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REPORTAJE A TERRAGNO, EL DIA DESPUES DE SU VICTORIA EN LA INTERNA RADICAL
�El voto fue contra la política económica�

Explica que triunfó porque la militancia de su partido está contra el rumbo impreso por Cavallo. Está seguro de que el Frepaso prefería su victoria. Cuenta cómo hará 
campaña. Explica sus coincidencias y diferencias con Elisa Carrió.


Rodolfo Terragno ya tiene puesto el traje de candidato a senador por la UCR porteña.

Por Santiago Rodríguez

"Ya no hay más discusión, es evidente que los militantes se expidieron en contra de la política económica", destacó ayer Rodolfo Terragno. También señaló que será él y no el partido el que negociará con los frepasistas la integración de la lista de la Alianza en la Capital Federal y evaluó que su triunfo en la interna sobre el delarruismo facilita esa discusión porque "hay una gran coincidencia del Frepaso con mis planteos". Con el traje de candidato a senador por el distrito ya puesto, Terragno adelantó además que va a hacer "una campaña con muy poca retórica y muchas propuestas, vinculadas principalmente a la creación de empleo, mejora de la situación de los jubilados e incremento del salario real".

  --¿Cuál fue el mensaje del afiliado radical en esta interna?

  --Fue muy claro: como lo dijo el propio Facundo Suárez Lastra, los afiliados demostraron que no están de acuerdo con la política económica. No puede haber dudas porque nosotros competimos contra el delarruismo y el aparato de Enrique Nosiglia. Nosotros hubiéramos perdido seis a cuatro en una elección de 50 mil afiliados si no hubiese sido porque el afiliado más que por lealtad a los aparatos y a los dirigentes parroquiales, votó conforme a sus convicciones y sus sentimientos.

  --¿Qué reflexión le merece que haya votado menos del 25 por ciento de los 220 mil habilitados para hacerlo?

  --Nunca va más que eso. La única vez que hubo más votantes fue cuando De la Rúa fue elegido como candidato a jefe de gobierno de la ciudad. El padrón de 220 mil es mentiroso, viene del '83; habrá gente que no existe más y otra que no tiene ya ningún punto con el radicalismo, nunca se depuró ni se renovó el padrón. Aspirábamos a una elección de 60 mil porque creíamos que sólo así nos podíamos asegurar el triunfo, pero nunca pensamos que pudieran votar más.

  --Pasó la interna, usted ganó y es candidato. ¿Cómo encarará la campaña?

  --Hay que conformar las listas de la Alianza, con la incorporación de los candidatos del Frepaso y ganar la elección de octubre. Hay que hacer mucha fuerza por un cambio en la política económica y para una recuperación de los principios que nos llevaron a constituir la Alianza y del programa que la gente votó en octubre de 1999.

  --¿Cómo hará para ganar en octubre?

  --Mostrando un proyecto congruente con los principios que nos dieron origen. Me voy a concentrar en propuestas y a hacer una campaña con muy poca retórica y muchas propuestas, vinculadas principalmente a la creación de empleo, mejora de la situación de los jubilados e incremento del salario real. También voy a apuntar a cambios de procedimiento y de reglas que aseguren la transparencia del Senado porque todos nos hemos quedado con un sabor bastante amargo después de la crisis del año pasado.

  --¿En qué términos será la discusión sobre la integración de las listas con en Frepaso? ¿Se va a sentar usted o el partido?

  --Naturalmente me voy a sentar yo; el partido tendrá participación pero quiero saber qué lista integro y con qué línea. No va a haber ninguna dificultad porque hay una gran coincidencia del Frepaso con mis planteos.

  --¿Su triunfo en la interna facilita la relación con los frepasistas?

  --Que el radicalismo porteño haya dado un mandato tan claro a favor de las políticas que la UCR y el Frepaso plantearon conjuntamente en el '99 fortalece las posibilidades de la Alianza.

  --¿Quién será su interlocutor en el armado de las listas?

  --Eso no me corresponde elegirlo a mí. Tendremos que conversar y ya hemos hablado informalmente.

  --¿Con quién?

  --Con casi todos. Recibí llamados de Graciela Fernández Meijide, Darío Alessandro, Arnaldo Bocco; también me llamaron Aníbal Ibarra y Pedro del Piero... Con Ibarra quedamos en reunirnos.

  --También habló con De la Rúa.

  --Sí, me llamó temprano por la mañana para felicitarme.

  --¿De qué hablaron? ¿Quedaron en verse?

  --No. Me felicitó, me ofreció todo su apoyo para la campaña y me deseó suerte.

  --En la interna se plantearon dos posiciones muy diferentes. ¿Cómo sigue el radicalismo a futuro? ¿No conversó eso con De la Rúa?

  --No, no. Lo que acabo de decirle es todo lo que hablamos.

  --¿Y usted personalmente cómo visualiza el futuro del radicalismo?

  --Una elección en una democracia es un sometimiento al juicio inapelable de la mayoría. Ya no hay más discusión, es evidente que los militantes se expidieron en contra de la política económica.

  --¿Le parece que ese juicio de los afiliados se traducirá en los hechos?

  --Bueno..., esperemos.

  --No parece demasiado seguro.

  --Esto nos da mucha fuerza pero esa fuerza tiene que ser aplicada a plantear ideas, alternativas; no es que automáticamente vayan a producirse cambios, sino que nosotros estamos ahora en una mejor situación. Una cosa era que expresara críticas u opiniones en contra a título propio y otra es que hable en nombre de la mayoría del radicalismo de la Capital.

  --Elisa Carrió dijo que no se va a presentar como candidata.

  --Lamento que no se presente y espero que revea esa decisión. Lilita y yo ofrecemos dos cosas distintas: ella ofrece una lucha eficaz contra la corrupción y las mafias; yo ofrezco una estrategia de desarrollo económico social. Si los dos estuviéramos en la contienda, la gente tendría la oportunidad de decir qué debe ser primero y qué segundo.

  --Pero es insoslayable que la decisión de Carrió de no postularse favorece a la Alianza.

  --No, si se entiende que el panorama es más favorable porque ella no se presenta; eso debilita

  --¿Coincide con Carrió en que no era necesaria la interna para saber que De la Rúa está derrotado?

  --No creo que se pueda hablar de que la interna lo derrotó a De la Rúa. El Presidente sufrió una derrota, que deseo sea parcial, a manos de la política económica que impusieron los sectores financieros y los economistas dogmáticos. Así cayó del 70 al 13 por ciento en popularidad desde que asumió sin que hubiera ninguna interna. Lejos de derrotarlo el resultado del domingo le da una nueva oportunidad de rectificar el rumbo.

  --¿Qué opina del informe sobre lavado de dinero que presentó Carrió?

  --La tarea de la comisión es muy importante. Si bien lo que se presentó no es nuevo, no se lo deja morir, se aportan nuevos elementos de prueba y se aumentan considerablemente las posibilidades de ir a fondo en una investigación judicial. Lo que recomendaría es perseverar para darle un valor institucional y jerarquizar la información porque el carácter aluvional del informe puede favorecer a quienes quieran desacreditarlo.

  --A propósito de desacreditarlo, distintos funcionarios del Gobierno salieron criticarlo y De la Rúa minimizó el informe.

  --Hay que analizarlo con calma. No creo que sea positivo reaccionar temperamentalmente.

  --¿No teme quedar atrapado por el hecho de ser el candidato del oficialismo, más allá de sus cuestionamientos al Gobierno?

  --No tengo ese temor porque soy obsesivo en la exposición de los temas que me preocupan y mi campaña va a demostrar inevitablemente cuáles son mis ideas y mis proyectos. No creo que nadie pueda confundir lo que voy a decir con las cosas con las cuales no estoy de acuerdo.

otras voces

Beatriz Sarlo (socióloga)
�A diferencia de Suárez Lastra, que tiene sangre radical, Terragno es uno de los históricos de la Alianza, por lo que creo que su deseo es la conservación de ese instrumento político. Claro que para ello tienen que existir dos partidos y hoy el Frepaso se encuentra en un proceso que no se sabe si es de descomposición o de recomposición.� 

Franco Castiglioni (politólogo)
�La interna de la UCR porteña demostró que la participación es siempre baja. Esto responde a un falso padrón electoral, porque las afiliaciones son acumulativas desde 1983. Aún así, la victoria de Terragno se explica por la bronca ante la coalición de centroizquierda que nunca asumió. Terragno se encuentra en la encrucijada de sostener un discurso opositor y de no ser absorbido por la política a la que hoy enfrenta.� 

Enrique Zuleta Puceiro (sociólogo)
�Terragno pudo imponer la agenda de la campaña electoral, con lo que obtuvo una ventaja estratégica. Tomó la decisión audaz de instalar un debate nacional al interior de la interna radical. Esto hizo que lo que se suponía que iba a ser una simple confrontación de aparatos, se convirtió en un debate de fondo sobre el gobierno de De la Rúa. Los afiliados prefirieron debatir sobre el gobierno y no sobre espacios de poder.� 

Nelson Castro (periodista)
�El triunfo de Terragno implica una derrota para De la Rúa, que es un presidente débil que ha licuado su poder. La interna marca una contradicción muy fuerte dado que el Gobierno habla de unidad nacional y en la ciudad de Buenos Aires se llama a una interna partidaria. Como consecuencia, la campaña va a ser insólita: el candidato por la UCR está en contra de la política económica del Presidente que es radical.� 

Rosendo Fraga (director de Nueva Mayoría)
�El triunfo de Rodolfo Terragno ratifica que el liderazgo de la UCR está en manos de Alfonsín y no de De la Rúa. Asimismo, el que el presidente de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual, haya integrado la lista derrotada implica otro fracaso, esta vez en el Congreso. Es decir, el poder de De la Rúa en la UCR se ha debilitado dado que no contó con el apoyo de ninguna de las listas en la internas bonaerenses ni en la ciudad. El ARI tampoco se ve favorecido, dado que un radical delarruista le daría más espacio para los descontentos de la Alianza.�

 

Solamente a Pascual le fue peor que a De la Rúa

 

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