2 de marzo. Así lo anticipó el jefe de la bancada Humberto Roggero después de mantener un breve contacto telefónico con los gobernadores Carlos Ruckauf, de Buenos Aires, y José Manuel de la Sota, de Córdoba. “El peronismo está de acuerdo en derogar”, enfatizó Roggero quien señaló que para desactivar la norma sólo se requiere de la mayoría simple de los legisladores presentes al momento de la votación.
“Sabemos que hay un grupo de frepasistas entre los que se encuentra María América González que quieren integrar una comisión pro derogación de la reforma, pero aún no tenemos una estrategia común con ellos”, señaló un diputado justicialista desestimando por el momento un movimiento de pinzas común entre opositores y oficialistas disidentes (ver aparte).
“No hace falta que el justicialismo trate el tema en una comisión, nosotros tenemos la firme intención de derogar los decretos y llevaremos esa postura al recinto el 2 de marzo”, agregó Roggero más contundente.
El tema se trataría en una sesión especial convocada para esa fecha porque recién el 1º de marzo De la Rúa leerá su discurso anual ante la Asamblea Legislativa inaugurando así el período de sesiones ordinarias, ya que durante los meses de enero y febrero el Congreso sólo puede sesionar convocado por el Poder Ejecutivo y con el temario que éste proponga.
En la mesa de conducción de los diputados peronistas no se disimulaba cierto entusiasmo a la hora de hacer los números que necesitan para llevar a cabo su objetivo ya que consideran que entre el PJ y los enojados de la Alianza con la norma –que achica hasta hacer desaparecer la Prestación Básica Universal, según el nivel del salario, entre otros cambios– “nos alcanza para dejar sin efecto el decreto de necesidad y urgencia del Ejecutivo”.
Firman la convocatoria a la sesión especial los representantes de todas las líneas internas del PJ en la Cámara baja: Saúl Ubaldini (CGT disidente); Miguel Angel Pichetto (menemista), Eduardo Camaño y Mabel Müller (duhaldistas), Alfredo Atanasof (ruckaufista e impulsor de la derogación), María del Carmen Alarcón (reutemanista), Carlos Alessandri y Eduardo Di Cola (delasotistas). El vicepresidente de la Legislatura bonaerense, Osvaldo Mércuri, se sumó a la propuesta al presentar un proyecto de declaración en el que manifiesta su rechazo al decreto y le solicita al Congreso la derogación de la reforma.

 

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